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Lo que ahora es, ¿puede ser lo que fue? por Comunidad SinJu

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Notas del capitulo:

Ah, nueva actualización, y la primera que hago del año~

Es hasta ahora el capítulo más largo, rebasando las 4 000 palabras, y me siento muy satisfecha con él. Espero que les guste tanto como a mí me gustó escribirlo en horas de clase~

Recordemos que los personajes no me pertenecen a mi pero la historia SÍ. Me pertenece, si se desea adaptar a algún otro anime bien se puede pedir permiso, eh, advierto que si me entero no dejaré de ser una molestia por reviews, inbox, si acaso página de FB y tal.

Ahora, con El Rey. NO lo voy a abandonar ni mucho menos, pero por ahora mi marcha con los fanfics es demasiado lenta y pido más paciencia mientras se escribe el tercer capítulo. Lo siento a quienes lo siguen pero deberán esperar un poco más. Ahora mismo es este fanfic quien más ocupa mi mente.

Sin más que decir, aclarar, declarar o aclamar, ¡a leer!

Lo que ahora es, ¿puede ser lo que fue?

Capítulo 3.- Azul culpable.

¿Qué si entendía lo que sucedía?

No, no lo entiende.

Por más que mira por esta ventana, lo único que siente es confusión. El lugar no es claramente su hogar, dista mucho de si quiera parecérsele. Esto no es Japón, pero tampoco algo que él conozca o haya leído antes en algún libro. Parece un mundo… aterrador y nuevo.

Aterradoramente nuevo.

La dama que está a su lado llora, y él no sabe porque pero no se siente bien como para ayudarle o decirle algo que la haga sentir mejor, ni siquiera sabe por qué llora.

— Mi Judar-chan… ¿Por qué ha tenido que irse? Reconozco que no tiene los mejores modales pero… pero él… Pero él no era… tan malo… ¿Lo era?

Debe ser una pregunta retórica. ¿Y él como lo va a saber? Si el pobre Juju está tan confundido…

Sufrió de un mareo que le obligó a alejarse de la ventana y a sentarse nuevamente en la cama, bajó la vista y la fijó en el suelo, mientras juntaba sus manos y fruncía un poco las cejas. Tiene tres días sin saber en dónde está, y ahora que echa un vistazo… ¡Cielos! Esperaba quitarse dudas y orientarse, pero ahora estaba peor.

¿Y Sinbad? ¡Su Sinbad! Juju llevó una mano a su pecho y apretó, le duele ahora que ha recordado a su esposo, ¿en dónde está él?

— Disculpe… —Espera no verse tan… cruel llamando a una damisela llorando, pero él merece respuestas, no quiere pensar que ha sido secuestrado y “exportado” o algo parecido, este sitio tiene todas las de verse como Arabia, primera hipótesis. — Señorita Kougyoku…

Kougyoku limpió sus lágrimas con las yemas de sus dedos, tan delicada como cualquier princesa debería de serlo.

Desde que Ka-Koubun había aclarado con ella el asunto sobre a quién había sanado realmente, la princesa se había sumergido en una tristeza grande. Sí, es verdad que ella cuidó de este falso Judal junto a Aladdin, es verdad que los está ocultando mientras todos piensan que ellos siguen luchando fuera, es cierto que este hombre le agrada…

Pero también es cierto que ha perdido a un gran amigo suyo, es cierto que ha perdido a su magi y que las lágrimas que se aguantó estos tres días por fin están saliendo. Volvió a limpiarse las lágrimas, pero estas no se detenían, ¡y aún peor! Los sollozos comenzaban, intentaba detenerlos al morder su labio inferior pero era inútil, ve al hombre sentado en la cama entre una cortina borrosa de lágrimas.

Quizá su confusión sea grande, quizá él también esté aterrado, pero… Esta mujer está sufriendo más, lo siente. Juju optó por acercarse y abrazarla, fuerte.

