Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Eres Maravilloso por Tem-chan

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueeeeno!!! Como no, aparezco yo con otro fic, xd soy mala para los song-fics, lo sé, pero creo que es el mejor modo para escribir esto, sinceramente... No sé cómo me quedará tampoco sé si podré mostrar lo que realmente siento, eso en verdad no sé si se me da muy bien, pero necesito explicarlo, de algún modo, jeje, para variar este es uno de mis song-fics que van dirigidos a una persona, pero que no espero que lo lea, jejeje Esta canción es de un anime que veía cuando era pequeña, intenté recuperarlo pero solo encontré los primeros capítulos y los demás no están, es una pena pero guardo los recuerdos, jeje, ahora por el momento, escribiré esto que tengo en mi mente, jeje

Como en todo Song-fic mío pongo primero la letra en catalán que es el idioma en el que escucho la canción, y debajo la traducción al castellano.

 

https://www.youtube.com/watch?v=k3a4p_RkK6Y

Ets meravellosa – Azuki-Chan

Em sento feliç i

Que estic molt content:

¡Sóc el mes feliç del mon!

Ets una noia especial,

tant com si plores o somrius.

Sempre, amb tu

tot es fenomenal

------------------------------

Me siento feliz y

Que estoy muy contento:

¡Soy el más feliz del mundo!

Eres una chica especial,

tanto si lloras como si sonríes

Contigo siempre

es todo fenomenal.

 

Estaba pensando en mi vida, mejor dicho en la persona que amo y las cosas que he vivido con esta, todas las cosas que con el tiempo había ido guardando en mi corazón. Experiencias tiernas, experiencias algo más serias, algunos problemas que habían sucedido, pero todo hacía que lo amara más. Sabía que el menor, bastante menor, 7 años menor, gran diferencia de edad, había pillado unos momentos transitorios de su vida. Había pasado de ser un niño de 13 años a un adolescente de 16, había cambiado en ese tiempo. Para mí había sido maravilloso, hasta un privilegio, poder ver ese cambio y esa evolución que el menor había sufrido durante esos tres años. Él no podía entenderlo, seguramente para él esos cambios no eran algo bueno, pero yo me sentía feliz de haber estado allí mientras él crecía.

Habíamos tenido una relación agitada, sobre todo teniendo en cuenta la distancia que nos separaba. Era muy grande, vivíamos en diferentes continentes. Él vive en América del Norte y yo en España, es decir, teníamos un océano de por medio. Una relación sencilla ¿verdad? Sólo nos separaba una gran distancia, algunas horas de vuelo, y una gran diferencia de edad. Se podía decir que todo iba a nuestro favor. Pero a pesar de todo esto, a pesar de no habernos visto en persona y que él ni siquiera se había dignado a enviarme a una foto suya, teníamos una extraña conexión. No sabría explicarla exactamente pero allí estaba, y conseguía que a pesar de los cambios, a pesar de las circunstancias, a pesar de los malos momentos, siempre se acabara solucionando todo de la mejor forma posible.

Todo había empezado cuando llevaba un tiempo escribiendo yaoi y colgando mis fics en un par de páginas dedicadas a este tema. Todo era normal, había gente que comentaba algunos fics, y había entablado algo de amistad con algunas personas, todo normal. Gracias al yaoi y al yuri había conocido personas y eso estaba bien, tenía alguien con quien hablar y nuevos amigos. Nunca se me había dado bien hacer amigos y nunca había tenido cosas en común con las personas que me rodeaban así que nunca había creado vínculos con nadie. Ahora, al menos tenía a algunas personas que tenían cosas en común conmigo, el amor por el yaoi, principalmente pero también otras cosas. Que iba viendo con el tiempo. En ese tiempo había tenido un sueño, que me había dado imaginación para una historia de amor, con lo cual instintivamente pensé en yaoi. Por el tipo de personaje con el que había soñado, me vino una pareja en la mente perfecta para esta historia, aunque a mí no me gustara mucho sabía que a Andrea sí. Empecé a escribir ese fic junto con otro que me pidió esta chica. En ese tiempo, si no recuerdo mal, estaba escribiendo otro fic donde salía esa pareja en concreto en un futuro con sus hijos y todo lo demás. Si no lo había empezado estoy seguro de que lo empecé poco después, sinceramente no recuerdo muy bien el orden de mis fics, tengo tantos…

