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El Hijo de Jafar por LILITH_HIWATARI

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Notas del capitulo:

 Cuando Carlos fue abusado todos perdieron la cabeza, pero Jay es igualmente abusado y nadie dice nada, osea Jay fue manipulado y quedo tan trastornado que el realmente piensa que tener sexo con alguien le hace sentirse querido, pero claro dejen que Jay tenga su trauma en paz y solo maldíganme por Carlos ¬¬.

 

Que acaso yo fui la única que se preocupó que Lonnie tuvo que hacer el reporte sola… SOLA… chicos  no dejen a sus compañeros con todo el trabajo o se irán al infierno donde no hay yaoi.

 

Sé que me alargue aquí pero, deben ver la película Corazón de tinta, joder cuando el  hombre hace fuego me dije “Así debió hacerlo Jay” 

Capítulo 13: Mal augurio.

 

“Cual fuego de infierno,

Me quema el corazón.

Impuro deseo,

Maldita tentación.

 

Mi culpa no es  si me embrujó   

Fue la gitana quien la llama encendió  

Mi culpa no  si he actuado mal,

Pues es más fuerte el demonio que el mortal.”

 

 

Jay estaba furioso todos era unos mentirosos, Auradon  el lugar donde se suponía abundaban las personas de buen corazón, seres manipuladores diría él y esos niños villanos ellos eran los peores de todos usando su magia, por Alá la reina Leah estaba en lo cierto ellos eran peligrosos, causarían un desastre tal vez no la caída de los reinos como lo demostraron en la coronación pero simplemente no eran de fiar, tal vez eso era lo que esperaban, tenían planeado apoderarse de ellos, claro   porque Mal entregaría la varita a su madre para que esta gobernara el mundo si ella como reina podría hacerlo, sobre todo con Ben, ese chico era demasiado manipulable, solo hay que recordar la forma en la que Audrey lo manejaba cuando salían, o si Mal era terrible, ella y sus amigos lo planearon todo y Carlos su adorable Carlos…

 

No el bastardo que le engaño mejor dicho, ese chico que se atrevió a robar su corazón con engaños, con mentiras con una jodida poción de amor, el joven que creyó que podría hacerse de su reino, oh cuánta razón tenía su padre, el jamás debió acceder a esos sentimientos, no, no cuando tenía la posibilidad de tener todos los cuerpos que deseara en su reino sin la necesidad de ser engañado.

 

Así que él no lo pensó dos veces, la ira dentro de el hervía y aun cuando ansiaba venganza, deseosa de esparcirse y consumirlo todo hasta las cenizas lo pensó mejor, regreso entonces a su habitación levantando todo con su magia, limpiando cada rastro de ira en ella y después de eso partió.

 

Regreso a su amado reino, tomo lo único que le importaba, aquella alfombra y partió sin dar explicaciones, sus sirvientes se encargarían de recoger sus demás cosas, solo para no levantar sospechas claro está, pues él pensaba quemar todo aquello que le recordara su estadía en Auradon, todo lo que hubiera tenido contacto con ese niño.

 

Y Jay regreso a su palacio muy temprano al día siguiente, el viaje había sido largo y nada cómodo y miles de sirvientes le rodearon de inmediato y otros más le mimaron como de costumbre, por suerte para ellos, el frío del desierto había tranquilizado su ira o ellos hubieran pagado inocentemente sin culpa alguna, así que se dejo llenar de atenciones, se permitió sentarse entre mullidos cojines y ser alimentado por aquellas chicas que solo buscaban su aprobación, se dejo  sumir entre  el alcohol del vino y las delicias de la comida, se perdió entre aquellas suaves manos que acariciaban sus músculos dolidos, Jay lavo su dolor entre cuerpos ajenos aquella mañana, perdiéndose entre aquellas sensaciones, fingiendo todo el tiempo que era amado.

 

Cuando despertó, cuando aquella “celebración” por su llegada llego a su fin y esas hermosas jóvenes aun se aferraban a su cuerpo casi en desnudes el les empujo, les grito con fiereza y lanzo lejos de su piel, Jay se sintió sucio, pues en su corazón él había traicionado a Carlos.

 

Carlos De Vil, el chico que le engaño, y entonces la ira se hizo nuevamente presente y tras levantarse y cambiar de ropas, luego de negar aquella audiencia con su madre y evitar todo contacto con Genie, aquel Sultán decidió planear su venganza, el tomaría aquel reino que tanto temió su padre, podía ahora cuando conocía los secretos, cuando sabía exactamente la cantidad de fuerza que este poseía, cuando descubrió que lo único que podía detenerle se encontraba en un triste museo, o si, el mandaría a su mejor hombre o mejor dicho, mejor mujer, entonces destruiría aquel reino, tomaría para sí, ganaría aquel vasto territorio solo para cumplir el sueño de su padre, y Carlos, ese pequeño bastardo sufriría entonces, porque sería ahora él quien se postraría a sus pies para implorar por la vida de esas chicas y Jay, el se deleitaría con el dolor bien merecido en aquellos marrones ojos.

