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Black Ángel Raven (traducción) por Mariela

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CAPITULO 17 TENGO QUE IRME AHORA

Ritsu se despertó sintiéndose mejor que... nunca.

Se frotó los ojos; estaba ciego por un momento  al recordar olvidar cerrar las cortinas anoche. Utilizando su poder las deslizó cerca, sintiendose mejor en la oscuridad. Se quedó paralizado; ¿que podía utilizar sus poderes de nuevo? Ritsu miró a su alrededor, al principio estaba confundido en cuanto a dónde estaba. Entonces vio a Takano durmiendo a su lado con un brazo todavía envuelto alrededor de la cintura de Ritsu. Lentamente se levantó de la cama, con cuidado de no despertar a Takano y miró a su alrededor por un par de jeans. En silencio entró en la sala de estar.

Ritsu necesitaba tiempo para pensar y no podía pensar con Takano en la misma habitación.

Primero Takano no sabía que él era el Cuervo Negro. Luego estaba el hecho de que él era un demonio, que no podía vivir en el cielo, y debido a la atracción no tenia más remedio que ir al infierno y posiblemente enfrentar a cada demonio que quería su cabeza. Podía morir. No hay que olvidar que el consejo y cualquier otro ángel por ahí lo querían muerto por lo que hizo hace cien años.

Lo bueno era que él hizo amigos aquí. Nunca se sintió tan tranquilo en su vida, y no le importaba pasar el resto de la eternidad aquí. Sentía que podía luchar contra cualquier problema que llegara  a sus manos a causa de eso. Luego estaba Takano.

Se sentó en el sofá; Takano era diferente del bastardo. Haitani nunca se preocupaba tanto por él como lo hacia Takano. Ahora que lo pensaba, Haitani siempre lo insitaba a luchar, a dejar que su rabia tomara su control y por eso sentía  culpa de que  fueran emboscados por esos bandidos hace tantos años. ¿Realmente amaba Haitani en el primer lugar?

Takano era gentil, amable, cariñoso. El sexo también fue diferente. Ritsu nunca se había sentido tan conectado a otra persona antes. Pero todavía no podía dejarse llevar. Tenía miedo de que una vez que Takano se enterara de que él era el Cuervo Negro y  no lo aceptara

¿Aunque le importaba siquiera? Takano era un ángel, amado por todos. Ritsu era un demonio odiado tanto por los Angeles como los Demonios. No podía quedarse aquí, si lo hacía, sólo pondría a todos en peligro y que no podía hacer eso.

Deprimido Ritsu inclinó la cabeza hacia atrás. Su vida estaba jodida. Incluso si él quería probar de nuevo el amor  no podía. Todoya había sido tomado de el. Su se situaba aislada en su casa en el bosque y trataba de sobrevivir al infierno cada minuto. Ritsu cerró los ojos; su espalda estaba llena de nudos, tanto estrés.

Takano lo abrazó por detrás, sobresaltando a Ritsu.

-Buenos días- Ritsu tenía que admitir que amaba la voz ronca de Takano por las mañanas. Takano besó su cuello cariñosamente.

Ritsu gimió. Otra cosa sorprendente  de el era que anhelaba el toque de Takano, sólo conocía al hombre por un corto tiempo, pero ahora su toque provocaba  fuego en su piel. Debido a la atracción del compañero, no podía luchar contra ella, ni tampoco quería luchar

Takano se agachó y jugo con sus pezones causando más, más fuertes gemidos por parte de Ritsu.

Takano le lamió la oreja y luego se trasladó hasta el cuello. Un gemido de éxtasis brotó de Ritsu.

-Onodera...- gimió a la sensación de la piel de su amante. Tan suave.

Takano acaricio la dureza de Onoderapor encima de los pantalones que tenían el botón desaprochado. Es sexy, Takano pensó lamiéndose los labios.

Ritsu gimió nuevamente al sentir a Takano acariciarlo. Quería desesperadamente sentir esas manos sobre él, no a través de sus pantalones vaqueros.

-Ta ... Takano ... por favor ... ahh-Ritsu se arqueó ante su toque, necesitando más.

-Hmmm ... ¿Qué quieres Onodera? Dime y yo haré todo lo que pidas

-Manos ...Ahhh, nghh ... Quiero tus manos sobre mí- Ritsu se aferró a los brazos de Takano clavando sus uñas en ek.

-Para ti, cualquier cosa-Takano metió la mano en los pantalones de Ritsu acariciándolo. Con la otra mano jugaba con su pezón. Ritsu gimió, ¿por qué es que se siente como la primera vez? La cabeza de Ritsu retrocedió dejando a Takanobesarlo profundamente.

