CAPITULO 22 DEJARLO ATRAS
Haitani ¿era una alto Demonio? Imposible.
Ambos hombres se quedaron tranquilos ¿de verdad? Sentía sus mejillas calentarse.
Haitani rió.
-Trae un latigo- Unos minutos más tarde Korero regresó con el instrumento y se paro por debajo de Ritsu. Este tomó la oportunidad para darle una patada, y enviárlo volando por la puerta hasta estrellarse en las paredes en el camino. Ritsu lo oyó rugir.
-¿Cómo?-exigió
-Ah, sí. Bueno, como dije siempre he sido un demonio.
Ritsu negó con la cabeza.
-No, tú eras humano
Haitani negó con la cabeza.
-No, naci como un demonio aquí. Sabes que algunos demonios entran en la Tierra y causan estragos ¿verdad? Bueno, yo fui uno de ellos.
-Pero cuando moriste, tuve el placer de torturar tu alma
Haitani sonrió
-Esa es mi habilidad especial, observa...- Un hombre apareció de repente junto Haitani. Era el alma humana de este mismo-Yo creo ilusiones utilizando tu mente-La ilusión desapareció con un gesto de la mano.
-¿Usaste mi mente?- Ritsu trató de aferrarse al poco control que tenía, mientras averiguaba que coño estaba sucediendo
-Para ser más específicos, planto semillas en las mentes de la gente. Son ustedes los que las hacen crecer.Yo plante la semilla del odio en ti;... Con tu odio que ayudaste a crecer, formando asi la ilusion
-¿Asi que todo este tiempo estuviste en el infierno?
Haitani negó con la cabeza.
-No estuve en la tierra creando más demonios como tú.
Ritsu se congeló.
-Tú...
-¡Sí! Escuche hablar de ti, y tenia que tenerte en mi ejército. Pero, por desgracia estoy decepcionado de ti Ritsu. Tenía la esperanza de que comandaras a mi ejército de demonios. Pero no, en lugar de eso, decidiste no hacer nada-¿Así que Haitani era un demonio disfrazado de un ser humano? Pero…
Los demonios no podian dañar a los humanos con la espada o su poder; era una maldición para ellos que Dios les dio. Pero podian susurrar el mal en los seres humanos. Estos con sus mentes tan frágiles solian sucumbir. De ahí, la creencia de que tenemos un angel y un demonio en los hombros.
-Tú... Bastardo maldito-se removio en sus cadenas tratando de romperlas. Ya comenzaba a perder el control. Quería matar. Haitani sólo sonrió. –Tú lo planeaste todo el tiempo.
-¡Yeap! La razón por la que puede matarte era porque ya no eras un humano, ya estabas en el camino para convertirte en un demonio.Yo solo te ayude un poco. Pero tengo que admitir que me asustaste cuando enterre la espada en ti, tenias una cara espantosa, pude ver todas las cosas que iban a hacerme cuando tu vieras la oportunidad-Haitani se estremeció. -Me encantó. Ahora diviértete mientras voy a destruir a tus nuevos amigos
Ritsu se congeló.
-¿Qué?- pregunto con voz áspera.
-Los angeles dejaran de existir esta misma noche. ¿Recuerdas los productos químicos que utilizamos en ti? Bueno, vamos a usarlos en los Ángeles.
-¡NO! No voy a dejarte!
-No se puede hacer nada Ritsu.
-¡Cuando salga de aquí meteré ese veneno en tu garganta!
Haitani rió.
-Ah, pero la química no funciona en los demonios.
Ritsu frunció el ceño.
-No es verdad, funciono conmigo. Yo mismo te la arrojare en la carne, tu creaste tu propia destruccion
-Bueno, porque tu eres…diferente- Ritsu sólo frunció el ceño en confusión. ¿Qué quiso decir? -Korero diviértete con el-Korero sonrió. Ritsu gruñó cuando vio al demonio con un látigode puas en sus manos.
-Ah, y Ritsu, es bueno verte de nuevo, espero que una vez que termine esta guerra, elijas gobernar el cielo ocnmigo-Con eso Haitani se fue, dejandolo a solas con Korero.