 

 Y sus consejeros trataron de detenerle, hacerle entrar en razón, mas la palabra del Sultán era ley y aun cuando uno que otro insinuó traicionarlo, aquello no llego muy lejos muy pocos lo sabían, incluso Jay lo desconoció hasta ahora pero cada intento contra su persona, cada plan para derrocarle siempre fue detenido antes de empezar, y si la víctima era encontrada envenenada antes, ahora una garganta cortada era su final.

 

Los días se volvieron semanas, aquellas noches se tornaron llenas de soledad y el recuerdo de aquellos dulces ojos chocolate le atormentaron sin descanso, ni siquiera el regazo de aquella hermosa mujer pudo traerle buenos sueños, el necesitaba volver a sentirse así, sentirse amado, querido.

 

Así que en su dolor cometió mas locuras, si el romper un montón de tratados  comerciales con Auradon no fuera suficiente, el Sultán de Agrabah tenía un nuevo decreto, entonces sus guardias reales, aquellos que protegían la ciudad ahora la saquearon, y entraron en casas sin pedir permiso, allanaron cada templo y hogar sin importar la posición, pues todo aquel bajo el reinado del Sultán debía prestarse a sus deseos, y así el tomo algo valioso de sus ciudadanos.

 

Miles de jóvenes de todas las edades fueron llevados al palacio, aquellos sin importar su sexo pero con una cosa en común, aquella pureza que tanto anhelaba, porque Jay no se sentiría traicionado por poseer algo que nunca fue tocado, y aquella hermosa mujer descarto a todos aquellos que creyó indignos de su majestad y muchos otros fueron despedidos por el propio Sultán, aquellos que eran demasiado jóvenes o cuyos ojos fueran igual de hermosos de los de su Carlos.

 

Jay se dejo perder nuevamente en aquellas sensaciones, se dejo caer en la bruma del placer, aquel que le hacía sentirse amado falsamente, y cada noche la paso con alguien diferente, a veces dos o tres eso no le importaba, y cada noche dejaba el lecho para evitar despertar junto a ellos, siempre lejos de su alcoba personal, siempre para regresar a los brazos de aquella que le acunaba con amor, siempre negando el dolor por traicionar a su corazón.

 

**********************

 Ben sabía muy bien que su relación con Mal no era del todo estable, el podía ver aun la duda en sus ojos cuando le decía lo mucho que la amaba, la tensión en su cuerpo cuando le abrazaba y sobre todo lo esquiva que podía ser cuando intentaba besarle, pero él era un caballero después de todo, el sería incapaz de obligar a la chica a hacer algo que no quisiera, aun cuando se muriera de ganas por besarla, además sabia de Jay ya que como eran mejores amigos se contaban todo, lo cual era un sufrimiento ya que su buen, aun que ahora que lo pensaba no tan buen amigo si este solo iba a presumir todas sus conquistas con todas aquellas chicas que ligaba todo el tiempo, el caso es que el sabia por experiencia de Jay que al igual que Mal, Carlos no era muy abierto ante al afecto físico y si tal vez eso se debía en gran parte a crecer en la isla, donde no quería imaginarse los horrores que vivieron, pero mentiría si no admitiera que estaba frustrado.

 

Él  ahora Rey  estaba completamente frustrado por que su novia apenas si pasaba tiempo con él, y es que solo miraba a Jay  el estaba pegado a Carlos y joder incluso después de la coronación ambos eran mucho más cariñosos entre ellos, varios los habían visto besándose aun cuando eran muy reservados, supuso que sería idea de Carlos, ya que Jay era un exhibicionista con sus novias, pero ellos iban  a citas, cenas y bueno compartían la habitación, si Ben estaba completamente celoso de que su buen amigo Jay tuviera tanta felicidad mientras que el aun siguiera tratando de convencer a la chica que amaba que aquello era real y no solo un acto de caridad.

 

A veces realmente los envidiaba, sobre todo ahora cuando sus miedos se hacían más grandes porque temía que esa chica le dejara, que tal vez ella solo se sintiera confundida por ser tratada  tan gentilmente por el o peor aun se sintiera comprometida, después de todo fue gracias a él que ella y sus amigos estaba fuera de la isla, Ben estaba tan perdido en su autocompasión que casi pierde el sonido de la puerta llamándole, así también como a la chica que entraba con suavidad a su habitación y miraba por encima de su hombro aquel informe en blanco que se suponía debía terminar.

 

-          Ya casi lo tienes Benny booo – bromeo la joven justo sobre su hombro sorprendiéndole.

-          Mal…. ¿Qué haces aquí? – le miro confundido pero extrañamente feliz por tener a la chica que literalmente ocupaba sus pensamientos.

