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Incondicionalmente por Kurenai_no_Angel

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Notas del capitulo:

¡Feliz Año a todos! ¡Ya he regresado de vacaciones así que vuelven las actualizaciones! :'D Gracias a todos los que me habéis comentado estos días, me he asegurado de responderos. Madre mía, 23 reviews ya, ¡muchas gracias! Sois los mejores <3


Me hace muy pero que muy feliz saber que el fic os está gustando tanto, es un placer seguir con esta historia.


Hoy os traigo algo un poco diferente. Es una escena que escribí más por saciar mi curiosidad que por publicarla como un capítulo más del fic, pero viendo algunos de vuestros comentarios, me he animado a subirla.


No es un capítulo como tal si no (como dice el título) una escena extra. Cambia tanto el punto de vista como los personajes. No es necesario leerlo para el desarrollo normal de la historia; es decir, si no os lo queréis leer no afectará a la trama posterior ni os perderéis ningún detalle.


Dicho esto, ¡qué disfrutéis y ánimo a aquellos que habéis empezado las clases!


<3

Era un hecho que iba a asistir. Se había llevado una sorpresa mayúscula al recibir aquel sobre sin remitente, caligrafiado a mano, que le invitaba a una fiesta en casa de “los Hyakuya”. Nunca esperaría que aquel muchacho hiciera algo semejante. En general, no esperaba que tuviera contacto con él más allá del obligatorio. La tarjeta pasó desapercibida entre el montón de papeles que se acumulaban en su escritorio. Era la parte más aburrida de su trabajo, pero ordenarle a Shigure o Mito que se encargaran por él, probablemente pasaría por explotación laboral. Y ya tenía suficientes problemas. De hecho, si no fuera por el insoportable y acosador de Shinya, seguro que la carta habría terminado en la basura. Por “suerte” para él, tuvo que venir a su despacho a tocar las narices de buena mañana y cotillear entre sus cosas, de donde la rescató.


Claro que quería celebrar la Navidad junto al mocoso de Yuu, más dudaba que la cena en su casa fuera una gran idea, teniendo en cuenta el talante de Mika hacia los humanos. Y cualquier ser vivo que respirara, en realidad. Estaba convencido de que solo Yuu se libraba de ese odio generalizado. Tampoco podía quejarse. En el fondo, ellos habían tenido la culpa y su rencor estaba justificado. Además, sabía que era una buena influencia para Yuu y el cariño que crecía entre ambos era evidente. Sí. Ya. Cariño. Chasqueó la lengua, molesto.


 


-¿Tan borracho estás que no puedes ni quitarte el jersey? –Shinya se materializó a su lado. Guren pegó un respingo.


-Estoy bien –aseguró. Terminó de quitarse la ropa, quedándose en bóxer.


 


Shinya le dio un repaso con la mirada, sonriendo satisfecho. Guren suspiró. No tenía remedio. Aunque el vamp- Mika les dejó un futón, Shinya había insistido en dormir juntos. Era demasiado raro compartir la cama de un chupasangres, por mucho que este se hubiera preocupado de cambiar las sábanas. Quizá al día siguiente las quemaría y haría una limpieza profunda con ácido y lejía para librarse de cualquier presencia humana. El general le tomó por el antebrazo y tiró de él, hasta caer enmadejados sobre la cama. Guren protestó y trató de apartarle de un empujón. Shinya reía en voz baja. Se recostó de lado, mirando al moreno, tumbado bocarriba. Tenía el ceño fruncido.


 


-Oh, ¿parece que papá Guren está preocupado por algo? –presionó.


-Cállate, es muy tarde y quiero dormir –contestó, molesto.


-¿Es por Yuu? –Por mucho que Guren disimulara y se mostrara frío en público, Shinya le conocía lo suficiente como para traspasar sus barreras y ver el otro lado. Sabía que Guren se sentía orgulloso de Yuu y estaba al tanto de sus progresos y sus hazañas. Era un padre que espiaba desde la sombra. Siempre había estado al lado del pequeño Hyakuya, vigilando sus movimientos y encargándose como un fantasma de que creciera fuerte, valiente y a salvo. De cara al exterior, trataba a Yuu con condescendencia e indiferencia. Sin embargo, la realidad era que, más allá de toda broma, se había ganado un hueco en su corazón y le había convertido en su hijo. Nunca lo admitiría, pero daría su vida por ese crío.


-¿Has visto cómo se miraban? –se giró, quedando cara a cara-. Era como si no existiera nada más en el mundo –refunfuñó.


-¿Y qué esperas? Se llama amor –sonrió suavemente.