— Señorita Kougyoku, le pido por favor no llore más…

La princesa balbuceó un nombre, otro “Judar-chan.” Está usando su nombre, pero no siente que lo está llamando exactamente a él.

El cuerpo entre sus brazos tiembla, le está encajando las uñas en la espalda y esto viene mal para sus heridas aún vendadas.

Pero no va a dejarla sola.

Sus dudas pueden aclararse mañana o pasado, al parecer no es el único que tiene estos sentimientos tan fuertes.

Esta mujer se está aferrando a él como si fuera lo más importante, y su llanto es tan profundo que sus propios ojos comenzaron a humedecerse para acompañar el dolor de la octava princesa.

●●●●●●●●

Dos días luego de aquello, la princesa no se había vuelto a pasar por su habitación, Juju no sabe cómo sentirse exactamente. Por supuesto, no estaba solo, Aladdin le hacía visitas constantes y se quedaba con él hasta tarde para hacerle compañía mientras sus heridas físicas continuaban en su proceso de sanación. Desde que Ka-Koubun descubrió que no era el magi al que él tuvo la orden de sanar, se negó a continuar a pesar de los reclamos de la princesa.

Pero esto Juju no lo sabe.

Aladdin era un niño agradable, pero Juju ha notado algo. Siempre que está con él evita mirarlo directamente a los ojos, y aunque su tono, palabras y gestos sean alegres siente que algo no está del todo bien, como si estuviera cuidando las palabras que usa con él.

Al quinto dia, por la noche, Juju se había animado a tomar la primera ducha. Pero el baño no era lo que esperaba.

— Qué tradicional.

¿Lo era? Lo que parece ser la bañera está como hueco en el suelo, con bordes de madera y quizá le llegue un poco más arriba de la cintura. No hay una llave para el agua, tampoco hay un lavabo como tal. Tuvo que pedir ayuda a un pelirrojo que casualmente pasaba por el pasillo en donde estaba la habitación en la que se hospedaba.

— Disculpa…

El hombre detuvo sus pasos tras escuchar su voz, Juju no lo pudo ver porque le daba la espalda pero el hombre hizo una mueca de extrañeza.

Le contestó su pregunta, pero ni siquiera se giró para verlo.

— ¿Qué necesitas?

Vaya voz.

— Puedes indicarme… —Se aclaró la garganta, la presencia de este hombre lo tiene algo tenso, y ni siquiera sabe por qué. Quizá porque aun desde espaldas es demasiado intimidante, tiene unos hombros tan grandes que no le dan un aspecto tan amistoso. — ¿Puedes indicarme cómo utilizar el baño por aquí? No lo entiendo.

El pelirrojo enarcó una ceja con interés, ¿Qué?

— ¿Me estás pidiendo ayuda para usar el baño? —Preguntó, quiere estar seguro de haber escuchado bien.

— Si, por favor… No lo entiendo.

Ya escuchó “Disculpa” y “Por favor” de los labios de Judal. ¿Qué demonios está sucediendo aquí?  ¿Cuándo tiempo se gastó en Balbadd?

Se giró por fin, la capa negra danzó con elegancia por el aire antes de volver a su lugar en la espalda de Kouen Ren, primer príncipe imperial del imperio Kou.

— Magia.

— ¿Disculpa?

— Magia de agua y fuego, siempre lo haces.

— Yo… No lo entiendo. —Ahora quien piensa que le están gastando una broma es Juju. Miró al hombre fijamente a los ojos, y casi se arrepiente de hacerlo. Esa mirada estaba clavada en la suya, el contacto visual se hizo y sus piernas temblaron.

Esos ojos son aún más intimidantes que su voz.

Y aún más intimidante es saber que este hombre está caminando directo hacia él. Juju se tensó y se escondió tras la puerta, tuvo la intención de cerrarla y hacer como que nunca tuvo esta conversación pero cuando hizo amago de hacerlo sintió fuerza de la puerta, o mejor dicho de alguien que del otro lado la está empujando hacia él.

