-Minseok, terminé de colocar la televisión en tu alcoba –Siwon, su hermanastro lo sacó de sus pensamientos mientras su mirada estaba pegada en la pantalla de su móvil, una débil sonrisa se formó en su rostro únicamente para responderle al mayor.- Puedes terminar de poner tus cosas, si deseas, si necesitas ayuda estoy en la habitación de enfrente.
El rubio solo asintió mientras tomaba una de las maletas y las entraba en su alcoba, luego de la boda entre su padre y la mamá de Siwon, tuvieron que mudarse a Seúl, dejando atrás amigos, familia, su antigua escuela. Todo.
No podía estar molesto porque su padre encontró el amor otra vez, es más JinHye era una mujer muy amable y lo había tratado los años que estuvieron de relación, además tenía que añadir que era ridículamente rica. Trató de ignorar que su cuarto era más grande que su antigua casa, además tenía un baño propio y un armario en donde cabía la ropa de unas once personas.
Tardó un par de horas en acomodar lo que tenía, pero estaba por fin todo perfectamente ordenado, su puerta se abrió, dejándolo algo sorprendido porque quien fuera que sea, no había tocado antes.
-Regalo de bienvenida, nuestros padres querían dártelo, pero se presentó un problema en la oficina y deben ir a cortar cabezas –Siwon se sentó en la cama, palmeando a su lado para que el menor se sentara. Al hacer esto el castaño dejó una caja blanca en su regazo, esta tenía un lazo rojo, al abrirla, notó que era un teléfono nuevo, el más reciente del mercado, incluso casi no cabía en su mano con lo grande que era.- Para que hables con tu novia.
-No sé si te enteraste pero… Soy gay. –Soltó de manera brusca, sabía que no podría a mentirle a Siwon, tarde o temprano se daría cuenta y no es que le diera vergüenza admitir que le gustaban los hombres. El mayor le observó y una sonrisa se posó en sus labiales.- Por favor no me preguntes si es una broma, soy marica, como los heteros como tú me llaman.
-Minseok –El castaño soltó una carcajada fuerte, sacó su teléfono del bolsillo mientras revisaba algo, luego de unos momentos, me enseñó la fotografía de un chico de piel pálida, uno ojos grandes cafés, sonrisa perfecta, de contextura delgada y con el cabello color chocolate.- Se llama Kyuhyun…. Y es mi novio hace más de dos años.
Qué alguien le recordará como se volvía a respirar, nunca, NUNCA se habría esperado aquello y mucho menos si venía de Choi Siwon, o sea el muchacho era todo un adonis, de rostro perfectamente esculpido por ángeles y con grandes músculos. El sueño de toda chica.
-Creo que sabemos quienes no tendrán nietos –Comentó en un susurró para luego reír a carcajadas, Siwon rió de igual forma, Minseok creyó que por un segundos el mayor lo iba a repudiar y tratarlo como un enfermo que debe curarse.- Me gustaría conocerlo, se ve que es lindo.
-Es hermoso –El más alto se quedó mirando la nada mientras una sonrisa se formaba en sus labiales, en sus ojos había un brillo muy singular, se le notaba el amor por el nombrado.- Iré a comprar la cena, me llevo el auto así que no intentes irte de fiesta. Vuelvo enseguida Minseokkie.
Un calorcito se instaló en su pecho al oír aquellas palabras de amor, la última persona que lo había llamado así fue su madre hace unos siete años atrás, la nostalgia le invadió unos segundos, pero una parte de él sabía que estaba bien que su madre hubiera muerto, ella ya no sufría con la enfermedad que padecía y estuvo mucho tiempo en el hospital.
Sus pensamientos fueron irrumpidos por unos golpes en la puerta de entrada, sabía que Siwon dijo que volvería enseguida pero, ¿acaso había corrido a la tienda? Bajó la escalera lo más rápido que pudo y al abrirla lo primero que observó fue el rostro del chico de la fotografía que le había mostrado el mayor hace unos minutos atrás.
-¿Dónde está Siwon? –El contrario pregunto de forma ruda mientras le observaba de arriaba hacia abajo, Minseok se mordió el labio de puro nerviosismo.- Te he hecho una pregunta… Dónde está mi novio.
