CAPITULO 13 LA PERDIDA DE UN COMPAÑERO
Ritsu se despertó con un cálido pecho.
Desconcertado trató de abrir los ojos para ver quién era.
-Buenos días-no esperaba que Takano estuviera en la cama con él. Ritsu lo empujp. Takano cayó con un fuerte golpe. -¿Qué demonios?
-¿Qué estás haciendo aquí? ¿Por qué estamos en la misma cama?
-Estabas gritando en tus sueños. Yo vine a comprobar que todo estaba bien y vi que estabas atravesando por una pesadilla.
Ritsu se puso tenso.
-Yo ... yo no te ataque ¿verdad?
Takano frunció el ceño.
-¿Eso sucede a menudo?
Siempre, pensó sorprendido. Por eso se compró una tierra aislada en el bosque para que no hiciera daño a nadie mientras estaba inconsciente.
-No.
Ritsu tenía la sensación de que Takano no le creyó, pero no hizo ningún comentario. Ritsu respiró muy necesariamente. Los sueños eran cada vez más vivos en esta ocasión; él pensó seriamente que estaba de vuelta en la oscuridad. Ritsu concluyó que en los últimos días la locura se marcaba mas en su vida
Ritsu sintió la cama hundirse por el peso de Takano.
-Déjame ver tus ojos- Presa del pánico Ritsu se alejó de él. –Tranquilo- Sonaba como si estuviera tratando de calmar a un animal salvaje. -Yo sólo quiero ver si las marcas negras todavía están allí-Ritsu golpeó la cabecera, estaba atrapado. Las frías manos de Takano acunaron sus mejillas haciendo que Ritsu se estremeciera
Takano retiro las curitas.
-Casi se han ido- Firmó en relieve. -¿Puedes abrir los ojos?
-No-Ritsu mintió. Había dejado al medico porque sabía que Nowaki nunca salia a la guerra y lo veia como el Cuervo Negro. Él no estaba seguro acerca de Takano. -Todavía arden.
Ritsu contuvo el aliento cuando Takano exploro suavemente su rostro.
-Tan suave- Ritsu palmeó las manos de Takano, temeroso de las sensaciones que solo Takano parecía traer. -Tus alas- Takano se inmutó cuando se inclinó más cerca. Acarició su ala izquierda, asombrado de cómo se sentía, parecía como si fuera seda. Nada se comparaba.
Ritsu se estremeció. Presa del pánico Ritsu cayó por el borde de la cama tratando de escapar de estos sentimientos.
Los que alguna vez sintieo hace tanto tiempo.
¡No! ¡Nunca más! Ritsu ignoró el dolor de sus alas mientras se deslizó lejos de Takano.
-¡Onodera! ¿Estás bien? Caray, ¿qué demonios estabas pensando? ¿tu ala duele?
Ritsu se puso de pie con las piernas más fuertes. Cada día podía sentir su fuerza regresar.
-Estoy bien. No me toques otra vez-Takano frunció el ceño ante su extraño comportamiento.
-¿Qué pasa contigo?
-No me gusta cuando me tocas- Ritsu no estaba acostumbrado a nada de esto. Él no quería tener nada que ver con el período de la emoción.
Takano sonrió.
-Te encantaba,¿no es asi?-Bromeó. Ritsu frunció el ceño.
Takano levantó a Ritsu antes de que pudiera reaccionar. Asegurandose de tener cuidado de las alas, lo acostó en la cama.
-Te dije que me déje ir!- gritó Ritsu. Takano agarró sus brazos y los cerró sobre la cabeza de Ritsu.
La frente de Takano se reunió con la de Ritsu.
-Me he estado preguntando por tanto tiempo lo suave de esos labios, su piel, todo.- Un ligero rubor decoró su mejillas, mientras una sonrisa se dibujó en Takano-Que lindo- Besó la mejilla rosada haciendo que Ritsu se sobresaltara.
-¿Por qué haces esto!? ¡Ni siquiera me conoces!-Takano ladeó la cabeza en eso. Lo sabíael mismo, sólo que él quería estar a lado de su Angel para siempre. -¿Y bien?
