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No me alejes por Regu

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¿Cuánto había pasado desde que entro a Aogiri? ¿Cuándo desde que se conocieron? Y más importante...¿Cuánto desde que se enamoró de el?.

Ayato era un joven de mal carácter que estaba enojado con todo el mundo, no soportaba ver a nadie y siempre trataba más a las personas, pero, al parecer hasta la persona más horrible del mundo puede llegar a tener un corazón ¿Cómo? Fácil, el menor podía ser alguien orgulloso y testarudo, pero aunque odiara admitirlo desde que Kaneki entro a Aogiri y este se empezó a enamorar de el hibrido. Cada día era un sentimiento nuevo ya que el albino le hacía amarlo con todo lo que hacía, cuando le leía, cuando se preocupaba por él y cuando lo molestaba una y otra vez para que le dijera que estaba triste; kaneki siempre hacia algo para que su corazón latiera con fuerza y como siempre, Ayato le respondía con hostilidad ya que esa era su personalidad y no podía evitarlo.

No es que el quisiera tratarlo así, es solo que tenía tanto miedo al cariño que siempre respondía con enojo o irritado, pero hasta en eso Kaneki lograba enamorarlo ya que a pesar de todo lo que le gritaba aun asile dedicaba aquella mirada tranquila, eso hacía sentir al menor como un pendejo a palabras del mismo Ayato. Aunque, había algo más, a pesar de que Kaneki siempre le mostraba una leve sonrisa o cuando lo molestaba hasta que el menor se desahogara y le contara todas sus tristezas, este nunca decía lo que le pasaba, nunca decía que se sentía afligido y mucho menos lloraba, siempre se tragaba sus dolores y tristezas y eso hacía sentir a Ayato muy mal, ya que le preocupaba, después de todo estaba enamorado de ese hombre y se sentía como un inútil, quería consolarlo, quería hacerlo sentir que no estaba solo y que el quería ayudarlo a cargar todas sus preocupaciones, pero, no sabía cómo…

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 Eran las 12:00 de la noche y nuevamente le habían despertado aquello gritos, aquellos alaridos de terror y dolor que pertenecían a su amado. Ya era la quinta noche que los escuchaba ya que desde que habían vuelto desde la misionen las instalaciones de la CCG Kaneki había estado muy mal por haber liberado su Kakuja, no podía controlarlo y constantemente tenia visiones que según decía en sus momentos de alucinación eran de la perra de Rize y del estúpido de Yamori, otra cosa más que lo hacía sentir culpable fueron aquellas torturas que este tuvo que sufrir cuando Yamori lo tuvo como prisionero, le hubiera gustado volver en el tiempo y salvarlo, tal vez así no estuviera sufriendo tanto.


Los gritos se hacían cada vez más fuertes y resonaban en todo el edificio, como eran compañeros ambos se estaban quedando en un edificio abandonado cerca del distrito 20. Mientras caminaba hacia la habitación del albino, este apretaba los puños y se armaba de valor para poder entrar ahí, tratando de reprimir su estúpida personalidad violenta para poder ayudar a Kaneki; cuando por fin llego a la puerta que lo separaba a él y al hibrido, este miro por algunos momentos el suelo mientras que escuchaba los gritos de su amado y tomando aire entro a la habitación, ahí, la escena que vio le rompió el corazón ya que podía ver a su querido albino abrazándose a sí mismo mientras que una cola de ciempiés jalaba su cuerpo y se movía para todas las direcciones sin control, al verlo, este no pudo evitar gritar su nombre.

- Ayato: ¡Kaneki!

Cuando lo escucho, el albino se paralizo y con el poco control y cordura que tenía e grito.

- Kaneki: ¡Vete de aquí!

- Ayato: ¡No lo hare!

- Kaneki: ¡Que te vayas!

Grito con desesperación, no quería herir a Ayato, no quería hacerle daño a la persona que más amaba, quería protegerlo pero él era un monstruo que terminaría lastimándolo.

- Kaneki: ¡VETE!

- Ayato: ¡No me voy a ir!

Sin obedecerá lo que el mayor le decía se acercó a él, tenía miedo pero no le importaba nada, solo quería acercarse a Kaneki, solo quería ayudarle ¡Solo quería alejar ese sufrimiento de el!.

- Kaneki: ¡NO TE ACERQUES!

Grito de una manera tan que incluso le lanzo un ataque con su cola la cual no le dio, pero si hiso que se paralizara un poco ya que se detuvo en seco y miro al hibrido. El mencionado jadeaba y se sostenía el pecho con fuerza mientras que le decía con dificultad.

- Kaneki: Por…favor…vete de aquí….aléjate de mí….

Ayato le miro temblando, no sabía qué hacer, solo podía quedarse ahí viendo a su amado sufrir como todo el tiempo.

- Kaneki: Aléjate…no te quiero lastimar….

Jadenado este parecía estar comenzando a sollozar, era la primera vez que Ayato lo escuchaba así de frágil.

- Kaneki: Vete…

Y entonces, vio lo que nunca había visto antes, pudo ver con claridad como varias lagrimas comenzaban a resbalar por las mejillas del albino mientras que este le decía con la voz quebrada.

