Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

TIARA por Karenlauren

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

A la mañana siguiente admiré mi rostro en los trozos del espejo roto… No me gustaba mi expresión, frunciendo el ceño me grité:

- ¿¡Y a quién le importa!? Tampoco es como si les hubiera gustado des de un principio… Siempre he sido solo yo… sola…

- Ino Yamanaka, puedes acompañarme. – Seguí a la vieja de pelo gris recogido en un moño hasta el despacho del director.

¿Qué pasa aquí?

Había una atmosfera rara a través de la sala.

- Ella es Ino Yamanaka. – Me presentó la señora mientras todos me miraban como si fuera un mono de feria.

- ¿Me habían llamado? – me giré al reconocer esa voz, esa sirvienta…

- La señorita Ino Yamanaka ha dicho que alguien entró en su habitación, destrozó su ropa y tuvo que ir al dormitorio de los prashian a que le dejara algo la señorita Konan. – Si, yo era inocente… - ¿Es cierto?

- No, eso nunca ha ocurrido.

- ¿¡QUÉ!? – grité fuera de mis casillas ante tal desfachatez, ¿Cómo se podía mentir de tal manera?

- No ha pasado nada, podéis ir ahora a comprobarlo… Está limpia y ordenada.

- ¡HEY! ¡¿Cómo puedes decir que la habitación está limpia?! ¡¿Acaso estás ciega o me estás llamando mentirosa!?

- ¡Basta! – el director miró a la sirvienta – Puedes irte. – Luego se giró hacia mi – Ese ha sido el testimonio de la criada a cargo de tu habitación, ¿algo que añadir?

Antes que pudiera decir nada la vieja que me había traído hasta el despacho se me adelantó.

- ¡lo sabía! Tener a una mascota aquí no solo es una mala influencia sino que además da mala reputación a la escuela. Ella no debería estar aquí.

Apreté los puños en silencio.

- Lo de la otra noche tan solo fue una muestra de su incompatibilidad al estar aquí, he visto más actos inapropiados con otros estudiantes y no soy el único que ha presenciado tales actos. –Declaró el presidente del consejo estudiantil de los Prashian. – Aún si ella ha entrado aquí con el respaldo de un prashian, creo que no debería haber sido aceptada.

- El rumor de una mascota ya se ha expandido… - dijo un profesor.

- Esto ya pone en juego el honor de la escuela… - dijo otro…

- Yo, recomiendo la expulsión de Ino Yamanaka.

Tan solo hubo un momento de tensión por toda la sala pero yo pude respirar tranquila, por fin… después de tanta humillación ya lo habían soltado…

- ¿Ese es el veredicto? – el Director juntó las manos por encima de la mesa. – Si es así, me veo obligado a declarar a la señorita Ino Yamanaka oficialmente…

- ¡Hay una llamada urgente!

- Ahora vuelvo. – El director se levantó y fue a atender la llamada a otra sala.

Era normal, aunque por dentro sentía una rara opresión decidí ignorarla… ya no importaba… volvería a ese frío y hermoso lugar… una cárcel personal.

Cuando volvió levanté la cabeza de golpe al oír sus palabras:

- Esperamos que te conviertas en una alumna ejemplar, Ino Yamanaka.

Miles de quejas se alzaron en protesta pero yo no podía estar más atónita… ¿Había un rayo de luz? ¿Me había creído? ¿Así de golpe?

- No me preguntéis más, - dijo el Director retirándose a sus estancias. – No yo tan siquiera sé que ha pasado pero no vamos a volver a tocar este tema, ¿entendido?

Cerró la puerta ignorando todo rastro de queja o protesta.

¡LUCKY!

Les ignoré a todos, ya no pintaba nada allí…

Al salir me topé con Naruto que vino corriendo al verme:

- ¡Ino! – Se paró delante de mí, jadeando - ¿Qué ha pasado, el resultado?

Antes que pudiera decir nada puso una carita de deprimido y dijo:

- Esta claro, para estos casos el resultado es la expulsión… - se giró a mirarme - ¿Tienes algún otro lugar al que ir? ¿Has encontrado algún otro Prashian o te han dado alguna recomendación para ir a alguna otra escuela? Si, probablemente es eso… Tienes muy buenas notas así que no podrían echarte sin más, en algún lugar te tienen que aceptar, si. ¿A qué reino irás? A mí ya me han expulsado de Jeo y Orden así que no puedo ir allí pero…

- Naruto, parece que tienes muchas cosas que decirme pero es tan largo que no estoy entendiendo nada… Ah, si, lo del resultado… - le sonreí mientras me daba la vuelta para irme – No-Me-Han-Expulsado! – dije moviendo graciosamente el dedo índice de un lado a otro.