— ¡Por favor, pare!

— ¿Me dirás lo que te pasa?

— ¿De qué habla? —Su voz flaqueó, sus piernas aún le tiemblan, el hombre ha invadido la habitación y está mirando las vendas sucias sobre la cama, y después le dio una buena repasada en a su cuerpo. Las cejas del pelirrojo se fruncieron y cerró la puerta de un portazo, ahora sí que estaba asustado, ahora no solo sus piernas estaban temblando, ¡ahora todo su cuerpo! Este hombre desconocido, no debió llamarle. No sabe si quiera en donde está y se le ocurre salir por la vida a hacer amiguitos nuevos.

Vaya que es idiota.

Cuando el noble notó el temblor en el cuerpo del magi –eso piensa él– retrocedieron unos pasos, ahora estaba más sorprendido. Judal jamás actuaba así, jamás había tenido heridas tan graves como las que ya vio en su cadera y brazos, jamás había estado con el rostro tan herido como lo está viendo ahora. Solo le queda deducir que alguien con mucho poder se ha atrevido a hacerle esto a su magi, y solo conoce a alguien tan fuerte como para que si quiera le haga un rasguño a Judal.

Sinbad.

Lastimó a su magi y por eso actúa así. Ahora sí que tiene sentido, ¿pero cuando? Él pensó que tenía al rey de Sindria en el ojo.

— ¿Esto lo ha hecho el rey de Sindria?

¿El rey de qué, quién?

— Veo que Sinbad se ha vuelto una verdadera molestia.

¿¡Sinbad!?

Como si el noble hubiera usado las palabras correctas, Juju dejó a un lado el miedo –porque es exactamente eso lo que este hombre le causó como primera impresión– para mirarlo con interés, y bastante. Ese nombre no es tan común como para que existan más de dos en el mundo.

— ¿El rey Sinbad…? —Pero recordó el primer asunto, no se siente cómodo, aun si el tema es sobre su amado esposo. — Por favor… ¿Puedes indicarme cómo preparar la ducha por aquí? Estoy perdido.

Kouen enarcó una de sus cejas, de nuevo. ¿”Por favor”? Ya era como el segundo o tercero que le escuchaba decir. Pero está bien, si quiere hacerse el tonto lo ayudará.

— La gente normal calienta agua antes, puedes llamar a un sirviente para eso, yo no haré nada. Al punto, ¿Quién te ha herido?

— ¿Esto…? —Juju bajó la cabeza y se miró el vientre y la cadera, la toalla cubre mucho de esta última pero se nota la herida aún, pues esta pasa por su costado. Acarició una de estas heridas, los bordes tienen rojo aún y muy poco de morado, hay algunas líneas en donde aún se ve la sangre liquida. La herida que estaba por su vientre no era mejor, aún le era incomoda. — No lo sé. —Dijo con sinceridad, volviendo a levantar su mirada hacia aquel desconocido pelirrojo. — Cuando desperté ya estaba herido.

Kouen Ren, aquél extraño pelirrojo para Juju, no se quedó a gusto con esa respuesta, no le dice nada. ¿Judal dejándose herir? Eso nunca lo ha visto y eso que tiene conociendo a Judal desde que fue traído por primera vez y era tan solo un bebé.

— Bien. —Pero si no quiere hablar, él no lo va a obligar. — Pero te ayudaré con eso.

Fue la primera vez que Juju veía lo que era un djinn, vio por primera vez a Phenex y también sintió lo que este podía hacerle.

El pobre quedó tan asustado como al principio estaba, y más confundido aún.

¿Cómo es que pudo sanar así?

●●●●●●●●

Ese mismo dia, por la noche y recién salido de una ducha larga, Juju se asomó por la puerta del baño hacia su habitación, buscando indicios de que aquél extraño hombre estuviera aún en la habitación, pues nunca escuchó que se fuera.