-          Vengo a pasar tiempo con mi novio ¿no es eso lo que se acostumbra? – pero la chica simplemente se cruzo de brazos y le miro molesta, si esa era la Mal que él conocía.

-          Si… es solo que me sorprende – sonrió emocionado, levantándose de inmediato para cederle la silla, mas aquella joven se paseo por el cuarto admirando la decoración.

Mal  había sido echada literalmente de su habitación, después de que Carlos saliera deprisa de esta  tras ser avergonzado por Evie, y de quedarse dormida por la charla sin sentido de esta,  Evie la cuestiono, pues le echo en cara que a diferencia que su hermano ella no actuaba como una novia y bueno si está bien cúlpenla, pero es que ella no tenía la culpa, literalmente tenia cero experiencia en el campo amoroso por lo que no sabía muy bien actuar eso y que ella dudaba.

 

Así es Mal, la hija de la emperatriz del mal dudaba, temían a aquellos sentimientos que poco a poco se acumulaban en su pecho, aquellos que le hacían vacilar, porque a pesar de haber aceptado públicamente el querer estar con Ben ella mentía, mintió al mirar a ese Rey tras aceptar su amor, fingió sentir lo mismo dejándose llevar como un barco por la corriente, ella temió que aquel joven al sentirse rechazado quitara todo su apoyo y protección para con ellos.

 

Por eso es que Mal mentía, por eso es que aun se estremecía al ser abrazada, por eso es que aun se rehusaba a cualquier beso de Ben, no es que ella realmente creyera que Ben fuera tan ruin como para regresarles a la isla solo porque ella no lo aceptara pero difíciles son las costumbres en perderse y ella aun no podía confiar completamente en ese  rey, no cuando de ella dependía la seguridad de su familia, no cuando Evie y Carlos estaban en peligro también.

 

Mal había aceptado al joven rey solo para mantenerles a salvo, o al menos eso fue lo que se dijo al principio, eso es lo que ella realmente pensaba, porque al pasar los días, al tratar mas a ese joven e ir aprendiendo poco a poco lo que es ese sentimiento llamado amor, se le hacía más difícil ver la diferencia entre fingir y realmente tener miedo a arruinarlo, porque ella siendo una villana no sabía cómo amar, pero en lo más profundo de si ella quería aprenderlo con Ben.

 

Entonces Evie la había echado de su cuarto alegando pasar tiempo con su novio, pero ella prefirió postergarlo, vago por la escuela asustando a las princesas que aun le temían solo por ser la hija de Maléfica, saludo a Audrey quien aun la miraba con cortesía fingida, al menos ahora era más sutil y tuvo una fructífera conversación con el Hada madrina sobre su magia y demás, pero al final ella se encontró con la habitación de su novio y se decidió a pasar el rato con el, a demostrar que realmente quería hacer eso, aprender a amar.

 

-          ¿Entonces que hace un Rey en su tiempo libre? – intento conversar ella  mirando las fotografías que tenía el joven cerca de su escritorio, fue ahí que una fotografía le llamo la atención, aquella que mostraba a dos chicos totalmente irreconocibles, era Jay y Ben pero ninguno de ellos parecía lo que eran ahora, la foto no pudo tener mucho tiempo puesto que eran idénticos pero sus posturas mostraban otra historia diferente, aquel gran Sultán de Agrabah vestía el típico atuendo que todo monarca debía lucir, incluso aquella corona mas su postura rígida junto a la distancia bien marcada con el que debió ser en su momento un príncipe dejaba el mensaje claro, ellos no eran amigos en ese momento, Ben por otro lado lucía un traje igualmente impecable pero no existía ninguna sonrisa en sus labios, su mirada parecía igual de analítica que la del otro joven y ambos parecían más bien obligados a estar ahí – Veo que tu si sabias que era un sultán – cambio de inmediato la conversación notando como el joven se acercaba a ella.

-          Jay no quería ser tratado diferente – respondió de inmediato tomando aquella fotografía entre sus manos recordando aquella vez en la coronación de Jay cuando la tomaron  y como la guardaba por que según Ben era la única ocasión donde vio a Jay vestido como un verdadero Sultán -se supone que nadie en la escuela lo sabia… nadie además de la realeza.

-          Así que lo conoces bien – Mal volvió a cruzarse de brazos mientras le miraba críticamente, aquella que decía “sabré si me mientes” y bueno Ben realmente no iba a mentirle - ¿qué tan confiable es?

-          El es muy confiable – Ben de inmediato defendió a su mejor amigo, bueno pude que Jay fuera un poco mujeriego, bromista y tal vez tenía un temperamento de los mil demonios, pero Mal no tenia por que saber eso.

-          Está saliendo con Carlos solo me aseguro – la chica intento esconder su interés por la seguridad de su hermano, pero vamos ella le protegió por varios años en la isla e incluso ahora se sentía responsable por él, Mal no dejaría que un Sultán le lastimara.

