Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Casado? ¡¿Contigo?! por kiyoko kotomi

[Reviews - 70]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Yo: Escritora manifestandose, uuuu...Bueno, esta vez sí me excedí y lo siento.


Kiyo: no es como que te hubieran extrañado *rueda los ojos*


Yo: ¡cállate! *recupera la compostura*bien, dije que daría explicaciones y las daré: primero, no tuve tiempo; segundo, la inspiración es una perra que no se aparece por más que la buscas debajo de las piedras (?, además creo que los estudios matan la imaginación TT.TT; tercero, bueno, quería hacer fics de otra serie, pero justamente leyendo un fic de esa serie fue que una escritora rompió el kokoro de muchos al no continuar su fic y pues era como una señal para mí de que no podía hacerlo a menos hasta que acabe este fic, aunque sienta que ya no lo estoy haciendo bien o que no pueda hacerlo como yo quiera hacerlo, pero en fin…luego de mucho pensar, decidí seguirlo n.n.


Bueno, después de tanta palabrería, digo: ¡gracias a todos por sus lindos reviews y gracias por haber llegado hasta aquí XD!


PD: si alguien me estuvo maldiciendo por no actualizar rápido o yo que sé, pues funcionó TT.TT, ¡deja de hacerlo!


Kiyo: ¿a quién le hablas? O.o

 

-Dib, tengo que confesarte algo…

-¿Qué?-

-…ocurrió algo terrible, ¿recuerdas lo que pasó el día de la reconciliación?

-¿te refieres al día en que lloraste y te desmayaste?

-¡Zim no lloró jamás!... sí, ese día pero…de lo que quiero hablarte es del porque ocurrió eso.

Dib se puso serio y le prestó más atención al irken.

-habla de una vez, ¿A dónde quieres llegar con todo esto?

-…-cerró los ojos y respiró hondo-Dib-cosa…Zim está esperando un smeet.

 

 

 

 

Si bien sabía, algunos de los humanos tomaban a los bebés como “bendiciones” y solían estar felices de tenerlos, cuando fueron hechos adrede o al menos cuando los tenían parejas felices que se querían. Dib le dijo que le quería, no sería diferente… ¿o sí?

El silencio era incómodo, estaba nervioso esperando la respuesta, que en cuanto la oyó le desconcertó…

 

-… ¡jajaja, Zim eso no es posible, los machos no pueden quedar así!-rió.

Y luego comenzó a hablar acerca de porque los machos de cualquier especie no podían procrear de esa manera. Obviamente a Zim esto no le hizo gracia. Era evidente que él no sabía acerca de varias cosas en la Tierra, pero realmente odiaba cuando el humano le dejaba como un ignorante mientras él se hacía el inteligente.

-no sigas-dijo entre dientes conteniendo su ira.

-bien, supongo que ya entendiste-se encogió de hombros.

-… ¡Dib, lo que te digo es verdad!

-no me hagas empezar con todo el tema otra vez.

-¿siquiera recuerdas que no somos del mismo planeta?

-¿y?, no creo que sea diferente, es imposible.

-¡deja de tratar así a Zim, sé lo que te digo, me hice las pruebas suficientes como para saber que…sí está ahí!-dijo lo último algo apenado.

-esto no es gracioso, Zim.

¡Genial!, el humano apestoso no le creía, ahora se maldecía por exigirle a Dib que dejara de investigar acerca de él, quien sabe, si no lo hubiera hecho tal vez hasta hubiera sabido que él podía quedar así antes que él mismo.

-¡¿Qué ganaría mintiéndote o jugándote una broma?!

-¿no lo sé, vengarte por lo de hoy?

-…-suspiró hastiado, a veces el humano era tan…-¿no has notado algo diferente en la increíble persona de Zim?-fue al grano.

-bueno, estás normal, solo que tienes problemas de cambio de humor-minimizó, pero recordó algo más-oh sí, el desmayo, además perdiste resistencia física-dijo burlón-y…creo que ya no quieres probar para nada los waffles de GIR y…-entonces fue que todo se armó en su cabeza-…no, esto es una horrible coincidencia-trató de convencerse pero fue inútil, él no era tonto y la evidencia era bastante clara.

El irken distinguió cuando las facciones del humano cambiaron, estaba tan impactado que no le importó que su celular se haya desarmado al dejarlo caer. Era momento de huir o decir algo.

-eh, supongo que…tengo que…ir a…-optó por huir y a pesar de que sabía que eso era para cobardes, no se le ocurría otra cosa que hacer.

