Los días pasaban sin más, Mei y Radamanthys aprovechaban cualquier descuido del italiano para iniciar una disputa y Mei estaba dispuesto a llevar al siguiente nivel su plan. Se encontraban a punto de salir a un mercado para comprar algunas cosas, cuando escucharon que alguien llamaba a la puerta. Deathmask vio como el pequeño Mei se dirigía con gran rapidez a la puerta. Al parecer el japonés sabía muy bien de quien se trataba.
-¡Shiryu!, me alegra que vinieras.
-Es un gusto Mei.
-Vamos, le diré a mi maestro que ya llegaste-El joven de cabellos azules, dejo que su compañero Dragón entrara a la casa-maestro, mire quien vino de visita.
-¿De Quién se trata Mei?-El caballero de Cáncer, se dirigió al lugar en el que se encontraba su pequeño-¡Shiryu!-exclamo con gran sorpresa al encontrarse con el joven caballero de bronce-no esperaba que vinieras.
-Le dije que podía quedarse unos días, no le molesta ¿Verdad?
-En absoluto. Shiryu vamos a ir por algunas cosas, ¿Te gustaría acompañarnos?
-Sí, no sería cortes de mi parte quedarme en su casa y no ayudarlo en algo.
En poco tiempo todos se encontraban de camino al mercado, Mei caminaba muy alegre de la mano de su maestro, en cuanto a Radamanthys el caminaba junto al dragón siguiendo a su pareja.
-¿Cómo van las cosas en el santuario?-Radamanthys trataba de romper la tensión.
-Bien, me sorprendió mucho cuando se me informo de la relación que llevas con el caballero de Cáncer.
-Ya veo.
-Seré claro contigo, no creo que deba quedarme unos días, como propuso Mei, lo más prudente seria quedarme solo esta tarde, para sacar una conclusión de cuáles son tus verdaderas intenciones.
-Me asombra que dudes de mí, pero me asombra más el hecho de que tú consideres que una tarde es suficiente para conocer a alguien.
-Me basto menos que una tarde para saber qué clase de persona es Deathmask.
-No comprendo, que insinúas.
-No insinuó nada, Deathmask no es de fiar, su juicio sobre lo correcto o lo incorrecto varia con facilidad. Y no me atrevo a creer que realmente sientas algo por él, puede que Atena confié en ti, pero yo no olvido que eres un secuas de Hades.
-Insinúas que es un traidor.
-Por supuesto que no, solo que es vulnerable a tu presencia.
-¡Escucha mocoso!, no sé qué artimaña uso ese pequeño para traerte aquí, pero te aseguro que no tengo malas intenciones con Deathmask.
-Radamanthys…-Deatmask se acercó a su novio, al parecer ni el rubio ni el de cabellos oscuros notaron que ya habían llegado al mercadillo y que se encontraban montando una escena-Ven, los dos iremos por unas cosas, mientras tanto Mei y Shiryu buscaran las demás.
No era una situación agradable, Radamanthys se sentía acosado lo que más deseaba era que ese dragón se marchara, podía lidiar con el pequeño Mei, pero él no era muy apegado a los santos de Bronce. Shiryu sintió la energía hostil que despedía el Juez en contra suya, decidió que lo mejor sería irse no deseaba generar una lucha, no vio nada que pudiera tomarse como un intento de cambiar de bando al guardián de Cáncer. Su perspectiva del espectro cambio un poco, no parecía un mal sujeto, recordó cuando Mei se tropezó ese día en el mercado y que sin querer el pequeño golpeo a una niña ,se armó un gran disturbio el padre de la niña confrontó al pequeño, que ya se había disculpado con la nenita.
-¿Cómo te atreves a golpear a mi hija?
-Lo lamento-Mei bajo su cabeza-no fue apropósito, pero ya me disculpe con ella.
-Eres un niño muy grosero-ese hombre comenzó a Reprender a Mei, quien sentía que podía comenzar a llorar en cualquier momento por las palabras tan hirientes, pero antes de que eso pasara, Radamanthys levanto al pequeño y lo acuno en sus brazos.
-¿Estas bien?-fue la simple pregunta del juez
-Si- respondió Me, llenándose de asombro ante la actitud del rubio.
-Señor le aconsejo cuidar mejor a su hijo, es un grosero que…-el hombre fue interrumpido por Radamanthys.
-No hable, el niño ya se disculpó con su hija, no tiene por qué comportarse así.
-Ya veo de donde saco lo descortes-respondio el hombre con burla-le aconsejo…
-A mí no me aconseje nada, no tiene derecho a decirme como debo criar a mi hijo-Radamanthys se dio la vuelta, no deseaba seguir con esa discusión.
Shiryu estaba seguro que las palabras de Radamanthys eran sincera, ese espectro en realidad deseaba formar una familia con Deathmask y el pequeño Mei. Una vez que cayó la noche, Radamanthys se encontraba listo para dormir, estaba a punto de entrar a la cama cuando sintió que lo abrazaban por la espalda.
-Fue lindo lo que hiciste por Mei-Deathmask beso el cuellos del juez-Creo que hoy te ganaste una parte de su confianza.
-¿De verdad?-El espectro se giró y enredo su mano en los cabellos del italiano.
-Sí, o al menos no tátara de depilarte las cejas mientras duermes.
-Me alegra saberlo.
Aunque había sido un día lindo, la noche no lo fue tanto y en especial porque Radamanthys se sorprendió al soñar con una mujer de cabellos nocturnos que creía ya haber olvidado.