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OBSESIÓN por FutariKL

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Notas del fanfic:

¡Hola! :D Traemos una nueva historia para ustedes ^u^ 

Sus Escritoras K&L estamos de vuelta con un nuevo FanFic... Nuestras historias siempre irán entrelazadas de una u otra manera a "Nosotros Dos", digamos que se trata de una especie de saga que se dará por bloques no lineales. 

Esperamos que estén interesadas en acompañarnos en esta nueva aventura que iniciamos con "Obsesión"... 

Nos encantará leer sus comentarios :)

Notas del capitulo:

¡Hola! :)

Por lo pronto les dejamos el capítulo 1 :3 ¡Disfrútenlo!

“OBSESIÓN”
Capítulo 1

[[Park Jung Min]]

¿Existe algún hechizo que permita que alguien piense en ti? 

Era una pregunta que se repetía sin cesar en mi cabeza mientras lo veía. Él era un ser extraño, siempre parecía que vivía en un mundo alternativo y tenía la cabeza llena de historias de aliens y todo tipo de personajes extraterrestres. Su nombre era Kim Hyun Joong. Nos habíamos conocido dos años atrás, cuando éramos aprendices en la agencia y entrenábamos para convertirnos en parte del grupo donde muy pronto debutaríamos.

Lo primero que vi en él fueron sus ojos, eran enormes, pero a pesar de su tamaño era difícil descifrar el significado de su mirada; después mi atención se desvió a su cuerpo y no pude evitar sentir un poco de envidia, era exquisito, aunque sólo tenía unos cuantos músculos marcados. Él era el más guapo de todos, por eso pensaba que iba a ser duro competir contra él, así que mi reacción al verlo por primera vez fue hacer una mueca de desagrado mientras lo escaneaba.

De hecho me había costado varias semanas poder acercarme a él, pero inesperadamente resultó que encajamos súper bien; él era un chico muy bromista y a menudo nos reíamos porque no sabíamos de qué diablos hablaba. Además tenía una risa muy graciosa y característica que te hacía pensar que era un tonto (y lo era); uno pensaría que sería un chico rudo, pero la verdad era muy amable y gentil, eso sí, era un bruto, no sabía controlar su fuerza y muchas veces terminaba lastimándonos al jugar. 

Además de él había otros dos chicos con quienes solía llevarme muy bien, uno con facha de campesino llamado Kyu Jong y un niño que parecía venir de una familia de riquillos, él se llamaba Hyung Jun. Ambos eran polos opuestos a decir verdad; mientras el primero era muy sencillo y tímido, el segundo hablaba hasta por los codos, incluso más que yo; él era el menor de todos y buscaba llamar la atención de cualquier manera posible, de vez en cuando hasta hacía unos pucheros que me parecían muy tiernos, era como un bebé con el que solía jugar en los ensayos; como su nombre era parecido al del mayor, decidimos llamar Hyun al líder y Jun al pequeño.

Luego de un tiempo comencé a sentirme muy cercano a todos los chicos, aunque Jun era un poco complicado porque era un pesadito y no podía acercarme mucho a él, aunque de todos modos parecíamos tener cierta afinidad y jugábamos mucho e incluso solíamos abrazarnos amigablemente, muy seguido. Era una relación algo parecida a la que tenía con Hyun, pero la sensación con él era diferente, sólo que no podía describir de qué forma… aunque no iba a tardar mucho en descubrirlo.

Ese fin de semana nos habían llevado a la playa para que descansáramos y nos divirtiéramos después de tanto tiempo encerrados en los salones de prácticas. Estábamos hospedándonos en una linda casita a la orilla de la playa, a la entrada tenía una pequeña sala y enseguida una cocinita; después había un pasillo con tres habitaciones y un cuarto de baño. El primer día había sido bastante pesado a pesar de que estábamos de paseo, jugamos durante horas y horas en el mar y no podían hacer que paráramos, así que cuando por fin nos convencieron ya era algo noche y estábamos exhaustos. 