-          Te preocupas por el – Ben sonrió con tristeza, pensando como su novia solo había ido ahí, como ella solo pasaba tiempo con él para saber más sobre Jay, para asegurarse que Carlos estuviera seguro.

-          Quien más va a cuidar de su escuálido trasero – mas ella no noto la mirada en el joven Rey pues sus pensamientos volaron a aquellos días en la isla -el es mío – murmuro sin querer olvidando el lugar donde estaba.

-          ¿Tuyo? – aquello hizo reaccionar al joven que de inmediato le miro confundido por el término de su novia.

-          Es una cosa de la isla… no importa ya – intento restarle importancia mas la mirada devastada de Ben le dijo que era hora de confiar, no ella ya confiaba pero necesitaba demostrárselo - era difícil mantenerse a salvo – explicó, asegurándose de que aquel chico escuchara todo, sentándose antes en la cama siendo seguida por el joven - la gente me respetaba, le temían a mi madre y bueno… si le pertenecías a alguien mas era difícil que te tocaran.

-          Realmente te importan ellos verdad – Ben comprendió una cosa en aquel momento, no es que los chicos no supieran amar, no es que Mal no pudiera amarle o no le amara ya, era que simplemente esos niños temían, tenían miedo de ser dañados que por esos se cerraban al mundo y aquello le entristeció mucho, pero por otro lado le alegro, porque ahora, aquí en Auradon ellos estaban a salvo y si Mal podía amar a esos chicos, porque ella ya lo hacía aun que no lo supiera entonces Ben se esforzaría mas para ganar su corazón.

-          Ellos son todo lo que me queda ahora – acepto en un momento de debilidad, porque realmente se dio cuenta que quería esto, sentirse así, libre, pero sobre todo quería ser amada por Ben.

-          Me tienes a mi también Mal – y todas las dudas que alguna vez albergaron su corazón sobre el amor de aquella chica quedaron despejadas en un instante, pues aquella que no sabía amar, la hija del dragón actuó por primera vez como le dictaba su corazón, ella se inclino  con suavidad, tentativamente y le beso, no fue un beso largo ni espectacular, fue torpe y totalmente lleno de miedo, ese era un beso de prueba, uno con el cual ella quería encontrar una respuesta.

-          Como sea – aquella joven se alejo sonrojada luego de su osadía cambiando de tema -¿Cómo le conociste?

-          Cuando le di la bienvenida a la escuela – Ben tardo varios segundos en responder, pues aquel beso aun vibraba en su sus labios, tratando de recuperarse de aquel golpeteo de su corazón ante el afecto de aquella joven que con mejillas sonrojabas evitaba su mirada, así que Ben le entendió, comprendió su miedo pero también su valentía por superarlo y se prometió que la próxima vez que sus labios se tocaran sería perfecto que nunca lo olvidarían.

-          ¿Le das la bienvenida a todos?... eso es muy desalentador me sentía tan especial – fingió tristeza aquella chica reprimiendo una risa.

-          No, no a todos… en realidad fue idea de mi padre, el traerlo a Auradon, el que yo me hiciera su amigo -  entonces la risa de Mal se apago y todo su rostro se convirtió en confusión para incitarle a continuar la historia - Mi padre dice que puede llegar a ser muy peligroso, su padre fue el genio que trajo a tu madre y los demás habitantes de la isla a la vida – explico tranquilo – si Jay se sale de control podría causar una catástrofe, por eso mi padre me encomendó acercarme a él – confesó su pequeño secreto – ahora que soy Rey debo ser consciente de todo lo que podría causar daño a mi pueblo.

-          ¿Le temen? – Mal se sorprendió ante la revelación, puesto que aquel reino con un poder tan grande temía aun simple chico - te entiendo su magia es muy fuerte pudo contra uno de los hechizos de mi madre…

-          No… yo no le temo, el es mi amigo – Ben de inmediato intento explicar aquella confusión, el no le temía, el solo quería ser sincero con Mal y decirle como fueron las cosas - mira se que tal vez esto empezó como una orden de mi padre pero – el quería que entendiera, que aun cuando no todo empezaba bien podía terminar mejor - pero se volvió real nuestra amistad… Jay es – suspiro mirando al frente de su alcoba recordando la razón, la verdadera razón por la que él le convención de regresar a Auradon luego de su coronación, luego de la muerte de Jafar - es un gran chico y un buen amigo.

-          El hijo del genio que puso a mi madre en la isla – continúo ella por él, temiendo, sintiéndose intimidada por el medio genio que aun sin la pureza en su sangre podía enfrentar a su madre y salir ileso.

-          Se lo que piensas y el jamás le haría daño a Carlos – Mal debió mostrar todo aquel temor, todas aquellas preocupaciones y por Dios  el jamás le contaría las circunstancias de la muerte de Jafar o ella podría sacar sus conclusiones.

