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¿Casado? ¡¿Contigo?! por kiyoko kotomi

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Notas del capitulo:

Buenos días/tardes/noches a todos los que siguen el fic.


¡He aquí el segundo capi, disfrútenlo n.n y gracias por sus reviews XD!

 

-¡deja de gritar o no seguiré ayudándote!-amenazó su hermana, cansada de los gritos, mientras halaba la sortija.

-¡no ayudas, sólo estas torciéndome el dedo!

-¡en primer lugar, ¿quién te manda a ponerte cosas de dudosa procedencia?!

-¡era del espacio, podía haber servido para algo, ¿sabes?, déjalo así, eso es mucho mejor a que me lastimes más!-liberó su mano adolorida.

-bien, como quieras, a mí tampoco me interesa, es más me ahorras el tiempo para poder jugar.

-no creo que sea tan malo-trató de animarse.

-sí, seguramente un objeto que vino del espacio podría ser completamente inofensivo-mencionó ella sarcástica sólo preocupando más a su hermano mayor.

-¡sé a qué te refieres, pero seguramente se soltará o desaparecerá en la mañana, solo…deja de decir esas cosas!-subió rápidamente a su cuarto, se cambió y luego se dispuso a dormir…mas no pudo hacerlo porque estaba preocupado, por ello se quedó viendo la maligna sortija por el resto de la noche.

Sólo esperaba que amaneciera de una vez…

 

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Al día siguiente…

 

Después de dormir una hora en la madrugada, despertó con un pésimo aspecto y, aun así, su padre lo obligó a cumplir con la obligación de asistir a la escuela, por más que apenas y podía estar en pie, y eso que podía hacerlo gracias a varias tazas de café.

Ahora iba en camino, con sus ojeras algo notorias, por suerte eso no le importaba y agradecía más que nunca ser tan antisocial porque si no fuera así estaría soportando las típicas preguntas que se hacen los amigos acerca de porque uno luce como luce.

-bueno, al menos no estoy muerto-se animó un poco, aliviado de que no había hecho nada malo para desatar la supuesta ira de la maligna sortija extraterrestre…

Aunque al poco rato, ésta de repente comenzó a arrastrarlo como si fuera atraído por un imán, trató de resistirse caminando en dirección contraria, pero el objeto no parecía ceder y lo haló aún más, pero… ¿hacia qué?

-¡no lo harás!-siguió retrocediendo pero inevitablemente volvió por sus pasos y pudo sentir que la fuerza era tanta que lo hizo correr para no caer, golpeando y empujando a varias personas en el proceso, es más, pudo sentir que ni siquiera tocaba el suelo-¡¡¡ah!!!-cerró los ojos y sintió que algo o alguien había chocado bastante fuerte contra él haciendo que se detuviera. Finalmente abrió los ojos, estaba afuera de la “eskuela”, aun así quiso quejarse pero vio que se trataba de…

-¿Zim?...-preguntó sorprendido de verlo curiosamente sostener una rama.

-¡sí, yo soy Zim, descerebrado humano cabezón, ¿por qué te metiste en mi camino?!

-¿pero que no viste que yo?…espera, ¿porque tienes una rama en las manos?

-¡eso no te incumbe, la clase acaba de empezar!-cambió de tema y se levantó, pero al intentar avanzar no pudo porque esa extraña fuerza no le dejaba despegarse del humano-¡aléjate de mí, mono-Dib!

-¡¿Qué?, tú eres quien se apega a mí!-trataba de apartarlo también.

-¡claro que no!

-espera un momento, ¿Qué es eso?-miró en la mano del alien algo que estaba justamente debajo de su guante de cuero.

-¡¿Qué?!

-¡quítate eso, ahora!

-¡¿Quién te da el derecho para…?!-pero antes de que pudiera replicar, el humano le sostuvo fuertemente la mano para lograr su cometido…

Al ver ésta detenidamente se sorprendió y Zim también, al ver la del humano.

-¿Cómo es que…?

-¡es una larga historia, ¿Por qué tienes una igual?!-le quitó su mano-¡seguramente tú hiciste esto, ¿no es cierto?, siempre me traes problemas!-se quejó el irken completamente enfurecido.

-¡claro que no, cayó ayer en mi casa y…espera, ¿cómo sé que no es obra tuya o de tus amigos del espacio, eh?!

-¡porque yo hubiera hecho algo más ingenioso!

-¡bueno, tenemos que entrar a la clase y no podemos estar muy juntos así que vete hacia la derecha y yo en dirección contraria!

-¡olvídalo, yo quiero ir hacia allá!-señaló la primera dirección.

-¡como quieras, solo hazlo!

Se levantaron e intentaron caminar alejándose varios metros, pero la fuerza de atracción hizo que impactaran dolorosamente fuerte otra vez.

-¡pésima idea, Dib-cosa!

-¡¿y tienes un mejor plan?!-lo retó.

-¡claro que la tengo!

-¡¿y cuál es?!

-… ¡e-es solo que aún no la he pensado!

-¡genial, simplemente genial!-se quejó el humano, pero antes de replicar otra vez fueron interrumpidos por un sonido proveniente de ambas sortijas juntas.

