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Black Ángel Raven (traducción) por Mariela

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CAPITULO 14 NUEVA AMISTAD


-¿Qué pasa Onodera? De repente se puso tenso- Takano acarició la mejilla sin importarle que tenían una audiencia. Ritsu golpeo su mano con molestia


-Estoy cansado- mintió. Todavía estaba sacudido por ver a  Asahina aquí. Eso explicaba el porque los angeles sabían  algunas cosas sobre los demonios


-Onodera, ¿podemos confiar en usted?- continuó Usagi-san.


-No- respondió Ritsu honestamente. Todo el mundo se puso tenso-Nunca se debe confiar en un demonio- continuó.


-¿Puedo confiar en que no dañara  a ningún angel?- dijo Isaka-san más específicamente.


-Sí-Ritsu sintió la atracción del infierno de nuevo. Ésta era más fuerte. Él sintió que sus entrañas se retorcían  y un dolor extremo de cabeza le pisaba los tolones.


-Él no está siquiera escuchando- observó Usagi-san. Ritsu los miró, dándose cuenta de que todo el mundo estaba ahora mirandolo con extrañeza.


-¿Onodera? ¿Qué te pasa, tienes un dolor de estómago?- Takano se inclinó, con las manos colocadas como si fuera a coger Ritsu si se caía.


Ritsu se dio cuenta de que  su mano estaba sosteniendo su estómago con fuerza. ¿Cuándo lo hice? Al instante se soltó.


-Estoy bien


-Mentira- dijo Yokozawa


Ritsu frunció el ceño, irritado. El lo iba a pagar pronto.


Takano frunció el ceño.


-Esto lo dejoamos por ahora. Voy a llevarlo con Nowaki. Podemos seguir esto otro día cuando Onodera está en mejores condiciones


Algo cortó el pecho de Ritsu, dejando profundos surcos que brotaban de sangre en el suelo. Se reunieron alrededor de él, el olor de helicóptero viejo asfixiaba sus pulmones.


-Muy bien, entonces puede irse- dijo Usagi-san notando cómo Ritsu palideció.


Takano agarró el brazo de Ritsu pero él no se movía, estaba congelado en su lugar. Takano frunció el ceño.


-¿Onodera?


Algo lo tomo de su cuello, apretandolo, antes de que pudiera gritar. No sentía nada más que fuego derritiendo su piel.


Takano se acerco mas a Onodera


-¿Onodera?- entonces Ritsu salió de eso.


Él respiró pequeños rápidos como para no alertar a nadie lo que acaba de suceder. Bajó la mirada sobre sí mismo y abrió los ojos un poco para ver que no había sangre en él.


-Sí- Sin soltar a Onodera, salieron del Salón de la Verdad.


Ya ha pasado tres días desde que se había ido sin estar en el infierno. Las ilusiones vinieron luego. El cuarto o quinto día fue cuando realmente podía sentir el dolor agonizante. Esperaba que  ser sanar por completo antes de esa fecha y se marcharse al instante


-Takano Estoy bien ahora era sólo son  mis alas- Takano parecía incierto.


-Hey, ¡Takano-san!- grito Kisa llegando con ellos-¿Quieren venir? Vamos a tomar algo y después a celebrar en el festival


-¿Festival?-Takano frunció el ceño; no recordaba que algún angel le ahya avisado de la preparación de nada


-Sí, cada ángel estára de fiesta. Ellos realmente creen que vamos a ganar esta guerra


Takano negó con la cabeza.


-No deberían tener muchas esperanzas."


-Oh, vamos Takano-san, ¡no seas así!¡se divertirán!. ¡Onodera! Ven con nosotros


-Él está cansado


-Apuesto que de  estar cerca de ti todo el tiempo- bromeó Kisa. Ritsu rió. -Vamos, dale un poco de diversión es sólo por un tiempo-Había un brillo malicioso en los ojos de Kisa que Takano no pudo ver.


-¿Cómo te sientes Onodera?


-Está bien- Takano no podía decir si estaba mintiendo o no. No quería arriesgar a Onodera si su condición no era un cien por ciento.


-¡GENIAL!- Kisa tomó la mano de Onodera y los cambió.


-¡¿En serio Kisa!?- Kisa no mencionó el bar en ningún momento! Takano cambió.


