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Black Ángel Raven (traducción) por Mariela

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CAPITULO 24 ES HORA DE PERDER EL CONTROL

Ritsu fue arrojado al calabozo debajo de los Cielos. Sus ojos aún no se ajustaban a la luz cegadora que iluminaba la celda. No se atrevió a moverse siquiera, sabía que sus músculos ardían debido a la curación, y su respiración era poco profunda .Escucho como cerraban la celda. ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Por qué Takano...?

Ritsu rió. Justocuando admitia que estaba enamorado de el, esto sucedia. Takano no era capaz de soportar verlo siquiera. ¿Fueron sus crímenes realmente tan imperdonables? Abatido Ritsu se revolcaba en su propia estupidez al haberse  enamorarse de nuevo.

Se rió con amargura, ¿no fue esto lo que hizo la última vez? Cuando su corazón había sido roto en mil pedazos, el mismo se había llamado idiota. En esta ocasión debio haberlo sabido desde el principio. El amor era malo después de todo.

Su vista pronto se ajusto a la luz y vio lo diferente que era del infierno. La celda estaba limpia y tenía una cama blanda. Se sentó en el suelo del lugar, sin quererconsuelo alguno. Las paredes eran blancas y fuera de la celda había un Ángel de guardia.

Estoy cansado.

Ritsu ahora deseaba que estar  de vuelta en el infierno. El dolor del látigo hubiera sido preferible que el dolor en su corazón. Se dobló. Le dolió tanto. Sus manos ya temblaban.

Deseaba poder vivir su vida de otra manera. Quería volver con su familia; quería que el dolor desapareciera, quería que la guerra se terminara. ¿Por qué le tenia que pasar esto a el?

Ritsu rió lastimosamente, ¿Qué es lo que paso? Amor.

Ritsu no podía cambiar aquí.

Se tensó de repente. Oh, mierda. ¿Cómo puedo olvidar?

No le importa lo que le pasara,  no iba a dejar que Haitani ganara, y   por lo menos debía estar agradecido de haber hecho algunos amigos aquí aunque haya sido por poco tiempo. Le hicieron reír y divertirse. Él quería pagarles su amistad

Ritsu fue a los barrotes de la celda.

-¡Hey! Tu, te estoy hablando-El Ángel  volteo a verlo-Escúchame bien, escucha la verdad en mi voz. Los demonios están planeando usar la química para volver a todos los angeles inútiles, tanto su vuelo como el cambio... ¿me estás escuchando? Van a atacar el cielo y los mataran a todos

El Ángel miró nerviosamente a Ritsu.

-Sabes que tengo razón ¿verdad? ¡Entonces muévete y ve a decírselo al concejo! Antes de que sea demasiado tarde- Su voz se elevaba con su ira. Una vez más el Ángel vaciló.

-No hace falta que me lo diga-Ritsu volvió la cabeza para ver a  Isaka-san. El Ángel se puso firme-Ya puedes dejarnos- Él asintió con la cabeza y se alejó dejando a  Ritsu con Isaka.

-Takano

La guerra ya estaba aquí. Todo el mundo estaba en fila en la puerta.

Takano se sentó al final del ejército, con la espalda contra la pared. Tenía las manos en la cabeza. El ver de nuevo a Ritsu casi lo mata. Hablar con él casi lo había conducido hasta las rodillas. La cantidad de emoción era tan fuerte que no sabía cómo se puso de pie cuando la angustia se apoderó de él.

¿Por qué volvió al Cielo?

-Takano...- Yukinalo tomo del hombro en señal de apoyo.

-Estoy bien- Takano se puso de pie, y se alejó del hombre. No quería simpatía. No quería sentir otra cosa que el frío. Cuando vio a Ritsu otra vez, quería correr hacia él y sostenerlo, apretarlo, para no dejarlo salir  de nuevo, para encerrarlo como si fueran los dos únicos seres en el universo.

