INTRODUCCIÓN.
Mi nombre es Uchiha Sasuke, crecí en una familia que se puede llamar ‘’excelente’’ aunque ese término no perduró por mucho tiempo después de que mi padre dejara la casa ante la gran noticia que mi hermano llevó a casa, una noche, tras haber bebido tanto como acostumbraba ese idiota, llegó a casa pasada la media noche gritando lo feliz que estaba porque sería padre, pero eso no fue lo que tomó por sorpresa a mis progenitores, la verdadera dolorosa noticia para el orgullo, de mi padre en especial, fue el hecho de que Itachi hizo saber que había embarazado a un doncel con el que había estado saliendo en secreto desde meses atrás, y con el que ahora está felizmente casado, recuerdo que ese día mi padre estuvo a punto de sufrir un ataque al corazón pero yo era solo un niño como para entender, y es que tan impactante fue aquello que es una de las pocas escenas de mi infancia que recuerdo. Mi madre lloraba sujetando a mi padre para que no le pegara al idiota de Itachi… Dos meses más tarde el divorcio llegó a nuestra familia, Fugaku encontró otra mujer y se fue a vivir al extranjero, y mi madre le siguió los pasos.
Cuando mi sobrino nació mi madre no pudo contener sus instintos de abuela hasta que incluso asistió al parto donde el pequeño rubio, muy parecido a su padre Deidara por cierto, llegó a nosotros. El pequeño fue una nueva luz en aquel entonces para toda la familia, incluso yo, en mis plenos 8 años, pude sentir cierta felicidad atraparme cuando sostuve entre mis brazos al recién nacido.
Bueno eso es lo poco que recuerdo de aquella época, el tiempo fue pasando y ambos fuimos creciendo, a mis 18 años ya era un universitario de prestigio y mi sobrino era un estudiante de primaria con solo 10 años de vida. Pero eso no es lo único que se de mis 18...Fue en aquella época cuando todo comenzó, no sé si las hormonas de aquel revoltoso rubio estaban a punto de explotar o el hecho de haber estado tanto tiempo juntos influyó, y es que para mis vacaciones y mis días libres pasaba todo el día en casa de Itachi haciéndole de niñera ya que ambos desgraciados, tanto Itachi como Deidara, gozaban ahorrarse el dinero que debían pagar a la niñera, porque así es; yo no recibía ni un cinco por parte de ellos pero bueno al menos pasaba todo el día jugando en la consola del enano, al parecer para mi sobrino el estar sobre mis piernas fue suficiente distracción como para no ser un estorbo para mí.
Ahora mismo me pregunto… ¿Por qué no me di cuenta tras tantas señales? El enano más de una vez se había atrevido a besarme en la boca, pero bueno era un niño y nunca lo vi con malicia, yo tenía pensamientos como ‘’Seguramente ve a Deidara e Itachi besarse todo el tiempo, ha de pensar que es normal’’ y pronto se me pasaban los malos pensamientos, frases como ‘’Eres el mejor’’ ‘’Mi tío es el más guapo de todos’’ ‘’Te amo’’ ‘’De grande quiero casarme con Sasuke’’ Eran las que no faltaban en mi diario vivir, Deidara reía e Itachi le asentía a mi sobrino dándole la razón e incluso una vez con tal de que dejase de llorar, porque yo estaba por volver a la Universidad, le dijo que si se calmaba el mismo se encargaría de que yo me casara con él. Bueno seguramente mi hermano tampoco tomaba los pensamientos del enano con malicia.
Así es… Así fue durante la infancia, ese fue era el pequeño Naruto, porque no les había dicho el nombre y pues ahí está, un dobe rubio y con ojos azules era mi sobrino.
Todo pudo ‘’ir bien’’ si no fuese por mí culpa, porque al ser el mayor admito que la culpa es completamente mía por permitirle a mi sobrino llegar tan lejos. Fue para los 16 de Naruto, Itachi me hizo llevarle por primera vez a una ‘’verdadera fiesta’’ en donde el enano idiota bebió bastante hasta que finalmente terminó derribado, tuve que llevarlo a mi departamento pues si Dediara lo llegaba a ver de aquella manera, nos terminaría asesinando a los tres y escondiendo nuestros cadáveres en el patio de su casa.
Y vaya que el cuerpo de un hombre es débil y más con alcohol dentro, porque yo también me había bebido mis cuantas copas, que aquella noche sucedió lo que nunca debió de haber pasado, tomando la ‘’inocencia’’ de mi sobrino, al llegar el día siguiente, me sentía el hombre más horrible del mundo, me maldije durante mucho tiempo he incluso hice algo que jamás había hecho antes… Pedir perdón, incontables veces me disculpé con Naruto y le pedí que me dejara en paz pero este seguía aferrándose a mí, tratándome como su novio y aprovechándose de mi profesión para pasar mucho tiempo en mi departamento… Porque soy profesor de matemáticas de último año en el instituto de Konoha.
Ahora a mis 27 años soy un soltero que aún no puede deshacerse de su sobrino quien ahora justamente está cursando el último año y se las jugó para quedar en mi salón, si… Ahora no solamente tengo que soportarlo en casa pues también tengo que verle el rostro y estar bajo su juego durante mis horas de trabajo.
A partir de aquella noche… Mi vida se fue por un maldito hueco custodiado por mi sobrino de cabellos rubios y ojos azules.