 

Desgraciadamente la suerte no estaba de su lado.

 

-¡¿tú sabias que podías quedar así?!-le tomó fuertemente el brazo.

No sabía si dirigirle la mirada al humano ayudaría a la situación, a pesar de que no quería ver su reacción.

-¡responde!

-…-tragó saliva, jamás en su vida vio así al adolescente-… ¡no lo sabía, solo lo supe cuando me puse a investigar y me enteré de que por ser defectuoso puedo quedar así…y aun si lo hubiese sabido antes obviamente no hubiera querido acabar así, ¿sabes lo difícil que es para Zim?!

-¿lo difícil que es para ti?, ¡¿lo difícil que es para ti?! ¡No puedes estar hablando en serio, por Júpiter, en primer lugar, ¿qué persona no conoce el funcionamiento de su propio cuerpo?! ¡Oh genial, ahora no solo estamos con este problema!-señaló su anillo-¡sino que ahora también tenemos ese otro problema!

-¡no es un problema!-defendió a su smeet-¡tenemos que poder contra esto!

-¡no me digas que piensas criarlo, seamos realistas, ni siquiera puedes cuidar de ti mismo, es más, ¿piensas cuidar de esa cosa como si fuera tu hijo?!...-el irken frente a él no respondió nada, dándole a entender que efectivamente había leído sus pensamientos-¡Zim reacciona, ni siquiera sabemos cómo será, si será un monstruo o…!

En ese instante, fue interrumpido por un golpe de Zim. Obviamente al irken le dolieron esas palabras, ya que eran ciertas en su mayoría, pero por extraña razón no quería acabar con esto, era su smeet y por más defectuoso que llegara a ser, él no le daría la espalda. En todo ese momento de reflexión, se puso a meditar acerca de la lealtad que le tenía a su raza y sí, él prefirió dejar de lado a su raza para proteger los únicos seres no desagradables del horrible planeta en el que estaba, su smeet y…ahora dudaba si Dib realmente merecía pertenecer a esa categoría.

-¡por eso no quería decírtelo!-exclamó con frustración.

-…-simplemente se sostuvo la parte golpeada y lo encaró nuevamente-¡bien, exageré, pero quiero que entiendas esto…cuando tienes un bebé renuncias a tus sueños, yo…no quiero renunciar a ellos, no todavía… ¿Cómo puedes pedirme que trabaje para mi padre?!

-¡te juro, Dib-cosa, que eso sería lo último que te pediría, sí sé lo que significa, ¿crees que no estoy asustado?!-desvió la mirada tratando de conservar su orgullo-¡sé cómo te sientes, pero…también es tu culpa, así que tienes que responder!-estaba desesperado.

-…si quieres continuar con esta tontería…no cuentes conmigo…lo siento, pero por ahora no sé qué más decir...necesito pensarlo mejor-dijo y luego simplemente se levantó para ir a su habitación y no volver a hablarle.

 

 

 

 

Él debía ser fuerte por lo que estaba pasando ¿no?, hubieron varios problemas que enfrentar en el pasado y si bien no lo hizo de buena manera las anteriores veces, ésta calificaba como una más de ellas, ¿verdad?, no le importaba lo que dijo Dib… ¿no es cierto?

-¡amo, ya le dijo a Mary!-festejó el robot que sí presenció la confesión, pero no la riña, puesto que fue a preparar waffles para la anticipada celebración.

-sí, le dije-se limitó a decir.

-entonces serán una familia feliz y…

-no, GIR, no seremos una familia feliz.

-¡pero sí tendrán un bebé y ustedes serán los papis que se quieren mucho, ocurrirá como en esas películas en la TV con finales felices!

Otra vez ahí estaba su asistente inconscientemente abriendo las heridas. Olvídenlo, por más fuerte que fuera, esta condición lo hacía sensible y no podía resistirse a esas horribles emociones que inundaban su ser...no sabía bien como se llamaban, pero sí sabía que le hacían pensar en cosas con resultados catastróficos, con tan solo recordar que se sentía engañado y…no querido.

-GIR…Dib no nos quiere… ¿no entiendes?-dijo quedamente mientras comenzaba a llorar.

No era la primera vez que sentía el sufrimiento, pero al parecer, ahora que tenía sentimientos más humanos y sabiendo otras cosas que no le mencionó al humano…debía sucumbir a ellos, por el poco honor que le quedaba.

