Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"El dolor del olvido." por Syo Kurusu Love Love kokoro

[Reviews - 58]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este capítulo hablará de Kirishima y Yokozawa, gracias por leer. Espero les agrade y gracias por sus comentarios. :D

Kirishima POV.

Ya era muy tarde y tenía que recoger a Hiyo de la escuela, para mi suerte recordé que Yokozawa salía temprano hoy, así que lo llamé y le pedí que me buscara, además era un buen pretexto para verlo hoy, porque no lo había visto en todo el día.

-¿Qué necesitas, Kirishima?

-¡Ah!, Yokozawa. Ya es algo tarde y tengo que recoger a Hiyo de la escuela, ¿podrías ir por ella en mi lugar?

En ese momento levanté la mirada y me sorprendí al ver a mi “Osito” totalmente rojo del rostro y con los ojos llorosos.

-Dame tu credencial, no quiero que ocurra lo de la última vez y no me dejen llevármela.

-Quiero que llegando a la casa te duermas un rato y comas.

-¿Qué?

-Te ves enfermo, llegando a la cas te revisaré, no quiero que te pongas peor.

-Y-Ya cállate y dame la credencial.

-Sí, espera.

Busque entre mis cosas y le di mi credencial.

-Hiyo se irá a casa de una amiga a dormir, paran por ella a las 8:00 (p.m.)

-Está bien, le prepararé lo que necesite. Cuando llegues tengo que decirte algo importante.

-Gracias, Yokozawa. Cuando llegue hablamos.

Sin más, mi “Osito” se fue y yo me puse a terminar el trabajo tan rápido pudiese, ya que me daba pendiente su salud, pues muy rara vez se enfermaba. Cuando finalmente terminé los trabajos, me fui a casa tan rápido me fue posible.

-Ya llegue, ¿estás despierto?

-Sí, estoy en la sala.

Me dirigí a la sala, donde él estaba recostado en el sofá, cubierto con una cobija y bebiendo un café mientras veía la televisión.

-Te dije que te fueses a dormir.

-Ya lo sé, pero tenía que esperar a que llegaras.

Deje salir un suspiro, me acerqué a él y toqué su frente.

-Yokozawa, tienes un poco de temperatura.

-No es nada, ya tomé medicina.

-Entonces duerme un rato, yo prepararé la cena y después te hablo.

-¿Tú qué…?

-Confía en mí, prepararé gachas de arroz.

-De acuerdo.

Lo mandé a la cama y me dispuse a preparar unas gachas de arroz, pasó un buen rato y le hablé a Yokozawa.

-Yokozawa, ya está lista la cena, ven.

Me miró totalmente adormilado y con un leve sonrojo, cuando le toqué la frente para revisar si su temperatura había disminuido.

-Y-Ya voy.

-Bueno, al menos tu temperatura bajo un poco.

Ambos nos dirigimos a la mesa y comenzamos a platicar un poco mientras cenábamos.

-Yokozawa, hoy vas a descansar completamente.

-Promete que no intentarás anda, entonces.

-Confía en mí, estás muy enfermo y eso no es bueno.

-¿Desde cuándo estás así?

-Desde hace casi cuatro días.

-¿Te han dado mareos o algo así?

-Mareos, vómitos, dolores de cabeza y algunos desmayos, pero es por falta de sueño y estrés, solo necesito descansar.

No entiendo el porqué, pero Yokozawa últimamente se veía muy diferente, cambiaba mucho el cómo actuaba en algunas cosas.

-Bueno, lavaré los platos, tú ya ve a acostarte.

-Sí, gracias.

Lavé los platos y al terminar fui con mi “Osito”, quien ya reposaba dulcemente en la cama, con su cara de ángel y una gran tranquilidad. Cambié mi ropa y me recosté a su lado, tomándolo entre mis brazos, para hacerle sentir mí presencia, lo que me sorprendió fue que en vez de alejarme, solo se volteó y se aferró a mí.

Mientras conciliaba el sueño, acariciaba sus bellos cabellos, hasta que caí totalmente dormido a su lado, durante toda la noche no nos separamos y cuando amaneció me desperté al sentir una mirada sobre mí.