-Creo que te estas confundiendo Kyuhyun –Y el nombrado se vio más que desconcertado que el menor supiera su nombre, Minseok casi soltó una carcajada al ver su expresión pero al observar el brusco cambio de gesto lo intimidó un poco, ahora le observaba con todas las facciones de su rostros algo duras, sus labios casi formaban una línea recta y sus ojos lo observaban con frialdad.- Siwon hyung fue a comprar la cena… Soy Minseok, un gusto conocerte.
-Dios mío… –Vio como su cara se colocó de un rojo muy encendido, acto seguido el mayor tapó su rostro con ambas manos. Escuchó una suave risa salir de su boca.- Perdón, malentendí todo. Oh, que horrible forma de conocer a tu cuñado.
-No te preocupes, a mi me pareció bastante divertido todo, ha sido como en una película –Le comentó para que el contrario se quedara un poco más tranquilo.-
Luego de una media hora hablando, comprendió porque se extrañó al verle en casa, Siwon siempre estaba solo y ver de un día a otro a un chico es un tanto sospechoso. Kyuhyun era un muchacho divertido, con gustos muy peculiares y adicto a toda consola de videojuego. Comprendí porque le gustaba tanto a Hyung.
-Minseokkie, perdón por la tardanza pero el restaurant estaba lleno y ¿qué hace Kyu aquí? –El mayor preguntó al verle sentado junto a Minseok en el sofá, ambos rieron fuertemente al observarle un poco extrañado por la presencia de su novio en su casa.-
-Vine a verte y me topé con Minseok, no me habías dicho que era un chico tan guapo. Tienes suerte de tener un hermano con él, Ahra se pasa todo el día en casa viendo novelas de otros países y llora y llora y continúa llorando –Le reclamó Kyuhyun al más alto.- ¿Puedo adoptarlo? Por favor
-No me importa cuanto insistas Kyuhyun, no te lo llevaras a casa, Minseokkie se queda conmigo. Además dijiste que querías adoptar a tu vecino hace unos meses atrás.
-¡Luhan! –El de cabellos chocolate observó al rubio mientras una sonrisa coqueta se formaba en sus labios.- Tiene tu misma edad y es un chico encantador, aunque algo tímido, creo que estarás en la misma escuela que él. Llegó hace un año de china y bueno, nunca lo he visto traer un amigo a casa.
-¿Y qué tengo que ver yo en eso? –Le preguntó mientras alzaba una ceja para observarle completamente curioso, al parecer esta tal Luhan sonaba bien, casi como una buena persona.-
Al entrar en el instituto, lo primero que notas en una barrera gigante que separa el patio. ¿Acaso se ha convertido en una cárcel o algo por ese estilo?
-Joven, los hombre tienen el aula derecha del establecimiento –Una mujer llamó su atención al tratar de ingresar al lugar.- El lugar ha sido dividido, a pesar de ser un colegio mixto por orden del director se debió crear esta nueva regla.
-¿Y los chicos y chicas no se juntan nunca acaso?
-Solo al ingresar y salir del lugar.
¿Qué había pasado como para tomar esta decisión del siglo pasado?
Iba caminado hasta el lado en el que verdaderamente debía entrar, cuando un chico le chocó, miró a su lado para observarle con mala cara pero se topó con que había dos chicos, uno de ellos era más pequeño que Minseok, con el cabello pelirrojo y con sus ojos maquillados. El otro era ligeramente más alto, con el cabello negro, una mirada perdida y una expresión de preocupación en su cara.
-Te dije que debías tener cuidado Yixing –Habló el pelirrojo, que le observó de arriba hacia abajo, tomando su tiempo para examinar cada parte de su cuerpo.- Antes que todo, pido disculpas por mi amigo, es un poco… Torpe, mi nombre es Baekhyun, ¿cómo te llamas bombón?
-Eh, soy Minseok… No te preocupes por nada, es temprano y se comprende que aún esté dormido –Observó al más alto, una pequeña sonrisa escapó de sus labios al mirarle determinadamente, era muy guapo.- ¿Tú estás bien?
-Sí, no pasó nada.. Me llamo Yixing pero todo el mundo me dice Lay –Se presentó el más alto mientras el trío comenzaba a caminar a dentro del establecimiento. Para por fin entrar en el instituto- Bueno, debemos irnos a nuestras clases, un placer conocerte.