-este es un mensaje muy importante y no se repetirá…                    

Dib vio alrededor y jaló a Zim al lugar más solitario del patio de la escuela oculto entre los arbustos para escuchar dicho mensaje.

-¡¿Cómo te atreves a jalar al gran Zim?!

-¡guarda silencio!-le ordenó y escuchó atentamente el mensaje.

-¡saludos, poseedor del mayor regalo del universo, si no eres de los nuestros, supongo que entonces fuimos horriblemente carbonizados y posees lo más valioso que quedó de nuestras costumbres por lo que te voy a informar, por si no lo sabías, que tomaste los preciados años de tu existencia para unirlos con los de alguien más y, como este rito es rápido, te damos las felicitaciones!

-¡espera un momento, ¿a qué te refieres con ese tal rito?!

-análisis de conocimientos planetarios-se oyó una voz grave, para luego volver a la voz enérgica de antes-¡como dicen en tu planeta, te acabas de “casar”!

 

 

-¡¿Qué?!-cuestionó alarmado el humano, pero el irken no lograba comprender que sucedía.

-¿Qué te pasa, Dib-larva, que quiere decir?

Oh si, explicárselo al irken podría ser difícil, pues Zim seguramente estudió otras costumbres de la Tierra y nunca se preocupó por investigar algo tan banal como el matrimonio o cosas similares a él.

-¡oh, en tu caso, acabas de encontrar un compañero de por vida!-sentenció la voz facilitándole el trabajo a Dib.

-¡oye, no podemos estar casados, somos dos chicos!

-eh, ¿y?

-¡eso no es normal, ni siquiera somos de la misma raza, es más soy menor de edad, debe haber una anulación o algo así… ¿verdad?!

-oh, en nuestro planeta todos pueden cumplir este rito con sólo ponerse esos objetos y no importa lo demás, pero ahora deben saber que hay reglas que deben tomar en cuenta ya que nuestra ceremonia no es la misma que la de tu planeta, amigo mío.

-¿reglas?

así es!...-la voz se detuvo un momento dramáticamente-¡como notaste, hay una fuerte atracción entre ambos portadores de la sortija, puedes reducirla si presionas una parte especifica del anillo!-le indicó y ellos lo hicieron, sintiéndose aliviados de ya no estar tan juntos-¡oh sí, la regla uno dice que si uno sale del planeta sin el otro o se alejan a una distancia bastante considerable…ambos harán implosión!

-¡¿Qué?, eso es demasiado…!-se quejó Zim.

-¡regla dos!-prosiguió-¡si uno de ustedes llega a morir, el otro anillo activará una secuencia de autodestrucción matando a su portador en cuestión de minutos!

-¡por Júpiter!-exclamó asustado esta vez Dib.

-¡la regla tres indica que cualquier intento de dañarse entre ustedes, hará que pase una descarga eléctrica por sus cuerpos y también será así si intentan romper los anillos…!

-¡tiene que haber un modo de separarnos!-exigió el adolescente interrumpiéndolo.

-bueno, si realmente quieres saberlo, hay dos maneras que son entre algo riesgosas y estúpidas…la primera es que tienen que odiarse a morir.

-¡pero nosotros ya nos odiamos!

-¡oh sí, pero tienen que hacerlo mucho más!-aclaró y de repente se puso serio-la otra manera es que uno de ustedes, o ambos, tienen que enamorarse perdidamente de alguien que no sea el otro portador…aunque debo decirles que esta separación no será rápida, tiene su proceso y en caso de que lo logren, podrían morir, aunque eso no es muy frecuente.

-¡no puede ser verdad, no puedo estar unido a un humano miserable hasta nuevo aviso!

-¡y yo no puedo estar casado con un monstruo del espacio!

-¡jajaja, yo que ustedes no estaría perdiendo el tiempo y lo aprovecharía para estar haciendo otras “cositas”!-mencionó en tono pícaro.

-¡oh, cállate!-por un momento el adolescente se ruborizó.

-¡¿a qué te refieres?!-preguntó el irken con curiosidad.

-déjame adivinar, te casaste con un irken, oh si, ellos son tan ingenuos en esas cosas.

-¡oye!

-¡en fin, espero que te haya servido el instructivo y no hagas cosas estúpidas, del uno al diez como calificas el…!

Dib golpeó su anillo contra el suelo para callar la irritante voz, pero recibió una corta descarga eléctrica que le lastimó un poco, por lo que no gritó, después de todo, sufrió peores cosas en su vida.

-¿y ahora que se supone que haremos?-preguntó el irken tratando de no parecer preocupado.

-ya oíste, tenemos que odiarnos a morir o enamorarnos de alguien más-de repente se le ocurrió una idea-y creo que ya tengo a alguien en mente-sonrió convencido, sólo confundiendo más al irken.

 

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Continuará…

Notas finales:

¡Cómo vieron, sí me saqué tiempo e hice este capítulo de la manera en la que pensé…un matrimonio drástico y destructivo >:3!

¡En fin, espero que les haya gustado n.n y si quieren pueden dar sugerencias para el resto del fic, nuevas reglas, claro, además de dudas y otras cosas, déjenlos en sus reviews!

¡Hasta la próxima XD!   


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