Me di una ducha rápida en el baño del cuarto donde me tocó dormir y luego me metí en la cama. Ahí ya estaba dormido Young Saeng, con quien me había tocado compartir habitación, el pobre se cansó tanto que cayó muerto en cuanto tocó las sábanas. Él era el mayor después de Hyun, pero era un niño tan tierno que a veces parecía ser de los menores; sus facciones eran muy curiosas, lo hacían parecer un gatito cachetón. Me daba envidia ver lo profundamente que estaba dormido, porque aunque yo también estuviera muerto de cansancio, no podía pegar ni un ojo.

Cansado de intentar, me levanté a media madrugada para tomar un vaso de agua, pero me detuve cuando de pronto vi a Hyun ahí, junto a una de las ventanas que daban a la playa. Estaba con la mirada perdida, quizás hundido en los pensamientos de su mundo loco; sentía la tentación de acercarme, pero no me moví. Me quedé en silencio observando esos brazos musculosos que mostraba sin pena con sus playeras sin mangas. Era como si el claro de la luna alumbrara su silueta sólo para mi deleite. 

Todas las luces de la casita estaban apagadas, así que era imposible que él me viera o que supiera que yo estaba ahí. Entonces de repente vi cómo se dirigía hacia el pasillo, yo me encontraba al final, justo enseguida de la puerta de la habitación que él compartía con Jun. Permanecí en silencio viendo cómo se acercaba a su cuarto, tocando las paredes con las yemas de sus dedos para guiarse.

Una vez que llegó a su destino se dispuso a tomar la manija de la puerta para abrirla y yo aproveché para acercarme un poco a él para percibir su aroma; ese olor a macho que tanto lo caracterizaba. Cerré los ojos, inhalé hondo y me recargué en la pared para disfrutarlo. Entonces él se giró hacia su izquierda y tropezó con la punta de mi pie, haciendo que cayera sobre mi cuerpo; logró detenerse un poco con las manos, tenía buenos reflejos, pero de todos modos su cabeza había alcanzado a golpear mi hombro y cuando la levantó rozamos nuestros labios de una manera fugaz.

Me sorprendí demasiado con lo que había pasado, pero no dije ni hice nada. Mi vista comenzaba a agudizarse después de haber permanecido todo ese tiempo en la oscuridad; él parecía no ver muy bien aún, y tampoco dijo nada, simplemente seguía con sus manos firmemente recargadas en el muro aprisionando mi cabeza, con nuestros rostros a una distancia muy corta. Sentí su respiración agitada y pude ver cómo sus ojos se cerraban antes de que juntara sus labios con los míos.

¡Dios! ¿Acaso sabría lo que estaba haciendo? ¿Tendría cuando menos una mínima idea de quién era la persona a la que estaba besando? Esas y muchas más preguntas pasaban por mi mente mientras dejaba fluir el beso. Cuando volví a abrir los ojos noté que él también los tenía bien abiertos, al fin se había dado cuenta de que me había besado a mí, pero contrario a lo que se pudiera pensar, no se asustó ni parecía sorprendido. Lo vi esbozar una ligera sonrisa, enderezó su cuerpo y, sin decirme absolutamente nada, se dio la vuelta y entró a su habitación.

¡Pero qué…! ¡Aish! Golpeé la pared con mi puño derecho… ¿Cómo era posible que se hubiera ido sólo así? Me tranquilicé lo más que pude y volví a mi habitación. No pude dormir en toda la noche pensando en ese beso, el primer roce había sido totalmente accidental, era más que evidente, pero el segundo se sintió… distinto. Llegó la mañana y yo seguía sentado en mi lado de la cama, recargado en la cabecera y abrazando mis piernas contra mi pecho. 

—¿Te sientes bien?—me preguntó Young Saeng mientras se sentaba a mi lado después de retorcerse un poco—Estás algo pálido y tienes unas ojeras gigantes, como un panda… ¿No dormiste?

—Descuida, estoy bien—le contesté tratando de ocultar mi nerviosísimo, no quería que nadie supiera lo que había pasado.

Después de desayunar junto con el mánager que estaba a nuestro cuidado, decidí pasar un rato en la playa. Me quité los zapatos y caminé descalzo sobre la arena para aclarar un poco la mente, pero mi paz fue interrumpida cuando un peso se recargó sobre mis hombros. Era Hyung Jun, que había intentado treparse en mi espalda.