 

 

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

 

 

Él sabía que no debió ser tan duro con sus palabras, pero ahora mismo estaba desesperado por las circunstancias.

¿Ser padre?, ¡totalmente  fuera de sus planes!, ¿Trabajar para el suyo?, ¡que locura!, ¿Renunciar a sus sueños?, ¡todavía más doloroso!

Alguien debía comprenderlo antes de juzgarlo. ¿Cómo se supone que debes reaccionar al encontrarte atrapado y querer huir pero no poder hacerlo porque morirías?

Ahora estaba molesto con Zim, ¿cómo podía ser tan egoísta y querer obligarlo a hacer algo que no quería?

Sí, él sabía que sería lo que varias personas le dirían que haga, pero…todo por lo que había luchado…todo lo que alguna vez anhelo, ¿ahora debía desvanecerse entre sus manos sin poder hacer nada, resignarse a lo que no quería hacer y simplemente tolerar cada día de su miserable existencia viviendo un futuro que no le correspondía y ni anheló alguna vez?

-¡no quiero esto!-se limitó a gritar tratando de contener la rabia que sentía, se odiaba a sí mismo, por ser tan impulsivo arruinó su vida…y también odiaba a Zim por no ser cuerdo con lo que decía.

Cegado por la ira simplemente optó por arrojar todo lo que tenía a su alcance, destruyendo lo que podía. Oh sí, podría continuar todo el día maldiciendo y quejándose.

O así sería si no fuera porque oyó un triste alarido que no pudo ser contenido…

Sí, él sabía a quién le pertenecía y con solo reconocerlo hacia que se le estremeciera el corazón.

¿Cómo el irken, que antes quería destruirlo y era su peor enemigo, podía causar ese efecto en él?

Trató de ignorarlo, pero inevitablemente se vio en el espejo contemplándose en su peor momento…ahora era un monstruo, culpando al resto antes que asumir su culpa…él jamás había sido así, ¿cuándo quiso tomar un camino fácil antes?...

“si quieres continuar con esta tontería…no cuentes conmigo”

Recordó sus palabras, iguales a las que decía su padre cuando el trataba de ser quien quería ser. A veces lo odiaba, a veces lo toleraba, ese hombre solo vivía para frustrar sus sueños,…

 

La única persona que no lo hizo fue…Zim.

 

-¡soy un idiota!-se reprochó al recordar aquel detalle y salió de la habitación, pero al llegar no lo vio allí…lo único que presenció fue la puerta abierta.

-¿Dónde está Zim?

-¡oh, el amo se fue a dar un paseo!-dijo el asistente comiendo tranquilamente sus gofres.

-¡que no sea tan tonto para haber hecho lo que estoy pensando!- rogó mentalmente y salió de la casa también, viendo el temporizador activado.

No sabía si el irken lo hacía adrede o no, solo sabía que estaba a punto de matarlos a ambos.

 

 

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

 

 

No le importaba nada en este momento, ni su estado y mucho menos el humano.

¿Esa era la solución correcta?, no lo sabía, pero si sabía que el Imperio prohibía el apareamiento entre los irken y el castigo de la desobediencia…era la inmediata aniquilación del implicado…

No estaba seguro de lo que hacía, pero a los de su raza les enseñaron que, sí ya no había salida la autodestrucción era la mejor opción, por otra parte, merecía castigarse a sí mismo en nombre de sus líderes por haber caído tan bajo. Seguiría el protocolo dictado, no tenía alternativa, siempre debía obedecer al Imperio…y haría pagar al dueño de su sufrimiento por ello, ya que era vengativo y no caería en desgracia él solo.

Cada paso que daba era un paso hacia su mismo fin. Eso era lo peor de tener emociones profundas, no razonas en lo que harás o en sus consecuencias cuando sientes una gran desilusión…simplemente lo harás para acabar con el dolor.

-¡debo hacerlo!-cerró los ojos esperando lo peor, mas no ocurrió nada. Miró el anillo, el temporizador retrocedía y alguien se acercaba peligrosamente a él para detenerlo.

-…seguramente el gusano quiso salvar su vida-sonrió con tristeza y estaba dispuesto a avanzar cuando precisamente quien lo detuvo al lanzarse contra él fue el humano.

Nuevamente se quedó ahí, nuevamente era un inútil que no podía defenderse y nuevamente no podía atacarlo con su PAK. Odiaba toda la situación y maldijo el día en que Dib se cruzó por su camino…incluso maldijo el momento en el que insistió tener una misión.

-¿contento?, no estás muerto.