La cuestión de todo esto, es que en ese fic y en el de los hijos un chico empezó a comentar. Sus comentarios eran muy tiernos, divertido y con un algo que enseguida me gustaron. Se notaba que eran comentarios infantiles, aunque sumamente adorables. Poco a poco, empecé a mirar el foro más a menudo buscando sus respuestas a mis comentarios donde le respondía a los suyos. Hicimos una pequeña conversación en el foro, y en uno de esos comentarios descubrí que era un chico, o más bien un niño y que era bisexual. Eso me emocionó y le pedí si tenía Facebook con la intención de hablar con él por privado, así no me borrarían los fics por demasiado spam. Y aquí es cuando empezó todo.

Aquí fue cuando mi perspectiva de todo cambió, también del amor, eso está claro. Por ese entonces yo tenía pareja, un chico rubio de ojos azules, llamado Mike, bastante afeminado realmente. Mi madre una vez que le vio bajar por las escaleras me dijo que parecía una mariposa a punto de volar por sus movimientos tan delicados y bailarines. Eso me hizo sonreír. Realmente el chico era muy uke pero ya me gustaba eso de él. Me gustaba, aunque realmente fue conocer al menor y centrar toda mi atención en él. Hablábamos muchas horas diarias, casi hablaba más con él que con mi novio, algo raro teniendo en cuenta la diferencia horaria. Pero en ese entonces el menor apenas dormía porque se pasaba sus noches hablando conmigo.

Intentaba que se fuera a dormir pero él decía que tenía miedo y no podía dormir, y que si hablaba conmigo se sentía mejor. Me rendí un poco en la idea de conseguir que el niño durmiese, aunque de vez en cuando lo intentaba de nuevo. Aunque al final el sueño ganaba a ese miedo y se dormía. Nunca he tenido claro si realmente tenía miedo o si era una excusa para mantenerse despierto, pero ambas cosas me parecían tiernas y adorables. Teníamos conversaciones amenas, y a pesar de hablar tanto no parecíamos aburrirnos el uno del otro. En mi caso, puedo asegurar que lo echaba de menos cuando no podíamos hablar.

A veces tenía alguna cita con mi novio, pero cuando la cita coincidía con una hora en la que sabía que Khalil me hablaría me molestaba tener que ir. Incluso a veces había pensado en que quería anular mi cita con este, pero me sentía culpable por eso, así que intentaba ir y portarme como un novio lo mejor que podía. Sinceramente, había muchas veces que acababa con el móvil en las manos hablando con el menor por el chat, mientras estaba con Mike. Cuando el menor se despedía porque debía ir a clases, me centraba en Mike. Obviamente mi relación con este empeoró, poco a poco, supongo que es mi culpa. Puedo entender lo que pasó, ahora al menos. En su momento no lo entendía, porque ni siquiera me di cuenta de que hacía eso. Por ese entonces solo pensaba que el chico despertaba en mí un instinto paternal muy fuerte.

Poco a poco Mike empezó a obsesionarse con el sexo, y se ponía de mal humor cuando lo rechazaba, se enfadaba y se ponía insoportable. Como es fácil de ver rompimos. No me dolió demasiado la rotura, siendo sinceros después de romper con él fui a celebrarlo. Me estaba agobiando con esa relación. Este se lució con la última cosa que me dijo antes de dejarnos de hablar, y me enfadé con él. Realmente pasé mucho tiempo pensando que era su culpa que la relación hubiera fallado, pero ahora pensándolo fríamente creo que fue mi culpa. Porque me enamoré de otra persona y no me di cuenta, fui muy injusto y lo traté muy mal sin saberlo. De todos modos, creo que después de tres años es tarde para disculparme así que creo que no tiene importancia. Supongo que este ya lo ha superado.

 

Tu ets molt tímida i solitària

Encara que mai no ho admetràs a ningú.

Et voldria abraçar...

sempre amb tu jo vull estar:

Tu també ho vols,

no ho pots dissimular

--------------------------------

Tú eres muy tímida y solitaria

Aunque nunca se lo admitirás a nadie.

