CAPITULO 9 PROMETEME
-Antes
Takano se sentó en su lugar habitualdel árbol de flor para esperar a su Angel Negro.
¿Qué iba a hacer con Ritsu?
Ritsu era odiado por todo el Cielo; nadie lo aceptaría aquí después de lo que hizo hace cien años.
Después de que Ritsu lo noqueó hace cien años, Yukina le conto que Kirishima fue a ayudar. Kirishima casi murió luchando con Ritsu. Si no fuera porque Yukina lo saco fuera en el último segundo, Kirishima no estaría aquí ahora. Yukina entonces tomó a ambos fuera de la guerra antes de volver a ayudar a los guerreros restantes. Cuando regresó, con un poco de seguridad, ya era demasiado tarde. Tanto el Cuervo Negro y los ángeles se fueron como si nunca hubieran estado allí. Unos días más tarde se encontraron armaduras de angeles repartidas por todo el campo de batalla
Hasta el día de hoy nadie sabe lo que pasó con los desaparecidos Angeles.
Takano sacó un cigarrillo para fumar. El lo había dejado hace muchos años pero con el estrés de la guera lo necesitaba para relajarse
¿Qué hacer ahora?
En cierto modo se alegraba de que Ritsu fuera tan fuerte. Esperaba que Ritsu se matuviera al día con los pequeños trucos que había estado jugando hasta el final de la guerra para que Takano no tuviera que matarlo. Frunció el ceño. ¿Cien años? ¿Sin su compañero? Tal vez ¿se podría cumplir en secreto?
Takano se rió entre dientes.¿Un amor prohibido? ¿En serio? Pero él nunca conoció a un hombre que haya pasado tanto tiempo sin su compañero. Incluso ahora Takano sintió el tirón para estar con Ritsu y sus pequeños trucos. Sonrió, él en realidad se sentía orgulloso de cómo Ritsu superó a Takano. Sacudió la cabeza, ¿fue esta la forma en que fue para todos los demas?
También estaba todo el tema de los demonios, si se enteraran de que Ritsu era su compañero, no dudarían en matarlo. Si un ángel pierde a su compañero ya no desea vivir. La mayoría se suicidan.
¿Cómo demonios iba a convencer al consejo de aceptar Ritsu?
Ninguna respuesta llegó.
Takano sintió que alguien cambio ahi
Los ojos de Takano se abrieron para ver a su ángel apenas de pie sobre piernas temblorosas.
Un segundo más tarde, el hombre cayó en la cara. Takano corrió hacia él. Estaba temblando en cada lesión. Cuando le tocó el ala, un rugido de agonía se separó de él.
-Quédate conmigo, quédate conmigo, quédate conmigo!-Su voz era desgarradora. Con la mano en la parte posterior de la cabeza de los ángeles, Takano lo abrazó, metiendo su ángel en el pecho. -Quédate conmigo- Su voz estaba llena de dolor.
Las alas dolía como el infierno, si resultó herido de alguna manera, demonios o ángeles podría morir a causa de ello. Takano utilizó su conocimiento limitado de la curación asegurándose de que el ala dejara de sangrar, luego se movio al Hospital. Nowaki se quedó sin aliento ante la vista.
-Ponlo aquí.
Juntos entraron en una habitación vacía y lo pusieron en la cama.
-Takano necesito que por favor nos deje
Las uñas de Takano cortan en su palma. ¿Cómo iba a dejar a su ángel? Tenía que estar aquí para él. Su corazón se sentía como si dejara de latir, se produjo un zumbido en los oídos. ¿Cómo puede salir cuando su ángel lo necesitaba?
-O ...Onodera?- Tanto Nowaki y Takano se volvieron hacia la voz de Ann-Chan. Las lágrimas corrían por sus ojos.
Takano frunció el ceño. ¿Onodera?
Ann-Chan corrió al lado de su Angel Negro. Ella le agarró la mano, llorando más fuerte cuando vio sus alas. Nowaki fue a su lado y la agarró por los hombros, tratando de empujarla hacia Takano.
-Ann-Chan necesito que tome a Takano fuera y esperen alli,¿entiendes?
-Pero ... Él me necesita ...
-Tu no eres buena para el por el momento, espera afuera
Nowaki logró tomar tanto Ann-Chan como a Takano fuera de la habitación mientras examinó al Ángel Negro.
Takano miró a Ann-Chan, que lloraba suavemente.
-Ann-Chan sabes quién es?- Ann-Chan lo miró y asintió. -¿Cómo lo sabes?
Las alas de Ann-Chan revolotearon.
-Él era mi novio cuando estaba viva.- Los ojos de Takano se agrandaron. Ann-Chan continuó. -La familia de Onodera decidió tener un compromiso con mi familia para evitar el conflicto, así que estaba por casarme con Onodera. Éramos niños cuando nos conocimos.- Ann-Chan sonrió recordando. Entonces ella lloró. -Los romanos atacaron cuando teníamos trece años, yo estaba escondida en mi habitación cuando me encontraron y me mataron, así que no sé exactamente lo que le pasó. Él no podría haber hecho nada malo! Era tan dulce y tímido... ¿Por qué es un demonio? - Ann-Chan lloró con más fuerza, sus manos cubriendo su rostro.
-Ahora...-Takano la abrazó. -Vamos a averiguarlo, ¿de acuerdo?
Ann-Chan asintió avergonzada.
-Gracias.-dijo secándose los ojos.