Ritsu abrió los ojos un poco, lo suficiente para que Takano no se diera cuenta. La habitación estaba todavía oscura, así que fue capaz de ver bien. Le tomó un tiempo hasta que la luz cegadora restante se desvaneció poco a poco para ver a Takano mirándolo con adoración. El corazón de Ritsu se acelero.
-Quiero experimentar más de ustedes, quiero cada pequeño detalle- Takano besó su cuello, amando el pulso errático saltando bajo sus labios. -Pero sobre todo quiero ver esos hermosos ojos ver-
Takano de repente saltó lejos de Ritsu dejándolo sin aliento. Takano frunció el ceño y parecía estar luchando una batalla interna.
Ritsu luchaba por respirar. Nunca había sentido tanta emoción antes, y le aterrorizaba ahora cómo rápidamente cayó en el hechizo. Necesitaba evitar a Takano por el resto del día.
Antes de que pudiera decir nada Takano maldijo repente.
-Hay un problema en Marukawa y yo no puedo dejarte solo. Ven, Sólo será por un par de minutos.
Ritsu estaba a punto de declinar cuando Takano le agarró la mano y les cambió.
-Marukawa
Takano maldijo de nuevo. Estaba a punto de decir "ojos verdes". Eran los ojos de su compañero. Una vez más, ¿por qué tiene que ser Ritsu? ¿Por qué no su adorable Ángel?
Ese momento debía era ser sólo suyo y de Onodera. El Cuervo Negro no le importaba a Takano.
-¡Hey! Pensé ustedes tenían todo bajo control!-Le gritó a su grupo.
-Pues lo siento, el mensajero se ha lesionado- murmuró Kisa.
-No me importa si se ha roto las dos piernas, gilipollas, es hora de volver a su trabajo- Takano se volvió a Onodera y dijo suavemente: -Siéntate aquí, yo sólo voy a estar un momento.- Takano se dio cuenta de que se olvidó de vendar los ojos de Onodera de nuevo. -¿Será eso un problema?-pregunto. Onodera sólo negó con la cabeza.
-Está bien, no te preocupes.
-Takano-san el consejo tenía un problema con algunos papeles, algunos están desaparecidos-dijo Hatori, sin emociones, entregándole la lista de todo lo que ha ido mal desde Takano se fue.
Takano gruñó.
-¿Qué carajo? ¡Pensé que ustedes dijeron que no iba a ser un problema!
Ritsu abrió los ojos un poco para ver a Takano en una furia. Se fue de papel en papel, instruyendo a los que parecían perdidos
-Takano-san es el jefe de esta oficina- Ritsu se dio vuelta para ver a un hombre joven. Era más bajo que Ritsu, con el pelo castaño oscuro y ojos verdes similares.
Ritsu cerró rápidamente sus propios ojos. Estaba un poco agitado; esos eran los mismos ojos que su hermano tenía.
-Mi nombre es Misaki. Es un placer conocerte.
-Onodera, lo mismo digo
-¿Tu eres el demonio al que Takano salvo?
Ritsu asintió lentamente. Abrió los ojos de nuevo con cuidado de no mirar a Misaki. Takano todavía estaba gritando a todo el mundo.
-¿Siempre es así?
Misaki miró en la dirección donde Ritsu estaba hablando.
-No, sólo cuando está realmente loco.
-Hmm
-Como ves, Takano-san tiene cabeza para trabajar en este momento porque tiene que luchar en la guerra. Pero las cosas siempre salen mal cada vez que no esta
-Ya veo
-Voy a salir, hay un problema en la planta baja- informó Hatori a Takano, él se limitó a asentir.
Todo el mundo miró hacia arriba cuando Hatori salió de la oficina, la sala de repente se tranquilizo.
-¿Cómo le va?- preguntó Takano en voz baja.
-Lo mismo. No hacer nada mejor- le informó Kisa.
Confundido Ritsu miró a Misaki.
-Ah, Hatori perdió a su compañero en la última guerra. Fue uno de los muchos ángeles que de repente desaparecieron
-¿Compañero?- Esa palabra otra vez. ¿Qué significaba?
