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"El dolor del olvido." por Syo Kurusu Love Love kokoro

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Notas del capitulo:

Antes que nada, una disculpa por demorar tanto, pero al menos hoy les actualizaré 2 capítulos. :3 Espero que sea de su agrado y me dejen saber que les pareció.

P.D. El 18 fue el cumpleaños de una amiga que quiero mucho y le quisiera dedicar este y el siguiente capítulo como obsequio de cumpleaños, porque por ella fue que también traté de hacerlos lo más interesante posibles estos capítulos. ¡Feliz cumpleaños atrasado, Nowaki! Te amodoro, hermosa. :3

Sin más, aquí les dejo el capítulo. :3

Yukina POV.

Toda la noche soñé con Kisa-san llorando, así que no descansé completamente y me dirigí cansado al trabajo, ya casi terminaba mi turno, así que sólo revisaba que las cosas estuvieran en orden, pero escuché la voz de Kisa-san a lo lejos.

-Oh, Kisa-san.

-Ah, hola. ¿Qué ocurre?

-Hola, estaba buscándote el gerente, está en la parte de atrás.

-Gracias.

Opté por no ir a verlo, así que me fui del otro lado, pero Kisa-san tomó el mismo camino y chocamos, haciendo que él cayera al suelo pero lo ayudé a levantarse, sin mostrar expresión alguna.

-¿Está bien, usted?

-¿Yu-Yukina?

-Lo siento, fue un accidente, me retiro. Con permiso.

Me fui del lugar y vi que Kisa-san entró a la oficina del gerente. Me sentía realmente mal por como lo había tratado, así que me fui a cambiar, tomé mis cosas y esperé dentro de la tienda a que él saliera, para poder hablar con calma lo sucedido y pedir perdón, pero me sorprendí al ver a Kisa-san salir de la oficina; con lágrimas cayendo por sus mejillas, la ropa mal acomodada y desgarrada, con un golpe en la cara y sus cosas cayéndose. Él chocó conmigo y le tendí mi mano para que se levantara, pero él me dio un manotazo.

-¿Está bien?

Al ver su reacción, me puse a su altura, tomé su rostro cubierto de lágrimas e intenté abrazarlo, pero él se apartó de mí con molestia y bajó el rostro nuevamente.

-No me toques, no quiero que te me acerques.

-Déjame ayudarte.

-Yo puedo solo, además... Tú y yo, ya no somos...Nada. Tú no tienes nada que ver con nosotros dos.

-¿Nosotros dos? ¿Quiénes dos?

Él cubrió su boca de inmediato y susurró.

-Mierda, él aún no sabe.

Se puso de pie y hecho a correr, dejándome confundido por lo que había pasado y poco después salió el gerente corriendo, con una evidente cachetada en su mejilla izquierda. Después de ver esto, me sentí furioso y me dirigí a su oficina, donde vi pedazos de la ropa de Kisa-san, así que sin pensármelo dos veces, corrí a buscar al gerente y tras un rato di con él, pero iba en dirección a casa de Kisa-san, mientras bajamos del tren le perdí de vista un momento y comencé a buscarlo, pero en vista de mi fracaso, me dirigí a casa de Kisa-san, para evitar que algo le pasara, no obstante... Cuando yo llegué, el gerente iba bajando del ascensor con varios golpes y la ropa mal alineada, así que me di prisa en ir con Kisa-san y al llegar me llevé una nada grata sorpresa. Kisa-san no tenía playera, sus pantalones estaban casi abajo y estaba llorando, mientras se aferraba a un hombre, escondiendo su rostro, sin mencionar que su voz sonaba entrecortada.

-Kisa-san, ¿qué-?

-Ve-Vete de aquí, Yukina. No... Deseo verte.

-Pero tú estás-

-¡¿Acaso no lo escuchaste?! ¡Lárgate!

Kisa-san se encogió de hombros y soltó un llanto más sonoro, mientras se aferraba con fuerza a ese tipo de cabellera negra, ojos grises y evidentemente alto.

-¡Cállate! Kisa-san, ¿qué pasó?

Intenté acercarme, pero ese tipo me tomó del suéter y me empujó contra la pared. Yo iba a contrarrestar el golpe, pues me sentía realmente molesto, pero al bajar la mirada hacia Kisa-san y escuchar su llanto haciéndose más fuerte, fui incapaz de moverme.