-          Por su bien que así sea Benny booo – mas su novia termino con aquella sonrisa llena de burla y las risas se hicieron presentes y las bromas nuevamente se intensificaron, planes nuevos para una futura cita e incluso se tomaron de las manos sin decir o hacer nada solo ahí, recostados en la cama de una habitación, dándole la oportunidad a Mal, a aquella joven de realmente escuchar los deseos de su corazón.

**********************

Jazmín no había visto tan abatido a Jay en mucho tiempo, no desde que Jafar murió, no cuando esa frágil relación que tenia con él se rompió, y le vio cometer locuras, llevarse a todos esos jóvenes como su propiedad, le vio perderse en la decadencia y tomar cada noche una pareja diferente, Jazmín vio con horror como su único hijo se perdía con el dolor.

 

Pero Jay no quería hablar con ella, se negó a verle en todas ocasiones, una pared de guardias siempre le evitaban acercársele y aun en sus habitaciones aquella mujer junto a esas dos tigres custodiaban al regente, pero jazmín no se dejaría abatir, ella buscaría la forma de ayudarle, era su madre después de todo y ella solo quería verlo feliz.

 

Así que partió sin mencionárselo a nadie, tomo su escolta personal y salió lo más pronto posible a buscar al único con el cual su hijo parecía realmente feliz, Jazmín intento hacer el bien sin darse cuenta que empeoraría las cosas.

 

Carlos fue abordado por aquella reina varias horas más tarde, la escuela aun estaba en marcha cuando aquella mujer le intercepto en los jardines para hablar de Jay y el tras no verlo por varios días le siguió sin dudar.

 

Aquel pecoso no comprendía nada, había regresado esa tarde para encontrar el cuarto vacio, paso toda la noche esperando a alguien que jamás se presento  y al día siguiente después de terminar la escuela regreso a un cuarto completamente vacío, bueno sus cosas seguían ahí pero las de Jay no, no había rastro alguno de sus ropas o pertenecías, incluso aquellos trofeos estaban desaparecidos y tras correr al estacionamiento aquel automóvil, el Lamborghini que tanto amaba Jay no estaba, lo más extraño era que todos aquellos regalos seguían ahí, incluso el jodido porsche.

 

Confundido Carlos busco una explicación pero ni Ben ni el hada madrina entendía que sucedía, Jay simplemente abandono la escuela y una notificación escrita llego después para la directora  recalcando que sus servicios no serian necesarios más.

 

El ver a Jazmín ayudaría a despejar varias dudas y sin embargo solo se añadieron mas, aquella reina le hablo del mas estado de su hijo, de las noches sin dormir y lo atareado con el reino, omitió por obvias razón el desfile de chicas y chicos en su cama para no lastimar a Carlos, pero puso gran énfasis en su falta de deseo por regresar a ese reino.

 

Y la reina nuevamente se equivoco, cometió un error como cuando trato de evitar el nacimiento de Jay, volvió a equivocarse como cuando omitió ciertas cosas a su hijo para protegerle, la reina sin saberlo llevo a aquel niño completamente ilusionado por ver a Jay y traerlo de regreso directo a su perdición.

**********************

 

Carlos decidió ir a Agrabah dispuesto a traer a Jay de regreso, algo que no agrado a sus amigas, aquellas hermanas que insistieron en acompañarle, mas el tener que ser bueno significaban que debían seguir todas las reglas, incluso las más tontas como asistir a la escuela, así que no fueron capaces de acompañarle, el pequeño niño les tranquilizo, entrego así a Dude a Evie para ser cuidado por ella, ya que en sus palabras Agrabah no era el lugar para un perro como él, sobre todo temiendo que alguno de los tigres que Jay menciono pudiera tratar de tomar un bocado de él, así que mejor dejarlo en la seguridad de los brazos de su hermana, entonces con Dude a salvo y tras despedirse y asegurarles que todo estaría bien se marcho.

 

Pero los días pasaron y nada estaba bien, cuando perdieron contacto con el chico Evie empezó a preocuparse y le pidió ayuda a Ben, supieron entonces que Jay había tenido una discusión con una chica antes de irse, chica que resulto ser Lonnie y aun cuando a Mal no creí que  su partida fuera causada por una simple discusión aquel mal presentimiento les hizo acorralar a la joven que les esquivaba como una experta.

 

-          Entiende Lonnie no hemos escuchado ni una palabra de Carlos –volvió a intentarlo Evie mientras la chica se aferraba a sus libros evitando su mirada – el no contesta nuestras llamadas y algo interfiere con mi espejo – y aquello sí que era novedad, se suponía que podía encontrarlo todo, lo que Evie no sabía era que Jafar siendo tan precavido había dejado una barrera sobre su palacio para evitar ser espiado por cualquier clase de magia, barrera que era reforzada por la magia de Jay.