No estaba.

Sigilosamente, como si recién recordara que esto no era de su propiedad y casi estaba invadiendo, caminó hacia la cama. Las vendas, ¿debería usarlas? No está tan confiado de si estaba… sano o no, cuando estaba en su baño el agua se tiñó de rojo pero era solo sangre seca sobre las heridas, no tenía ni una sola cicatriz.

¿Puede confiar? Era irreal, incluso picó unas cuántas veces sus costillas. Ni un poco de dolor, nadita de nada. Pero no se arriesga. Botó las vendas sucias y buscó nuevas, sabe en donde se las ha puesto la damisela de cabellos rosados.

Las encontró, y unas tijeras muy a la antigua también. Cuando apretó las vendas a su torso y cortó lo que sobraba luego de hacer el nudo, se quedó mirando fijamente las tijeras. ¿Debería…?

Si, definitivamente debería.

Las dejó sobre la cama y se levantó hacia el ropero, lo abrió de par en par y abrió sus ojos con sorpresa.

¡Todo es igual!

Y todo era tan revelador como el atuendo con el que había despertado hace una semana.

Si Sinbad viera esto seguro que se da un infarto.

...

Oh.

Apretó las puertas del ropero con algo de fuerza y su mirada se perdió entre las prendas negras, doradas y blancas. Con el batallón para llenar la bañera esa olvidó su situación. Su Sinbad...

¿Qué era esto? ¿Era una terrible y muy larga pesadilla? Por qué siente esto más real a lo que debería sentirse en un sueño, y belleza dolor que sentía hacia unas semanas, cuando despertaba literalmente al aire libre en un lugar desconocido se sintió bastante real, la sangre era muy real y el dolor que sintió también era bastante real.

Si esto no es un sueño entrará en pánico de nuevo.

Vestirse fue sencillo, pero no se siente cómodo. ¿Eso era un top? Él jamás había usado un top, esta clase de ropa no es para su género. El pantalón era tan holgado que sentía que se iba a caer si se atreve a correr, y no encontró ropa interior y sinceramente es lo de menos porque no va a usar una prenda tan íntima que alguien más ha usado antes.

Alguien desconocido.

Bien, ahora la bufanda, ¿para qué? No entiende el vestuario, tiene un top, un pantalón flojo, no hay zapatos… Ah, pero tiene bufanda. En un momento de rebeldía de la moda, no usó la bufanda.

¿Y ahora? Se acercó a la ventana, le daba miedo asomarse y recordar que estaba en un sitio desconocido. De hecho, absolutamente todo –incluso las personas– le recuerdan que no está en su hogar, ni se asoma.

Rozó el borde con los dedos y suspiró, se siente… atrapado. Pero aunque corrió la elegante cortina a un lado de golpe, lo que se veía era poco, una brisa de aire fresco lo saludó e hizo que su largo cabello, suelo, se meciera un poco tras sus hombros. Todo está obscuro, ve pequeños puntos a lo lejos, él piensa que es el pueblo que hacía unos días vio, quizá antorchas, o luces, ni idea. Ni al caso, ya está obscuro. Volvió a cerrar la cortina y caminó de vuelta a la cama. ¿Cómo puede dormir tan cómodamente sabiendo que este no es su hogar? Tiene casi una semana desde que no ve a su Sinbad y solo ha estado aterrado y confundido, las peores combinaciones si se lo preguntan.

Bueno, que la cama es cómoda, no hay mucho misterio.

Se acostó y cubrió con las mantas, juntó sus pies desnudos bajo las mantas y cerró sus ojos, subiéndose rápidamente en el sueño.

Soñó, soñó que iba con Sinbad a un café y después a casa para ver películas. Soñó cosas alegres, soñó con su persona amada, soñó su vida. Pero alguien perturbó un poco su sueño.

