Gray POV
Me encontraba caminando con mis amigos hacia el gremio, ya que acabábamos de terminar un trabajo e ir a pasar un rato al gremio sonaba muy bien.
Cuando entramos había toda una fiesta ahí dentro, no tengo idea de qué celebraban, pero no importaba, se veía divertido, así que nos unimos a ellos.
Estuve un rato charlando con Loke, no sé en qué momento apareció pero hacía mucho que no hablaba con él, así que no le di importancia. Sentí una mirada extraña sobre nosotros, muy penetrante y cuando me giré me encontré con Natsu.
- Hey, cabeza de flama, ¿no te nos unes? - Natsu me miró fijamente por un momento, antes de acercarse.
Después, me sonrió de manera extraña, estaba seguro que planeaba algo, pero ya tenía mi puño preparado en caso de que quisiera pelear conmigo.
- No, creo que paso. Eso de estar cotilleando como mujeres no me va, pero una competencia contigo si me suena divertida, ¿Qué dices?, ¿Te animas, princesa de hielo?
¡Ese sobrenombre me molestaba de sobremanera! ¿Quién se creía ese bastardo de ojos puntiagudos para llamarme así? Por supuesto que acepté, fuera lo que fuera seguro le ganaría fácilmente.
- ¿Y bien?, ¿De qué será la competencia?, ¿Acaso quieres pelear, lagartija?
- Por mucho que me encantaría patearte el trasero, creo que esta vez tengo algo diferente en mente. Me parece que será más divertido verte ebrio, haciendo tonterías.
- ¿Ebrio?, ¿Acaso eres idiota? Ninguno de los dos acostumbra tomar alcohol, no durarás ni 5 minutos.
- ¿Eso que huelo es miedo? ¿Acaso la princesita teme hacer el ridículo frente a todos? Te apuesto a que aguanto mucho más que tú, ojos caídos.
- ¡Claro que no tengo miedo! Sólo me preocupaba por ti. Bien, lo haremos, ¡Pero el único que hará el ridículo aquí serás tú! Después no llores cuando seas la burla del gremio, cerebro de flama.
Algo me decía que era una mala idea, pero claro que no tenía miedo, ¡Eso jamás! Nunca antes había bebido más de un vaso de cualquier bebida alcohólica y me sentía algo inseguro al respecto.
Bueno, seguro estaré bien, Cana lo hace todo el tiempo, y no se lo pasa del todo mal estando ebria, no puede ser tan malo, ¿verdad?
Fuimos con Mira y le pedimos toda clase de bebidas, al principio nos vio extrañada, pero después sonrió de manera divertida y nos trajo lo que le pedimos.
Comenzó bien, llevaba 3 vasos y apenas sentía un ligero mareo. Sentía el cuerpo un poco raro, pero me sentía bien, ¡Seguro ganaría!
- Ja, que fácil es esto, ¿Aún te sientes bien, lagartija? Seguro que ya se te subió todo ese alcohol.
- ¿De qué hablas? ¡Me siento mejor que nunca, copo de nieve! Te ganaré fácilmente, apenas vamos empezando y me siento de maravilla.
Seguimos bebiendo aunque dejé de pensar claramente, nos molestábamos y seguíamos bebiendo más y más hasta que dejé de ser consciente de lo que hacía...
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Desperté con un dolor terrible, no sólo mi cabeza, todo mi cuerpo lo sentía adolorido.
Abrí los ojos a pesar de lo molesto de la luz, me sentí confundido y aturdido. Comencé a mirar alrededor y lo que vi, me dejó helado…
¡Estaba completamente desnudo! En una casa ajena y no de cualquier persona... ¡Estaba en el cuarto de Natsu y me encontraba en su cama!
Pero eso no era todo, el anteriormente mencionado se encontraba dormido debajo de mí, ¡Y también estaba completamente desnudo! Fue entonces cuando noté lo peor de todo…
¡Podía sentir el miembro de Natsu dentro de mí! Grité por la impresión y el shock de todo lo que sucedía, despertando a Natsu en el proceso, ¡Quién al verme comenzó a gritar de la misma manera que yo!
Comenzamos a movernos como locos intentando levantarnos, en algún momento entre todo ese movimiento sentí el miembro de Natsu salir de mi cuerpo y poco después sentí un líquido saliendo de mi entrada, derramándose entre mis piernas, lo cual me dio a entender que ya no era virgen.
Sabía lo que era ese líquido que sentía, pero no quería ni pensar en ello. En un movimiento brusco caímos de la cama, esta vez Natsu encima de mí. Vaya, ¡Ahora me dolía el cuerpo peor que antes!
Natsu se levantó de prisa y me veía con los ojos abiertos como platos, hubo un momento de silencio incómodo entre nosotros hasta que tuve que pedirle ayuda, me temblaba todo el cuerpo y no podía levantarme.
- Natsu... tú... ¿Me-Me podrías ayudar a levantarme?
Dije en voz baja, la verdad me daba vergüenza, no podía ni mirarle y estaba seguro de que mi rostro estaría igual o más rojo que el suyo.
-¿Eh? Ah, claro, claro. Ahora te ayudo, Gray...
Se acercó y me cogió en brazos, haciendo que me pusiera aún más sonrojado de lo que ya estaba, y me dejó sobre su cama ligeramente cubierto con la sabana, me había sentado en el borde del colchón.
- Yo… ¡Te prepararé un baño, traeré algo de comer y buscare alguna pastilla, no te vayas!
¡Claro que no me iría! No podía moverme bien y me dejé caer en su cama después de verlo salir del cuarto.
Me encontraba confundido, la verdad es que hace tiempo que Natsu me gustaba, claro que jamás se lo diría, seguro pensaría raro de mí, y no quería perder su amistad. Aunque después de esto no sé qué pasaría con nosotros...
Sentía toda clase de emociones mezcladas, sentía alivio de que mi primera vez hubiera sido con Natsu y no con alguien más. Al menos por Natsu sentía algo más allá de la amistad que teníamos, pero también sentía tristeza y frustración.
¡No podía creer que mi primera vez había sido estando ebrio! Ni siquiera podía recordar bien como había pasado...
Quizá había sido culpa mía y en cuanto Natsu recordara, le daría asco y se alejaría de mí, no quería que eso pasara pero seguro ahora me odiaría.
Natsu volvió y me dejó la comida y un par de pastillas que me ayudaron bastante a aliviar el dolor. Me preparó la tina y me ayudó a llegar al baño, después me dejó ahí para que me duchara solo y me prestó algo de ropa.
Al final, saliendo del baño y habiendo terminado de comer me sentía mucho mejor y decidí que sería mejor irme a casa.
No podía ver a Natsu a los ojos y apenas habíamos cruzado palabra, seguro estaba molesto conmigo y justo ahora no me sentía preparado para afrontarlo. Fui a casa a paso lento, llegando me tiré al primer sofá que vi y me quedé dormido.
Estaba seguro de que todo cambiaría entre Natsu y yo de ahora en adelante, y yo no quería pensar en eso ahora porque me entristecía, él me gustaba y ahora seguro no querría saber nada de mí.