-          Si no hablas ahora juro por Lucifer que te maldeciré – amenazo el hada del lugar tomando su libro y de inmediato buscando entre sus páginas.

-          Mal no –mas aquel benevolente Rey coloco su mano para detenerla de buscar entre las páginas y retirar aquel libro – estamos realmente preocupados, no solo por Carlos si no por Jay, se fue sin decir palabra alguna y… tú eres su mejor amiga… dinos que paso.

-          El no tiene amigos – murmuro la chica ante la mirada confundida de todos los presentes y tras tomar valor levanto su mirada para al fin enfrentarlos – no sé qué fue lo que hiciste Ben o lo que hizo Carlos, pero realmente lo hizo enfadar – y antes de que el rey pudiera negar cualquier culpa aquella chica arrebato de su cuello aquella bufanda de seda que lo cubría para revelar las  marcas de su encuentro.

Marcas de dedos aun podían notarse en su suave piel, el miedo en los ojos de aquella chica, la joven que podía enfrentar al más valiente de toda la escuela les estremeció, y aquello solo confundió mas a Ben, pues ignorante de lo que sucedía no entendía la situación, mas los ojos de Evie se abrieron con sorpresa reconociendo aquello que había desatado tanta ira, Jay sabia, el conocía  sobre las galletas y estaba furioso y joder Carlos había ido solo a enfrentarle, su amado hermano estaba en un grave peligro.

 

Mal miro todo confusa, a su lado Ben divagaba buscando una razón, negándose a que Jay fuera el causante de aquello pero al otro lado su hermana, aquella princesa confidente de Carlos parecía comprender todo y algo en su interior hizo clic, las galletas, aquellas que se suponían nunca llegaron a Jay, porque si ella sabía, al parecer si lo hicieron y ahora aquel Sultán lo sabía todo, y bueno no todos reaccionaban tan bien como su Benny booo, pero lo que más le asusto fue que ese chico tenía a su Carlos, aquel Sultán que no solo tenía un reino bajo su poder sino que además poseía magia y  ella se estremeció sabiendo la cantidad de dolor que podía causar con tanto poder.

 

Así que sin decir una palabra salió corriendo seguida por Evie para dirigirse a salvar a Carlos, lástima que aquellos ya era  demasiado tarde.

 

**********************

Jayden  no recuerda exactamente que edad tenia tal vez 6 o 7 años cuando la conoció, para él su niñez se había dividido en dos partes el primero fue el mas alegre de su  niñez, recordaba vagamente haber sido abrazado entre brazos cálidos y suaves , ser recostado entre almohadones perfumados y escuchar historias  que aun hoy en día permanecen en su memoria otra cosa que también recuerda es la calidez y amor que susurraban palabras calmantes cuando se asustaba y un peludo ronroneo de aquel tigre de su madre.

Un minuto disfrutaba de la calidez de aquel regazo de su madre y al siguiente fue arrancado de este para seguir los pasos de su padre, fue entonces  cuando tuvo  que observar a su padre gobernar, tuvo que ver la miradas de miedo y odio que aquellos hombres y mujeres que eran  sentenciados a lo que ahora conocía como la isla de los perdidos y peor aun a muerte, también fue obligado a presenciar la mirada de los que eran ejecutados frente a él.

Jay fue empujado a convertirse en el sucesor de Jafar, a permanecer en su sombra y aprender a reinar   aquel basto reino con mano firme y cruel.

Pero no todo fue tan malo para él, su madre logro convencer a su padre de dejarle respirar de ser el mismo por unos momentos, fue así como las ansias alimentadas por las historias de su madre y de todos esos libros que leía se intensificaron.

El quería conocer el mundo, descubrir sus maravillas, encontrar un tesoro con el cual tal vez ganaría la aprobación de su padre, pero el mundo lejos de aquellas paredes era peligroso  para un príncipe y más aun para un niño.

Por eso cuando aquel guarda real le invito a ir con el acepto.

“ir al mundo solo sería peligroso pero con un guardia de mi padre estaría a salvo”

Fueron sus inocentes pensamientos, aquel niño entonces cometió su primer error,  confió en ese extraño  que debía velar por su seguridad, cubrió entonces sus finas ropas con una capa, su diadema, aquel enorme zafiro  con una gorra roja de lana  y escapo en la oscuridad de la noche.

Cabalgaron por horas hasta que el pequeño se quedo dormido, cuando este despertó se dio cuenta que él había sido engañado.

Una bofetada en la boca fue su respuesta al exigir ser llevado de vuelta al palacio risas e insultos salieron de aquellos 3 hombres en la habitación y cuando los gritos y manotazos se hicieron insoportables, la punta de un puro encendido se hundió en su carne dos veces.