—¿Por qué tan solito? ¿Puedo caminar junto a ti?—me dijo con una sonrisa muy alegre. 
—No me malentiendas, pero necesito un momento a solas, la verdad es que no me siento muy bien.

—¿Estás enfermo?—se preocupó y al instante lo tenía tocándome toda la cara—no tienes fiebre.

—No, no es eso—traté de ser amable y le dediqué una sonrisa—, es un asunto que me anda dando vueltas, no es nada en realidad…

—Claro…—me miró como si se hubiera dado cuenta de que no quería contarle—Bueno, como gustes—se dio la vuelta y corrió hasta llegar a donde estaba Hyun jugando con un balón al futbol y se unió con él al juego, Saeng también jugaba, mientras que Kyu sólo miraba divertido el pequeño partido.

Entonces mi vista fue capturada nuevamente por Hyun y su cuerpo, que se movía ágilmente y con gracia mientras dominaba el balón. Sacudí mi cabeza con fuerza para evitar que se apoderarán de mí los pensamientos de lo que había pasado la noche anterior. Pero inevitablemente mi mirada volvió a perderse en su figura. Sentía latir con fuerza mi corazón mientras me concentraba en cómo su playera se pegaba a su cuerpo a causa de todo el sudor; y entonces ya no fue sólo mi corazón el alterado, por alguna razón, empecé a sentir un cosquilleo raro bajando desde mi estómago hasta mi entrepierna. Me sorprendí mucho con mi reacción y antes de que alguien pudiera darse cuenta de que me había excitado, corrí hasta la casita y me metí en mi habitación.

¿¡Qué demonios me pasaba!?... Me senté en la cama intentando calmar mi respiración, que se había acelerado por la distancia que había corrido en tan poco tiempo.

Cuando llegó la hora de cenar nos sentamos los cinco juntos en la sala, esta vez no encendimos en televisor, simplemente nos acomodamos en el suelo y comenzamos a comer un poco de ramen. Nadie había hablado, estábamos concentrados en comer, pero de pronto vi a Hyun limpiándose los labios para comenzar a hablar.

—Anoche sucedió algo muy extraño—dijo moviendo la cabeza de lado.

—¿Y qué fue?—le preguntó Kyu.

—Soñé que besaba a una chica…—inmediatamente dejé de comer y lo miré, atento a su relato—Tenía unos labios muy suaves y carnosos. Lo curioso es…—dejó los palillos sobre su plato ya casi vacío—que fue un beso tan delicioso, lo sentí muy real, tanto que… desearía besarla de nuevo—me miró a los ojos y mordió su labio inferior.

De la impresión se me cayó el poco ramen que estaba sujetando con los palillos. Tuve que moverme de mi lugar para alcanzar una servilleta y limpiar mi tiradero antes de seguir comiendo, aunque después de escuchar lo que dijo mis ganas de comer desaparecieron. Me disculpé con ellos y me escapé a mi habitación para pensar con detenimiento en lo sucedido. 

Una media hora más tarde, el silencio que abundaba en mi cuarto fue interrumpido bruscamente cuando alguien entró.

—¿Te molesta si me baño aquí?—me dijo Hyun al abrir la puerta vieja y crujiente del cuarto.

—No, ¿por qué habría de molestarme?—desvié la mirada.

—Bueno, entonces me bañaré rápido—tomó una toalla, la echó a su hombro y se dirigió a la puerta del baño—, Usaré la secadora para el pelo al salir, no te preocupes, te dejaré dormir lo antes posible.

—Si quieres puedes llevártela a tu habitación—le dije amablemente.

— Oh, es que…—bajó la vista.

—¿Qué sucede?

—Saeng y Kyu se quedaron dormidos en mi cuarto con Jun, si la llevo allá los despertaré a todos.

—¿Pensabas dormir aquí?—le pregunté un poco asustado.

—Si no te molesta…—yo no respondí, estaba demasiado sorprendido; no esperaba tener que compartir la cama con él, mucho menos después de lo que había pasado la noche anterior—puedo dormir en la sala si es mucho problema—me dijo al ver que no hablaba.

—No, perdón, es sólo que…—arqueó una ceja al mirarme confundido—No es nada, puedes dormir aquí.

—Ok—cerró la puerta del baño y escuché cómo caía el agua de la regadera.