-¡¿Qué pensabas hacer huyendo de esa manera?!

-¡matarte!-dijo con una de sus arrogantes sonrisas en los labios.

-… ¡hubieras muerto tú también!

-¡y lo habría valido!

-¡¿no te parece drástico tomar ese camino?, todo por “ese” error!

-¡“ese” no es el error, el error fue que deshonraste a un invasor sin su consentimiento, ¿sabes siquiera lo que significa?, no, no lo sabes!

-¡pues explícame porque quiero saberlo!

-…ellos lo sabrán y me eliminarán.

-no pensabas decirles, ¿o sí?

-es mi deber como invasor, no tengo de otra.

-¡deja de pensar como ellos, sabes que te jugaron contigo y no les eres útil!

-Bueno…-rió con tristeza-Zim podría haberlo pasado por alto si no fuera porque mentiste al decir que lo querías, así al menos el “error” hubiera significado algo después de todo.

-no puedo creerlo-se golpeó mentalmente, otra vez lo había arruinado todo-sí te quiero, no mentí al decir eso, pero…debes saber lo que esto implica-dio un suspiro largo- yo me enfurecí porque ya no podré cumplir mis sueños y deberías saber que tú tampoco cumplirás los tuyos.

-…-simplemente lo miró con incredulidad y con ingenuidad respondió-si podría, esto no me impediría que…

-Di lo que quieras, si te impedirá hacerlo… ¿de veras tanto te importa el smeet?

-sí-respondió con determinación.

-…bueno-aun dudaba si responder lo siguiente, pero al ver como el irken sufría y ponía determinación en seguir con esto, y como ya no quería hacerlo sufrir por el aprecio que le tenía, más que por el deseo de sobrevivir si este volvía a escapar, optó por decir…-supongo que lo único que me queda es…apoyarte-sonrió para calmarlo.

-¿de verdad?

-s-sí.

-…-no pudo evitar sonreír al escucharlo-¡Gracias Dib-cosa!-se limpió las lágrimas y abrazó al humano.

Sin embargo, cuando Zim ya no vio el rostro de Dib, este simplemente suspiró con tristeza.

¿Quién lo diría?, finalmente se resignaría a una vida diferente y desconocida. Eso ciertamente dolía.

 

 

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

 

 

En otro lugar…

-¿crees que falte mucho para que alguien mate a Zim?, me estoy aburriendo-habló un irritado Más Alto Púrpura.

-lo primordial ahora son los anillos, no el destruir a Zim, por más que nos duela-respondió su compañero, el Más Alto Rojo.

-al menos ya no está molestando con sus estúpidos planes jajaja-rió y se metió una de sus abundantes golosinas a la boca.

En eso, entró uno de los soldados a toda prisa.

-¡mis líderes, acabo de recibir una noticia horrible!

-¡habla de una vez que estás interrumpiendo nuestro trabajo!-se quejó Púrpura irónicamente no haciendo nada.

-b-bueno, al parecer los soldados que enviaron, fueron aniquilados.

Ambos casi se atragantan al oír eso.

-¡maldición, ¿quién se atrevería a hacer eso?, ¿cuándo fue que ocurrió?!-exigió saber Rojo.

-no lo sabemos…pero debió ser alguien bastante cruel para acabar con los cuatro soldados más débiles del Imperio sin contemplación.

-¿de qué hablas?, fueron cinco.

-bueno…al parecer, uno de ellos está con él.

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

Continuará…

Notas finales:

Eso fue lo que quedó de tantos intentos fallidos y estoy satisfecha n.n, ¿y ustedes?


Ya sé lo que dirán, Dib es un cretino, pero quise escribir desde el punto de vista de los padres jóvenes, supuse que por eso hacen lo que hacen, no generalizo obviamente :P. En cuanto a Zim, pues, la desilusión hace que tomes pésimas y drásticas decisiones, desgraciadamente presencie eso más cerca de lo que hubiera preferido.


Bueno, el anterior capítulo era más de risas, este más de drama, posteriormente trataré de intercalar este orden, no se preocupen, no llorarán todos los caps.


¡En fin, espero les haya gustado y ya veré cuando sea posible que actualice, espero que sea pronto!


PD: ¡Rueguen porque mi docente sea más comprensivo la próxima vez y me dé más tiempo libre TT.TT!


Kiyo: ¬¬ llorona, eso solo lo dices porque no encuentras una musa o un muso (?) que te inspire.


Yo: TT.TT


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).