Aquellos bandidos tomaron al pequeño para empujarlo dentro de un pozo poco profundo, amenazándole para callar y explicándole que sería cambiado por montones de oro por el Sultán.

Jayden se hundió en sus rodillas apretándose entre su pecho, sollozando bajito ante su propia estupidez de confiar en un guardia ahí fue donde le conoció, aquella amiga que más  tarde llamaría Azim, la que se convertiría sin saberlo en su más leal compañera.

Ella era joven pero reconocía a una cría cuando la veía, se acerco lentamente a donde un bulto sollozaba entre las sombras de su improvisado refugio contra el ardiente sol del desierto para encontrar a ese niño humano.

Su lengua olfateado el aire lleno de miedo en el, adornado por un suave humo y cenizas.

“¿Pero quién podrá ser tan cruel para lastimar tan hermosa criatura?” se escandalizo al notar como la piel quemada de su brazo fue causante de su dolor, sus suaves movimientos parecieron alertar al pequeño pues de inmediato dos enormes ojos marones inundados de lagrimas le miraban firmemente y si creyó antes que aquella criatura era hermosa por el simple hecho de ser una cría inocente, al ver aquellos profundos ojos y piel chocolatosa tan brillante llena de lagrimas, bello tomaba un nuevo significado para ella.

Ella no era partidaria de los hombres, aborrecía a esos seres de dos piernas que parecían destruir y adueñarse del mundo como si tuvieran todo el derecho a el por nacimiento, pero incluso ella creyó que entre ellos había ciertos códigos de conducta y esperaba que proteger a una cría seria uno de ellos.

Azim le protegería entonces, se acerco en un intento de consuelo  logrando únicamente que el niño se envolviera más en sus brazos y le mirara con miedo.

Ella se detuvo entonces escuchado los sonidos a su alrededor descubriendo que aquellos que los originaban debieron ser los que le causaron tanto dolor, ¿pero es que acaso todos los hombres eran idiotas?

¿Cómo podría alguien hacerle daño a una cría tan joven?, a ese adorable niño cuyas mejillas sonrojadas estaban cubiertas de lagrimas, ella podría ser joven pero su instinto le decía que debía proteger a ese niño de todo mal, ella no permitiría que nada le dañara y algo tan hermoso debía ser protegido a toda costa.

Por eso cuando esos hombres intentaron tomarle del pozo ella se levanto   en toda su gloria frente al pequeño  para morder aquella mano e inyectar su veneno, ella protegería al niño con su vida.

Jayden había sido sorprendido al principio, aquel animal le protegía, esa criatura que acababa de conocerle no le atacaba sino todo lo contrario, le cuidaba con tanto valor como su madre y por aquellos momentos se sintió seguro.

Pero esos hombres no se rindieron cuando descubrieron que una cobra se interpondrá entre su mina de  así que intentaron alejar  ese animal rastrero, tomaron un palo cercano para intentar golpearle, mas el niño levanto sus brazos para evitar que un golpe pudiera darle, Jay salió lastimado causando que la furia de aquel animal creciera mas, la cobra entonces se alejo del pequeño y levanto su cuerpo lo mas que pudo llamando la atención para sí logrando que el objetivo de los golpes cambiara al pequeño por ella, salvándole de ese dolor, unos humanos tan ruines como ellos no iban a intimidarla, ella iba a protegerle desde ahora.  

El sonido de cascos a la lejanía se hicieron presentes y ante el temor de ser capturados  aquellos  hombres abandonando su premio y salieron huyendo, minutos  más tardes aquel que recibió el veneno de la cobra moría en el desierto abandonado por sus compañeros.

Así fue como les encontraron los guaridas reales, aquellos que de inmediato le buscaron en cuanto  Jafar noto su desaparición, sorprendidos observaron como el pequeño príncipe estaba siendo  protegido por una cobra negra tan hermosa como mortal.

Pero Jay había aprendido su lección y no se acerco a ningún de ellos, quedándose detrás de la que ahora llamaba guardiana y cualquiera que intentara acercarse para tomar al pequeño del pozo era atacado de inmediato por la cobra, no fue hasta que vio a su padre que este se acerco para ser sacado de ahí, todos miraron con asombro como aquel animal peligroso retrocedía para que el niño pudiera acercarse a la orilla y ser tomado fuera. 

Mas en cuanto Jafar lo tuvo entre brazos no fue un reencuentro amoroso el que se suscito si no todo lo contrario, el regaño de su padre no se hizo esperar, la advertencia por ser tan estúpido causo sollozos en el pequeño mas  fue cuando aquella bofetada en la mejilla del niño rezumbo por todo el lugar que aquello sucedió, Jay apenas sintió en calor abrazador en su piel tras ser golpeado cuando aquella cobra se lanzo contra su padre inyectando veneno en el cuello del hombre tras defenderle, el llanto del niño fue interrumpido por los gritos de los guardias, mas Jafar no se inmuto, el aun tenía su magia y este le protegía de venenos como ese, tomo la cabeza del animal cuidando de no matarle, desenterró los afilados colmillos de su piel para luego sonreír y arrojarla a los pies del su hijo.