-¡No te vuelvas a acercar a Shouta!

Tras decir eso, me aventó hacia afuera y cerró la puerta de golpe. Yo seguía preocupado por Kisa-san y comencé a llamar con desesperación a la puerta, pero sólo podía escuchar a Kisa-san llorando, tras insistir por un buen rato, opté por irme debido a que no me abría, pero antes de eso le grité con la esperanza de que me escuchara.

-¡Kisa-san! ¡Tenemos que hablar, por favor! Yo... Lo siento, Kisa-san.

Me retiré de su casa y al llegar a la mía revisé mi buzón de mensajes, pero no había nada de Kisa-san, sólo malditas propagandas u ofertas. No puedo creer que Kisa-san esté ahora en brazos de otro hombre, siendo consolado y yo esté aquí como el inútil exnovio que ni siquiera se dio la oportunidad de escuchar lo que su pareja quería decirle. En verdad me siento como un idiota, no puedo borrar de mi mente, la imagen de Kisa-san llorando y con esas ropas. Todo ha sido culpa mía, si yo no hubiera cometido la estupidez de no escucharle, podría haberle evitado todo este sufrimiento... En verdad soy un completo imbécil.

El día de hoy no logré dormir bien por lo ocurrido, me dirigí a la escuela sin tomar mi desayuno, después al trabajo y el gerente no se había presentado, así que me sentí un poco aliviado, cuando fue la hora de mi descanso, tomé el celular y comencé a llamar a Kisa-san, pero sólo me mandaba a buzón, así que le dejé varios mensajes.

"-Kisa-san, perdón. En verdad quiero hablar contigo."

"Kisa-san, ¿cómo estás? ¿Te sientes mejor?"

"-Kisa-san. Sé que no me quieres ver, pero te ruego que me des una oportunidad."

"-Kisa-san, lo lamento. Todo fue mi culpa, si tan sólo yo te hubiese protegido, nada de esto habría pasado."

"-Kisa-san. ¿Si fuiste al trabajo? Dímelo e iré a recogerte."

"-Kisa-san, no sé si escucharás estos mensajes, pero si lo haces llámame."

"-Kisa-san, sé que soy molesto pero en verdad... Te extraño."

"-Kisa-san, te amo. Lo siento."

"-Kisa-san. Ya va a terminar mi descanso. Sólo diré que te iré a ver hoy en la noche, no me importa cuánto tiempo tenga que esperar por ti."

"-Kisa-san... Kisa-san, lo lamento."

"-Kisa-san... Te veré más al rato... Te amo."

Regresé al trabajo y poco antes de que me tuviera que ir, llegó el gerente y se fue directamente a su oficina, así que tomé la oportunidad y fui a hablar con él.

-¿Qué ocurre, Yukina?

-Gerente. En verdad valoro este trabajo y usted lo sabe, pero si le pone un dedo encima a Kisa-san de nuevo, estoy dispuesto a hacer lo que sea, incluso si eso implica perder mi trabajo, así que le pido no se vuelva a acercar a él.

-¿M-Me estás amenazando?

-No. Sólo le estoy dando una advertencia, para que esto no pase a mayores. Así que si lo vuelvo a ver haciéndole algo a Kisa-san o me entero de que le hizo algo, no me importa si estamos en la tienda, en la calle o cualquier otro lugar, yo no titubearé en hacerle daño a usted. Con permiso.

Ante de retirarme, volteé a ver al gerente pero él me miraba sorprendido ante mi manera de actuar. Opté por no darle importancia y salí de la oficina, para dirigirme por mis cosas e ir a casa de Kisa-san, aunque al llegar a su casa, no me llevé una grata sorpresa.

-¿Tú de nuevo?

-Tú... ¿Qué demonios haces aquí?

-Lo que sea que haga no es de tu incumbencia. ¿Qué quieres?

-Hazte a un lado. Necesito ver a Kisa-san.

-Él te dejó en claro que no quiere que te le acerques. Lárgate de aquí.

Lo tomé por el cuello de la camisa y estaba a punto de golpearle en el estómago, pero la voz de Kisa-san me detuvo.

-¿Nozomi? ¿Con quién ha-? ¿Q-Qué haces aquí, Yukina?