Tengo que salir de aquí...
-Takano
-29 Minutos en ...
Takano sabía que era inútil, trató de encontrar una manera de romper las barrasera imposible. Trató de retirar las cadenas pero parecía que las cadenas eran más fuertes que las barras afiladas.
-Es es inútil Takano-san-Hubo mimos en señal de aprobación q ue provenían de lo más profundo de la oscuridad.
-Ya se rindieron - gruñó Takano.
Chiaki afirmó.
-Hemos intentado de varias formas escapar pero nada ha funcionado hasta ahora."
Takano notó que Chiaki estaba demasiado delgado. Dudó.
-¿No has comido...?
Chiaki negó con la cabeza.
-Aveces se olvidan de alimentarnos, o simplemente no les importa
Takano apretó los dientes. Iba a matar a cada demonioque existiera.
-Takano-san, ¿cómo termino aquí?
Takano vaciló. No quería hablar de ello cuando todavía estaba fresco en su mente. El recuerdo sobre Ritsu le hizo una mueca de dolor en su propia estupidez. Él débilmente recordaba la noche en que por primera vez, habían hecho el amor, esa noche le pareció ver un destello de ojos verdes en la oscuridad de la habitación.
Chiaki notó su reacción de dolor y abrió la boca para decir algo cuando se produjo una explosión de rocas a la derecha de ellos. Takano se levantó asustado procurando que nadie saliera lastimado.
Ambos hombres esperon a que el polvo se aclarara y sus ojos se abrieron como platos al ver a Kirishima ahi.
-¡Idiota, te tardaste! -Gritó mientras negaba con la cabeza,y el polvo volaba alrededor de el.
-30 Minutos de tiempo
-Kirishima... realmente... ¿Cómo lo hiciste...?
Kirishima sonrió, sus ojos aún no se ajustaron a la oscuridad.
-Puse un encanto en tu ropa cuandote agarre el hombro. He estado trabajando en él durante un tiempo y ahora finalmente funcionó. Yo soy capaz de cambiar a una persona de esta manera.
Takano rió, agradecido de que el rescate haya llegado.
-Ahora vamonos
-¡Espera! Llévalos primero.
-¿Llevalos?- Kirishima miró a su derecha. Le tomó un tiempo para que sus ojos se ajustaran por completo a la oscuridad de la cueva y se quedó sin aliento. -¿Chiaki? ¿Y los otros?
-Deja de dudar y cambialos ahora-Kirishima asintió y agarró a todos los que estaban ahí, para entonces trasladarlos al hospital. Le tomó otros treinta minutos para que todos los Ángeles se vieran libres.
Takano era el último.
-¿Por qué demonios no me ayudaste?
Takano negó con la cabeza.
-Utilizaron esa sustancia química que hace que el cambio y el vuelo sea inútil.
-¿En serio? Mierda eso sera un problema, entonces- Kirishima miró a su alrededor al no encontrar a nadie más. -Takano ¿donde es Onodera?- Kirishima se negó a salir sin él. Takano se quedó en silencio. –Takano ¡Respondeme! ¡Tenemos que salir de aquí!
-Déjalo-respondio en voz baja, sin mirar al hombre.
-Dije que lo dejemos
-¡Tienes que estar bromeando! No….
Takano negó con la cabeza.
-Él nos ha traicionado, era Ritsu todo el tiempo.
-¿Qué?
-Fue una trampa para capturarme.
Kirishima se negó a creerlo.
-Debio haber sido una ilusión o algo, Onodera no…
-El mismo lo dijo Kirishima, Escúchame. Él nos traicionó- Takano gritó la última parte. Su voz temblaba de dolor y odio.
Kirishima no lo podía creer, pero la desesperación en el rostro del hombre lo decía todo. Ambos hombres se congelaron cuando de pronto un demonio apareció de repente fuera de los barrotes de la celda.
-¡Guardias! Están tratando de escapar!
-Bien, entonces...- Kirishima agarró a Takano y les desplazó al hospital dejando Ritsu Atrás.