Capítulo II
Shuichi Shindou’s side
Si había una palabra para definir a Shuichi Shindou era "carismático"; sus padres habían notado que desde pequeño Shuichi era muy enérgico y siempre lograba hacer amigos fácilmente, no por nada se había vuelto un chico popular en la escuela aunque sus calificaciones estuvieran casi debajo de la media Shuichi nunca se rendía y de una forma u otra se las arreglaba para solucionar aquello.
Hiroshi Nakano, apenas en la secundaria era un chico tan enfocado en sus estudios y en alcanzar las expectativas de sus padres, ellos siempre habían deseado que se convirtiera en un buen Medico, es por eso que siempre tenía en su cabeza como meta entrar a la Universidad de Tokio y estudiar Medicina tal y como ellos querían, quizás Hiroshi Nakano hubiera sido el mejor medico de su generación, pero en la secundaria ocurriría algo que cambiaría su vida: Conocer a Shuichi Shindou. De un momento a otro ese chico había puesto su mundo de cabeza, Hiroshi Nakano había sido arrastrado por Shuichi quien tenía la creencia de que podía proponerse lo que quisiera y lo lograría, es por eso que inspirado por su ídolo Sakuma Ryuichi y Tohma Seguchi integrantes de la banda del momento Nittle Grasper se había puesto como meta ser un músico.
Nakano por un momento pensó que Shuichi deliraba cuando le había propuesto formar un dúo juvenil e iniciar una carrera musical, para el eso no era algo rentable, mucho menos para sus padres, el mundo artístico era tan incierto que ya había tenido una probada de el de primera mano con su Hermano Yuuji quien no lograba destacar en el medio pero aún así persistía porque decía que era su sueño. El joven Nakano pensaba que triunfar era cuestión de suerte y no estaba seguro de que si ellos la tendrían.
"Tienes una guitarra, estoy seguro de tocas muy bien. Yo puedo hacer la melodía y cantar, vamos Hiro, ven conmigo"
Con unas simples palabras Shuichi Shindou le había convencido de tocar en el festival escolar, entonces supo que de allí no había vuelta atrás, las aspiraciones de sus padres habían pasado a un segundo plano, no sabía porque pero estaba tan seguro de que al lado de Shuichi podría lograrlo todo.
Bad Luck ahora gozaba de fama en todo Japón, Asía, Europa y parte de América. Quizás la fama sonaría a algo asfixiante pero Shuichi les decía que no se desanimaran, pese a que Shuichi era el blanco preferido de los paparazis por su relación con el famoso escritor Yuki Eiri.
Shuichi ciertas veces se quejaba del acoso de los fans o los paparazis, quizás había momentos en que Shuichi Shindou no quería ser Shuichi Shindou y se planteaba que pudiera haber hecho con su vida.
Nada.
No se le venía nada la cabeza, era en momentos como ese que comprendía que la música lo era todo para él, aún cuando Yuki le hacía preguntas difíciles como:
"¿Tu trabajo o yo?"
No era algo que podía poner en una balanza, ciertamente eran diferentes, amaba cantar, sentía un inmenso regocijo al estar frente a un escenario y que todas esas personas estuvieran allí para oírle, que incluso Yuki estuviera ahí le daba animas extra.
Su relación con Yuki era algo turbulenta pero creía que habían alcanzado un punto medio, no eran la pareja amorosa que algunas personas se pintaban en la cabeza, los dos eran hombres, quizás Shuichi trataba de ser más "romántico" pero solo se ganaría una patada por parte de Yuki aunque estaba seguro que en el fondo si le gustaban ese tipo de cursilerías, por algo se expresaba libremente en sus escritos, Shuichi lo tomaba como sus expectativas de una relación pese que Eiri no lo reflejara.
Yuki es un tipo orgulloso, duro por fuera y suave por dentro aunque trataba de que nadie descubriera aquello porque debía mantener una imagen, Shuichi se daba cuenta de que su Yuki era un hombre adorable que le gustaban los dulces, cocinaba para él deliciosos platillos todos los días, quizás era la mejor parte de su día, sentarse a comer la comida casera de Yuki.
Esa mañana el delicioso aroma del desayuno llegó a la habitación obligando a que Shuichi se levantara, apenas cubierto por la sabana, trató de ubicar su pijama que yacía tirada en el suelo junto a su ropa interior, había tenido una noche algo movido con Yuki que de solo recordarla le hacía sentirse como un pervertido por haber gritado todo tipo de obscenidades mientras lo hacían. Se dirigió al baño notándose algo cansado y con algo de escalofríos, quizás debió cubrirse bien anoche.
Se lavó la cara y mientras se cepillaba los dientes notó que estaba algo pálido, anoche había hecho algo de frío y no había que describir lo que habían hecho para entrar en calor él y Yuki, pero pensó que se habría descuidado un poco notando el leve escozor en su garganta.
