Todo era oscuridad y silencio…
¿Qué sucedió? No lo recordaba, pero algo sí era seguro…aún estaba vivo.
Abrió los ojos y, al hacerlo, le vino un fuerte dolor de cabeza. Sentía debilidad en todo el cuerpo. Le tomó tiempo recordar que pasó y afortunadamente lo logró, aunque luego se percató de que no tenía ni una sola herida.
-¿sólo fue un sueño?-preguntó con incredulidad, mas notó que no estaba en su casa, sino en el laboratorio de la base de Zim y no solo eso, alguien estaba a su lado y le miraba atentamente…
-¡¡¡Mary, creí que habías muerto!!!-gritó al borde del llanto el mencionado, liberando toda la drama contenida y en el proceso casi volándole los tímpanos por el grito.
-¿GIR?-preguntó extrañado, pero lo confirmó, todo fue real-¿Dónde está Zim?
-¡oh, el amo está arriba descansando ya que tuvo que hacer una máquina para curarte más rápido! ¡Mi amo es muy bueno! ¡Iré a preparar waffles para celebrar!-corrió y tomó uno de los elevadores para ascender seguramente a la cocina.
-¿Qué hizo que?-notó al instante que estaba en una camilla y que debajo de ella había una parte vidriosa replegada, seguramente juntas formaban un compartimento para hacer una cámara de recuperación-¿en serio Zim hizo eso?-preguntó al vacío y luego de unos minutos, en los que confirmaba que no estaba en un universo alterno, se dirigió al mismo elevador por el cual GIR subió.
Llegó a la cocina en un instante, donde encontró a Zim bastante cabreado por las insistencias de su asistente.
-¡no quiero esas cosas, GIR, no estoy de humor!
-¡waaa!-lloró éste golpeando a su amo en la cara con un waffle.
El humano intentó no reír por la escena, pero finalmente optó por intervenir antes de que Zim perdiera la poca paciencia que poseía.
-si quieres yo pruebo un poco, GIR.
-¡sí!-respondió el mencionado y volvió a la cocina.
-hasta que al fin despiertas, humano-dijo sin dirigirle la mirada.
-así que construiste una máquina de recuperación, es lo menos que podías hacer ¿no?-se sentó a su lado, fingiendo actuar con normalidad.
-¡¿Qué?! ¡Yo solo lo hice porque si tú morías yo también lo hubiera hecho, es todo!-cruzó los brazos, negando la acusación.
-bien, entiendo, pero nada hubiese pasado si alguien me hubiera hecho caso cuando le dije que nos fuéramos rápido a mi casa-hasta que cayó en cuenta de algo-por cierto, ¿cuánto tiempo pasó?
-oh, no mucho, solo una semana-mencionó despreocupado.
-ah, bien… ¡¿Qué?!-se alteró, definitivamente su padre lo castigaría y Gaz lo golpearía por haber desaparecido-¡tenemos que irnos ahora mismo…!-mas no continuó porque vio en el rostro de Zim, por primera vez, completa seriedad.
-Zim no volverá a tu casa, Dib.
-¿vas a salir con eso nuevamente?-frunció el ceño-es por Gaz, ¿no es cierto?, si ella te amenazó…
-¡no es eso, gusano, no tiene que ver con tu familia!
-¡¿entonces cuál es la razón?!
-¡¿necesitas que Zim te dé una?, bien, es obvio que no estamos seguros en tu casa y como los Altísimos cortaron toda comunicación con nosotros, no nos ayudarán si hay un nuevo ataque!
-¡no me importa, tengo que volver a casa!
-¡es un suicidio, ¿Qué quieres hacer, piensas exponerte como un idiota?!
-¡en primer lugar, no estaríamos en peligro si no fuera por ti, como siempre!
-¡¿Qué insinúas?! ¡Yo no pedí tu ayuda, los Altos se hubieran encargado de…!
-¡los Altos, los Altos!-rezongó-¡yo hubiera querido ver a tus amados líderes intentar salvarte como yo lo hice!
-¡¿ah sí?, pues apuesto a que tu hermana no hubiera hecho ni la mitad de lo hice yo por salvarte, humano malagradecido!
-¡di lo que quieras, pero sabes que tengo razón con lo de tus líderes!
-¡no la tienes!
-¡sí la tengo y lo sabes!
-¡ya basta, Dib cosa, no vamos a volver a tu casa y punto!
-¡pues yo no pienso quedarme aquí!
Se vieron con furia y quisieron continuar discutiendo, pero vieron al pequeño robot con lágrimas en los ojos… ¿Estaba triste por presenciar la discusión?...
-¡¿no dijiste que viviríamos en paz, humano apestoso?, ni siquiera haces la mitad del trabajo!-se quejó el irken.
-tienes razón, ya no debemos pelear, simplemente no podemos odiarnos más de lo que lo hacemos así que…tendremos que aprender a vivir con esto hasta que sepamos que hacer-dijo mirando su sortija. Oh sí, había llegado a la aceptación, después de todo, no ganaba nada con vivir a base de discusiones.
-bien, pero quiero que me expliques todo sobre lo que dijo ese instructivo.
-¿y por qué no lo investigaste por tu cuenta?
