Cuando Miyuki y Kuramochi se graduaron no esperaban terminar en la misma universidad, mucho menos que Mei fuera parte de su equipo. El pitcher de Inashiro les envió un mensaje que sonaba a amenaza
-Por fin jugaremos en el mismo equipo, mas te vale estar a la altura, ah y dile a Youichi que va lo mismo para el
Ambos habían suspirado y negando con la cabeza, tendrían que aguantarlo por cuatro largos años. Ninguno de los terminaba de entender que era lo que pasaba por la mente del pitcher. Había rechazado varias ofertas incluido el equipo de Masa-san. Al parecer Narumiya al no conseguir el título nacional había decidido que aun no estaba listo para las grandes ligas.
-pero una cosa es no esté listo y otra muy diferente que venga a fastidiarnos a nosotros -se quejaba Kuramochi mientras recorría junto con Miyuki los pasillos a su nuevo dormitorio.
-hahahaha seguramente el muy tonto ni cuenta se había dado que estábamos en el misma universidad. Además somos dos contra uno
-si, en eso tienes razón -Youichi golpeo su puño contra su palma -creo que tendré nuevo sujeto de pruebas ahora que Sawamura se ha quedado en Seido. Hyahahaha Mei no sabe lo que le espera
-hahahaha
Aun reían ambos cuando se detuvieron al reconocer la caballera rubia que les daba la espalda. Al oír sus voces se dio la vuelta y los veía con una mezcla de incredulidad y molestia
-Mei aun no empezamos y ya te está molestando algo. No tienes remedio
-¿ja? Mira los nombres de la habitación y después hablamos
Mei señalo la puerta que estaba detrás de él, Miyuki y Kuramochi se inclinaron para poder leer. Los integrantes de ese cuarto eran de primer semestre; Kuramochi Youichi, Miyuki Kazuya y Narumiya Mei… Los recién llegados tardaron algunos segundos en procesar aquella información.
-¡¿eehhh?! -ambos gritaron al mismo tiempo
-definitivamente algo muy muy malo debí hacer en mi otra vida para terminar con ustedes dos en el mismo cuarto
-no te hagas el santo Youichi, aquí la victima soy yo
-hahahaha no tengo ni idea que estaban pensando los entrenadores pero esto va a terminar muy muy mal
-Miyuki ponte serio ¿qué demonios vamos a hacer?
-nada somos los nuevos, no podemos exigir nada
-eso vamos a verlo -Mei soltó sus cosas y comenzó a caminar por el pasillo mientras se quejaba a viva voz. Kuramochi lo veía con incredulidad
-en verdad va a hacerlo -Miyuki no hacia más que carcajearse ante la reprimenda que le darían
Iba a mitad del pasillo, cuando la puerta que acaba de pasar se abrió de golpe, haciendo que el pitcher pegara un grito y saltara. Ante tal reacción Miyuki y Kuramochi comenzaron a reír y se doblaran de la misma. El chico que salió era más alto que los tres, tenía expresión severa.
-más vale que guarden silencio, tal vez fueron estrellas en sus equipos pero aquí son novatos y más les vale comportarse o la pasaran muy mal. Se perfectamente quien eres Narumiya Mei y te recomiendo no cometer el error de ir a reclamar algo que no vas a ganar o de lo contrario te aseguro que si tenías una posibilidad de jugar este año, esa esperanza se esfumara antes de que puedas decir Out. Ahora acéptenlo y desempaquen
Aquel joven era intimidante y obligo con solo mirarle a que Mei retrocediera y los 3 entraran al que sería su dormitorio por los siguientes 4 años.
…
Después de un mes, el entrenador en verdad estaba creyendo que esos tres no deberían estar en el mismo cuarto. No dejaban de pelear y discutir. Daichi, no dejaba de negar cada vez que esos tres comenzaban a gritarse, era el capitán y cuarto al bate y aun así esos tres ya le habían perdido todo el miedo, era más importante probar quien podía ganar en la discusión.
El entrenador sabía que eran buenos, por algo habían logrado entrar en el primer equipo en su primer año. Pero aquello ya era el colmo, no importaba la hora ellos no dejaban de discutir. Harto de la situación el entrenador tomaría medidas extremas, la temporada iniciaba en 3 semanas y no podía permitir esos comportamientos. Al final de la práctica matutina del sábado los mando llamar.
-Narumiya, Miyuki y Kuramochi su comportamiento es ridículo parecen peor que niños chiquitos. Por lo mismo o aprenden a comportarse o no van a dejar la banca en toda la temporada -los 3 se pusieron tensos al recordar la advertencia de Daichi
-haremos lo que...
-ni lo intentes Kuramochi, yo voy a poner el remedio. Ustedes 3 tienen prohibido salir de su dormitorio lo que resta del fin de semana y si no veo mejoras en su comportamiento lo haremos cada fin de semana por el resto de la temporada y se olvidan de jugar. Ahora fuera de aquí
Los tres recorrieron el camino hasta su habitación en completo silencio, Daichi los vio pasar con una ceja levantada parecía que el entrenador y sus métodos habían funcionado. Sin embargo en cuanto entraron a su cuarto los gritos comenzaron. El capitán rodo los ojos
-va ser un largo fin de semana para esos tonto
...
Pasaron algunos minutos gritando y culpándose sin llegar a ninguna solución, Mei estaba furioso pero sobre todo aterrado con la idea de no jugar. Kuramochi hacia otro tanto enfadado por los caprichos de Mei. El único que no parecía tan afectado era Miyuki, que no dejaba de carcajearse y sonreírse. Eso enfurecía aun mas a Mei, que deseaba verlo fuera de sí y por lo mismo no se fijo en lo que dijo
-apuesto a que no te atreves a besar a Youichi -por un instante reino el silencio antes que Kuramochi replicara.