Te querría abrazar…

siempre quiero estar contigo;

Tú también lo quieres,

no lo puedes disimular

 

El tema principal de la historia es ese pequeño de 13 años que en ese entonces había conquistado mi corazón y al parecer mi razón. Todo fue pasando sin ser consciente de ello, sabía que le prestaba demasiada atención, era consciente de que deseaba que él me hablara, de que esperaba sus mensajes, que me desvelaba esperando que él volviera de la escuela, de que me alteraba por cualquier cosa que tuviera relación con él. Sí, era consciente de ello, aunque solo a medias, porque lo veía normal. Y a pesar de todo, no tenía ni la más remota idea de que esto pudiese ser amor.

El tiempo seguía pasando, los días y los meses, y el menor y yo seguíamos hablando tranquilamente, con nuestras conversaciones tiernas, adorables, de esas que al leer te dan ganas de sonreír de la ternura, y a veces hasta de vomitar por lo cursis que eran. Pero así lo veíamos bien. Cuando salía de fiesta aprovechaba la excusa de que estaría toda la noche en vela para poder hablar más con él. Recuerdo haber ido a casa de una amiga, a celebrar su cumpleaños y pasarme todas las horas hablando con mi niño, sin hacer caso a esa fiesta. Nunca me han gustado mucho las fiestas, realmente con tanta gente me agobiaba, pero eso me permitía hablar con él sin tener que preocuparme por si mi madre me iba a echar la bronca o no por no dormir.

Las conversaciones con él eran muy entretenidas, sus tiernos comentarios infantiles me hacían reír, me divertía. También me parecían adorables sus comentarios y reacciones cuando le decía cosas lindas, aunque ahora, después de tres años, sigue reaccionando de este mismo modo. Se ponía muy tierno y algo tsundere, negando las cosas que no podía negar. Y eso me daba pie a molestarlo un poco más con el tema. Hablando con él me sentí, y me siento, muy feliz. Realmente es la única persona por la que podía emocionarme tanto. Y un día, una persona me dijo que hablaba igual del menor, que ella de su personaje de yaoi favorito. Eso me dio mucho que pensar. Con eso había insinuado que amaba al chico. Me sorprendí un poco por eso, ¿realmente podía ser que yo amara a un niño de 14 años que no había visto nunca? No, no creía que eso fuese posible. A pesar de que cada día le decía que lo amaba, a petición suya, no creía que mis sentimientos fuesen esos. Pero empezaba a dudar.

Ciertamente nunca había sentido algo así, nunca me había portado de ese modo con nadie y nunca había deseado tanto hablar con alguien o lo había echado de menos. Por lo normal la gente me decía que era frío como el hielo, que era como un robot sin sentimientos. Era obvio que exageraban, pero tenían un poco de razón. Nunca he sido muy sentimental y mi mente por lo normal no se da cuenta de las cosas que tienen que ver con los sentimientos, pero con el chico siempre tenía una extraña sensación de ilusión por saber de él. Al final me di cuenta de que realmente él era muy especial para mí y que eso podría ser amor. Esa extraña necesidad por saber que estaba bien, o por saber algo de él… por pasar un rato pegado al móvil hablando de cosas sin importancia que hacía que dejara de hacer otras cosas consiguiendo enfados por parte de mi madre que en verdad no me importaban porque al menos podía hablar con mi niño y me sentía feliz por ello… Sí, acabe entendiendo que ese sentimiento era lo que otros calificaban como amor.

En cuanto fui consciente de ello y aclaré mis ideas no dude en decírselo al menor. En estos temas nunca he sido una persona que se guarde mucho las cosas. Así que sin miedo le dije mis sentimientos, aunque no le pedí una respuesta, solo le pregunté si le molestaban. Él respondió que no le molestaban y me quedé más tranquilo, realmente fui feliz con ello. Obviamente quería saber si él sentía algo por mí, pero ¿para qué engañarnos? Sólo tenía 14 años, no iba a esperar una respuesta de amor eterno de un niño tan joven. A esa edad ni siquiera se sabe que es el amor. Y quien diga que sí, miente o va muy avanzado para su edad, pero ese no era el caso. Y yo sabía que el niño me amaba, a su modo, aunque quizás no como pareja, me conformaba con ese amor.