-la información era insuficiente-dijo algo avergonzado, definitivamente su equipo no era el mejor en dar explicaciones y, aunque odiara admitirlo, esta vez necesitaba la ayuda de Dib.
-bien-asintió y bajó con Zim al laboratorio.
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La tarde transcurrió rápidamente. Hubiera sido más sencillo entregarle un libro al irken antes que explicarle lo poco que mostraba el computador. Simplemente era vergonzoso hablar del tema.
-¿entonces lo que le sigue a esta cosa “matrimonio” es el sexo?-preguntó Zim a secas llamando la atención del humano que casi se atraganta con la soda que le trajo anteriormente GIR.
-s-sí, la mayoría de las parejas lo hacen, pero definitivamente no es necesario-se apresuró a decir una vez recuperó el aliento, ahora estaba obviamente sonrojado.
-¿Por qué te pones así?, estas tan rojo como ese horrible vegetal terrestre al que le dicen tomate-se burló.
-¡por Venus, es que esas cosas no se las dice tan…así, no es bien visto!
-como sea-continuó con su búsqueda ignorando el consejo.
Dib en ese momento se quedó mirándolo fijamente, ¿realmente Zim era tan inocente o es que aparentaba serlo? Probablemente era lo primero y eso le causó… ¿ternura?...No, para nada, solo le pareció que, si fuera así, cualquiera podría sencillamente aprovecharse de él…en cierto modo, eso lo preocupó.
-por cierto, ¿revisaste el problema con tu PAK?
-p-por supuesto que no-respondió rápidamente, pero notó que el humano seguía viéndolo con extrañez por su comportamiento tan precipitado-¡deja de mirar a Zim!
-¡no te estaba viendo, veía detrás de ti!-se excusó sonriendo al ver la mirada molesta de Zim.
-¡no te alegres, gusano, es tarde y por ende no volverás a casa, así que tendrás que quedarte!
-¡¿Qué?, eso es trampa, tardaste a propósito!-se quejó.
-¡victoria para Zim!-lo ignoró olímpicamente levantando ambos puños con aires de triunfo.
-como sea, no creo que papá este en casa y a Gaz seguramente no le importará… ¡pero eso no quiere decir que no sabotearé tus planes malvados, Zim!
-¡¿te atreves a desafiarme, humano inferior?, porque si es así no permitiré que encuentres los ingeniosos planos de Zim!-salió corriendo por el laboratorio con tal fin. Oh sí, apareció el irken impulsivo de siempre.
-¡bien, tú lo pediste!-olvidó lo demás, sonrió con determinación y se dispuso a perseguir a Zim con tal de atraparlo, ya que él ahora tenía los planos en sus manos.
-¡eso se ve divertido, yo también quiero jugar!-corrió GIR detrás de ellos apenas apareció, olvidando que traía un taco en las manos y, por ende, haciendo caer algunos de sus componentes en el proceso.
Otra pésima decisión…
Dib no se percató de ello y cuando estaba a punto de atrapar a Zim…resbaló por pisar una gran mancha de salsa y cayó sobre el irken.
Ambos se miraron con sorpresa, avergonzados por la posición tan comprometedora, olvidando el dolor al chocar entre sí.
¿Qué diría el otro de lo que estaba pasando?
Solo unos minutos en silencio hasta que…
-¿Qué te sucede?-preguntó Dib al ver que el rostro de Zim estaba teñido de un intenso púrpura, además lucía bastante… ¿nervioso?
-¡Quítate de encima!
-¿Qué?
-¡tú hiciste esto, ¿no es cierto?! ¡Tú me envenenaste o algo, humano problemático, solo sabes causarme problemas!
-¡¿de qué hablas?, yo no hice nada, estás actuando muy extraño últimamente!
-¡no quieras salir libre de culpa porque sé que tú le hiciste algo a Zim!
-no entiendo-respondió sinceramente.
-¡solo aléjate!
El humano siguió confundido por lo que pasaba frente a sus ojos, pero le vino algo a la mente, podría jurar que Zim estaba… ¿sonrojado?
-¡e-es tarde, tengo que descansar!-se levantó estrepitosamente-¿y donde se supone que dormiré?-preguntó con toda la frialdad que podía para librarse del “problema”.
-¡podemos implementar una habitación para ti!-respondió rápidamente el asistente, por suerte, deshaciéndose del incomodo silencio.
Luego de bajar al laboratorio, el robot escribió unos comandos y el computador al instante acató la orden, haciendo aparecer escaleras y una habitación extra.
-gracias-fue lo único que dijo el humano para luego irse y encerrarse en su nueva “habitación”. Lo menos que quería hacer ahora era ver a Zim.
El irken, quien todavía permanecía en silencio, se quedó en la sala mirando hacia las escaleras confundido, el humano jamás había actuado de esa manera antes. Meditando en silencio se quedó por unos minutos más.
-seguramente es por el cansancio-justificó encogiéndose de hombros y bajó a su laboratorio para matar el tiempo ideando algún plan, al menos eso lo ayudaría a pensar en otra cosa que no sea el comportamiento extraño del humano hacia su persona…o en lo que se enteró hace unos días.
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Continuará…