Yoshino POV.
Hoy había ido al festival con Tori y para sorpresa mía nos encontramos a Chinatsu, acompañada de dos amigas, pero no creí que ahí me enteraría de algo que me rompería el corazón.
-Hana, Hiroko. Él es Hatori Yoshiyuki-kun, mi prometido.
Me sorprendí al escuchar eso y solo bajé la mirada y apreté los puños, para retener mi furia y mis lágrimas, no me podía permitir montar una escena en ese tipo de lugar, Tori intentó tocarme, pero yo aparté su mano bruscamente, no quería su lastima, no quería que después de hacerme esto, me tratase como a un idiota, al menos tenía que mantener el poco orgullo que me quedaba, levanté la vista y miré a Chinatsu (quién seguía aferrada al brazo de Tori) y a Tori, manteniendo apretados los puños y forzando una gran sonrisa, que amenazaba con hacer que mis lágrimas cayesen.
-¿Por qué no me lo dijeron? ¿Desde hace cuánto hicieron formal su compromiso?
Creí que mi voz se quebraría al hablar, pero para mi sorpresa, aún mantenía la cordura.
-Lo siento, Oniichan. Quería que fuera una sorpresa, esto se decidió hace unos meses.
-Y-Ya veo. Bueno, es cruel que me lo ocultaran. Ya que son las personas a las que más amo, pero no se puede hacer nada.
No me podía molestar con Chinatsu, no después de verla hablar con tanta alegría, después de todo, ella no tenía la culpa de nada, no era justo que me desquitase con ella.
Me acerqué a ambos y los abracé, susurrando un “Felicidades”, tenía que irme lo antes posible, no podría contenerme más, en cualquier momento mis lágrimas saldrían, yo lo sabía, así que me separé de ellos y con mucho valor, pronuncié esas dolorosas palabras, que me hicieron romperme por dentro.
-Más te vale, cui-cuidar bien a Chinatsu o no te lo perdonaré nunca.
Una de las amigas de Chinatsu interrumpió a Tori, antes de que él lograse hablar.
-Hana, creo que será mejor sí dejamos a estos dos solos, por lo que resta del festival, ¿no?
-Tienes razón, Hiroko.
Realmente agradezco que esa chica hablase, porque me facilitó el poderme ir.
-Bueno. Tori, Chinatsu, creo que yo también me voy. No me siento muy bien desde hace un rato. Cuídense, los veo después.
Las amigas de Chinatsu se dieron la vuelta, soltando unas risitas y yo me volteé rápidamente, apretando los puños, para después echar a correr, cosa que se me dificultó un poco a causa de mis getas y mi yukata.
Finalmente llegué a mi departamento, me sentía realmente agotado, no tenía fuerzas siquiera, para ponerme en pie y cambiarme o quitarme las getas, por eso decidí acostarme en el sofá, ahora que finalmente estaba completamente solo, podía soltarme a llorar y así lo hice, aferrado a una almohada, acostado en el sofá, pero yo mismo me daba lastima, esto realmente me dolía, sentía a mi pecho arder en llamas y a mis ojos soltando mares, mi cuerpo se sentía tan débil y yo tan patético, realmente me sentía como un completo inútil.
Incluso me sentía sorprendido, nunca creí que tuviese tal fuerza de voluntad, como para suprimir mis lágrimas y mi rabia, nunca me percaté de que abrieron la puerta, hasta que escuché a Tori hablar.
-Yoshino, por favor, déjame hablar.
Levanté la cabeza, me sequé las lágrimas y con un hilo de voz hablé.
-Vete, Hatori. No quiero volverte a ver.
-Yoshino, escúchame, te lo ruego.
Me dolía ver su expresión, como si realmente estuviese arrepentido.
-Yo… Lo siento, pero creo que será mejor que no te enteres de mi estado.
-¿A qué te refieres con tu estado?