Ritsu explotó en las manos expertas de Takano; respiró con fuerza tratando de recuperar el aliento. Takano rodeó el sofá y se puso de pie en toda su gloria desnuda. Ritsu no podía calmar la separación de su compañero por más tiempo; empujó al hombre hacia él y devoró su boca.

-Alguien tiene hambre- Takano se rió en voz baja, y Ritsu se estremeció ante la exquisita felicidad de aquel sonido.

 Takano cogió a Ritsu y lo puso en su regazo. Takano le entró de un solo golpe. Ambos hombres gimieron. Lentamente Ritsu se levantó a sí mismo sin marcha atrás, lento, saboreando.

-Onodera-Tanto una oración como una  maldición. Su amor era dulce, cada uno no podía  mantener sus manos fuera de sí.

Takano movio  sus caderas y empujó hasta dentro de Ritsu.

-¡Ahh! ¡Más!-Takano se lo dio, amando cómo su amante echaba  la cabeza hacia atrás ante el placer que le estaba dando.

Ambos lse corrieron, gimiendo en la dulce liberación. Ritsu se derrumbó sobre él tratando de recuperar el aliento.

Takano lo besó, incapaz de mantener la alegría de sí mismo.

-Hmmm ... No me importaría hacer esto cada mañana.

Ritsu se sonrojó y frunció el ceño para sí mismo. Él no tenía ningún control, donde este hombre estaba insinuando.

-Pensé que estabas dormido

-Yo no duermo. Yo sólo quería ver ese culo tuyo caminar por la habitación- Ritsu se sonrojó con locura.

-¡Pervertido!

Takano sonrió.

-Vamos a tomar una ducha- Dijo con voz ronca. Ritsu gimió. Aquí viene otra ronda.

-Takano

-¡Hey!¡No los había visto en mucho tiempo! ¡Onodera! ¿Qué pasó hombre? de repente desapareciste ayer- Kirishima entró en la habitación y por alguna razón sólo llevaba pantalones cortos.

Estaban actualmente en el Hospital para el chequeo de Onodera.

Onodera sonrió un poco.

-¡Hey!

-Ok ya terminamos, usted esta realmente mejor que ayer. Las marcas alrededor de los ojos han desaparecido por completo y sólo hay un poco de ese producto químico dentro de usted. Debe ser capaz de cambiar y volarmuy pronto- Nowaki examinó el ala. -Su ala está completamente curada también. ¿Ha intentado volar?-Ritsu negó con la cabeza. -¿puede tratar en este momento?

Ritsu asintió. Se levantó de la cama y levantó sus alas. Trató de volar, pero su cuerpo se sentía tan pesado de algún modo.

-No puedo.

-No se esfuerce, está bien. Por ahora simplemente relajese- Ritsu asintió. Nowaki salió de la habitación dejando a los tres hombres discutir.

-Así que todo el mundo ha decidido ir a la playa hoy, ya que todos tienen el dia libre-No es de extrañar que sólo tuviera pantalones cortos.

Takano frunció el ceño.

-¿Por qué la playa? Hay miles de otros lugares para elegir

-Sí, pero todo el mundo quería relajarse y divertirse antes de esta noche. Todo el mundo está cansado del trabajo asi como de la guerra en los últimos días. Además ya solo falta hoy-Así es, pensó Takano, esta noche era el último día para la guerra antes de que hubiera un ganador declarado.

Takano miró Onodera.

-¿Quieres ir?

-¡Por supuesto que sí!-Kirishima agarró a ambos y los cambio a la playa.

Takano miró a Kirishima, él sólo se encogió de hombros.

Kirishima les cambió a una isla, el agua era un hermoso mar azul  y el bosque detrás de ellos tenia camas balanceándose en sus ramas para aquellos que querían descansar. Estaban en una zona donde las montañas rodeaban la playa como una luna creciente. El olor era fresco de agua salada y el aire era relajante para los músculos doloridos. Pequeñas casas de madera de pie a un lado de los que querían pasar la noche aquí.

Takano pudo ver que todos sus compañeros de trabajo ya estaban aquí. Todos estaban en el agua donde salpicaban el uno al otro y jugaban infantilmente.

-¡Papa!- Hiyo voló hacia Kirishima para darle un abrazo.

-Aquí estabas- rió Kirishima-¿Dónde estátu madre?

Hiyo se dio la vuelta,

-Él estaba detrás de mí hace un segundo.

-¡Deja de llamarme así!- Yokozawa vino de atrás mirando a Kirishima.