Ese tierno amor, esa tierna preocupación, esa tierna manera de demostrarlo. Todo eso me parecía maravilloso, perfecto, hermoso… Solo había un pequeño problema, el menor poco a poco iba reduciendo el tiempo de charla conmigo. Iba creciendo y tenía más trabajos de la escuela, también más castigos por parte de sus padres y eso poco a poco lo distanciaba de mí. Era algo que realmente no me gustaba pero que debía respetar. Si tenía cosas que hacer pues era obvio que eso iba antes que yo. Había intentado que el menor entendiera eso, ya que debía estudiar, y ahora que lo entendía, debía ser feliz, aunque me sintiera algo sólo por ello.

Estábamos en este extraño momento de distanciamiento, cuando un día hablando de tener pareja, quedar soltero o de casarte con un esqueleto (estoy estudiando arqueología y eso lo dije en broma) el menor me dijo que siempre podría casarme con él. Me sorprendí, no esperaba esa respuesta aunque admito que me hizo muy feliz. No podía creérmelo pero le pregunté si estaba seguro y él dijo que sí. Con esto, más bien por mi culpa, acabamos siendo novios. Digo mi culpa porque fui yo quien le acabo “obligando” a ello, en parte sin darme cuenta. Sabía que no debía tomarme en serio sus palabras, sabía que debía esperar a que fuera más grande pero mi razón no podía controlar mis sentimientos y al final lo forcé a ser mi novio. Esto duró 8 meses, que para mí fueron los mejores de mi vida pero en los que él se sintió algo cohibido porque según él no estaba al nivel y se sentía demasiado atado. Claro para él no debía ser fácil estar con un chico de 21 años cuando él sólo tenía 14.

El día que me dejó fue un día muy extraño, primero porque un niño que dijo que era el novio de este me amenazó, y tuve una pelea civilizada con él. Y después porque el menor me dejó por culpa de ese individuo. Sí, me dejó. Yo me encontraba con unos amigos en ese momento, estaba en un extraño lugar donde unos amigos de mi mejor amiga, Sonia, tenían un pequeño bar, en el que no había nadie, y en el cual no sé ni si está abierto al público. Había pedido una cerveza y me habían dado algo para comer, pero por el rumbo de la conversación le di mi bebida a una amiga, Helena, y me fui de allí. Me senté fuera del bar y para que mentir, lloré. Cuando dejé de llorar le dije a Sonia que me iba a ir a casa, que no me encontraba bien, y Helena me acompaño. Durante el camino le conté lo que había pasado, pero ya no lloré, solo se lo expliqué algo triste.

A pesar de todo no dejé de hablar con el menor, al contrario, me defendí y le expliqué lo que había pasado. Estaba enfadado conmigo porque el otro chico le había dicho que yo le había insultado, pero había sido ese tío el que había hablado mal de mi niño. El menor me creyó, y al final pudimos reconciliarnos, al inicio fue difícil, conversar pero todo acabó bien. Habíamos roto, era cierto, y el menor me había dicho que prefería más que todo fuera así, que se sentía demasiado presionado tener una relación conmigo. Lo acepté. Aunque no por eso abandoné. No iba a rendirme fácilmente.

Lo primero de todo, fue hablar como siempre, de cosas normales, tiernas, del día a día. Pero algo pasaba, algo no iba bien. Y eso lo note. Le pregunté qué pasaba pero él no quería contármelo. Antes me contaba las cosas, pero poco a poco me iba dejando de lado en las cosas importantes. Cierto que des del inicio nunca había explicado los temas a profundidad porque él no sabía explicarse, pero al menos respondía mis preguntas y yo podía entenderlo. Pero en esos momentos no hacía ni eso. Me preocupé, él era lo más importante para mí, algo le pasaba y no podía ayudarle, me sentí mal por ello. Me sentía impotente. Pero al final me lo contó y pude ayudarle.

Después todo volvió a ir bien, claro está no hablábamos tanto como antes, pero nuestra conversación era igual que antes, tierna, amorosa, adorable, y con sus te amo, por en medio. Volvía a sentirme feliz solo con eso. A pesar de que el menor iba cambiando, todo iba bien entre nosotros. Yo notaba los cambios, pero a pesar de ello, los amaba igual. Su forma de ser, algo más seria y menos infantil, más reservada y un poco más reflexivo, me encantaban. Para mí seguía siendo maravilloso de este modo. Debía admitirlo, estaba en el fondo del saco del amor, o eso o estaba obsesionado con el menor. Aunque dudaba de esa segunda opción.