Iba a replicar de nuevo, pero sentí unas fuertes ganas de vomitar, así que corrí con las pocas fuerzas que tenía hasta el baño, donde abrí la puerta de golpe y abrí la taza para ponerme a vomitar, luego de que terminé, me puse de pie, me lavé la boca y aún más débil que cuando llegué, me dirigí a la sala e hice que Tori me siguiera.
-¿Te sientes mejor?
Ignoré completamente su pregunta y cambié un poco el tema, aunque realmente iba un poco relacionado a lo que él me preguntó.
-Tori… Escúchame, porque esto es algo que no pienso repetir, es sobre mi condición.
-Está bien, te escucharé, prometo no interrumpir.
-Tori, yo… Yo estoy embarazado, tengo un mes de embarazo.
Luego de que dijese eso, era obvio que Tori estaba en shock, finalmente reaccionó y me dijo que no podía permanecer a mi lado, porque él ya estaba comprometido con Chinatsu, se puso de pie y me susurró.
-Perdóname, después lo entenderás.
-T-Tori, ¿realmente no me amas?
-Yoshino, te amo, eso no lo dudes nunca.
-¿Entonces por qué tú?
-Lo siento.
Tori me tomó del brazo, me jaló hacia él y me besó, yo no intenté poner resistencia, sino que lo correspondí, después de todo, ese tal vez sería mi último beso, luego de separarnos, las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos.
-Chiaki, te amo.
-Tori, yo también te amo… ¿Por qué me haces esto?
-Lo siento, Chiaki, pero… Chinatsu-chan es mi prometida y yo…
Cuando escuché eso, no quise saber que más diría, así que a pesar de que estaba lloviendo fuertemente, salí corriendo del departamento, sin sombrilla. Realmente esperaba que Tori me siguiera, pero al voltear y no verlo, me resigné totalmente a que me buscase, así que corrí tan rápido pude.
Corrí bajo esa lluvia, que escondía mis lágrimas, que acompañaba mi dolor y no me dejaba solo, volteé a ver el cielo, era la noche más triste que había visto, un oscuro que abarcaba mi alma, las estrellas no se veían y la lluvia, parecía llorar conmigo, de cierto modo pareciera que la lluvia, eran parte de las lágrimas que trataba de sacar tan rápido pudiera, para librar mi alma del dolor, me sentía tan estúpido, al parecer todo este tiempo, el único que se tomaba nuestra relación en serio, era solo yo.
No sentí en que momento, pero finalmente llegué a donde quería, toqué el timbre y abrió Yuu, quien al verme, se sorprendió.
-Chiaki, ¿qué te pasó?
-¿Eh?
Solo hasta ese momento, me percaté de mi estado tan deplorable, mi geta rota y con algunos rasguños en la yukata, aunque posiblemente también unos raspones, realmente yo estaba tan distraído, que nunca me percaté de la geta rota y de la yukata rasgada.
-Chiaki, pasa.
-Gracias, Yuu.
Entré en casa de Yuu y me quedé en la entrada.
-Espera, iré por una toalla.
Luego de que él volviese, me secó y me hizo pasar con mi yukata aún algo húmeda, trajo con él un botiquín y me limpió los raspones que tenía en las rodillas y en los codos. Luego de eso, Yuu se sentó a mi lado y me veía preocupado.
-¿Qué ocurrió, Chiaki? ¿Qué haces a estas horas en la calle? Ya es noche.
Le conté sobre lo que ocurrió en el festival y el me abrazó fuertemente, dejándome llorar.
-Chiaki, no importa lo que pase, yo siempre te estaré apoyando, yo no pienso dejarte solo.
-Gracias, Yuu. Te quiero muchísimo.
Me aferré a él y seguí llorando, aunque era evidente que él estaba molesto por Tori. Yuu me permitió llorar tanto, que dejé su hombro húmedo, con tantas lágrimas, una vez que estuve más calmado, él me dio un cálido beso en la frente y me abrazó.
-Hatori es un completo imbécil, no puedo creer que te haya hecho esto.
Al escucharlo decir eso, yo solo me aferré más a él y así nos quedamos un rato más en silencio, hasta que decidí hablar.