-Antes de irnos. –Baekhyun se acercó a Minseok, deshizo el nudo de su corbata y dejó el primer botón abierto, también desordenó su cabello.- Ahora sí, nos vemos.
¿Acaso le había guiñado el ojo? Parece que sí, por lo menos había conocido a personas muy interesantes el primer día de clases… O antes de el tal vez.
Volvió a la tarea de encontrar su salón, cuando encontró un mural con los nombres de los estudiantes y sus respectivas clases, la suya era la clase A, tuvo que ir a conversar con el director que estaba más que encantado de volver a tener a uno de los hermanos Choi en su institución, ya que eran uno de los más grandes accionistas que había. Le dieron sus libros de clases y al salir de la oficina sintió una mirada sobre su cuerpo, sus ojos al instante encontraron al otro muchacho que lo observaba, era un chico delgado, facciones finas, cabello castaño oscuro, al parecer era más alto que él. Una sonrisa se formó en los rosados labios del joven estudiante que le observaba con curiosidad.
El estómago de Minseok se revolvió de puro nerviosismo, tenía una mirada penetrante que lo tenía demasiado intranquilo y era tan bello. Sé acercó a él y una corriente recorrió su espina dorsal, su corazón latía a toda velocidad y podía jurar que su rostro estaba en un tono rojizo.
-Acompañame. –Le susurró el contrario en un tono sensual, casi como si le estuviera insinuando algo.
Al diablo la cordura y lo bueno que era Minseok, estaba en su último año. Y sabía que engañarse a sí mismo no funcionaría de nada, se había calentado con tan solo mirarle al salir de la oficina. Mordió su labio y el más alto lo tomó de la mano para llevarlo al que era la enfermería de la escuela.
Al cerrar la puerta, su mochila fue arrojada al suelo, su blazer había sido despojado de cuerpo, había quedado con la camisa blanca. El joven misterioso relamió sus labios y los acercó a su cuello para comenzar a depositar pequeños y suaves besos en aquella zona.
Sus manos fueron rápidamente a su trasero para masajearlo de una forma ruda, sacándole unos pesados suspiros y unos cuantos jadeos cuando bajaba hasta su clavícula para dar unas suaves mordidas.
-¿Algunas vez creíste en el amor a primera vista? –Le preguntó el más alto mientras que su cadera se movía contra la suya con fuerza.-
-Joder… –Minseok logró formular a duras penas mientras abría sus ojos para observarle, el chico había detenido cada una de sus acciones para escuchar su respuesta, tragó al procesar la pregunta que le había formulado el contrario.- Creo que sí, pero depende de cada uno
El otro sonrió de forma dulce cuando escuchó el timbre para entrar a clases. ¿Acaso se había dejado llevar por un completo extraño? El chico podría ser un psicópata o asesino y él había dejado que lo metiera en ese cuarto sin que nadie supiera, ni siquiera sabía su puto nombre, lo único que en esos momentos podría certificar era que aquel muchacho había causado más sensaciones en el en tan solo unos minutos, más que mucha gente en sus 17 años de vida.
-¿Cuál es tú nombre, lindo? –Después de que ambos se trataran de calmar y arreglar un poco a Minseok, él castaño preguntó en un tono dulce, completamente distinto al cual había utilizado hace unos momentos atrás.-
-Minseok –Respondió con una enorme sonrisa, soltando una suave risita mientras seguía pensando que había tenido el mejor encuentro con un desconocido en la historia del planeta, mejor dicho del universo.-
-Ah, tú eres el hermanito de Siwon –Y aquello lo descolocó completamente, ¿por qué es chico sabía de su hermano? Llevaba menos de una semana en la cuidad y no conocía a nadie, además nunca le había visto en la vida.- No te asustes… Soy amigo de Kyuhyun, Luhan.
Es un chico encantador, aunque algo tímido.
Las palabras de Kyuhyun resonaron en su cabeza cuando soltó aquello, de que era encantador lo era, completamente… Pero de tímido no tenía nada, por poco follaban sin conocerse y en la escuela, no sabía que parte de Luhan Kyu había conocido.
Al fin y al cabo, Luhan resultó ser un perfecto extraño.
«Mis latidos y emociones juntos en sincronía ya están
Por eso es que, tal vez lo quiera intentar
Cuando nos quedamos preguntándonos porqué
Me atrapa el miedo y no sé que hacer, mírame… »