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Black Ángel Raven (traducción) por Mariela

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CAPITULO 16 MI COMPAÑERO


Ritsu obligó a sus ojos a abrirse, escapando del sueño infernal. El corazón le latía con furia a diferencia de las otras veces que soño exactamente el mismo sueño. Él quería hacer daño, matar y destruir. E las mociones de Ritsu estaban por todo el lugar. El dolor, la tristeza y el odio. Ellos lo destruyeron.


Ritsu creía que perdería control, entonces  pronto perdería en la oscuridad. Pero sorprendentemente no fue asi. ¿Por qué? Ritsu miro a sus alrededores y se sorprendió al encontrar a Takano abrazándolo con fuerza entre sus brazos sobre su cama. ¿Cómo llegó a la cama con él? ¿Por qué no Takano llevaba la camisa?


Molesto Ritsu lo empujo de la cama otra vez.


-¡Hijo de un Onodera! ¿Qué demonios?- Fue un poco raro al ver la cabeza de Takano desde el borde  


-¿Cómo llegué aquí?- Preguntó Ritsu, sentándose. Takano estaba sin camisa, y descalzo. Su cabello húmedo colgaba descuidadamente sobre su frente. Tan magnífico.


Espera, ¿qué?


-¿No te acuerdas?- Takano lo miró con extrañeza. Desconcertado Ritsu trató de recordar lo que había sucedido. Él estaba en el bar con Kisa entonces Kirishima y Yukina llegaron, y...


 Se quedó quieto, las cejasse alzaron hasta parecer una sola. Oh, mierda. Se emborrachó.


-¿Hice algo? O ¿dije algo?- Tenía miedo de que haya confesado quién era o peor haber herido a uno de sus nuevos amigos. Él sabíaque perdia la cabeza cuando se emborrachaba; él era tan malo como si perdíera el control.


Takano se quedó tranquilo, causando estrés a  Ritsu. El sudor resbalaba por la frente de Ritsu mientras esperaba la respuesta.


-Intestaste quitarme la ropa y hacer el amor conmigo


Silencio...


Le tomó un tiempo antes deregistrar las palabras.


-¿Hice que?


Takano parecía divertido.


-Sí, tengo que admitir que me encantó cada segundo de eso


Ritsu se sonrojó.


-Yo ... nosotros ... no hice nada mas ¿verdad?- Takano sólo sonrió. Ritsu gimió.¿Habian tenido sexo? Avergonzado  Ritsu se escondió bajo las sábanas.


-Relajate que no hicimos nada, lo intentaste pero te detuve- Takano arrancó las sabanas  y Ritsu saltó de nuevo ante la sensación de esas manos frías. También él no tenía la camisa lo que le hacía sentirse incómodo en ese momento por sentir la piel de Takano sobre la suya. Este lo sostuvo.


La madre de Ritsu estaba delante de él. Sus ojos sin vida que lo miranban, la sangre cubrían su vestido azul.


Ritsu luego sintió el aguijón de una espada a su lado.


La habitación estaba repentinamente rodeada de personas ensangrentadas que no reconoció, algunos si  , por lo que Ritsu se di cuenta de que eran los habitantes del pueblo que mató.


Ritsu se acerco a Takano, sus ojos muy abiertos por la sorpresa. Al ver a su madre después de tanto tiempo... No hay palabras para describir la desesperación, el dolor de un niño que ha perdido a su madre.


Un momento estaban allí, y al siguiente ya no. Aún así, el dolor permaneció, como si hubiera sido apuñalado recientemente. Se quemaba y le dolia, sintió la sangre escurrirse hacia abajo en las sábanas.


-¿Qué pasa?- Preguntó Takano, revolviendole el pelo suavemente.


-Nada- Su voz temblaba. Ritsu sintió la atracción del infierno de nuevo, esta vez más fuerte, de un momento a otro sus tripas se derramaron sobre la cama. Nunca tnato tiempo fuera del infierno, si asi de rápido se había desarrollado la atracción tenía miedo de lo que mañana le pudiera traer. Esta noche se conjuró sus miedos más profundos.


Takano lo mantuvo apretado. Ritsu estaba agradecido por ello, de repente sintió crudo y expuesto.