Nuevamente me sentí ansioso, ¿de verdad pensó que estaba besando a una chica? Tal vez era sonámbulo y yo recién lo notaba, ya que raras veces me despierto por la noche y suelo dormir con oídos y ojos cubiertos.

Me recosté sobre la cama intentando dejar de pensar en él, pero era tan extraño todo lo que había pasado que simplemente no podía alejarlo de mi mente. Lo vi salir con la toalla puesta alrededor de la cintura, con su cabello mojado todavía goteando un poco, caminó hacia donde estaba el tocador, tomó la secadora y comenzó a secarse el cabello.

¿De verdad existe algún hechizo tan poderoso como para hacer que de un momento a otro, te obsesiones con una persona?

Al mirarlo así, de espaldas, viendo cómo aquellos músculos de su espalda se mostraban contorneados con cada leve movimiento de sus brazos, me hacía sentir extraño, completamente hechizado. Lancé un suspiro leve al ver que la toalla acentuaba la forma de su redondo y prominente trasero.

No podía ser posible que tuviera una sensación así con tan sólo ver a un hombre, pero bueno, no era cualquier hombre, era todo un macho, fuerte, macizo, sexy… Me molesté con mis propios pensamientos y di una patada sobre el colchón, lanzando un gruñido de desesperación y coraje; eso hizo que la mirada de Hyun se dirigiera hacia a mí por medio del espejo.

—Ya casi termino—me dijo pensando en que me molestaba el ruido.

—Apúrate—le contesté aprovechando su pensamiento confuso.

Cuando terminó de secarse se quitó la toalla, quedándose sólo en sus bóxers, y se hundió en el colchón al lado mío. Se giró para darme la espalda y se estiró hasta alcanzar el interruptor para quedar completamente a oscuras.

Intenté ignorar el hecho de que él sólo llevaba puesta su ropa interior y traté de dormir. Yo estaba muy cansado debido a que no dormí la noche anterior, por lo que unos cuantos minutos más tarde caí completamente rendido. Entonces comencé a soñar que estábamos juntos, desnudos, pero por alguna razón yo lo miraba hacia arriba, a pesar de que teníamos casi la misma estatura, era como si fuese un gigante y yo un ser diminuto e indefenso, él lucía imponente con ese porte de macho bruto, despegó sus labios dejando su boca entreabierta y dejó escapar un suspiro al cerrar los ojos y lanzando su cabeza hacia atrás.

Poco a poco sus gemidos se fueron haciendo más fuertes, el último lo fue tanto que terminó por despertarme, cuando abrí los ojos yo estaba temblando, completamente bañado en sudor y respiraba con dificultad.

—¿Estás bien?—me dijo Hyun tocándome el hombro.

—No es nada—mi reacción inmediata fue moverlo para que quitara su mano.

—¿Seguro? 

—Necesito un poco de agua—me senté en la cama y llevé mis manos a mi cabeza.

—¿Quieres que vaya por un vaso?—me dijo preocupado.

—¿Podrías?

Se levantó de la cama y entonces pude descubrir que tenía una erección, y para mi sorpresa, yo también tenía una. ¡Rayos! Al verlo regresar con el vaso de agua me cubrí rápidamente con la sábana para esconder mi reacción.

—Lo siento, no quise despertarte—me dijo sonrojándose.

—¿De qué hablas?—le pregunté confundido.

—Mis movimientos… fueron algo…bruscos.

—¿Movimientos? 

Yo lo miraba realmente intrigado, no sabía a qué se estaba refiriendo. No fue sino hasta que mi mirada se posó en su lado de la cama cuando descubrí a qué se refería... Había unas cuantas gotas de semen salpicadas en el colchón. 

—¿Te estabas…?—abrí mi boca tan grande a modo de indignación.

—Tenía que hacerlo—me dijo ya sin pena—somos hombres, tú sabes… necesitas hacerlo para que no te duela después.

—¿Cómo rayos fue que llegaste a este punto?—le pregunté aparentando molestia

—Es culpa de la chica de mis sueños—me contestó—, puedo jurarte que sus labios se sentían como el cielo, incluso esa vez pude sentir la humedad en mis bóxers…

—Eres un idiota, ¿cuánto tiempo más piensas actuar así?—ahora en serio estaba molesto.