Si bien algo que Shuichi odiaba era enfermarse, la última vez que se había resfriado se había visto muy mal, no le gustaba estar en cama, mucho menos que le dijeran que no podía cantar, se metió a la ducha esperando que el agua se llevara sus preocupaciones y que renovara su cuerpo.
- ¡Buenos días, Yuki! - saludó como de costumbre provocando que el rubio se sobresaltara por lo inesperado, casi se le caía la sartén donde tenía una tortilla cocinándose.
- Buenos días, y deja de aparecer así de repente-se quejó y Shuichi Sonrió sentándose como un niño bueno en el desayunador mientras Yuki servía la tortilla en su plato.
- Lo siento, es que hoy estaba muy feliz, pienso que soy muy afortunado de que me prepares el desayuno - Shuichi miró de reojo la argolla en su mano. Hacia pocas semanas habían decidido que si no se podían casar legalmente en Japón al menos podrían realizar una ceremonia a su manera, algo simbólico. La felicidad le inundaba de saber que Yuki entonces estaba de acuerdo en compartir el resto de su vida con él.
- Calla y come, mono - dijo Yuki dejándole un vaso de jugo de naranja.
Shuichi no respondió, decidió que tampoco podía tentar su suerte, se dispuso a disfrutar del desayuno, se bebió el jugo cierto picor casi le hacía escupir le jugo. Yuki lo miró extrañado.
- Creo que bebí muy rápido - se excusó terminándoselo todo, para irse a lavar los dientes. Ya estaba listo K lo esperaba en la entrada del edificio - Hoy llegaré algo tarde, quizás no debas esperarme para cenar, ya te había dicho que pronto lanzaríamos un nuevo disco - así que se despidió de Yuki dándole un besó rápido en los labios. El rubio quizás pudiera haber dicho algo como "que tengas un buen día" pero a Eiri Uesugui aún le costaba decir palabras tan sencillas como esas, vio a Shuichi desaparecer tras la puerta y soltó un suspiro que era como si inconscientemente pensara que lo iba a extrañar.
Shuichi llegó al edificio de N-G Records, ya K le había dado un anticipo del agitado día que le esperaba.
Su nuevo disco ya tendría fecha de lanzamiento, por lo que para promocionarlo, había decidido hacer un video musical, asistir a algunas entrevistas y dar un abrebocas a sus fans de lo que se podía esperar de Bad Luck.
Ciertamente algo duro pero mientras llegaba a la sala de grabaciones no entendía porque se sentía tan poco animado aunque el mismo tratara de mantener las apariencias, no quería preocupar a nadie con nimiedades, pero no parecía que estuviera en la mejor forma el día de hoy, aunque se hubiera comido el nutritivo desayuno de su amado escritor. Se tuvo que palmear el rostro para ver si lograba despertar los ánimos.
- ¡Lariho! - entró a la sala donde ya Hiro y Suguru hacían los preparativos.
Hiro saludó a Shuichi y Suguru le recibió esperando mostrarle la pista de la que se seria su canción estelar. Shuichi sentía que el ritmo le agradaba tanto que ya quería cantar.
Todo estuvo en orden para que comenzaran la grabación. Shuichi entró a la cabina y se colocó los audífonos, entonces como ciertas veces Noriko Ukai decía, parecía que algo poseía a Shuichi cuando comenzaba a cantar, dando paso al verdadero artista dejando atrás al chico inocente y torpe.
Porque eso era lo que amaba hacer, cantar con todo lo que tenía.
O eso al menos intentaba, tuvieron que tomarse un receso, sentía su garganta algo seca y su cuerpo algo pesado.
- ¿Quieres agua? - Hiro le ofreció.
- Si, gracias - aceptó el vaso y lo bebió de inmediato.
- Oye amigo, ¿pero estás bien, te noto algo cansado?
- Estoy bien, es que Yuki y yo anoche... - sus mejillas se sonrojaron.
- Ah, ok, creo que no necesito saber más.
- ¡Well guys! ¡Go back to work! - K dio un disparo al aire y todos se levantaron de golpe.
Nadie quería dudar de las habilidades de K como manager, era implacable pero aún así les parecía algo tirano, Shuichi no sabía si era mejor el o Raje, ambos era americanos locos por las armas. Todo el día estuvieron grabando, Shuichi pensaba que no tendría descanso, por alguna u otra razón se retrasaba o adelantaba con los tiempos, había que volver a grabar hasta que fuera perfecto y tuviera el sello de calidad que los caracterizaba.
-Shindou-san hoy está más despistado de lo usual - expresó Suguru esperando que
- Creo que tuvo mucha marcha anoche - bromeó Hiro y Suguru se puso nervioso, no le interesaba realmente la vida sexual de Shuichi, es más prefería que mantuvieran ese tema lejos de sus oídos.
- ¡Nakano-san! Eso es...
- De que te quejas Suguru, creo que deberías acostumbrarte a como es Shuichi.
- Shindou-san es demasiado liberal con esos temas, a veces me incomoda.
- ¡Jajaja! es que eres un niño - le puso la mano cariñosamente sobre su cabeza.