¿Por qué estaba cubierto de sangre? Takano frunció el ceño. La camisa blanca tenia manchas de sangre y parecía estar fresca. ¿Estaba herido? O ¿Era de algún angel que había herido en el camino?

La puerta comenzó a brillar. Ya era hora.

Takano, Kirishima, y r03;r03;Yukina se alinearon adelante. Como siempre fue primero la división de Takano,  luego Kirishima y al final Yukina.

El campo de batalla estaba vacío de los Demonios. Incluso los incendios que los acompañaban estaban ausentes. ¿Ganaron después de todo? Todavía tenían doce horas antes de la guerra fuera completamente terminada y el ganador fuera declarado, por lo que tenían que permanecer ahí hasta el final.

Takano tenía un mal presentimiento sobre esto.

Transcurrió una hora sin actividad. ¿Qué estaba ocurriendo?

-¿Deberiamos irnos?-Preguntó Kirishima.

Takano negó con la cabeza.

-Tenemos que permanecer aqui

-Sí, pero nadie va a venir- respondio Yukina, viendo la ceniza que soplaba el viento alrededor de los ángeles.

El suelo retumbó entonces. El trueno parecía más ominoso que antes.

-Todo el mundo ¡Preparense!-Los angeles volaron en el aire, las espadas y las lanzas ya estaban  listas.

Nada.

-¿Qué?- Takano miró a su alrededor sin entender lo que estaba pasando. ¿Habia sido solo el suelo?

Los demonios de repente surgieron de la tierra con sus armas cubiertas de  este líquido verde sorprendiendo a cada ángel. Takano se echó hacia atrás cuando una cuchillalo rozo al ser lanzada en su dirección. Habia  más demonios que en el primer día de la guerra. Takano sacó su espada y cortó a Demonio tras Demonio, atento para no entrar en contacto con la química en sus espadas.

No había final, entre más demonios cortaba, mas salían de la tierra. Ya la mayoría de los ángeles estaban heridos y los que permanecían en batalla ya no podía moverse o volar.

Los demonios no se detuvieron; siguieron empujando a los Ángeles de nuevo a la puerta. Fue entonces cuando Takano los vio. Había enormes cañones decorados de blanco apuntándoles y, Perros del Infierno corriendo hacia ellos.

-¡Yukina! ¡Kirishima! ¡Perros!- Sólo los tres Líderes podían derrotar a los Sabuesos, pues tenían la velocidad y la habilidad para someter a las bestias  por debajo. Eran muy capaces de destrozarlos sin terminar devorados salvajemente por estos, ya que era una forma terrible de morir.

Los tres líderes se adelantaron. Algunos perros los ignoraron y empezaron a matar a los Ángeles. Yukina parecía tenso mientras seguía mirando por encima del hombro a su compañero, lo que provoco que se distrajera lo suficiente.

-¡Yukina!- gritó Takano sobresaltando al Ángel. Demasiado tarde, un perro logró morderlo en el brazo, otro derribárlo en el suelo de cenizas. Yukina expulso gestión para conseguir sacar a uno y a otro lo rozo con su espada.

Takano sabía que estaban perdiendo.

Un cañón fue deisparado.  Palideció al ver como el cañón vomitaba la química verde. Los demonios se desplazaban alrededor de los angeles que habían sido derribados. Pues estos ya no podían moverse o volar, por lo que era fácil  tomarlos por sorpresa.

-¡Mierda! Yukina, Kirishima retírense ¡Ahora!-Ambos hombres asintieron y tomaron a los heridos mientras luchaba contra los demonios. Los músculos de Takano se tensaron mientras luchaba por otras dos buenas horas, en ningún momento dejo de peler. Los perros del infierno eran un dolor en el culo. No dejaban de saltar encima de él y tratar de herirlo en los brazos y piernas. Los demonios también estaban unidos en su lucha, lograron hacerle daño varias veces antes de que los decapitara.