-¡Tienen dieciséis años, por dios! –Golpeó la almohada.


-Diecisiete –corrigió-. Al menos Yuu –añadió, con tristeza.


-¡No saben qué es el amor! Además, se van a destrozar el corazón mutuamente. Yuu seguirá creciendo pero Mika…-lamentó, pesaroso.


-Imagino que ya se lo habrán planteado. Ellos mejor que nadie son conscientes de los riesgos que acarrea su decisión, ¿no crees? –Enredó el flequillo azabache en un dedo y lo retorció.


-Son unos niños, no tienen ni idea de- Shinya le calló con sus labios.


-Te preocupas demasiado. Tu hijo ha crecido, es un adolescente que ha encontrado a una persona muy importante a la que daba por muerta. Mikaela y él se cuidan las espaldas y se protegen. No es el pequeño desvalido que cayó en tus brazos tras huir de una ciudad atestada de vampiros. –Deslizó su mano a la mejilla de Guren. Este se estremeció imperceptiblemente-. Entiendo tus deseos de ahorrarle ese dolor, pero si intentas impedir que Yuu le quiera, vas a fracasar y te va a odiar. No es un crío indefenso, sabe lo que hace y las consecuencias de su elección.


-Shinya, detesto cuando tienes razón. –Le dio un pequeño mordisco en la muñeca para alejarle-. Pero no puedo evitar comportarme como un padre, alguna que otra vez.


-Te ves adorable actuando como tal. Daddy Guren –dijo con voz ronca y sensual. El teniente se sonrojó y apartó los ojos, fingiendo enfado.


-Lo haces ver sucio.


-Con lo que te va a ti el riesgo, ¿no te resulta morboso estar los dos juntos, casi desnudos, en una cama estrecha, rodeados de bellas durmientes?


-Nuestras habitaciones están pared con pared, nos van a escuchar. –Masajeó sus sienes, palpitantes por el alcohol. Se encontraba un poco mareado.


-Tienes razón, mejor descansemos de una vez. –Se pegó a su cuerpo, rodeándole la cintura con las piernas, cual koala.


 


Guren se quedó quieto, rígido. Maldito bastardo. Sabía lo que pretendía, pero no iba a caer en un truco tan sucio y rastrero. Shinya bostezó sonoramente, acomodándose sin dejar apenas espacio entre ellos. Guren rechinó los dientes y cerró los ojos. El peliplateado no cesaba de moverse, rozando “sin querer” sus caderas. Guren respiró hondo y pensó en otras cosas. Su relación era así. Él era el salvaje, el intenso, el que mandaba. En cambio, Shinya se hacía el inocente y el despreocupado pero de vez en cuando escapaba su vena toca pelotas y se dedicaba a calentarle hasta que no podía más y le arrancaba la ropa a bocados. Siempre terminaba cayendo, claro. No tenían remedio. Tragó saliva. El bulto entre sus piernas le dificultaba el relajarse. No, en serio, no podían hacer eso en casa de su hijo. Por muy adoptivo que fuera. Era una falta de respeto y probablemente lo oirían y él moriría de vergüenza. Menuda humillación.


 


-Nnnghh –Shinya se giró, quedando de espaldas a Guren y rozando su estómago con el culo.


 


La suave tela del bóxer le hacía cosquillas en el vientre. Estaba empezando a descontrolarse y el malnacido de Shinya lo sabía. Guren le atrapó por el abdomen, aprisionando su erección entre ambos.


 


-Para. –Amenazó con un ruido tosco.


-¿Mmm? No hago nada –murmuró. Deslizó su trasero unos centímetros más abajo. Guren clavó las uñas en la curva de su cuerpo. Shinya gimió bajito.


 


Y la bestia se desató. Con un ágil movimiento fruto de la práctica, empujó a Shinya contra el colchón y se colocó a horcajadas sobre él. Los muelles crujieron. Le comió la boca, mordiendo, succionando sus labios, entrelazando sus lenguas, tirando de su pelo, volviéndose loco y volviéndole loco. Rezó para que los chicos estuvieran lo suficientemente dormidos o borrachos y no se enteraran de nada. Le iba a hacer pagar por su osadía de la mejor manera posible.

Notas finales:

Ha, ha, ha, maldito Shinya...


Me apetecía escribir acerca de la faceta paternal de Guren y espero que sea algo que desarrolle a lo largo del fic. También quería mostrar ese lado rebelde y provocativo de Shinya que todos sabemos que tiene. Aunque intente disimularlo. Espero que os haya gustado este pequeño GureShin. Tengo varios fanfics de ellos, así que en los comentarios me podéis decir si queréis que los publique.


Gracias <3


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