-¿estás loco? ¿Qué te pasa? -Miyuki se encogió de hombros
-claro que puedo
-¿qué? -y antes de que agregara otra cosa Miyuki tomo del cuello a Kuramochi y lo beso
Mei no esperaba que lo hiciera y tenía la boca abierta
-yo ya lo hice y ¿tu? ¿Te atreves? -completamente sonrojado Narumiya apretó los puños y también beso a Kuramochi pero solo fue un roce. Youichi no acaba de procesar lo que estaba pasando y cuando lo hizo no se quedo atrás
-¿por qué demonios me ponen en medio? ¿Por qué no se besan ustedes?
-bien -tal como lo hizo con Kuramochi, Miyuki beso a Mei
Los tres se miraron antes de que una sonrisa apareciera en el rostro de Miyuki
-vamos Kuramochi tú no te atreves a besar a Mei
-¿a no? -Youichi se movió bruscamente y tomo a Narumiya de la playera y lo beso. Un poco más intenso que cuando Mei lo había hecho.
Las sensaciones comenzaban a abrumarlos pero Mei no estaba complacido, Miyuki seguía sin perder sus estribos
-si tan fácil se te da, cámbiale la expresión a ese idiota besándolo
Ahí fue cuando las cosas en verdad se pusieron intensas. Kuramochi se acerco a Miyuki y con la lengua recorrió los labios del catcher, el cual los entre abrió para dejar entrar a Kuramochi, el beso se volvió profundo y casi como una de sus peleas, ninguno cedía y sus lenguas se movían de pronto al ritmo de uno y después al ritmo del otro. Las manos de Miyuki se deslizaron desde su espalda hasta su trasero donde apretó un poco, provocando que Kuramochi gruñera mientras el enredaba sus manos en los cabellos del otro.
Mei que observaba, empezó a sentir cierta incomodidad en sus pantalones, deseaba ser parte de aquello. La discusión había quedado atrás y ahora solo se trataba de ver quien se atrevía a ir más lejos. Los otros dos se separaron para tomar un poco de aire, pero inmediatamente volvieron a besarse esta vez con más necesidad. Con el calor a tope Mei los empujo para ser el que pudiera besar a Miyuki mientras movía su mano hacia la parte baja de Kazuya y notaba que aquella parte estaba despierta.
Miyuki estaba sorprendido de lo que hacia Mei pero ya sus sentidos estaban embotados y no pensaba con claridad. Sin perder el tiempo comenzó a quitarle la playera al rubio bajo la atenta mirada de Kuramochi, que no parecía muy contento con la idea de ser dejado de lado. Antes de darse cuenta la ropa estaba desperdigada por toda la habitación. Nadie podía negar lo bien trabajados que tenían sus cuerpos, Mei delineaba con sus largos dedos el abdomen de Kuramochi mientras este tenía una de sus manos en su entrepierna y la otra en su trasero. Los gemidos de Mei no eran tan escandalosos como había esperado Miyuki, que estaba disfrutando de la piel bronceada de Kuramochi. Al catcher le parecía divertido como Youichi por más placer que estaba sintiendo se limitaba a gruñir. Al parecer aun estaban conscientes que estaban en los dormitorios.
Ninguno entendía como de estar discutiendo habían terminado en aquello, Mei sentía como la mano de Youichi subía y bajaba provocándole un placer que hacía tiempo no sentía, sentía la electricidad recorrer su cuerpo y la vista nublada. Cuando sintió que ya no podría mas, hecho la cabeza hacia atrás y dejo escapar un solo gemido antes de manchar la mano de Youichi.
Agotado se dejo caer en el suelo del dormitorio para calmar su respiración. Giro su cabeza para contemplar como los otros dos aun estaban enredados, las piernas de Kuramochi estaban en las caderas de Miyuki mientas las manos del catcher apretaban ligeramente las caderas del campo corto, se movían al mismo ritmo mientas se besaban y ahogaban sus gemidos en los labios del otro. A Mei le quedaba más que claro que entre esos dos había más que amistad, con el mes que ya había pasado con ellos se daba cuenta que ninguno de los dos era del todo consciente, tal vez después de aquel fin de semana, sus cabezas conectaran los puntos.
Ni Miyuki ni Kuramochi se imaginaban lo bien que se sentía estar con el otro, el placer les recorría en oleadas y estaban seguros que podían seguir así por un largo rato, sin embargo una descarga eléctrica los recorrió con mayor intensidad anunciándoles que no duraría mucho mas. Ambos tocaron el punto más alto de placer al mismo tiempo, Miyuki apego aun mas a Youichi mientras que Kuramochi arqueaba la espalda. Kazuya permaneció dentro de Kuramochi mientras regularizaba su respiración. Ambos se dejaron caer también sobre el piso que estaba frio y era refrescante. Kuramochi se sonrió al ver la expresión de Miyuki y se giro para mirar a Mei que ya estaban más calmado
-creo que lo conseguí…
Mei giro la cabeza sin entender, Kuramochi señalo a Miyuki, que tenia la vista algo nublada y se mordía el labio. Mei frunció el seño y Miyuki y Kuramochi se carcajearon…
…
El equipo creyó que el método del entrenador había funcionado, los tres novatos ya no peleaban tanto o por lo menos ya no lo volvían en todo un evento. Lo único que no terminaba de encajar eran las ligeras marcas que se asomaban de sus uniformes y ninguno de los tres se había atrevido a explicar…