-Ritsu


-Vas a estar libre de Takano-san por un tiempo- Kisa rió.


Ritsu asintió agradecido. Podía oír a los hombres y mujeres que hablaban entre sí, Kisa lo había llevado a una de las habitaciones donde estaban todos los trabajadores que había conocido en Marukawa


-Onodera, ¡Hey! -Muchas personas lo  llamaban  a modo de saludo. Muchos ángeles lo insitaban a sentarse junto a ellos como si fuera un ángel respetado en el Cielo.


Ritsu se sorprendió  de la rapidez con que lo aceptaron aquí. Ritsu se sentó junto a Kisa, todo el mundo trataba de digerir todas las diferentes bebidas que tomaban, mientras de divertian


-¡Salud!- grito alguien y todo el mundo le tendió sus tarros en respuesta.


-Hey, Onodera ¿cuánto tiempo piensas que le va a tomar a  Takano-san encontrarnos? ¿Tres, cuatro horas?- sonrió Kisa obviamente disfrutando de molestar a Takano.


Ritsu se sorprendió por su propia risa profunda. Él sonrió en dirección a Kisa, de alguna manera se sientia mejor de lo que recordaba.


Admitio que realmente se había divertido en las ultimas horas junto a los angeles. Ritsu no  recordaba el día que se echó a reír tanto. Muchos Ángeles habían contado historias de humor para compartir y otros estaban haciendose el tonto ya estando borrachos. Fue refrescante y relajante de alguna manera.


El entusiasmo lo quemo por ocmpleto y para cuando se dio cuenta, ya se encontraba sonriendo junto con todo el mundo.


En el infierno cada vez que un demonio se emborrachaba, y sucedia mucho, siempre había peleas que resultaban en la muerte. No estaba apegado a la amistad o el intercambio de buenas historias. Este era un mundo diferente para él.


-Bueno, pero si  es Onodera- Ritsu reconoció aquellas voz al instante, la había escuchado en su primer día en el Cielo en el Hospital-Nosotros no tuvimos la oportunidad de presentarnos correctamente. Mi nombre es Kirishima


Ritsu asintió con la cabeza en señal de bienvenida.


-¿Me recuerdasa mi?-Ritsu ladeó la cabeza. Era el mismo chico que conoció antes, cuando él y Takano tomaron en el Pasillo de la verdad. Takano le llamó...


-Yukina


Yukina sonrió.


-¡Sí!


Ritsu abrió lentamente los ojos. La luz en el bar era pobre, que establecia un estado de ánimo relajado. Una larga mesa llenaba toda la habitación con platos de dulces y vasos de alcohol, ángeles felizmente hablaban con todo el mundo que les rodeaba. En el lado opuesto de la entrada había una ventana que mostraba  los cerezos en flor que rodeaban un río de movimiento lento que fluye en una cascada de piedra caliza. Ritsu se quedó sin aliento ante la vista, nunca había visto tanta belleza.


Seguía sorprendido de que ellos no les importara que estuviera allí. Un demonio con alas negras entre los Ángeles con blanco. ¿Por qué permiten que se quede? ¿Por qué no tratan de matarlo, o patearlo  fuera, o ...


El corazón de Ritsu le dolía. Él siempre estaba solo en los últimos tres mil años. Cuando era niño no podía socializar con nadie desde la torre del homenaje. Siempre había un festival que celebraba las pequeñas cosas que tenían y estaban agradecidos por siempre, la gente riendo y disfrutando de la compañía, pero el no lo vivia


A los demonios no se les podía confiar nada. Una pequeña debilidad y la usaban en tu contra, como una abeja a su miel. Amaban destruir, destrozar y derramar  sangre de su víctima por todo el piso.


 Ritsu se dio cuenta de que quería amigos, quería lo que tenían. La paz, la seguridad, la conexión.


Estaba cansado de estar siempre en guardia, siempre luchando para mantenerse con vida por un día.


Kirishima se sentó junto a Ritsu y Yukina se sentó junto a Kisa. Kisa visiblementese tenso, mirando lejos tímidamente.


-¿Dónde está Takano?-Preguntó Yukina.


-Yo y Kisa nos deshicimos de el- respondió Ritsu. Yukina le sonrió a Kisa con su tipica brillantez. Kisa se sonrojó.


Ritsu frunció el ceño.