-Vuelve a dormir Onodera todavía esta oscuro


Ritsu lo intentó, pero la presión en  su pecho no lo dejaba, pues era apretado con tristeza. Las lágrimas se filtraron de forma espontánea en sus ojos chocolate.Nunca había gritado antes. La última vez fue cuando sus padres murieron.


Ritsu cerró los ojos con fuerza, tratando de olvidar. De pronto sintió que lo besaban


-Deja de hacer eso-¿Por qué? ¿Por qué está haciendo esto?


-Onodera-Takano lo besó. No setia asco. El beso se sentía bien, quería perderse en este hombre tan amable.


Todolo que había estado haciendo era poner distancia entre ellos, ser malo con el hombre, insultarlo, y aun asi en este momentolo abrazaba tan suavemente.


Ritsu miró a Takano y abrió los ojos a medio camino.


Este  miró de nuevo. Takano probablemente no podía ver pero Ritsu era un demonio tenia sus ojos muy bien ajustados a la oscuridad.


Los ojos dorados de Takano parecían perforar su alma. Esos ojos amorosos, suaves.


Derritieron el hielo de Ritsu, su corazón latía rápidamente.


La claridad lo golpeó; el reconocimiento cantó dentro de él, recorriendo sus venas.


Era él. Su compañero.


Su estrésse disolvio,y un zumbido relajaba su mente. Takano era su compañero, el primero yel único. Ningún otro lo haría. Takano era para él.  Era una parte de su vida, siempre lo había sido. Ritsu de pronto solo podía pensar en el placer que Takano le provocaba. Su sonrisa, su risa, su cuerpo. Ritsu quería abrazarlo y nunca soltarlo.


Esta era la atracción de la quetodos los angeles estaban hablando. La necesidad, el deseo de su compañero. ¿Podría Ritsu seguir ese tirón?¿le daría una oportunidad al amor de nuevo?? miró hacia otro lado. Estaba aterrorizado. No quería...


Ritsu se congeló.


Espera... ¿no el otro hombre había dicho lo mismo?


Takano ladeó la cabeza.


-Onodera, ¿qué pasa? ¿Estás sufriendo?- La suave voz de Takano estremeció a Ritsu.


-Uh, no... Bueno, en realidad...- Alarmado Takano se sentó. -¿luchaste en la guerra?


Confundido Takano asintió. Ritsu también se puso de pie y lo enfrentó.


-¿Quiénes eran los tres ángeles que pelearon por última vez con el Cuervo Negro?


Takano frunció el ceño.


-¿Estabas allí entonces? ¿En la guerra?


Ritsu asintió.


-Se requiere de cada demonio para luchar. Ahora dime


-Fui yo, Kirishima, y r03;r03;Yukina.


-Ya veo- Un círculo completo. Era el mismo hombre de la montaña que decía que él era su compañero y  era el mismo que lo habia estado visitando en los cerezos en flor durante unos años.


-¿Por qué lo preguntas?


Ritsu rió sin humor. El destino era interesante. Se dio cuenta de que Takano no sabía que él era el Cuervo Negro. Creía que no era más que Onodera.


-¿Onodera?- Takano ahuecó sus mejillas y le hizo mirarlo. Ritsu cerró los ojos.  Ya no era capaz de luchar más. Admitió que su toque enfríaba su ira, que lo dejaba frágil.


No lo quería. No iba a pasar por eso otra vez.


-Sólo por curiosidad...- Confudido Takano lo dejó pasar


-Onodera, duerme, voy a estar de vuelta en un par de horas-


Asintió. Takano fue a vestirse.


Ritsu recordó lo que dijo Takano sobre que había tratando de seducirlo y se sonrojó. Sorprendido Takano se inclinó para darle un beso posesivo. Ritsu lo rechazó, con miedo de las emociones que siempre vienen con Takano


-Onodera yo no te hare daño, no puedo hacer eso-lo beso de nuevo, sorprendiendolo con la dulzura.


Ritsu quería ceder, aferrarse a ese tiron, pero el miedo lo detuvo.


Takano se apartó para besar su frente.


-Vuelvo pronto, duerme mi ángel


Ritsu no respondió. Takano firmó, empujó a  Ritsu en la cama  lo cubrío con sabanas calidas y pasó a la próxima guerra.


-Takano


La guerra fue sólo de una hora de duración. Takano estaba preocupado por eso. Kirishima y Yukina estaban preocupados también. Oraron por ganar pronto.