Ese pelirrojo intimidante. Viéndolos, a lo lejos. Desde la mesa de al lado, desde la esquina de la calle, y de manera fina, retando a su esposo con la mirada.

No hay duda de que la impresión que Kouen logró en Juju fue demasiado grande.

●●●●●●●●

Siente que hoy va a tener respuestas, el ambiente es apto para ello. Es tenso y apto, pero absolutamente apto. La damisela de largos cabellos rosados tenía una mirada bastante seria, y el pequeño de cabello azul atado en una delgada trenza no dejaba de mirar hacia la ventana y después bajar la cabeza.

Oh si, estos dos van a hablar.

— Verás, Judar... —La primera voz fue de Kougyoku, pero cuando Juju puso su atención sobre ella esta se tensó, y tras apretar los labios y torcer el gesto bajó lentamente la mirada, hacia sus manos vueltas puño sobre la tela magenta.

Más silencio.

— Yo...

— Lo lamento, mi descuido ha hecho todo esto. —Una voz más, ahora del pequeño niño. Juju, quien había optado por hablar segundos antes, optó por callar. — No es sencillo decirlo...

— Tampoco aceptarlo. —el susurro de la princesa fue escuchado por Aladdin, aumentando un poco más su remordimiento; desde hacía una semana no estaba tranquilo.

— No es sencillo decirlo... —Juju notó fácilmente que la voz de Aladdin flaqueó, y debe decir que ahora él se siente un poco nervioso por lo que podría llegar a escuchar. —...cuando a la persona que involucraste es tan amable y divertido... —Quiso decir que a él también le agradaba, pero se lo guardó. —...y has herido a una amiga por esto.

Kougyoku se estremeció, y levantó la cabeza para mirarlo fijamente, a él.

— Desde el principio me pareció muy extraño que Aladdin, AliBaba y mi primo llegaran contigo sangrando. Tú nunca te descuidas tanto y sangras. Bueno, él. Cuando pedí a Ka-Koubun que te diera primeros auxilios de emergencia todo parecía normal. Pero al final del día...

No entiende a donde va todo esto.

— Te lo explicaré de otra forma. —Aladdin volvió a intervenir, levantándose del asiento de un gracioso salto que a Juju causó ternura. — ¿Has visto ya lo que hay afuera?

— Sí.

— ¿Te resulta familiar?

— No.

— No sé cómo sea aquel lugar del que vengas, pero este no es tu... mundo.

Okay, por ahora no ha escuchado nada nuevo.

El rostro confuso de Juju hizo que Kougyoku volviera a hablar, apoyando a Aladdin con una mano en el hombro.

— Cambiaste cuerpo con el Judal de este mundo. Él posiblemente está en tu mundo ahora, como tú en el nuestro.

Que me jodan.

●●●●●●●●

Irreal, simplemente irreal. Juju caminaba de un lado hacia otro, hacía gestos de frustración y movimientos exagerados al caminar alrededor de una fuente, la princesa sentada en el borde grueso de piedra de esa misma fuente lo seguía con la mirada.

— ¡Esto es irreal!

— ¿Me lo dices a mí?

— ¡A quien escuche!

— Oh-oh. Eso es malo, hay personas que no deberían enterarse de esto, y algunas de ellas en este mismo castillo.

Juju volteó a mirarla, tenso. Le invitaba a hablar con la mirada.

— ¿Judal tiene enemigos?

— Se hizo bastantes. Pero no hablo de eso. Cuando se enteren que hemos perdido al magi... podrían venir a atacarnos.

Juju torció más el gesto, aunque esté tan... enojado, no puede perder la cabeza.