-Así que usted ve un poco ¿no es así- susurró Kirishima al oído de Ritsu. Este se puso rígido, cerrando los ojos.


-Sólo un poco.


-Hmm ... Si te lo estas preguntando, Yukina es compañero del Kisa. Es por eso que le gusta actuar de esa manera.


Ritsu frunció el ceño.


-Ya veo. ¿Ha encontrado su compañero, entonces?


-Yeap, conociste al tipo. Su nombre es Yokozawa.


-¿De verdad?-Ritsu tuvo una idea. -Ah, así que es usted el tipo del que ha estado hablando.


Kirishima se sorprendio


-¿Lo ha hecho?


Ritsu asintió.


-Le estaba diciendo a Takano lo enamorado que estaba de su compañero, pero se queja sin embargo que usted no le demuestra a menudo  lo mucho que lo ama


-¿De verdad?-Kirishima entrecerró los ojos sin notar la sonrisa maliciosa de Ritsu.


-Creo que usted debería demostrar  una y otra vez lo equivocado que está- Kirishima se rió entre dientes.


-Oh, no te preocupes que sería mi misión esta noche.


La venganza nunca fue tan dulce


-Así que dime, ¿es el infierno realmente tan bueno como pretende ser?-Preguntó Kirishima. Todos dejaron lo que estaban haciendo para escuchar la respuesta de Onodera.


-¿Qué quieres decir?


-Los incendios, los gritos y toda esa gloria jugosa


-Más o menos, sí.


-¿En serio? ¿No hay nada de lo que los humanos dicen sobre la el?- Ritsu se encogió de hombros.


-Realmente no me importa mucho lo que los humanos crean  del infierno, pero supongo que debe ser similar. ¿Ustedes nunca han estado allí?


-Onodera somos ángeles, no somos realmente bienvenidos alli


-¿Pero acaso no regresan ahí a los demonios que capturan?


-No, sólo los matamos- Todo el mundo se congeló entonces por temor a que eso pudiera haber herido los sentimientos de Ritsu porque él mismo era un demonio, viendo que Ritsu se suavizó considerablemente.


-Sólo desearía que mataran mas de esos hijos de puta-Kirishima y Yukina se rieron. Todo el mundo se relajó poco a poco.


-Escuche que  se requiere de cada demonio para torturar, ¿es eso cierto?- Preguntó Yukina.


Ritsu asintió.


-¿Lo  ha...?


Todo el mundo esperaba su respuesta. ¿Acaso esperaban que ese no fuera su caso? ¿Iban a rechazarlo ahora? Ritsu sintió la tentación de mentir pero ¿de qué serviría? no se iba a quedar en el Cielo para siempre, así que¿Por qué no decir la verdad? Aún asi,  Ritsu no quería perder a los amigos que acaba de hacer.


Ritsu asintió lentamente. Todo el mundo se quedó quieto, tranquilo.


-¿Lo disfrutaste?-Preguntó Kisa.


Ritsu pensó en ello. Al principio sí lo hizo porque era sólo su amante. Con los demás se sentía enfermo. Día tras día recordaba  a todas las almas que torturaba, asi como las veces en las que no tuvo más remedio que matar por el oro para salvar a su amante.


-No- dijo Ritsu con tristeza. Kirishima sonrió ante eso, estaba feliz con la respuesta.


Yukina miró Kisa.


-¿Por qué  estás de buen corazón?- Kisa no dejó pasar eso.


-Ah, bueno. Yo, ah, me preguntó.- Bebió esperando profundamente que Yukina dejara de mirarlo.  Pero el solo sonrió maliciosamente.


-Pronto- Le susurró.Kisa lo miro confundido


-Tú lo odiabas lo que significa que también estabas cansado de luchar- Kirishima llamó la atención de todos. Ritsu se puso tenso, preguntándose cómo sabía eso-Está escrito en tu cara.  No tendras que preocuparte por eso. Pronto podrás vivir la vida gratuitamente- Ritsu frunció el ceño preguntándose qué quería decir con eso.


Cuando iba a preguntar,  dos ángeles hermosas con kimono entraron  con una gran bandeja en cada mano llena de nuevos vasos de alcohol. Todo el mundo aplaudió.


-¡Beba Onodera!- Kirishima le entregó el vaso y le hizo beber todo.


-¡Más rondas!


Los aplausos fueron ensordecedores.


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