Naruto se quedó de piedra:

- Pero… ¡Eso no puede ser! Toda la escuela está hablando de ello…

- Yo también lo pensé, sabía que me iban a expulsar pero al final no.

Supongo que la persona que había llamado era mi amo… ¡No puede ser! No sé mucho se este mundo pero  estoy segura que un solo Prashian no me podía haber sacado de este lío. Parecía que el Presidente había sido forzado a tomar esa decisión pero quién le habría llevado a hacer eso?

Quizá mi amo tiene muchísimo poder político… hmm… que mal…

Mientras Ino y Naruto hablaban, Neji estaba reunido con el presidente del Consejo Estudiantil de los Prashian quién le encargó una misión muy peligrosa. Debía proteger a la mascota en el baile.

 

 

 

 

 

Miré el armario pensativa mientras hablaba en voz alta:

- Maldita Karin… ¿Lo has quemado todo hasta los cimientos, eh? No ha dejado ni un vestido sin destrozar, la fiesta empieza esta tarde… - me senté en la cama – Así que… nunca hubo esperanza para que yo fuera…

Unos suaves golpes en la puerta me distrajeron. Me levanté con curiosidad y fui a abrir.

- ¿Quién es?

- Señorita Ino, ha llegado un paquete para usted. – dijo la voz des de la otra puerta.

¿Un paquete? ¿De quién?

Abrí la puerta con curiosidad y vi en el suelo un paquete, miré a mi alrededor pero el pasillo estaba desierto… ¿estaría oyendo voces y viendo cosas?

Entré el paquete en la habitación y lo abrí cuidadosamente pero todo rastro de delicadeza se fue a tomar viento cuando vi un precioso vestido rojo con encaje blanco que tenía unos pliegues preciosos que caían des de la cadera,  resaltando mis caderas, mientras que el escote era precioso, en forma de v con encaje blanco alrededor, los tirantes eran al estilo griego… al igual que todo el vestido. 

Salté encima de la pieza de ropa y me la puse, ansiosa, por ver cómo me quedaba.

Nada más terminar me miré al espejo… parecía una diosa…

- ¡Ino! ¿Estás ahí? Voy a entrar.

Naruto se quedó parado en la puerta al verme. Le miré por encima del hombro, creo que realmente podía hechizar con ese vestido.

- ¿Y ese vestido? – me preguntó más serio de lo normal.

- Lo acabo de recibir, de un paquete… por cierto ¿para quién es ese?  - él enseguida lo escondió en su espalda, enrojeciéndose, nervioso.

- N-no es nada e-s-special… - empezó a tartamudear y de tanto movimiento brusco terminó cayendo el paquete al suelo y abriéndose, dejando entrever un maravilloso vestido blanco… parecía hecho por y para un ángel.  Él lo miró mientras lo recogía del suelo con sumo cuidado y cariño. – Pensé que te quedaría bien cuando lo vi, pero parece que ya tienes uno así que no lo necesitas.

- Aún así me lo quedaré, si no te importa – Sonreí mientras él enrojecía aún más si era posible y su mirada vagaba nerviosamente por la sala de un lado a otro.

- Bu-bueno hay que prepararse para la fiesta, ¡vamos!

Asentí mientras me quitaba el vestido y lo volvía a guardar en su cajita, fuimos a su habitación y allí nos preparamos.

 

 

---- EN LA FIESTA ----

 

Cuando entramos me sentí el alma de la fiesta, pero me mostré indiferente. Naruto iba con un traje precioso de colores blanquecinos con un pañuelo anaranjado, yo iba a juego con él con mi vestido rojo… parecíamos dos delicadas muñecas de porcelana… que se podían romper en cualquier momento.

Todos murmullaron como marujas al vernos entrar, estábamos hermosos, parecíamos de otra dimensión.

Enseguida vi a Karin, me la quedé mirando y pasé de largo. Oyendo con satisfacción sus quejas:

- ¡Hey, espera! ¿Por qué te vas? – Hasta se levantó para perseguirme. – Has visto mi nuevo collar y te ha entrado envidia de repente, ¿verdad?

