Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Si estás pensando mal de mí por Airicchi

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Tadotoshi Fujimaki

Notas del capitulo:

La verdad es que tenía pensado escribir comedia o drama, tenía las ideas escritas pero mi computador murió en el proceso y tuve que volver a escribir algo, no sabía en que basarme hasta que escuche 'si estás pensando mal de mí' de los bunkers, del álbum, la velocidad de la luz. 

Es un song fic, está inspirado en la canción y tiene algunas menciones explicitas de la letra de la cancion. Fue mucho mas corto de lo que esperaba y no estoy conforme con el, 

Nunca he leído una historia de esta pareja y me pareció interesante escribir sobre ella, sobre todo en este mes especial de apareamiento 

 

No calcule mis intenciones, en un principio creí que sería como todos los demás. No sabía si serian una, dos o diez noches, pero nunca espere que la luz del día nos diera directo a la cara. Nos llegó la realidad de forma cruda y sin ser capaz de responderte, te deje solo entre nuestros miedos.


Te conocí por casualidad en una librería, no tenía intención alguna de acercarme a ti y tu no tenías intención alguna de acercarte a mí, sin embargo, nos vimos envueltos en una atracción natural, incapaces de ir contra ella terminamos charlando sobre el autor en contingencia. Me desagrado tu mirada fría y tu apatía al mundo, pero caí ante tu sinceridad, me identifique con tus frustraciones y supe que debía volverte a ver. Te despediste de mí sin ninguna simpatía, no había rastros de que la ansiedad por conocerte fuera mutua, lastima, pudimos haber pasado una buena noche, porque solo era eso, la atracción se va con el tiempo, no era necesario adentrarse más en ella.


Me hubiera gustado decir que volví a pensar en ti, pero la verdad es que te olvide complemente esa noche, una conquista casual, nada difícil, una hora y volvía a la soledad de mi departamento, donde las puertas del placer estaban cerradas desde la última vez que cometí el error de creer enamorarme. No quería que los demás supiesen de mi vida, por eso un motel o en momentos casas ajenas se volvían testigos de mis descontroles, no había razón de contenerse, la moral es algo absurdo, guarda bases en la higiene, seguramente en la antigüedad la promiscuidad no era aceptada por las múltiples enfermedades que pueden transmitirse, hoy en día no es necesario tales cuidados, puedo tener sexo con montones de personas en un solo día sin adquirir nada más que un cansancio.


Mi memoria no es de las mejores cuando algo no me interesa, por eso me parecía que nunca antes te había visto, hasta que reconocí tu nombre en una conversación trivial, disimule conocerte lo suficiente para ser amigos y no tarde en conseguir tu numero con la excusa de haberlo perdido. No contestaste al primer mensaje, menos aún al quinto, pero al parecer tu fachada de indiferencia cayo al sexto, no fue nada especial, no hubo emoción de mi parte, ni esperanzas de algo más, tarde un tiempo en contestarte de vuelta y desde ese día no dejamos de hablar, claro, hasta hace un tiempo atrás, en el que huí de ti.


No resulto como lo tenía previsto, creí que te tendría gimiendo bajo mi cuerpo en unos días, pero terminamos viéndonos para todo menos sexo. Aprendí sobre tu falta de moral y la poca importancia que te daba lo que el resto dijese de ti, no tenías tapujos en decir lo pensabas, vivías ajeno a los sentimientos, inmerso en tu soledad, en tu novelas y tus rarezas. De alguna forma lograste que compartiera mi mundo contigo, te enteraste de mis defectos, mis sueños imposibles, mi personalidad envidiosa y el rencor que guardaba en mí, por primera vez no fui juzgado, respire tranquilo, podía confiar en ti. 


Cuando la confianza se convirtió en una noche de copas se quebró desde el centro. No recordaba haberte envestido, no recordaba nisiquiera tu voz en el éxtasis, solo fui capaz de recordar tu cara a la mañana siguiente, estoica, vacía.


Volviste al día siguiente, a mi guarida, de noche, donde nadie entraba hace años, donde mis anhelos estaban ocultos. Esta vez lo hice lento, disfrutando de cada centímetro de tu piel blanquecina, marcándola tan fácilmente, bajando hasta encontrar tu máxima debilidad. Mantuve mis odios atentos a cada sonido que saliera de tu inexplorada boca, quizás la noche anterior la ataque, pero en ese momento no me atrevía ni a rozarle. Quise recordar perfectamente tus expresiones, tan difícil de ver en el día a día, se repetirían en mis sueños hasta hoy, lejos de ti.


Se repitió incontables veces, tan solo la primera logre verte al día siguiente, desaparecías como una sombra, te mimetizabas con lo muerto de la habitación. En cuando terminábamos te vestías y te ibas, nunca pedí que te quedaras, no estaba en mis principios, tampoco estaba en los tuyos pretender que aquello significaba algo.


Un día dejaste de venir, sentía ansiedad por verte, que en un principio confundí con falta de sexo, no te busque, busque otras noches, otras camas, pero seguía anhelando tu mirada. No era especial, estaba muerta, como tu alma, como la mía. Debía ver mi espejo, que me recordaba lo triste de mi vida, de la cual ya eras parte.


Dejó de haber placer en otro que no fueras tú, rechace besos, omití erecciones, me retraje en lo profundo de mis penas, hasta que volviste un noche, te vi desde mi balcón entrar al edificio y espere expectante frente a la puerta, estoy seguro que fue más de una hora la que espere al sonido del timbre, pero no caería, no te buscaría. Abrí la puerta al oír tu respiración tras ella y sin quererlo te bese, por primera vez en mi memoria, aun cuando nuestros labios parecían conocerse desde antes. Cerramos la puerta y nos adentramos a un mundo desconocido para ambos, buscamos el contacto sin pasar la barrera que nos impedía la ropa, caímos lo más bajo que podía caer una persona como nosotros, comenzamos a sentir. Esa noche fuiste mío, como yo fui tuyo, mas no recuerdo haber entrado en tu cuerpo, solo sentí como me arrebatabas el corazón. Nos amamos solo con caricias, como niños descubriendo el cuerpo ajeno, caímos en el sueño uno al lado del otro, sin omitir palabras en ningún momento.


Nunca te dije que te amaba, nunca oí un te quiero de tu parte, nunca nos volvimos a ver, mayuzumi chihiro, nunca sabré si estás pensando mal de mí, pero mantenlo bien guardado para ti.


                                                                                            *****


Pretendí huir, pues temía a lo que causabas en mí. Intente alejarme sin resultado alguno, me había vuelto adicto a ti.


Camine sin esperanzas de que me encontraras, conocía tu orgullo elevado que no permitía que cayeras junto a mí, seguirías negándolo aun si eso te causara dolor. Temías a amar, pues nunca habías sido amado de la forma correcta, no era quien para enseñarte, mucho menos para sermonearte, pero tenía la esperanza, que pudieras acompañarme a aprender. Termine llegando a ti, si no avanzabas tú, el paso lo daría yo.


Te oí decir perdón muchas veces dormido, mas nunca lo escuche en persona.


Desapareciste junto a tus miedos, fracasaste y no volviste a mirar a atrás.


No hubo tiempo de reflexiones, no había nada que salvar. No hubo tiempo de sufrir, ni mucho menos de asumir los miedos entre tú y yo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).