-Yuu, ¿podrías acompañarme a mi departamento?
-Claro, no hay problema.
Me puse de pie y caminé unos cuantos pasos, pero mi visión se puso borrosa y me desmayé, para cuando reaccioné, Yuu me estaba cambiando la yukata.
-Te llevaré a casa, solo llamaré primero a algún taxi, pero toma esto y descansa un poco más, para que se te baje la fiebre.
Solo asentí y acaté su orden, bebiendo la pastilla que me dio, poco después él salió de la habitación y me quedé dormido. De un momento a otro, recuperé un poco la conciencia, no era capaz de moverme demasiado, debido a lo débil que estaba, así que con la poca fuerza que tenía, intentaba mantenerme despierto, recuerdo que llegamos a casa y escuché a Tori hablando con Yuu, no logro recordar mucho, mis recuerdos son vagos, pero recuerdo que Tori sonaba algo molesto.
-¿Dónde te lo encontraste?
-Yo no lo encontré, él llegó a mi casa empapado, con una geta rota y con los ojos rojos de que estuvo llorando, después me dijo sobre tu matrimonio y esperó un rato a que se calmara, luego dijo que si lo podía acompañar a su departamento, pero antes de salir se desmayó.
Después de eso, me perdí y volví a escuchar parte de lo que hablaron.
-Gracias, Yanase.
-No hago esto por ti, lo hago por él. Será mejor que te vayas, antes de que él despierte. Después de todo, mañana Chinatsu me pidió venir, porque nos entregaría “algo” que tú sabes perfectamente lo que es.
Después de eso, no recuerdo que hablaran más, cuando ya me sentía un poco mejor, desperté en mi cama, Yuu me estaba acomodando, para dormir. Yo ya estaba tapado y Yuu se despedía de mí.
-Buenas noches, Chiaki.
Él me dio un beso en la frente, se paró y se dispuso a caminar, para irse. Sin embargo, yo le detuve, tomándolo de su polera.
-¿Qué ocurre, Chiaki?
-No te vayas, por favor. No me dejes solo.
-¿Quieres que me quede contigo?
-Sí, por favor. Yuu.
Me hice a un lado y él se recostó conmigo en la cama, ambos nos tapamos y yo lo abracé de nuevo.
-No me dejes solo.
-Estoy a tu lado, no pasa nada.
-Nunca me dejes solo, por favor. Yuu.
-Nunca haría eso. Ya duerme, te quiero.
Le conté sobre mi embarazo, hablamos un rato y nos quedamos abrazados, para después ambos caer dormidos, cuando despertamos fue por la alarma, así que nos pusimos de pie y nos cambiamos, luego él entró a lavarse la cara y yo fui a abrir la puerta, donde estaba Chinatsu con Tori, los hice pasar a la sala y tomamos asiento los tres.
-Oniichan, ¿y Yuu-san aún no llega?
-Ah, está en el baño.
-¿No crees que es muy temprano para que ya esté aquí? Apenas son las 8:00 (a.m.)
Era evidente su molestia, pero a este punto, me daba igual.
-No, después de todo, él se quedó a dormir…Hatori.
-Oniichan, ¿aún te sientes mal? Estás pálido y tienes los ojos hinchados y un poco rojos.
-No es nada, Chinatsu. Ya me siento mejor.
Yuu llegó a la sala, saludó y se sentó a mi lado, luego de eso, Chinatsu nos entregó su invitación a la boda. Mientras hablábamos del tema, Tori intentó tocarme, pero yo le aparté rápidamente y me puse de pie.
-¿Q-Quieren té o algo para beber?
-Sí, yo quiero un té de cebada, por favor. Oniichan.
-Yo también, Chiaki. Por favor.
-¿Qué hay de ti Hatori?
-No gracias, así estoy bien, ¿quieres que te ayude?
-Gracias, pero yo puedo solo, no te preocupes.
-Chiaki, yo te ayudaré. En cualquier momento te podría dar un mareo con tu estado.
-Gra-Gracias, Yuu.