Takano entró en la habitación de Onodera. En el primer día se aseguró de poner cortinas pesadas para asegurarse de que la luz no hiciera daño a los ojos


¿Cómo se convirtió en un demonio? Takano sabía que era por el tipo que rompió el pobre corazón del ángel y lo mató. Pero miles de seres humanos mueren de odio en sus corazones, algunos van peor que Onodera. Sabía que Ritsu fue atacado por los enemigos cuando era joven. ¿Perdió su familia? ¿Qué le hizo odiar tanto que se convirtió en un demonio que amaba a la violencia y la tortura?


Takano quería saber más acerca de su ángel; esperaba que en el futuro su angel se abriera mas a el.


Takano oyó el inicio de los fuegos artificiales afuera. Los angeles querían celebrar ya. Tenían demasiada confianza en que ya habían ganado


Abrió la puerta de la habitación encontrándose a Onodera mirando por la ventana viendo diferentes colores estallando en el cielo.


-¿Onodera?- Onodera se tensó.


Takano se acercó a él. No podía  podía evitar envolver sus brazos alrededor de Onodera. Este  estaba tieso como una tabla.


Takano besó su cuello.


Onodera lo rechazó.


-¡Basta ya! Dios, ¡odio cuando haces eso! Sólo estoy aquí hasta que pueda cambiar de nuevo y luego me ire


Takano se sorprendio por su repentina cólera pero luego entrecerró los ojos.


-¿En serio? Vamos a ver ahora. Seria  fácil atarte o encerrarte en esta sala o voy a tener que seguir.


Onodera miró a Takano con incredulidad.


-¿Es una broma?- Onodera miró por la ventana de nuevo, parecía agitado como si no pudiera soportar estar encerrado en la habitación


Takano sonrió


-Es tu culpa por hacerme caer profundamente enamorado de ti


Onodera farfulló.


-¿ Qué tipo de juego enfermo estás jugando conmigo?- Él comenzó a temblar. Takano sabía que no debería haber dicho eso, su Onodera seguía siendo frágil ante el  amor pero quería mostrarle a  Onodera que él no eraese idiota que lo lastimo.


Takano se limitó a sonreír.


-Voy a hacer que caigas. Me encanta estar contigo


-Ritsu


Ritsu literalmente lo echó de la habitación. Oyó un ruido sordo y cristales rotos.


-Cálmate, cálmate. Piensa con claridad- Ritsu frunció el ceño. Trató de cambiar una y otra vez, pero él todavía se sentía bloqueado por algo. Necesitaba alejarse por un tiempo, estando con Takano no podía pensar con claridad. Sólo podía pensar en lo mucho que quería que lo abrazara de nuevo...


Takano cambio adelante de Ritsu.


Ritsu gritó y le dio un puñetazo a la cara. Takano agarró fácilmente su brazo.


-Waw! Calmate, soy solo yo


-¡No hagas eso! Podría ahberte matado


Takano se rió entre dientes


-Podrías haberlo intentado- dijo con aire de suficiencia.


Ritsu gruñó. Me cabrea, Dios este de tipo.


Takano lo envolvió  en sus brazos.


-¿Podrías dejar eso? ¿Qué pasa contigo?-Desesperado Ritsu intento empujarlo fuera.


-¿No te puedo abrazar?


-¡No! Recuerda que soy un demonio!


-¿Y?


-¿Y?¡podrias buscarte algo mejor que yo! Búscate un ángel que es puro y desinteresado-a  Ritsu le dolía el pecho en eso. Presa del pánico Ritsu pensó, esto no es amor, no lo es!


-¿Qué pasa con el demonio que amo?


-El que ….tu ... tu ... tu eres un idiota- dijo Ritsu en voz baja. Esas palabras lo hicieron temblar.


-Eres perfecto, me encanta todo sobre ti.


-¿Por qué? Estoy roto, sucio, repugnante.


Takanole alzo la mirada.


-Eres el ángel más hermoso que he visto en mi vida.


Lo besó lentamente dejándole  la opción de retroceder.


Ritsu estaba hambriento de esto, hambriento de placer... perder el control ... perderlo ...


Perderlo. Esto ha sido tan ... correcto. Con un gemido, Ritsu se rindió.