-¡Mira! Tú eres su madre!- Kirishima amó a la mueca en el rostro del otro hombre.

La mirada de Yokozawa se poso en Onodera. Onodera sonrió.

Yokozawa gruñó.

-Tendras que pagar por eso Onodera- dijo enfuerecido, para luego salir volando.

Desconcertado Takano miró a Onodera en busca de respuestas. Onodera se encogió de hombros.

Kirishima sonrió.

-Digamos que gracias a Onodera tuveuna noche tan divertida-dij complacido-De todos modos, voy a conocer a los chicos de la playa-Kirishima y su hija salieron corriendo hacia el agua.

Takano miró Onodera.

-Quitate la camisa

-¿Qué?-Takano procedió a quitárselo con algunas protestas de Onodera.

-Ahora las botas- Estaba a punto de bajar y quitárselos el mismo cuando Onodera lo detuvo.

-¡No! Estoy bien. Me quedaré allí en la cama oscilante.

Takano frunció el ceño.

–¿Por qué?

-El ... el sol, me duelen los ojos-Algo en la voz de Onodera era poco convincente acerca de su declaración.

-Vamos Onodera, quiero que te se diviertas conmigo. Es sólo por un rato lo prometo si todavía te sientes incómodo dejaremos el lugar- Takano se inclinó para susurrarle al oído de Onodera.-Vamos a ir a mi habitación y voy a marcar mi camino en tu piel-El deseo en su voz hizo que se estremeciera.

Onodera dudó por un segundo antes de asentir. Se quitó las botas al igual ue Takano hizo lo mismo.

-¡Venga!- Takano agarró a Onodera y corrió al agua. Onodera gritó cuando el agua fría le tocó la piel. -¿Puedes nadar bien?- Onodera asintió. Parecía incómodo -¿Estás seguro?

-Sí, sólo que ... no sé- Onodera acarició la superficie del agua

Takano tiró de él más profundo, pasando todos los que lo saludaban y los invitaban a conversar con ellos. Takano negó con la cabeza y se dirigió hacia la montaña. Algunos árboles estaban en el agua, un lugar perfecto y la distancia era perfecta que podrían engañar a los demás. Takano la considerasu escondite malvado.

-Takano ¿por qué estamos aquí?- este sonrió.

-Porque este es el lugar perfecto.

-Uh, bueno es hermoso-Takano se rió entre dientes. Se veía que los ojos de Onodera aún estaban cerrados, pero al parecer estaban abiertos un poco.

-No es lo que piensas-El agua llegaba a la cintura alta y todo el mundo estaba un poco-demasiado lejos  para poder ver lo que estaban haciendo. –Date la vuelta- Confundido Onodera siguió las instrucciones. Espalda de Onodera era su pecho ahora y Takano se aseguró de que su espalda estaba también hacia los demás. Parecía que estaban buscando al océano viendo animales marinos por debajo de natación.

La mano de Takano se agachó para acariciar a Onodera.

Ritsu saltó al sentir las manos de Takano en su miembro.

-Ta..Takano! ¿Qué estás haciendo!?- Takano comenzó a bombear, ganandose un gemido de los labios de Ritsu.

-Shhh, no querras  que los demás escuchen ¿verdad?

-¡Idiota! Entonces no lo hagas aquí!- Takano le agarró la mano y se la puso atrás para agarrarsu propia intimidad.

-Toca el mío también- Ritsu se sonrojó al sentir la dureza de Takano. Tan caliente. Ritsu lo acarició, amando cómo la voz de Takano le daba placer.

Ritsu se mordió el labio para evitar que alguien los escuchara. Ritsu goleó con placer, simplemente mirar la cara de Takano hizo que regresara el  dolor en el pecho.

Takano retiro la mano de Ritsu, este sintió la perdida del toque, pero gimio cuando de repente Takano sacó su jean  y entró en él, Ritsu se estremeció.

-Takano... espera! Nos pueden…

-No te preocupes, vamos a montar con las olas, todos pensaran que apenas estamos avanzando con el agua- Con cada ola Takano embestia con fuerza y esperó a la próxima ola  para torturar a Ritsu. Cuando llegó otra, Takano se empujo hacia dentro, torciendo esas caderas magras para hacer a  Ritsu sentir cosas queno sabia que popdia sentir.

Ritsu se cubrió la boca.

Ritsu estaba frustrado con lo lento que las olas venían. Ritsu deseaba que hubiera una tormenta, asi  las olas llegarían más rápido, y seria mucho más fuerte.

-Ah, aquí viene una grande.