¡Pero es que hay un tipo raro ocupando su lugar con su esposo! Puede ser un encanto de persona, una persona adorable y servicial, pero siempre ha sido un celoso. Y sabe que su cariño no es taaaan inteligente para saber lo que pasa. Conociéndolo seguro piensa que él está pasando por una etapa en la que quiere dominar a medio Japón y volverlo toda una monarquía o algo así. Si, una etapa. Su tesoro es tan adorable, y estúpido también.

Oh, no. ¿Y si ese otro 'yo' le ha hecho algo malo?

— Judar...

— Debo regresar.

— Eso es cierto, pero ahora-

— Entre más pronto mejor.

Kougyoku nota esa ansiedad en el hablar del otro, pero poco puede hacer ahora. Se levantó y se acercó al hombre, tomándolo de las manos y juntándolas, su mirada era decidida.

— Por ahora no podemos hacer mucho.

— Pero Aladdin-

La princesa alzó la voz. — Pero Aladdin ahora no puede hacer mucho. Sh, sh. Antes de que sigas otra cosa, escúchame. Esta última semana él ha estado en la biblioteca de Kou, estudiando para conseguir algo más de conocimiento sobre el hechizo que usó y buscando revertirlo. No podemos hacer mucho, tú ahora debes tomar el lugar que Judar-chan dejó y... y... ¡oh, por Solomón!

Aquí vienen más lágrimas. Juju suspiró y dejó que la princesa se ocultara tras sus mangas, desde aquí puede escuchar los bajos sollozos de la princesa.

Y de repente, levantó la cabeza y lo miró fijamente, sus pupilas estaban dilatadas y poco quedaba del tierno y sumiso mirar de la dama.

Ay.

— ¡Yo también estoy muy enfadada! ¡Mi Judar-chan no está a salvo allá! Oh, ¿Y si algún salvaje está haciéndole algo ahora? ¡Y yo no estoy ahí para él! Deja de ser un egoísta y piensa también en las demás personas. ¡Aladdin también debe sentirse horrible ahora mismo!

Justo en la razón.

— Lo entiendo, yo…

Un silencio más, mientras la princesa limpiaba sus lágrimas y se sonrojaba por la escena que acababa de tener. Se había prometido mantener la calma ante la situación, adoptar una pose madura adecuada a su edad y… todo se jodió, sus sentimientos siempre son más fuertes. Ella no puede intentar ser madura cuando por dentro está que quiere hacer una laguna con sus lágrimas.

— Yo también estoy preocupada. Estoy triste, y confundida, me agradas Juju-chan, pero estás siendo…

Egoísta. Juju lo sabe, lo que la princesa no dijo Juju lo pensó.

— Lo sé y.... lamento. Pero yo...mi esposo...

Y aquí viene el sonrojo de nuevo. Kougyoku lo miró con sorpresa y vergüenza, escondiendo la parte inferior de su rostro tras las mangas de su vestido. ¿Escuchó bien? ¿Esposo? Vaya~

— ¿Te casaste?

— Hace un año y un poco más.

— ¡Entonces por eso estás tan preocupado! ¡Piensas que Judar-chan le hará algo! ¡Oh, Judal, qué adorable!

Qué cambio tan repentino.

Los chillidos de la princesa eran demasiado agudos, pero era mejor que le perforara los oídos a que siguiera llorando.

Por otro lado, a un par de metros más, un pelirrojo golpeó el suelo con el pie con algo de fuerza. Lo que escucha, y lo que vio y escuchó el día anterior de ese mismo Judal era suficiente para hacerse una hipótesis.

●●●●●●●●

Otros tres días más pasaron, Kougyoku comenzó a volverse cercana al nuevo Judal y a visitarlo por las tardes para escuchar historias sobre su mundo, y por la noche salían juntos hacia el pueblo para ella mostrarle a Juju lo que a ella le era normal. Siempre con escoltas y un sirviente de la princesa, él nunca le dirige la palabra pero lo ve como si estuviera planeando algo con él, y sus dos compañeros siempre niegan con la cabeza cuando le ven y murmuran entre ellos.