-¡Kisa-san!

Sentí como si mi rostro se iluminase e intenté pasar al tipo frente a mí, pero él no me dejó.

-¡Kisa-san! ¡Por favor, quiero hablar contigo!

-N-Nozomi...

Kisa-san hizo una señal y el tipo sólo titubeo en dejarme pasar o no.

-¿Estás seguro, Shouta?

-S-Sí, después de todo... Necesito afrontar esto lo antes posible.

-Estaré dentro por si me necesitas, ¿de acuerdo?

Cuando finalmente me encontré a solas con Kisa-san, él cerró la puerta y me miraba de manera bastante seria, así que tomé sus manos, esperando una mejor actitud de él, pero fue todo lo contrario, ya que zafó de golpe sus manos y me miró aún más serio y molesto.

-¿Qué necesitas?

-¿N-No escuchaste mis mensajes de voz?

-¿Mensajes de voz?... ¡Ah, cierto! No. Tenía el celular apagado.

-B-Bueno, Kisa-san... Lo lamento demasiado, soy un completo idiota, nunca debí de haber hecho esa estupidez sin haberte escuchado, en verdad, fue mi culpa que sufrieras tanto, créeme... Yo nunca quise que sufrieras de este modo, yo sólo deseaba... Yo... Creo que temí que me estuvieses engañando y me precipité al tomar la decisión de terminar. Soy un completo idiota, sé que no merezco que me perdones, pero el tipo de aquel día-

-Era mi primo.

-¿Q-Qué? Pero él-

-Siempre ha sido así conmigo, porque sabe qué tipo de personas solía atraer, así que creyó que eras uno de esos tipos y por eso actuó de ese modo.

-P-Pero ustedes no se parecían en nada.

-Ya lo sé, porque su madre es italiana. De todas maneras, ¿qué es lo querías?

-Quiero que me perdones y me permitas ser nuevamente tu novio, por-

-No, lo siento. Eso es... Imposible.

Kisa-san sonaba nervioso y temeroso, pero seguro de lo que decía, lo cual hizo que me exaltara, al pensar en que podría perder a mi amado por una estupidez mía.

-Kisa-san, te juro que si tú-

-¡No! Por favor, ya basta. Yo no puedo soportarlo, Yukina.

Kisa-san comenzó a llorar y se apartó un poco más de mí, así que decidí no tocarlo, especialmente porque su llanto se incrementaba cada vez más y su voz se escuchaba entrecortada.

-¿Es por aquel tipo?... ¿Nozomi?

-¿Qué quieres decir con eso?

-¿Quién es él? ¡¿Qué ha hecho para que yo ya no pueda estar a tu lado?!

-Él es... Él estará conmigo por un tiempo.

-¡¿Pero quién demonios es?!

-Él es alguien especial...

-¿Especial? ¿A qué te refieres?

Kisa-san comenzó a llorar con más fuerza y se recargó contra la puerta.

-Él es alguien que desde hace tiempo ha estado conmigo y me ha demostrado su preocupación por mí de diversas maneras. Él siempre supo cómo sacarme de ese pozo sin fondo de vida que llevaba. Él es la primera persona que me amó, aun sabiendo mi pasado. Es la primera persona con la que realmente salí y la primera que me rompió el corazón.

-Ya veo...

-Yukina, te amo... Pero no puedo seguir con esto por nuestro bien.

-¿Por el bien de quiénes? ¿Nuestro o tuyo, Kisa-san?

-Yukina... Creo que no entiendes, aunque... Tal vez, así sea mejor.

-¡¿Qué de-?!

-Te amo y es por eso que lamento tener que hacer esto.

-Kisa-san, tan sólo escu-

-Lo siento, Yukina... Sólo recuerda que... Te amo demasiado.

Kisa-san me besó fugazmente en los labios y retrocedió con su rostro cubierto de lágrimas.

-Muchas gracias por todo, Yukina.

Tras decir eso, Kisa-san abrió la puerta de su casa y entró, dejándome afuera, completamente confundido y sin saber cómo reaccionar.

Notas finales:

Bueno, espero haya sido de su agrado ye digan que les pareció. Gracias por leer y en unos minutitos está el siguiente capítulo. :3

P.D. Espero te gusten, hermosa. :3


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