-Es equivalente a un alma gemela, los Ángeles reconocen su compañero con tan sólo entrar en contacto con ellos. A veces se necesita un poco más- Ritsu se tensó ante esta información. Ese hombre había dicho que era suyo.
Ritsu frunció el ceño.
-Así que él perdió a su compañero, ¿por qué todos los interesados?
-Si pierdes tu pareja ya no deseas vivir. La mayoría que lo hacen se suicidan. Hatori lo intentó un par de veces pero nos las arreglamos para detenerlo.
-¿Eso está mal?-No es extraño que los demonios quisieran matarlo.
Misaki asintió.
-Nada se compara con la pérdidade tu compañero. Es un dolor que nada puede curar.
Ritsu notó que Misaki no dejaba de mirar sus ojos, probablemente las marcas alrededor de ellos. Todo el mundo volvió a su trabajo. Ritsu saltó cuando Takano de repente se puso de pie junto a él.
-Takano-san- se inclinó Misaki. Takano asintió.
Yukina entró pidiendo ver a Takano. Kisa se tensó, evitando el contacto visual.
-Takano el consejo quiere verte y a Onodera tambien
Takano se tensó. Él sabía que esto sucedería, pero ¿tan pronto? Yukina los acompañó. Takano llevo a Onodera cerca como para no dejar que tropiece con todos los libros y papeles desparramados por el suelo.
Pasaron la oficina general, mas esta estaba vacia. Takano frunció el ceño.
-Yukina, ¿donde es la reunión?
-En el Pasillo de la verdad- respondió Yukina con diversión en su voz.
Takano maldijo. El Pasillo de la verdad era una habitación donde el consejo sabría qué era verdad y qué era mentira. Yukina abrió las puertas dobles para revelar los tres consejos de pie en una habitación vacía.
-¡Buena Suerte!- dicho esto, Yukina los dejó solos.
-Es un placer conocerte finalmente Onodera.- comenzó Isaka-san-Tenemos algunas preguntas para ti.
-Ritsu
Ritsu se tensó al saber a dónde iba esto.
-¿Por qué estabas herido?- Ritsu se quedó tranquilo-Es necesario que nos respondas o se le acusara de ser un espía
Takano intervino.
-Espera un minuto-Takano se paró frente a Ritsu en protección. -Ya te dije que no es parte de cualquier cosa para esos demonios. Él estaba cerca de la muerte, los demonios no harían eso. Ellos saben que no nos importaría salvar una vida aun si se trata de un demonio
-Takano de cualquier manera debemos saberlo de su propia boca. Estamos preocupados por qué este demonio apareciera justo cuando los Altos demonios desaparecieron de repente. Onodera podría ser uno de ellos
Ritsu respondió.
-No soy un espía- Los tres hombres tomaron esa respuesta en saber de inmediato que eso era verdad.
-¿Fue enviada por los demonios?
-No
-¿Por qué es que todos los altos demonios de repente desaparecieron en acción?
-¿Cómo diablos se supone que voy a saber?
-Usted no está siendo específico con nosotros- observó Isaka-san.
-¿Cómo va a saberlo si ha estado aquí desde que ellos desaparecieron?
Isaka-san se rió entre dientes.
-Buen punto- miro a Usagi-san y a Yokozawa. -¿Ustedes tienen algo que añadir?
Yokozawa intensificó.
-¿Qué ocurrió exactamente con usted?
- Cayó en un error- Takano tosió para ocultar una sonrisa. Yokozawa gruñó.
-No es de tu incumbencia.
-Perdón- Un hombre entró en la habitación. -Isaka-san, hay un problema que requiere su atención.
Ritsu abrió los ojos un poco. ¿Por qué reconoce esa voz?
Delante de él estaban Kaoru Asahina, un alto Demonio. En shock Ritsu se preguntó por qué estaba allí y cómo sus alas eran de raza blanca. Asahina miró hacia él. Ritsu se puso firme. Sus ojos decían que guardara silencio o revelarua a Ritsu también.
Asahina era un demonio que podría rivalizar incluso contra Ritsu. ¿Había algo que hacer después de todo?
Asahina se excusó y salió de la habitación.