Es que no tipo es bastante obvio.

Desde teatros hasta caravanas de comercio y eso que él llamaba mercado negro, vendían animales que la princesa decía eran curiosos, y para él eran de lo más extraños. Ha visto pájaros con cola de lagarto y serpientes con alas. En serio. La comida era otra cosa, la comida del palacio era digna de reyes y la comida del pueblo era deliciosa y curiosa. Dieron un paseo por los huertos del castillo. Duraznos, tomates, lechuga, zanahorias, manzanas y otras frutas y verduras más, había miles de trabajadores en la tierra ahora y algunos ofrecieron algo de la cosecha a la princesa, quien a su vez obsequió una canasta bastante linda de frutas a Juju, y puede decir que la fruta es bastante buena, incluso esa que no conoce. Aladdin se unió a ellos al cuarto día en sus paseos por la tarde, compartiendo sus nuevos conocimientos pero también disculpándose por no conseguir nada que les pudiese ayudar. Juju sentía un poco pesado eso pero agradece el esfuerzo que hace por regresar las cosas a cómo eran. Aun así, era divertido, aunque con ese rubio que acompañaba a Aladdin... bueno, ya se acostumbró a tener su mirada curiosa en todo lo que hace y dice, como si aún no pudiera creer lo que pasó en mitad de una batalla.

No se había sabido nada de Hakuryuu hasta que este se apareció una noche en la habitación de Juju, alegando que ya se había divertido demasiado pero debían continuar, que era riesgoso permanecer más ahí con Kouen rondando, e incluso intentó llevárselo consigo a la fuerza. Juju supo entonces que ese intimidante pelirrojo era Kouen Ren, hermano mayor de Kougyoku. También se enteró de quien era ese extraño sujeto que tanto nervio le hizo pasar por pensar que un rarito quería secuestrarlo, pero afortunadamente esa hora era la de su visita nocturna de Aladdin, aunque el rarito prometió regresar por él. Le comentó a Aladdin de lo sucedido y él lo puso al tanto de lo que ocurría. Ahora el rarito se convirtió en El Rarito Vengador.

¿De Kouen? Pocas noticias, se enteró que emprendió una embarcación con otros príncipes que aún no conoce hacia otro país del que nunca le ha sonado el nombre.

Cierto día Aladdin llegó a él y a la princesa a mitad de una conversación en la fuente, diciendo que leyó cada libro y pergamino, escrito y monólogo, biografías y ensayos que había dentro de la biblioteca del castillo, incluso entró a la habitación de Kouen -que miedo- a buscar algo que pudiera ayudarle.

Nada, aprendió muchos trucos nuevos pero de poco sirvieron, el hechizo que usó no está ahí, pero tampoco uno que pudiera ayudarle o sea similar a lo que hizo, ningún libro de magia que le ayudase.

Alegó que en Sindria la maga, una de los ocho generales, podría ayudarle a descubrir algo, entonces se decidió hacer una visita. Enviando una carta avisando que la octava princesa imperial, su magi, el magi Aladdin y compañía irían.

No estaban pidiendo permiso, estaba aclarando que iban de camino, y aunque Sinbad se alertó por saber que Judal vendría permitió el paso, después de todo debe haber alguna razón por la que Aladdin viene con ellos.

Y ahora mismo nuestros tres protagonistas están en una embarcación rumbo a un país gobernado por un rey al que posiblemente Juju gustará conocer.

Pero ahora, lo que Juju siente es de todo menos emoción. O algo positivo en realidad.

— Mátame.

— Juju-chan, por favor…

La princesa apuró en abanicar con la mano al pobre Juju, quien estaba tendido sobre el suelo y con la cabeza descansando sobre las faldas magentas de dicha princesa, cuya preocupación era genuina y notoria. Si, el nuevo Judal estaba agobiado, mareado y siente que pronto puede regresar su almuerzo.