Nuestras conversaciones ya no eran tan infantiles, y ya no tenían ese toque tan tierno de antes, pero seguían siendo tiernas de otro modo. En esos momentos, en sus comentarios se veía más preocupación. Pensaba más las cosas, entendía mejor las cosas, y claro está poco a poco su mentalidad iba desarrollándose, porque iba creciendo. Es algo normal en el ser humano. Disfruté mucho viendo su cambio, me gustaba saber lo que eso significaba. Significaba que habíamos mantenido el contacto por todos esos años. Y para mí eso era lo más importante. Pero no todo podía ser bonito, así que otra cosa pasó.

 

Em sento feliç i

Que estic molt content.

Faré servir un conjur d’amor.

Ets molt preciosa,

maca i formosa

vull que m’entreguis el teu cor.

----------------------------

Me siento feliz y

Que estoy muy contento.

Usaré un conjuro de amor.

Eres muy preciosa,

guapa i hermosa

Quiero que me entregues tu corazón.

 

Estábamos en una fiesta de fin de año, para variar me encontraba lejos de mis amigos, y cerca de la puerta. ¿Por qué? Primero para tener cobertura y poder hablar con el menor, y segundo porque había demasiada gente que no conocía y no me sentía cómodo junto a ellos. Estábamos hablando tranquilamente, con algunas partes tiernas y otras que no, hasta que el menor de repente dejó de hablarme durante un largo rato. Largo rato en el que me aburrí observando como los demás estaban en grupo o como salían y entraban, como celebraban un cumpleaños y como mis amigos estaban por allí. Suspiré varias veces mientras miraba el móvil esperando su respuesta. Admito que en ese momento parecía más un perro abandonado que otra cosa.

Estaba esperando que mi amo me hablara. En eso me hablaron otras personas y me distraje con ellas. Hasta que al final el menor volvió. Lo primero que hizo fue disculparse y decirme que amaba. Eso me dio mucho que pensar y sospechar. Conocía de sobras al menor y esas palabras ya me daban una idea de que había pasado. Sentí una fuerte opresión en el pecho al imaginarlo. Pero insistí en querer saber que había pasado. Él no quiso decírmelo, solo se disculpó infinitas veces y me dijo que me amaba. Eso me pareció algo muy cruel por su parte. No éramos nada, porque él me había dejado por ese desgraciado. Después había admitido que sabía que nadie más le amaba y le cuidaba como lo hacía yo, y por último se liaba con un chico sólo porque le había dicho que era lindo. Y como no, después pedir perdón y decir que me amas. Todo muy lógico muy coherente, muy cruel, en definitiva.

No fue un regalo de inicio de año demasiado lindo, pero todo lo que le dije ese día como respuesta, y como punto final a nuestra relación fue algo parecido a un te amo y a un no me voy a rendir. No tenía nada que perdonarle porque no éramos nada, en realidad aunque me doliera era libre de hacer lo que quisiera. Solamente quería que le perdonara para sentirse mejor, pero yo no le dije que le perdonara. Eso no entraba en mis planes, no por venganza, sino porque no tenía nada que perdonarle. Todo era así de simple.

Y a pesar de todo, nuestra relación de amistad siguió adelante. Sí, como dije no iba a rendirme. Le entendía, por eso aunque me doliera no podía enfadarme con él. No sabía que reacción esperaba él, pero solo pude llorar y entenderle. Tenía 15 años en ese momento, un chico en una fiesta te dice que eres lindo, y la otra persona por mucho que la ames está lejos, no las has visto nunca, no sabes siquiera si la verás algún día. Conoces sus sentimientos, te ha prometido que estará junto a ti hasta que lo necesites, que te cuidará, aconsejará y protegerá si le dejas, y también que vendrá a verte para conocerte cuando tenga dinero. Pero, son solo palabras, tienes las hormonas algo despiertas, te sientes algo solo, un chico te dice que eres lindo… Lógico, no te quedarás a dos velas toda la vida, esperando a alguien que quizás no cumplirá sus promesas. Podía entenderlo pero dolía. Por eso mismo intenté superarlo. Estuve unos días con el móvil en modo avión, y no hablé con nadie, pero después me conecté. El menor no había dado señales de vida, supuse que se sentía mal y no quería hablarme. Dejé pasar unos días hasta que al final hablamos. Y después de aclarar que nada había pasado seguimos siendo amigos.