-           Es un animal y sin embargo  reconoce una amenaza cuando la ve – musito a su hijo mientras ella se levantaba nuevamente dolida por el golpe de ser lanzada pero decidida a proteger a su niño incluso de aquel que parecía ser su padre.

Y Jayden se aferro a ella cuando noto que el animal se tambaleaba colocándole entre sus brazos, abrazándola contra su pecho mientras cabalgaban en el caballo de su padre de regreso al palacio.                                                          

Claro que su madre se asusto en un principio, una cobra negra no era mascota para un niño, pero ¿quiera era ella para juzgar? Cuando un enorme tigre paso a ser su compañero de juegos, aquel tigre que la protegía de todo mal, así que Jazmín abrazo a su niño y le dejo conservar a su nueva amiga, y Azim tuvo que compartir a su niño con esa humana que al parecer era su progenitora, sino que también tuvo que compartirlo con aquellas dos crías de tigre  que nacieron poco después de su llegada al palacio y que seguían a todas partes al pequeño príncipe.

Pero lo que realmente Azim recuerda de aquella vez que le conoció fue la mirada llena de miedo y dolor bien disfrazado de odio que su niño le dio a aquellos hombres que le secuestraron mientras eran ejecutados ante sus ojos, enroscada en su cuello  ella solo se limito a frotar su cabeza contra su mejilla para reconfortarlo.

Ella no esperaba ver esa mirada nunca más ni sentir como temblaba su cuerpo no al menos  ahora que su niño abandonaba aquella su  habitación personal donde otra cría sollozaba amargamente con suavidad  en un intento de apagar su dolor.

Notas finales:

Un agradecimiento especial, este capítulo está dedicado a  angeldiabolico que quien su ayuda este capítulo no pudo terminarse, enserio Babe gracias por ayudarme donde me trabe jeje.

 

Al fin un beso entre Mal y Ben y bueno no es espectacular y parece en segundo plano, por que así es para ella, no quiere darle mucha importancia por que aun esta aprendiendo a amar, por que aun teme confiar en Ben aun que su corazón le diga lo contrario.

 

Lamento mucho si este capítulo esta algo corto pero enserio no quise meter mucho dialogo porque me pareció innecesario y creo que quedo bien.

 

Ahora ¿porque Ben no nota que algo malo sucede cuando Agrabah ha roto tratados comerciales con ellos? se preguntaran, fácil Ben no lo sabe, el puede ser un Rey pero tiene 16 años y todo Rey tiene consejeros y un consejo o al menos aquí así es, no recuerdo si en el libro lo dicen pero aun cuando Ben sea Rey no esta tan metido en este tipo de cosas porque sigue en la escuela, al menos así lo será en este fic, así que Ben no sabe que Jay está rompiendo lazos y cree que solo se fue sin más.

 

A ver quien adivina por que Carlos no responde las llamadas… ¿será que se quedo sin crédito?... ¿ que no tiene señal?... ¿perdió su cel como Chad?

 

Y ahí está como Jay conoció a Azim  esta lindo ¿no?, Jay era un bebé lindo y hermoso que lucía como una linda copia de su madre en pequeño y mas por que usaba la banda de Jazmín que lo acredita como príncipe algo así como su corona, el se dejo crecer el pelo por su madre. 

 

Azim: significa protector es un nombre de niño pero la cobra es hembra, sin embargo Jay no lo sabía hasta después de nombrarla, de hecho el no sabría el género de Azim si no fuera por otro incidente que apareceré más adelante, ella es una  cobra negra egipcia (Naja haje), habitan en el norte de áfrica, pueden medir hasta 2,5 metros,  son venenosas y muy territoriales, de ahí que sea protectora con Jay, él es suyo según ella.

 

Me gusta como en Disney ponen más conciencia en los animales y aun que las serpientes no se quedan con sus crías, no tiene instinto de madre pues, lo ignoraremos para  que Jay tenga una amiga que lo ame incondicionalmente eso necesita, las cobras solo cuidan sus huevos hasta que eclosionan luego abandonan el nido para evitar comerse a sus crías ese es todo su instinto de madre ya que debido a que lo cuidan no cazan ni se alimentan y están prácticamente sin comer cuidando sus huevos.

 

Solo para aclarar Jay no ha matado mas que a Jafar… así que ¿enserio no adivinan quien ha protegidole a sus espaldas todo este tiempo?

 

La canción es Fuego De Infierno -  El Jorobado De Notre Dame no creo que haga falta explicar eso aquí el  link  https://www.youtube.com/watch?v=ZJXWiRKJ5kU

 

Dudas?

 

Comentarios?

Galletas??

 


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