No era como el crucero que pensó que sería.

— Kougyoku-san, también yo~ Ooh~

— ¡Aladdin, tus manos!

— Mátenme pronto…

Notas finales:

Y así concluye el tercer capítulo de este buen fanfic, que tan ilusionada me tiene~ Antes de otras declaraciones, aquí las respuestas a reviews del capítulo anterior!

Amor-Yaoi

MerryAyperos (Anónimo) Me alegra bastante que te fijes en mi narración, sinceramente me considero una persona que se expresa mejor cuando escribe y que me digas eso de “la manera de narrar es bastante limpia” me hace sentir ordenada (? ¿La escenita de la cocina? Cuando la escribí recuerdo que estaba en una cena en casa de mis tíos, con mis primas a un lado, lo leían mientras lo escribía en el cel y vaya que me avergonzaba pero güeno. Pues, querid@, ¡ya salió! Si estás leyendo esto es porque ya está el tercer capítulo~ Y porque eres de las pocas bellas personas que se quedan a leer hasta el final uvu

AolSasori Mija, mi Sasukeh, gracias por el comentario, sabes que siempre es un gusto que lo que escribo te agrade a ti y a todos, aunque esto no lo leerás hasta más tarde te digo que, gracias por apoyarme en este fanfic, por hacer comentarios y bromas –como el cabello tintado del Sinbad del otro mundo– ¿sabes qué? Es her-fa-tri-moso volver a tener un contacto así contigo, aunque ahora la prepa me ande jodiendo uvu Gracias~

dark kirito ¿Sabes qué? Todos los reviews del capítulo dicen que les hizo reir, y eso me alegra mucho XD Ahora cuéntame, ¿este capítulo te hizo reir? (8

Fanfiction

SKAM Asakura Lawliet  Te agradezco lo del apodo, yo también creo que Gatito le queda perfecto, y el detalle de que se le esponje el cabello lo decidí porque me gusta eso de los gatos, tengo muchos gatos~ Guárdatelo, hermosa, como dato curioso del fanfic ;)

Scardya ¿Recuerdas que en el grupo de la comunidad había publicado algo que decía “cuando escribo y no puedo evitar dejar de ser yo”? ¡Bueno, pues eso también viene de mi parte, no lo pude evitar y eso si que no lo cambié! (8 Debía ponerlo~ Vamos, fue gracioso lml Gracias por el review, y por el dibujo. ¡Señores, esta personita es un artista en potencia!

¡Muchas gracias por sus reviews~!

Al principio, si iba a agregar a este capítulo el tan esperado encuentro entre este lindo Juju y el Sinbad de magi, al cual apodaré Sinbastardo para próximas notas y capítulos, para diferenciarlo de ese otro Sinbaddy actual ¬w¬ pero… Aladdin y Kougyoku para mi tienen ahora unos sentimientos muy fuertes, y yo creo que era digno dedicarle un capítulo a ellos dos y a Juju, quienes si leyeron bien son los verdaderos protagonistas de este fanfic junto a ambos Judal y a esos dos Sinbadd’s. Ambos tienen un papel importante, no son solo personajes dobles o ambientales.

Pero, como en el grupo los comentarios eran tan… de esperar a Sinbad, apartaré un espacio en el próximo capítulo con el Judal en el mundo actual para ese reencuentro. No lo agregué más que nada porque siento que este capítulo está perfecto así y no le falta más, y cuando el instinto de escritora habla no se le puede contradecir.

En el grupo en FB sobre la comunidad, llamado Comunidad SinJu / Gaby007 en donde se comparten memes, contenido NO escrito sobre algunos capítulos entre otros, ¡no sé yo a qué esperas para unirte! No soy la única que publica~

Ahora, la preguntica de este capítulo~

Hasta ahora, ¿te has sentido identificado con alguno de los personajes? En caso de que la respuesta sea afirmativa, ¿cuál?


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