Con el tiempo, nuestra relación se estabilizó nuevamente. Aún pasamos tiempo sin hablarnos por sus trabajos y sus cosas pero de todos modos, seguimos hablando cuando podemos, tenemos conversaciones tiernas, adorables, seguimos amándonos a nuestro modo. Yo sigo pensando en él y en ir a verlo cuando él sea mayor de edad, eso hará las cosas más fáciles y me dará tiempo para ahorrar dinero para el viaje. Y él poco a poco va dándose cuenta de sus verdaderos sentimientos. Quizás no es una relación perfecta, quizás no es normal, quizás haya demasiadas cosas en contra o hayan pasado demasiadas cosas… Pero para mí todo está bien así, todo es perfecto de este modo. Sé que lo amo y que lo amaré, sé que quiero conquistar su corazón de un modo más pasional, quiero que me ame, quiero abrazarlo, y también besarlo. Pero de momento me conformo con sus tiernas palabras y sus tiernas demostraciones de amor en sus comentarios. Porque aunque él no lo crea, es muy fácil de ver todo el amor y la preocupación que pone en sus respuestas cuando hablamos.

En estos momentos, me sentía enormemente feliz, porque el menor me había hablado después de su largo castigo, y la conversación fue mucho más tierna de lo habitual. Fui yo quien llevó ese rumbo, pero gracias a ello, pude leer unas palabras de lo más hermosas. En ellas me decía que se había equivocado, porque pensaba que yo no lo amaba como él quería que lo amara, que no había sabido apreciar el tiempo que le había dedicado, pero que a pesar de no mostrármelo porque eso le parecía infantil me amaba más que antes. Se disculpaba y me decía que intentaría remediar eso, y que me mostraría que me ama.

Estas palabras quizás pueden parecer injustas, pero para mí son hermosas, me hace muy feliz que se dé cuenta de que realmente lo amo, de que no es un juego, de que voy en serio. Es cierto que yo tampoco me he portado muy bien con él. Porque durante este tiempo tampoco he estado soltero todo el tiempo. Realmente he tenido un novio, no duramos mucho a decir verdad, tuvimos algunos problemas con la convivencia, y nuestra manera de ver una relación. Pero, realmente, después de decirle al menor que no iba a rendir, unos meses después empecé a salir con otro. Pensé que quizás de ese modo, teniendo en cuenta que el chico me gustaba y nos llevábamos bien, podría olvidarle un poco. Aunque no fue así, me siento algo iluso por ello. A decir verdad no salí con mi novio para olvidar al menor, lo hice porque pensé que me gustaba y que podría amarlo, me divertía con él, me sentía a gusto pasando tiempo con él y había bastante química, pero en cuanto el menor me hablaba, pasaba lo mismo de siempre, solo él aparecía en mi mundo. Así que mi novio me pedía más y yo era incapaz de darle lo que pedía. Le podía dar amor, pero no el suficiente, porque ese iba dirigido hacia otra persona. Por eso, al ver que yo no podía darle lo que quería, que él sufría y que la relación no podía ir hacia buen puerto acabé cortando con él. Era mejor si me olvidaba y dejaba de sufrir, que seguir con él. Y más cuando me di cuenta que cometía el mismo error que con Mike.

Ahora mismo, me siento feliz, por las palabras del menor, por que las cosas, al menos por ahora, están bien. Sé que él me ama, sé que se preocupa por mí, y se dio cuenta de que le amo. Ambos hemos cometido errores, ambos nos hemos desviado un poco del camino. Seguimos teniendo las mismas cosas en contra que teníamos hace tres años atrás, pero ambos sabemos que nos tenemos mutuamente y creo que eso es motivo de felicidad. Espero que mi niño piense lo mismo que yo y sea feliz tal y como estamos ahora.

 

Jo t’estimaré:

ets el meu amor, i sempre

totes les cançons et cantaré

--------------------------------

Yo te querré,

Eres mi amor i siempre,

Todas las canciones te cantaré.

 

Solo tengo un deseo, y es que si no podemos estar juntos al menos espero que podamos seguir como hasta ahora para siempre. Y con solo eso seré la persona más feliz del mundo.

FIN

Notas finales:

Espero Reviews!! hasta pronto!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).