Yuu y yo fuimos a la cocina, para preparar el té.
-Chiaki, estás haciéndolo muy bien.
-Gracias, Yuu. Me siento muy ansioso.
-No pasa nada, yo estoy a tu lado.
-Eres de lo mejor, Yuu.
-Chiaki, quiero que sepas que no me importa cuánto tiempo me lleve, haré lo que sea, para entrar en tu corazón.
Me sonrojé al escuchar eso y me sonrojé mucho más, luego de que él me besara la mejilla.
-Hoy te llevaré a dar un paseo, luego de que ellos se vayan, después de todo es nuestro día libre.
Solo asentí y después de eso, llevamos las bebidas a la sala.
-Ya es tarde, me tengo que ir a la editorial.
-Ah, te acompañaré hasta la puerta.
Acompañé a Tori a la puerta y él me dio un beso. Nuestro último beso.
-Muchas gracias. Espero que seas feliz con Chinatsu, Tori.
-Gracias, Chiaki. Un último favor, di mi nombre.
-Hasta luego… Yoshiyuki. Todos los momentos que vivimos juntos, prometo que… Cada uno de ellos no olvidaré, siempre los atesoraré.
Ya no podía llorar, era como si mi cuerpo ya estuviese seco, luego de haber llorado ayer. Al decir esto, me di la vuelta y me fui nuevamente con Chinatsu y Yuu. Platicamos un rato más y después Chinatsu se fue.
-Te llevaré a un parque de diversiones, ve a cambiarte.
Fui por un suéter y guardé otro para Yuu, ambos nos fuimos a los juegos y bajamos riendo a carcajadas, ya que en un juego de agua, ambos terminamos totalmente empapados. Luego de eso, nos fuimos a las montañas rusas y otros cuantos juegos, donde yo casi me muero, de no ser porque Yuu me tranquilizaba.
-Bien, antes de irnos, tenemos que ir a esa montaña.
-Está bien. Vamos.
Me arrepentí de pronunciar esas palabras, ya que era una montaña, donde tus pies iban al aire y los asientos iban por debajo del carril, dando unas vueltas increíbles.
-Ya no qui-quiero.
-No pasa nada, será divertido. Lo prometo.
Me subí más a la fuerza y grité con todas mis fuerzas, liberando mis angustias, claro que sin decirle de esto a Yuu, pues no quería arruinar el día. Bajamos de la montaña y yo bajé un poco mareado, él me abrazó, caminamos un poco y nos sentamos en unas bancas, hasta que me recuperé.
-Lo siento, no creí que te marearías.
-No te preocupes, fue tal y como lo dijiste. Me divertí.
-Chiaki, vámonos a casa, luego de que lancen los fuegos artificiales.
-Sí, yo también los quiero ver.
Yuu y yo vimos los fuegos artificiales y después nos fuimos a mi departamento, cenamos y platicamos un rato.
-Bueno. Ya es noche, así que me voy, Chiaki.
-Sí, ve con cuidado, Yuu. Gracias por lo de hoy. Fue muy divertido.
-Lo mismo digo. Aunque hay algo que debo de hacer antes de irme.
Yuu me jaló hacia él, me abrazó y plantó un beso, después de separarnos, escuchamos la voz de Tori.
-¡Deja a Chiaki!
Él nos alejó fuertemente, rompiendo el abrazo. Yo seguía sorprendido por el beso.
-¿Qué crees que haces?
-Eso no te incumbe.
-V-Vete, por favor. Hatori.
-No lo haré, no permitiré que este tipo te tome a la fuerza.
-No lo hizo, yo se lo pedí, así que déjanos en paz.
Tori nos veía sorprendido, Yuu me abrazó posesivamente y yo correspondí el abrazo.
-Vete, Hatori. Ya escuchaste a Chiaki. Él es mi novio.
Nuevamente me besó y volteó a ver a Tori. Él nos veía sorprendido y con rabia, pero en ese momento, nunca me imaginé lo que pasaría después de que Yuu me volviese a besar, porque Tori…