- ~ (- ^ ^ -.) ~ ¡Advertencia! Lemon! Disfrutenlo! : 3


Por fin, Onodera ofreció sus labiosa los suyos libremente, dejándolo entrar. Takano se adentró con su lengua, saboreándolo. Ritsu le devolvió el beso con una mano tentativa, Takano gimió contra él, apretando a Onodera más fuerte


Ritsu temblaba de su toque, gritando mientras rodeaba uno de esos pezones rígidos con el pulgar. Cuando Takano se  inclinó para cerrar su boca sobre uno de cogollos apretados de Ritsu, quien  arqueó la espalda sin motivo.


Takano cargo a Ritsu y suavemente lo puso sobre la cama, rápidamente volvió a la boca de Ritsu. Este entrelazó sus brazos alrededor del cuello de Takano, sus gemidos se hacían cada vez más frenéticos.


 Takano marcó su delicada piel con sus besos. Ambos hombres estaban desesperados por el otro, los latidos del corazón latiendo como uno, y respiraciones ásperas mezcladas en besos. Pronto Takano no podia aguantar la presión.


Takano le quitó los pantalones vaqueros a Ritsu y luego se quitólo propios. Ritsu se sonrojó al ver a Takano en toda su gloria desnuda. Él nunca antes habia visto a un hombre tan hermoso como Takano.


Takano sintió las alas de Onodera acariciando sus brazos, insitandolo a continuar. Takano gimió ante la sedosidad. Con un gruñido, se cubrió el cuerpo con el suyo, ahuecando su nuca.


-Onodera, tengo que tenerte


Termino sus palabras con una roca de sus caderas. Ritsu se quejó en voz alta, la sensación de la hombría de Takano mesiendose contra la suya, el placer era indescriptible. Ritsu no podía pensar,solo se deciaba a arañar la espalda de Takano.


Ritsu se quedó sin aliento cuando de repente Takano estaba entre sus piernas y lo besaba. Su grito se convirtió en un gemido cuando Takano lo lamió, mordio, y acarició. Ritsu mivo sus caderas en la boca de Takano. Dentro y fuera, Takano continuó bombeando hasta que Ritsuse corrió finalmente.


Temblando Ritsu estaba agotado. Tanto placer. A medida que sus temblores cesaron, Takano lo besó y descendió marcando el camino hasta su estómago, dejando un rastro de excitante, y dulce fuego. Deseo de Ritsu llegó flamante nuevo a la vida.


Takano metio el primer dedo haciendo jadear a Onodera. Lo movio en círculos, estaba tan apretado. Ritsu gimió ante la sensación. Takano se rió entre dientes. Envió un segundo dedo en él. Ritsu comenzó a balancearse, amando las nuevas sensaciones.


-Onodera te necesito-Ritsu sólo pudo asentir cuando Takano se posicionó. La excitación de Takano estaba investigando para el ingreso en un rudo baile adelante-atrás-Aquí voy


Lenta y  dolorosamente dulce, Takano se fue por todo el camino hasta la empuñadura. Ambos hombres gimieron cuando Takano entraba y salía, lento al principio para saborear finalmente estar conectado, y luego rápido y más rápido.


Ritsu arqueó la espalda, ahogándose en Takano. Sus dientes rechicharon junto con una ferocidad que los sorprendió a ambos. Takano lo besaba y empujaba, y gruñó todo el tiempo golpeando dentro de Onodera.


La pasión arrancó en ellos con la misma intensidad que las embestidas de Takano y  las paredes interiores de Onodera que se sujetaban dentro de él. Takano rugió fuerte y largo, y Onodera tragó el sonido.


Se abrazaron fuertemente el uno al otro, sin dejar una pulgada separados.


Takano besó a Onodera ahogandolo suavemente en su amor por él. Nunca quiso este momento hasta el final. Fue una posesión que fue más allá del sexo ordinario. Estaban conectados de alguna manera. Takano sabía que iba a doler cuando Onodera tuviera que irse, extrañaría tanto su cuerpo y como su alma por el resto de la eternidad.


Las lágrimas amenazaron con más de flujo. Ritsu nunca sintió que dos seres se necesitaran el uno al otro con tanta furia.no quería dejarlo ir. No quería pensar. En lugar de eso, Ritsu se pego mas a Takano y se dejó caer en el sueño más tranquilo y más profundo haya tenido en toda su existencia


Pero, extrañamente, todo el tiempo ... Yo podía sentir el calor de Takano rodeándome


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