Okay, let’s do it!!
—Por favor, Baekhyun —gimoteó.
El nombrado rodó los ojos y suspiró.
—No, he dicho que no, Chanyeol —refutó el otro—. Y te pido que lo dejes ya, por amor a tu madre.
Baekhyun miró como Chanyeol se cruzaba de brazos; cejas fruncidas, labios en una línea recta y, para su sorpresa, en silencio. No esperaba que su novio acatara la orden, no, por supuesto que no. Esperaba algo más que eso. A Chanyeol lloriqueando unos minutos más, por ejemplo.
Todo había comenzado hace, aproximadamente, dos meses atrás. Llevaban ya algunos años de relación, habían terminado la universidad y, como los adultos que ya eran, habían decidido mudarse juntos en el departamento que los señores Park habían comprado para su hijo.
Incluso habían conseguido trabajo. Baekhyun había estudiado para diseñador, por lo que trabajaba en la industria de la moda en una firma ya existente y con diseñadores reconocidos, mientras que Chanyeol había estudiado derecho, por lo que trabaja en la empresa del señor Byun como el abogado de la empresa y uno de los mejores abogados reconocidos en Seúl.
Estaban bien acomodados, económicamente hablando, ambos tenían una vida pacífica y sin problemas, y el amor que tenían el uno por el otro continuaba latiente ahí, sin borrarse ni olvidarse de ello. Ambos eran felices estando juntos; pasando agradables tardes en el parque, comidas llenas de risas y una familia que apoyaban cada una de sus decisiones en cada momento.
No podían quejarse de absolutamente nada. Estaban bien. Y era verdad que estaban bien, pero entonces, hace dos meses, Chanyeol pedía más. Quería más. Baekhyun no estaba seguro de cómo empezó todo esto cuando ni siquiera su novio le había comentado acerca de esos pensamientos que rondaban en su cabecita. Tampoco estaba muy seguro de por qué había respondido eso cuando Chanyeol lo mencionó, ni siquiera sabía por qué seguía respondiendo lo mismo.
» Baekhyun tecleaba algo en el ordenador y estaba tan ensimismado en lo que estaba haciendo que, ni por un momento, notó que su novio caminaba de un lado en toda la habitación. Tampoco es como si Chanyeol no hiciera eso todo el tiempo en realidad.
En algún momento, mientras trataba de explicar de una manera concisa y breve lo que quería en los nuevos diseños, alzó su mirada para encontrarse con la de Chanyeol en la distancia. Baekhyun le dedicó una de esas sonrisillas que siempre mostraba cuando era para Chanyeol, sin embargo, este último parpadeó y, en ese instante, Baekhyun vio un brillo en los ojos de su novio. Ese brillo que caracterizaba a Chanyeol cuando estaba sobre-excitado de la emoción.
— ¿Qué? —interrogó, esperando que Chanyeol se abalanzara sobre él o algún movimiento inesperado, pero pasó medio minuto y su novio no se había movido de su lugar—. ¿Chanyeol?
— ¿Sabes? —comenzó—, llevo un tiempo pensando en esto y creo ha llegado el momento de decírtelo.
Baekhyun asintió.
—Te juro Park Chanyeol que, si esto no es serio, patearé tus bolas —advirtió.
—Creo que esto será la cosa más seria que diré en toda mi vida, Baekhyun.
—Correcto —murmuró—, estás asustándome, Yeol.
Chanyeol inhaló y exhaló varias veces y, finalmente, volvió a mirar a los ojos de su pequeño novio.
—Desde muy pequeños, Baek, te he querido de alguna forma y no sabía que después eso se volvería en algo tan fuerte y verdadero. Era amor, Baek. Siempre había sentido amor por ti y lo supe a lo largo de mi vida cuando estabas a mi lado, y crecía más y más hasta que supe que estaba completamente enamorado de ti. Llevamos mucho tiempo juntos siendo amigos y pareja, estamos bien y nos amamos, entonces —inhaló y exhaló una vez más—, quiero formalizar esto.
Baekhyun frunció el ceño.
—Esto ya está muy formalizado, Yeol —sonrió.
—No, no, no —negó—. Quiero decir que, bueno, esto– ¿te casarías conmigo, Baek? —propuso, mientras sacaba una cajita de terciopelo negro y luego la abría.
El silenció reinó por varios minutos hasta que las palabras de Chanyeol se clavaron hondo en Baekhyun y, entonces, reaccionó.
— ¡¿Qué?! ¡Por supuesto que no! «
Sí, efectivamente, Baekhyun había respondido un no a la propuesta de matrimonio que Chanyeol había hecho. Y, desde entonces, Chanyeol no paraba de proponerlo una y otra vez. Había llegado a un grado de hostigamiento que Baekhyun, siendo la persona que era, no soportaba y gritaba no, no, no, no hasta que notaba que Chanyeol fruncía sus cejas y volvía a ver la televisión –o trabajo–, y volvía a repetirse lo mismo todos los días desde que su novio le había pedido matrimonio.
Baekhyun pensaba todas las noches porque, en primer lugar, había dicho no y llegó a la conclusión de que él no lo sabe, pero continuaba repitiendo la misma respuesta cada día que Chanyeol se acercaba y le pedía matrimonio. Y así había sido durante dos meses hasta ahora, cuando había respondido con un no a Chanyeol nuevamente.
Pero, a diferencia de las otras veces, Chanyeol estaba completamente extraño. La forma en la que había fruncido las cejas, la línea recta que había formado su boca y el silencio que, por cierto ya se había prolongado, era algo completamente extraño en Chanyeol. Este último solía quedarse en silencio por medio segundo antes de volver a insistir, pero hoy no había sido así. Diez minutos habían pasado y seguía en silencio. No, no, no, Chanyeol no estaba en silencio por tanto tiempo.
Baekhyun esperó y esperó por Chanyeol para que volviese a ser el mismo Chanyeol, pero se dio cuenta que seguía igual. Despegó su mirada de su trabajo y la clavó en su novio. Chanyeol seguía sentado, con la cajita de terciopelo sobre la mesa de centro, mirando hacia otro lado y en silencio.
Media hora más tarde y ambos en la misma posición, Baekhyun se preguntó que mierda había respondido hace dos meses atrás y porque carajos había dicho eso como su respuesta. Tal vez fue la sorpresa y las circunstancia del momento que lo llevó a día tras día, semanas tras semanas hasta volverlo en meses. Definitivamente estaba total y perdidamente enamorado de Chanyeol y, entonces, nunca en su vida se arrepentiría de las decisiones que llegase a elegir puesto que siempre que fuese relacionado con Chanyeol, sabría que había sido decisión correcta.
— ¡Bien, está bien, vamos a hacerlo! —exclamó.
Y fueron esas palabras las que hicieron que Chanyeol sonriera tan ampliamente como jamás lo había hecho en toda su vida.
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Parados frente el sacerdote, mientras repetía las mismas palabras que le había dicho a él hace menos de un minuto, esperaba con anhelo y emoción por la respuesta de Baekhyun. El claro que acepto de Baekhyun hinchó el corazón de Chanyeol, haciéndolo sonreír. Así que, después de mucho tiempo, realmente estaba pasando. Chanyeol lo había deseado tanto durante todo este tiempo y ahora estaba hecho. Finalmente, después de algunos años, el sueño más grande de Chanyeol se había hecho realidad.