- Kaneki: Por favor…No te quiero lastimar…

Esa, era la primera vez que veía a Kaneki llorar, era la primera vez que mostraba sus sentimientos ante él y gracias a eso, el peliazul encontró el valor suficiente para correr hacia él y abrazarlo con fuerza, cosa que asusto a Kaneki y comenzara a forcejear.

- Kaneki: ¡NO! ¡ALEJATE! ¡ALEJATE!

-Ayato: ¡NO LO HARE!

Ayato apretó su abrazo con Kaneki para no soltarlo mientras que este se retorcía y gritaba tratando de controlar los impulsos de atravesarlo o de morderlo hasta arrancarle la piel.

- Kaneki: ¡QUE TE ALEJES!

Le grito comenzando a morder su hombro con fuerza provocando que una gran cantidad de sangre saliera de aquella herida que provoco.

 - Ayato: ¡Agh! 

Grito por el dolor pero no se separó, es más incluso apretó aún más su agarre para que alejarse de Kaneki, mientras que, este último al darse cuenta de lo que le estaba haciendo trato de empujarlo lejos pero Ayato no se lo permitió.

Kaneki: A-Ayato…

Lloro desesperado comenzando a forcejear con más fuerza.

- Kaneki: Te-Te estoy lastimando…por favor…por favor ya basta… ¿Por qué…eres tan terco?...¿Porque sigues haciendo esto….? ¿Por qué no me…sueltas…? ¡¿PORQUE  NO MEDEJAS SOLO?!

Estaba a punto de golpearlo con fuerza, pero entonces el menor grito con todas sus fuerzas:

- Ayato: ¡PORQUE TE AMO IDIOTA!

Tras decir eso este lo tomo del rostro y le dio un cálido beso en los labios, tal vez era el primer beso que Ayato le daba Kaneki ya que este siempre tenía que robárselos o besarlo hasta que dejara de forcejear. Cuando sintió aquello Kaneki dejo de gritar y miro perplejo al menor y de repente, la máscara de Kakuja comenzó a romperse poco a poco hasta que finalmente se calló de su rostro y sus hermosas pupilas color plata volvieron a su lugar, las colas de ciempiés se desvanecieron por completo aliviando al peliazul.

Al separarse, Ayato le miro no con una expresión enojada como siempre, si no con una de preocupación mientras que por sus mejillas habían comenzado a resbalar varias lágrimas.

- Ayato: ¿Estas bien?

El corazón de Kaneki se estrujo ante aquella ecena y enternecido le abrazo con fuerza sollozando.

- Kaneki: I-Idiota…Dios…¿Sabes que pude matarte?...?Porque?.... ¡¿Por qué hiciste algo tan peligroso?!

- Ayato: Te lo dije ¿No…?

Respondió con la voz rota pero con una leve sonrisa mientras que se separaba un poco para poder tomar del rostro a su albino.

- Ayato: Porque te amo….

Apegando su cabeza a su pecho, este sentía que por primera vez podía decirle lo que realmente pensaba sin la necesidad de gritarle algún insulto.

- Ayato: No quiero que te encierres solo…No quiero que llores lejos de mi…por favor…llora en frente de mi…dime lo que te aflige…lo que te molesta…incluso grítame pero por favor…déjame consolarte…quiero que sepas que yo estoy aquí contigo…por favor parche…

Dijo casi en una súplica mientras que el albino le veía sorprendido, era la primera vez que escuchaba al menor hablar así y eso le aliviaba de sobre manera ya que siempre pensó que Ayato nunca le diría sus verdaderos sentimiento y ahora, el verlo así pidiéndole que por favor le diga todos sus miedos le hacía sentir feliz, por primera vez en mucho tiempo la carga que llevaba en sus hombros ya no la sentía tan pesada.

- Kaneki: Ayato…

En un sollozo se acercó y atrapo sus labios en un tierno y amoroso beso al cual el menor correspondió con ternura. Se abrazaron por horas hasta que Kaneki le miro con una leve sonrisa y lo cargo a en sus brazos.

- Kaneki: ¿Qué te parece si vamos a dormir…?

En ese momento, Ayato se sentía avergonzado pero sorprendentemente no sentía deseos ni siquiera un impulso por gritarle o insultarle como siempre, simplemente se sonrojo y abrazándolo por el cuello asintió. Más que feliz Kaneki salió de aquella habitación destrozada junto a su amor y lo llevo hacia la habitación de Ayato, ahí, lo recostó sobre la cama y después se recostó junto a él cubriéndose con las mantas y abrazándolo con fuerza.

- Kaneki: Te amo tanto Ayato…

Sonrojado este se aferró más a los brazos de Kaneki y alzando su cabeza beso su mentón con cariño y le susurro.

- Ayato: Yo también te amo parche…

Aun no podía creer que su conejito le estuviera diciendo tales cosas, era tanta la impresión que creía estar en un sueño del cual no quería despertar. Sonriendo y soltando una pequeña carcajada le miro con amor y comenzaron a darse pequeños besos de manera cariñosa, finalmente el albino estaba tranquilo porque podía sentir que ya no estaba solo, mientras que Ayato, finalmente se sentía útil ya que por fin estaba consolando a su amado.
Y así, ambos amantes permanecieron besándose toda la noche hasta que los dos cayeron dormido sintiéndose seguros en los brazos del otro.

 

Notas finales:

Gracias por ver nwn esperen mi siguiente trabajo!


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