Definitivamente fue la peor noche de su vida…
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Flash back…
Habían pasado unas cuantas horas y nadie aparecía. El destino era tan cruel con el pobre irken ¿Por qué no funcionaba su PAK con normalidad?, al menos con su ayuda podría haber contactado a su ayudante robot…aunque siendo sinceros, ¿qué podía hacer GIR en esta situación?, hasta donde sabía, quizás reírse o no aparecer hasta que fuera demasiado tarde.
Además, y por extraña razón, el Squeedly Spooch le latía rápido y golpeaba su pecho con fuerza, seguramente eso significaba que moriría en cualquier momento, ya que jamás sintió algo parecido.
-¿Por qué tiene que ser así?-preguntó al vacío con pesar…
¿Debía resignarse tan fatal destino?
De pronto, oyó que la puerta se abría lentamente, así que dirigió la vista hacia ese lugar y se encontró con la temible hermana del humano.
-estúpido Dib, le dije que no se tomara la última soda-refunfuñó con claras intenciones de vengarse hasta que vio algo que jamás espero ver…-¿Qué rayos haces aquí?
-¡no importa, te ordeno que me ayudes a quitar a este humano inferior de encima!
…
…
…
-¡jajaja!-rió casi llorando por las carcajadas, con obvio toque de maldad y carencia de compasión-¿Quién eres tú para ordenarme?-lo retó-es más-sacó su celular para sacar una foto.
-¡¿Qué haces?!
-estoy obteniendo evidencia para chantajear a mi estúpido hermano por el resto de su vida, ¿tienes algún problema?
-¡dame esa cosa, humana!-estiró un poco sus brazos pero no alcanzó a la menor, que retrocedió un paso y lo vio con superioridad.
-no lo creo-guardó el celular-hablemos el mismo idioma, ¿quieres?-dijo y se acercó un poco-¿Que me darás para ayudarte a salir de ésta?
-¡te dejaré vivir!
-no es una buena oferta así que creo que me voy-retrocedió dos pasos en dirección a la puerta.
-¡espera, siento que podría morir en cualquier instante!
-no me interesa.
-¡está bien, ¿qué es lo que quieres?!
-bueno, te pediría que hicieras mis tareas y eso, pero creo que guardaré el favor para otro momento mucho más importante.
-bien, ahora…
-no tan rápido, tendrás que devolvérmelo tarde o temprano y si no lo haces sufrirás los tortuosos castigos que provendrán de toda mi ira contenida-le amenazó fulminándole con la mirada por lo que Zim tragó duro al ver que en los ojos de Gaz había maldad pura, incluso mucha más que en las suyas propias.
-sí, como sea-respondió intentando no ser intimidado.
Fue entonces que luego Gaz golpeó en el rostro a su hermano y lo obligó a volver de sus sueños.
-¡despierta, inútil!
-¡ahhh, por Júpiter, ¿Qué te pasa, Gaz?, eso dolió!-se sobó el rostro mientras aún trataba de reaccionar.
-¡¿eso era todo?, si solo se trataba de golpearlo podría haberlo hecho yo mismo!-se quejó el irken.
-pudiste pero no lo hiciste, aun así me deben un enorme favor, no lo olviden, porque si lo hacen los perseguiré hasta en sus pesadillas-amenazó y salió de la habitación-por cierto, pasen una buena noche, pareja de raritos-se burló y finalmente salió dejando a un Zim bastante molesto y avergonzado, además de un Dib enojado y un poco herido.
-¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué Gaz estaba aquí?
-porque...porque-no le podía decir la verdad-¡porque tomaste su estúpida soda!
-como sea, ya se lo pagaré-siguió sobándose el rostro y finalmente se acostó en su cama-realmente necesito dormir-dicho esto volvió a cerrar los ojos y Zim solo se sentó en la silla cerca del escritorio aun nervioso porque casi “murió” y el “susto” no se le pasaba.
Fin flash back…
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-entonces por eso creo que debemos llevarnos bien por el momento-terminó de decir el humano.
-¿eh?-Zim después de estar perdido en su pensamiento sólo escucho la última parte-¿insinúas que el grandioso Zim viva en simbiosis con un humano apestoso?
-¿Qué?, oye, no creas que me agrada la idea.
-bueno, a mí tampoco.
Poco después, ambos bajaron a desayunar y, por extraña razón, el Profesor Membrana estaba allí con los desayunos listos, al parecer.
-buenos días, chicos, me alegra ver que despertaron temprano y que no desperdiciaron el día con poco productivas horas de sueño.