-Playa

Ritsu trató de enfriar la cara con el vaso de margarita fría que Kirishima le había dado, pero su rostro seguía rojo. No podía mirar a Takano porel momento; él todavía estaba avergonzado de lo que habían hecho con las olas del mar.

-Onodera usted tiene una mala quemadura de sol allí.- Kisa se sentó junto a él en el bar abierto que estaba al lado de las casas de playa.

-¿Ah ... sí?-No podía creer que  Takano lo llevara donde cualquiera podría haber llegado  en cualquier momento dado. Y cuando Takano se  tuvo que ir por un tiempo él cerró los dedos debajo de la barbilla, atrayéndolo para un beso. Rozó sus labios contra los suyos con tanta ternura, con burlas gestos de la lengua. El rubor de Ritsu se intensificó. Por un momento se olvidó que era un demonio y Takano  un ángel.

-¿Dónde está Takano?- De repente la voz de Kisa tomo por sorpresa a Ritsu.

-El consejo lo llamó, volverá despues

-Eso no es bueno- Ritsu miró en la dirección de donde Kisa estaba mirando y vio a Yokozawa marchando hacia ellos. Ritsu sonrió. Con su poder  llamó una cuerda de algas bajo la arena a subir y la endurecio causando que Yokozawa cayera de bruces al suelo.

El silencio reinó.

Ritsu rió.

-Takano

Takano no podía creer lo que estaba viendo. Onodera detenia a Yokozawa con una sola mano. Yokozawa lanzaba golpes pero Onodera los esquivaba con gracia y con frecuencia le daba bofetadas a Yokozawa en la cabeza.

Estaba asombrado con esto porque  Yokozawa era un Alto Ángel con quien nadie quería meterse, ni siquiera Takano.

Todo el mundo estaba animando a Onodera. Takano se rió entre dientes. Nunca en su vida iba a imaginar a un amante como este. Takano subió a lado de  Yukina.

-¿Cuánto tiempo ha estado sucediendo esto?

Yukina sonrió

-Desde hace una hora y diez minutos

-¿En serio?-Takano negó con la cabeza y fue a parar la pelea. Agarró a Onodera justo cuando Yokozawa estaba a punto de lanzar otro poderoso puño tomando  al hombre por sorpresa. -Basta. Yokozawa tu   debes saber mejor que nedie que pelear con alguien que todavía se está recuperando es muy cobarde

Yokozawa se burló de eso.

-Sí, claro porque el no estaba sólo esquivando y me atacaba como un guerrero en este momento.

Takano se rió entre dientes. Sin ninguna queja tomó a Onodera y lo llevo de nuevo a la barra.

-Mi ángel valiente y fuerte- Onodera se sonrojó. –Idiota-. Murmuró.

Takano notó a Hatori sentado en la cama flotante simplemente con  la mirada perdida en el espacio. Kisa se acercó a felicitar a Onodera entonces. Cuando estaba a punto de darle la espalda a Hatori vio caminar por ahí a  Yuu y fruncir el ceño hacia él. Hatori le devolvió la mirada.

-Hey Kisa, ¿sabes por qué ambos se odian?- Kisa miró hacia donde Takano estaba hablando.

-¿Usted no sabe? Yuu también estaba enamorado de Chiaki, pero comprendió que no era su pareja. Aún así él lo amaba mucho. Ahora, Yuu se culpa por salvar heridos y haber dejado a Chiaki solo y odia a  Hatoripor no protegerlo. Lo mismo va para Hatori.

-No es de extrañar- Takano no sabía cuánto tiempo más el hombre se sostendría. Cada día parecía regodearse en su interior.

-¡Ven Takano! Es mi turno para luchar contra ti

-¡Yo también!

Takano se volvió para ver tanto a Yukina como a  Kirishima esperándolo en la arena. Él firmó. Esta vez  iba a ser una larga lucha.

-Adelantate, yo quiero terminarme esto-Onodera se refirió a la copa en la mano.

-Bien entonces, te espero-Onodera asintió. Takano le  dio un beso antes de irse a luchar con los dos líderes.

-Ritsu

Divertido vio como  Takano se abrió paso para ir con los otros para jugar. Ritsu terminó su bebida, amaba el sabor de la dulzura. Se levantó y se dirigió hacia la pelea cuando de pronto tropezó con algo y empezó a caer. Por instinto sus alas lo levantaron  para no caer de bruces en la arena. Él aterrizó sin problemas en las rodillas. Ritsu frunció el ceño. ¿Voló?

Lentamente experimentalmente se levantó y agitó sus alas para flotar por encima de la arena. Emocionado, Ritsu voló en el aire dejando a todos atrás.

Tengo que salir ahora...

 


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