Me giré y miré esa exageradamente grande piedra.

- Tu cuello se va a romper… esa piedra es… exageradamente grande. – La miré con una pequeña sonrisita de lado – Bueno, como tu belleza natural no está de tu lado supongo que necesitas esa piedra para que la gente se fije en ti. Que problemático…

Me giré y la dejé ahí plantada mientras soltaba una retahíla de maldiciones por lo bajo y se ponía cada vez más roja.

Lo que yo no sabía era que esa piedra era mía.

Naruto y yo nos sentamos a descansar un rato.

- Supongo que si hemos conseguido llegar hasta aquí, no tendremos problemas.

- Pero, está realmente bien dejar las cosas acabar así?

- no te preocupes, nuestra belleza les ha deslumbrado de tal manera cuando hemos entrado que no creo que nos molesten. Para ellos ahora mismo somos dos dioses del Olimpo a los que deben evitar a toda costa.  – Le miré diferente… - Nadie nos va a querer sacar a bailar así que solo tenemos que matar un poco el tiempo aquí.

- Eres más listo de lo que pensaba… - él soltó una risita nerviosa…

- ¿gracias? Supongo…

- Neji. – Dije el nombre del galante con un traje oscuro que se acercó tendiéndome la mano para sacarme a bailar. Como si de un hechizo se tratara, no pude rechazarla... Ignorando mi corazón, que dio un salto al recordar sus crueles palabras que no podían dejar mi mente…

- La música está cambiando, ¿puedo bailar contigo?

… dejé que me llevara hasta la pista de baile.

Entonces fue cuando me desperté de golpe. Me puse rígida en sus brazos y busqué a Naruto con la mirada, no sabía bailar! ¡Se me daba fatal! Retiro lo dicho… ¡Naruto es un idiota!

- ¿Sabes lo básico?

Mierda.

- D-de ¿Bailar? – dije sorprendida.

- ¿A qué viene esa expresión?

- Bueno… - no me preocupé, después de todo, iba a bailar con Neji así que… - no, voy a encargártelo a ti.

Cuando me cogió por la cintura sentí como si flotara en el aire, dando vueltas por una nube de ensueño.

Como si estuviera en un maravilloso trance, de hecho mi piel empezó a adaptar un suave resplandor sin que yo fuera consciente pero antes que fuera descubierta mi verdadera naturaleza, Karin me pisó el vestido y me dio un empujón a la vista de todos…

Caí encima de un pastel y unas copas de vino que había al lado de la pista de baile justo cuando Naruto entraba en la sala. A punto de verme totalmente cubierta de comida mientras mi rostro se tornaba de cristal y esa luz se apagaba.

Se acercó corriendo hacia mi mientras Neji me miraba con reproche, sabía perfectamente lo que decía su mirada en esos momentos.

- ¡Ino! ¿Estás bien?

Me lamí el pastel del guante comprobando que era de chocolate y le respondí con indiferencia.

- Estoy bien, tampoco es para tanto… no hace falta que grites…

- ¡¿Qué no es para tanto!? – Dijo Karin a mi lado, más enfadada que antes - ¿¡Eso es todo lo que puedes decir en una situación como esta!?

- ¡Tú me has empujado! – la culpé mientras su propio rostro la delataba pero reaccionó demasiado tarde.

- No t-tienes pruebas!

Neji miró a su alrededor y comprobó con miedo como la Presidenta le miraba… Había una amenaza en sus ojos que no quería que se cumpliera así que con resentimiento y obligación le puse la chaqueta a  Ino, cubriéndola.

- ¿Cuánto tiempo vas a estar ahí?

- ¡Neji! – ella me miró raro… era como si… no podía descifrarlo pero no podía ser bueno. Y me alteraba.

- ¡No me mires así! Estás rara. – me dijo Neji pero no podía creerlo, llevaba su chaqueta… empecé a olerla, el olor de Neji…

- ¡No la huelas! – me gritó con un ligero sonrojo que, a mis ojos, le hizo más bello que nunca.

- Ahh~ que tímido…

- Ino, deberías cambiarte. – Dijo Naruto acercándose a mi.

- ¡Ehhhh? Pero si llevo la chaqueta de Neji…

- ¿Y mi vestido? ¿No te lo pondrás? – Una luz se encendió en mi cabecita, salí corriendo hacia la puerta gritando que enseguida volvía.

Sin saber que pelo de rana me estaba siguiendo. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).