Takano miró hacia atrás para ver que casi todos los ángeles estaban de vuelta en el Cielo. Poco a poco él mismo se retiró.

No había nada que pudiera hacer ahora. Había demasiados Demonios, la química realmente derritió la piel de muchos angeles y algunos otros se habían quedado ciegos.

Cerraron la puerta.

Respirando con dificultad Takano se dio la vuelta para hablar con el Consejo sobre esta guerra, pero la puerta de repente fue golpeada. Imposible. ¿Ellos estaban tratando de invadir el cielo?

-¡Todos a cubierto! Tomen a cada angel y escóndanse-Mierda, la forma en que esos cabrones golpeaban, realmente iban a entrar.

Sólo había dos docenas de ángeles detrás de él contra un ejército de demonios. No podemos perder...

Todos levantaron las espadas, se tensó cuando  la Puerta fue abierta forzadamente  y una horda de demonios atacó.

-Ritsu

-Si ya lo sabes, ¿Por qué no haces algo?

-Porque yo te necesito.

-¿Qué?- Isaka sacó la llave de su bolsillo.

-Ritsu, ¿Podrias ayudarnos?

Ritsu frunció el ceño.

-¿Tú confías en mí?

Isaka asintió.

-Yo sabía que quien eras, incluso cuando eras Onodera. Asahina me lo contó todo, incluso cómo llegaste a estar aquí en primer lugar.

-¿Por qué no dijiste nada?

-Porque nadie sabe Asahina es un espía para nosotros. Así que espero que puedas mantener ese secreto tan bien- Ritsu asintió, comprendiendo.

-Si usted sabía sobre la química, entonces ¿por qué no le advertiste sobre esta al concejo?

Isaka sacudió la cabeza.

-Asahina no sabía nada de la sustancia química, pensamos que no se habia desarrollado todavía. Los demonios no confían en nadie, ni siquiera entre ellos mismos al parecer

El Cielo  se sacudió.

-Mierda, ya empezó. Ritsu ¿Nos ayudaras? Por favor, si no lo haces  por  nosotros hazlo por los angeles que fueron amables contigo

Ritsu decidióayudarlos a causa de ellos, pero también debido a Haitani. Quería matar al bastardo con sus propias manos. Otro golpe, otra  explosión, éste más fuerte.Se podían escuchar fuertes gritos porvenientes de arriba.

-Te ayudare

Isaka-san abrió la puerta dejando quea Ritsu escapar.

Afuera era un desastre. Estaba en la ciudad, perdió el aliento al ver lo que pasaba en la puerta. Un montón de demonios llegaban entraban sin parar. También vio cañónes disparando la química verde.

Ritsu veía a cada Ángel agarrar a sus hijos y desplazarse; en este momento la Tierra era el lugar más seguro para esconderse. Sus ojos se abrieron en un pensamiento repentino. Ann-Chan ¿Estaba bien?

Se movió al Hospital para ver sólo Nowaki allí.

-Nowaki ¿dónde está Ann-Chan?

-¡Onodera! ¡Gracias a Dios que estás bien! Ann-Chan ya tomó el último paciente a la Tierra. Pero me alegro de que estés aquí- Se fue a su maletín y lo abrió-Tuve la oportunidad de crear sólo un antídoto. Dale esto a Takano.

Nowaki le entregó un pequeño vaso de líquido claro azul. Ritsu asintió y este  cambió a la tierra.

Ritsu miró el antídoto y se lo bebió.

Hora de perder el control. No le hagas daño a los angeles,no lastimes a los angeles...

Esta charla en su mente la  dejó como nota de control, sabiendo que ésta era la única manera de ganar la batalla.

La ira lo recorrió. Pensó en su familia, a la gente que mató, en Haitani.

Entrandole las ganas de  matar a ese bastardo...

Ritsu rugió, una nueva bestia caminaba en el  Cielo. Éste era el peor de todos ellos...

 


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