-¿Onodera es su nombre?
Ann-Chan asintió.
-Su primer nombre es Ri…
Nowaki salió entonces, los dos le bombardearon con preguntas. Nowaki levantó la mano para silenciarlos. Su rostro era sombrío.
-Él va a estar bien, pero ...- Nowakimiró a Ann-Chan. -Ann-Chan es posible que no quieren que…
-Por favor, Dr. Nowaki; yo he visto todo lo que hay que ver aquí, quiero saber.
Después de un tiempo Nowaki asintió.
-Tenía múltiples puñaladas en su cuerpo. Parecía que fue atacado por una gran multitud. Su ala derecha se rasgó por la mitad, y hay algún tipo de producto químico en él, sus propiedades son similares al ácido con algo más. Voy a investigar eso. Sus ojos se pusieron en contacto con el ácido y ahora no puede ver. Le puse un vendaje alrededor de los ojos, ya que será más sensible a la luz. Por suerte, él está sanando lentamente y su ala está creciendo de nuevo. Necesita descansar esta noche para volver mañana ". Nowaki regresó en la habitación.
La fueria corria por la venas de Takano. ¿Quién se atrevió a lastimar a su ángel? Le temblaban las manos, necesitaba hundir al maldito que lastimo a su angel
Takano sintió la llamada de la guerra. Maldijo. No tenía más remedio que ir.
La guerra fue corta, había menos Demonios luchando hoy. Eso les daba esperanzas, sentían que los demonios se estaban rindiendo. Incluso el Cuervo Negro estaba ausente de su montaña
Takano luchó comoun hombre poseido. Puso toda su ira en la guerra, que necesitaba más demonios para matar.
Era más rápido. Habría sido feliz para una recta guerra de tres días. Pero esto no hizo nada para enfriar su ira. Su pecho subía y bajaba con frustración reprimida. ¿Por qué demonios hay menos demonios hoy?
Kirishima y Yukina fueron cuidadosamente hasta Takano que actualmente estaba mirando a la montaña, donde el Ángel Negro generalmente estaba- ¿Por qué demonios no se presenta? Justo cuando necesitaba una buena pelea? - pensó.
-¿Takano?-Yukina le tocó el hombro. Takano gruñó haciendo que los dos hombres se retiraran.
-Hey calmate ya, caramba que está mordiendo el culo ¿o que?- Kirishima generalmente le encanta ver a Takano perder su control, pero esto fue acompañado por el miedo y el pánico. -¿Qué pasa? ¿sucedio algo?-preguntó con más suavidad.
Takano se quito el casco, empujando su pelo con una mirada de angustia y dolor. Alertados, los dos hombres agarraron sus hombros con apoyo.
-Mi ... Mi Negro Angel está muy mal herido.
-¿Qué? ¿Cómo? ¿Qué pasó?
-¿Ángel Negro?- Preguntó Yukina, confundido.
-Está en el hospital ahora mismo. Él fue ... Dios mío, estaba roto.- Dijo con voz áspera.
Kirishima sacó a Takano en la dirección de la Puerta.
-Vamos entonces.- Yukina solo los siguió.
-Ritsu
Ritsu abrió los ojos y luego los cerró de nuevo rápidamente. Él gimió. Dolían como el Infierno. Sus ojos se sentían como lavaque se vertía en sus cuencas. Ritsu comenzó a rascarse los ojos. Ellos picaban, quemaban.
Un par de manos lo detuvo.
-No sólo va a infectarse
Fue arrojado contra una pared. Ritsu se levantó de la cama y caminó a ciegas a las puertas dobles, cayendo varias veces. El hombre no siguió, probablemente estaba inconsciente.
Ritsu sintió las paredes, tratando de encontrar una salida. Él no era capaz de rastrear y sus alas no respondieron. Sintió otra puerta y entró. Oyó gritos.; Ritsu volvió a salir. ¿Dónde diablos estaba? estaba entrando en pánico;y no era bueno cuando entraba en panico. Todo su cuerpo estaba temblando, las piernas apenas le sostenían.
Alguien lo agarró por su ala causandoque el dolor inmenso se disparara por todo su cuerpo. Rápidamente, Ritsu se giró y golpeó al chico, escucho una ruptura, grava, cristales rotos, y ... ¿Un toque?
Sacudio la cabeza, y continuó adelante.
Cuanto más caminaba,mas lesiones en su cuerpos se dieron a conocer. Sintió que las múltiples heridas se volvian a abrir y la sangre corriendo por sus piernas y salpicando el suelo.
Necesitaba salir; si los ángeles se enteraban quién era realmente, ellos no dudarían en encerrarlo. Y si eso sucediera Ritsu estaba seguro de que su control se rompería de nuevo.
Se puso de rodillas, la fuerza lo dejaba rapidamente. Ritsu maldijo. Él no iba a hacerlo. ¿Y ahora qué?
-¿Onodera?- se congeló, sabía que la dulce voz era de... No... no podía ser ...
-Ann-Chan?-Ritsu oyó Ann-Chan gritar. De pronto sintió las manos en su rostro. Tomó su cara, sorprendido de reunirse una vez más con su amiga de la infancia.
-Ritsu...- susurró Ella.
Ritsu se congeló.
-Ann-Chan, no le digas a nadie mi nombre
De inmediato sintió su confusión.
-¿Por qué no?
-Sólo prométemelo ...- todo empezaba a ponerse borroso-Prométemelo ...
Ritsu se desmayó.