- ¡C-claro que no! ¡ya cumplí 18 hace unos meses!- Suguru quizás comprendía que tendía a exagerar un poco - Aunque al paso que vamos solo terminaremos dos canciones el día de hoy, creo que estaremos bien - dijo Suguru viendo el itinerario y de reojo a K que parecía muy enfocado en Shuichi.
La voz de Shuichi dejó de oírse por un momento. Hiro y Suguru dejaron de lado su charla, escucharon a K mascullar "shit" mientras veían como Shuichi se sujetaba la garganta. No lo dudaron mucho y entraron a la sala.
- ¿Estás bien Shuichi?
- E-estoy bien - dijo algo tembloroso.
- No creo que lo estés - Nakano se acercó colocando una mano en su frente, no tenía fiebre - ¿Te duele la garganta? quizás sea comienzo de un resfriado - trató de adivinar aunque Shuichi se negaba, sabía que era terco.
- ¿Entonces pararemos por hoy? - preguntó Suguru algo preocupado K no parecía muy entusiasmado con parar, aun cuando quedaba tanto por hacer.
- Tomaremos un descanso, 30 minutos. Sakano, ve por el médico de empresa - ordenó el americano.
Shuichi se recostó por un momento en el sofá, no quería admitir que quizás podría tener un resfriado, le disgustaba un poco, la cabeza le había comenzado a punzar, así que solo se cubrió los ojos con el antebrazo esperando descansar un poco.
No entendía muy bien que había pasado. solo se había dejado llevar por el ritmo de la pista que escuchaba, había cerrado sus ojos notando un extraño escalofrío en su cuerpo que iba subiendo desde sus pies hasta su garganta como si le robaran el aliento, había sido una sensación extraña y algo perturbadora a su parecer.
- Shindou-san - escuchó una voz calmada a su lado, apartó el brazo reconociendo al médico frente a el, rápidamente se sentó en el sofá, el hombre sonrió pidiéndole su brazo izquierdo para tomarle la presión arterial - Esta dentro de lo normal abra la boca y saque la lengua por favor - pidió tomando una paleta y una pequeña linterna. Shuichi obedeció pese a que se sentía como un niño en una consulta - No veo nada extraño, quizás se ha exigido demasiado, tome mucha agua y tome breves periodos de descanso en la grabación, si se siente mal entonces deberá parar, ¿entiende Shindou-san? - Shuichi asintió - Algún otro síntoma que deba tener en cuenta.
- Hace un momento me dolía un poco la cabeza pero creo que es el cansancio.
- Está bien, le dejaré esto por si persiste - le entregó una caja con algunas tabletas.
Shuichi solo alegó que estaba bien. Quiso darse ánimos y convencerse de que podía continuar. K entonces aceptó decidiendo que terminarían de grabar esa canción por el día de hoy, Shuichi, asintió animado, entonces podría ir a ver a Yuki temprano.
Kimi ni aitai yukitai Ikareteru BRAKE wa tomaranai
mou dare ga tometemo
jyoushiki no FENSU ni buchi ataru tabi ni
tsuyokunaru kara
kabe o nori koete kasoku suru I CAN'T STOP LOVIN' YOU
kokoro kara suki da to ii kireru dare ka ni
nandemo deaeru darou?
Isshun no jinsei kimochi o nuritsubusu
hima wa nai hazuda ze
hijyousen o tsuki yabutte SAIREN ga nattatte
modoranai furikaeranai
kimi no soba ni yukitai itoshisa no ACCEL fumi nagara
AH ude o nobashite
tachiirikinshi no mirai demo kitto suberikomun da
kimi no me o mitsume tsugerunda I CAN'T STOP LOVIN' YOU
daremo mina jibun no iru basho o sagashite
hashiri tsuzukeru kedo
Ore wa itsumo kimi to itai hokano doko ittatte
taiyou noboranaisa
kimi o dakishimetai yo kono mune no KLAXON tomaranai
AH kimi o motomete
Shuichi sentía que todo iba bien, se sentía en sintonía con la melodía, iba a continuar con el resto de la estrofa cuando sintió que nuevamente se quedaba sin aire, esa sensación tan extraña le invadió de nuevo, sentía como si apretaran su garganta con fuerza, algo... alguien, no estaba seguro, se llevó la mano nuevamente al cuello dejando de cantar, sus piernas perdían fuerza y cayó de rodillas al suelo tratando de normalizar su respiración, su corazón latía con fuerza, era como si estuviera aterrado por algo.
- ¡Shuichi! - Hiro entró a la sala. Shuichi se sintió mareado al ver a los demás allí. Hiro le ayudó a ponerse de pie para llevarlo al sofá - Shuichi, ¿qué te ocurre? - Shuichi negó con su cabeza dando a entender que no se sentía muy bien, quizás había subestimado el estrés del trabajo, las fechas de entrega.
El médico le hizo una visita nuevamente, esta vez dándole reposo por un par de días hasta que pudiera ir a un especialista para determinar su condición.