—¡Lo lamento! Ya te expliqué por qué lo hice.

—¿Qué pasaría si te dijera que conozco a la persona a quien besaste?—pregunté.

—Sería imposible que la conocieras, ni si quiera yo pude verla.

—¿En serio crees que lo soñaste?—cada vez me encendía más.

—Claro que fue un sueño.

—Esto lo diré porque no quiero que vuelvas a hacer algo así cuando duermas conmigo…—lo miré con desprecio—Me besaste a mí, bruto idiota.

Me miró perplejo, no esperaba que yo le dijera algo así. A decir verdad, tampoco me imaginé a mí diciéndoselo, creí que me había besado consciente de que era yo, pero al escucharlo hablar sus idioteces, enloquecí y se lo dije así, sin más.

—No es cierto—me dijo sorprendido—, estás molesto y me estás diciendo esto para castigarme, ¿verdad? 

—Mírame y dime si miento—tomé su rostro con mis manos y lo acerqué un poco al mío para que pudiera ver la verdad en mis ojos.

—Sólo hay un modo para hacer que crea tus palabras…—me dijo alejándome inmediatamente de él—Si en verdad te besé a ti, supongo que si lo vuelvo a hacer podré confirmar que fueron tus labios los que tuve ayer—me miraba incrédulo, esperando que me espantara por la estúpida propuesta que me hacía. 

—Hazlo.

—¿Qué?—se sorprendió.

—Si quieres confirmarlo de ese modo puedes hacerlo, ya me besaste una vez, qué más podría pasar además de que te des cuenta de que besaste a un hombre y te gustó.

Hyun se había quedado mudo, absorto entre tantas interrogantes que me imagino comenzaron a surgir en su cabeza. 

—No lo haré—lo escuché decir cuando finalmente se decidió a hablar—. Y no te creo que hayas sido tú, pero aprendí mi lección, no volveré ni siquiera a dormir contigo.

Se levantó de la cama y salió de la habitación. Por un momento no supe qué hacer, realmente quería volver a sentir sus labios sobre los míos, pero lo había presionado de un modo no muy agradable y entendía su molestia. Me sentí mal por haberlo hecho de una manera tan ruda, así que me levanté y fui tras él, lo encontré mirando de nuevo aquella ventana, con la diferencia de que ahora lucía triste. 

Me acerqué en silencio y lo rodee con mis brazos, pegando mi cabeza en su hombro.

—Lo siento…—le dije bajito—Es mentira, me enojé tanto que lo dije sin pensar en lo mal que podrías sentirte.

—No lo es…—me dijo cerrando sus ojos—Supe que eras tú en cuanto mi vista se aclaró, pero me atraparon tanto tus labios que no pude despegarlos de ti y ahora no puedo despegarme de esos pensamientos…

—Olvidémoslo, ¿sí?—le dije pegándome aún más a su cuerpo—Nada de esto ha pasado, tú y yo estaremos normal, no le diré a nadie y tú tampoco lo harás. 

—Entonces… ¿todo igual? ¿Cómo siempre?—giró su cuerpo para verme.

—Como siempre—le sonreí—vamos a dormir, anda. 

Lo tomé del brazo y lo jalé hasta la cama, donde volvimos a recostarnos, él lucía más tranquilo, pero yo… algo estaba pasando conmigo. Me sentía demasiado confundido. No podía ser que yo fuera gay, no había ni si quiera un indicio de eso… salvo que había dejado que un hombre me besara, se masturbara en mi cama conmigo al lado y… que corriera tras él cuando dijo que no volvería a dormir conmigo. ¡Dios! De entre todas las cosas… ¿por qué tenía que pasarme esto?..

No pude pegar el ojo el resto de la noche otra vez, así que en cuanto amaneció, me metí en la regadera prometiéndome que con cada gota que recorriera mi cabeza, se irían aquellas tontas ideas y sensaciones del beso con Hyun; decidí que todo volvería a la normalidad en cuanto saliera de la regadera. Porque no era gay… no podía serlo, yo no.

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(¸.•´ (¸.•` ¤ K&L

Notas finales:

¿Qué les pareció el primer capítulo? :D


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