-papá, no esperaba verte aquí-trató de no sonar incómodo y se sentó con Zim en el comedor, por suerte Gaz no dijo nada de anoche.
-necesitaba hablar de algo contigo, hijo, aunque claro, tanto tu hermana como Zim pueden escuchar.
-¿de qué hablas?
-bueno, supe que desde hace mucho tiempo no hablas con tus amigos.
-ellos no son mis amigos, solo son dos fanfarrones que se pusieron a trabajar contigo.
-sí, pero esos fanfarrones son listos, además podrían ayudarte a orientarte en una carrera de verdad.
-¿no hablamos de esto antes?
-bueno, sí, pero ahora pienso que estas más cuerdo que antes ya que conseguiste un amigo y no lo llamas alien o verde monstruo del espacio.
-¡¿Qué?!-se quejó Zim, pero Dib le ignoró para seguir discutiendo con su padre.
El ambiente de por sí estaba tenso, pero se puso aún más cuando cayó en cuenta de que… ¿Cómo acabaría ese tazón de leche con ese tal “cereal” que jamás había probado? Y con lo paranoico que era Zim…
-¿Qué hago con esto?-pensó y miró la ventana-podría huir, pero sería sospechoso y la sortija me mataría si me alejo demasiado-miró el suelo-¡echaré la comida como si fuera un accidente, ingenioso!-sonrió dispuesto a hacerlo, pero lo más probable es que luego le darían otro tazón e incluso más lleno-GIR-entonces se le ocurrió, pero lo más seguro es que haría un alboroto…la única opción que quedaba era probarlo y morir en el intento.
Entonces la palabra “anormal” retumbaba en su mente una y otra vez, acrecentando la preocupación sobre lo que haría.
-¿Qué pasa, Zim, no te gusta el desayuno?-preguntó el profesor viendo fijamente al “chico” de piel verde poniéndolo más nervioso.
-eh...
-es parte de su enfermedad, es alérgico a la leche y cereal-mintió el humano interviniendo.
Con esas simples palabras fue que acabaron sus penurias y por las que el profesor reemplazó el tazón por…waffles…rayos.
-bueno, al menos no me harán daño-se encogió de hombros e ingirió los alimentos, mientras padre e hijo volvían a la discusión y Gaz siguió manteniéndose neutral.
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Minutos más tarde…
Ambos estaban camino a la escuela, pero Dib al parecer aún seguía enojado, quizás hasta mucho más de lo que estaba cuando él intentaba conquistar a la Tierra. Podría ignorarlo, aunque por alguna razón no pudo evitar tener curiosidad sobre saber que le pasaba.
-no entiendo cuál es el problema humano, ¿Qué tan difícil es obedecer a su progenitor?
-¿no recuerdas que pasó cuando deje de perseguirte?
-aun así no estoy muy seguro de porque volviste tan pronto.
-es obvio que para impedir que fueras una amenaza, solo eso.
-¿y sobre lo de la cosa “cereal”?
-si mueres por algo tan insignificante yo también hubiera muerto, es todo-dijo malhumorado y aún con el ceño fruncido-en cuanto me deshaga de esta cosa maldita todo volverá a la normalidad.
-¿Qué quieres decir con eso?
-a que te juro que me desharé de estas cosas, cueste lo que cueste. Apostaría mi vida a ello-vio su sortija y luego al irken con una mirada de determinación-solo porque no tolero estar más en peligro, prometo que te llegaré a odiar hasta el punto en que pueda quitarme esta cosa…sin necesidad de alguien más.
-…-por alguna razón esto confundió irken pero solo pudo responder-veamos quien lo hace primero, Dib-humano-le dedicó mirada de arrogancia y superioridad, aunque por dentro seguía con esa extraña sensación.
-es obvio que no tú-respondió de la misma manera.
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¿¿¿???
-¿estás seguro de que jamás encontrarán esos objetos?-habló una sombra entre la oscuridad a otro ser que tampoco se distinguía por la falta de luz.
-¡así es, me encargué de enviarlos a un lugar al que siquiera se atreverían a llegar y estoy seguro de que el defectuoso recibió uno de ellos, así que no hay peligro alguno!
-¡con esto nuestra venganza estará completa! ¡Sí!-sonrió con malicia por su fechoría.
-especialmente después de lo que pasará-acompañó con la misma sonrisa y estuvieron riéndose por un largo rato por su… ¿maligna hazaña?
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Continuará