-¿M-Madre?

-Zen, ven aquí de inmediato.

Mi madre me había visto abrazado a Yokozawa y era obvio que su cara era totalmente desaprobatoria.

-¿Y Hiyo?

-La regresé con su abuelo, al verte con ese hombre.

-Madre, yo…

-¿Quién es ese? ¿Qué hacías abrazado a él?

-Él es…Mi novio, madre.

-Escúchame bien, Zen. Tienes hasta hoy en la tarde, para responderme que harás.

-¿Qué haré?

-Sí, ¿te dejarás de ver con ese hombre y conservaras a Hiyo? ¿O lo seguirás viendo y perderás la custodia de ella?

-Madre, eso es…

-Ya te lo he dicho, deja de ver a ese hombre o no vuelves a ver a Hiyo, tú decide quién es más importante para ti.

Sin decir más, se fue y me dejó en la sala en estado de shock, hasta que llegó mi “Osito”.

-¿Kirishima? ¿Estás bien?

Al reaccionar, me abracé a Yokozawa y deje caer unas lágrimas silenciosas, después le expliqué todo y él me vio de manera comprensiva.

-Yokozawa, realmente lo siento, pero no puedo perder a Hiyo.

-Yo…

Él bajó la mirada y con un tono de voz algo quebrado habló.

-Entiendo, no te molestaré de ahora en adelante. Será mejor que me vaya, perdón.

Al decir esto, se levantó rápidamente y caminó, pero yo lo detuve tomando su mano, pues pude notar unas cuantas lágrimas que amenazaban con salir de sus bellos ojos.

-Yokozawa, espera.

-¡Suéltame, Kirishima! ¡No me busques más!

Luego de decir esto, se jaló y salió corriendo del departamento, sin decirme lo importante que había mencionado. Después de un rato mi madre llegó con Hiyo y le dije mi respuesta, después de eso me fui a encerrar en mi habitación y no salí hasta la mañana para dejar a Hiyo en la escuela.

-Buenos días, Kirishima-san.

-Buenos días.

Todo el día me la pasé de malas porque no había visto a mi “Osito”, pero luego me enteré de que no había ido, porque fue al médico, fui a buscarlo en cuanto salí del trabajo, pero al llegar a su departamento me abrió Takano Masamune.

-Buenas noches, Kirishima-san.

-Buenas noches, ¿está Yokozawa?

-Sí, pero no quiere ver a nadie, lo siento mucho.

Luego de esto cerró la puerta y me tuve que ir a casa, mi “Osito” me preocupaba pues últimamente lo veían muy exhausto, pero a los ocho días de no verlo, me lo encontré en el elevador, él se veía pálido.

-¿No has estado bien de salud?

-No es nada de qué preocuparse, ya fui al doctor.

-Yokozawa, yo…

-Kirishima-san, le pido que no me trate con tanta confianza, con permiso.

Al decir eso, salió del elevador y yo lo seguí, le tomé la mano y lo detuve.

-Yokozawa, escúchame.

-No pienso escucharlo.

Se zafó y camino, pero choco con Takano-san.

-Yokozawa, date prisa y vámonos.

-¿Eh?

-Tenemos que llevarte al doctor, la cita es dentro de una hora, apresúrate.

-Sí, ya voy.

-Tomate las pastillas, vámonos.

Takano-san tomó la mano de mi “Osito” y se lo llevó, pero lo alcancé y jalé a Yokozawa.

-¿Qué te pasa?

Yokozawa estaba molesto.

-Por favor, escúchame.

-No lo haré, déjame en paz.

-¿Qué era lo importante que me ibas a decir?

-Eso es…

Yokozawa bajó la cabeza totalmente sonrojado y cayeron unas cuantas lágrimas de sus bellas orbes azules. Takano-san se veía preocupado.

-Yokozawa, ¿te sientes bien?

-No es nada, Masamune. Kirishima-san, yo estoy…

Notas finales:

¿Él está qué? Aghhhh, Kirishima tonto, yo no habría cedido tan fácilmente. Espero les haya gustado, actualizaré pronto. –Odio a la madre de Kirishima- 7-7 

Gracias por leer. n.n


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).