Aquel ocho de Diciembre fue un día muy oscuro para Krystal Jung. Su hermana mayor, Jessica acababa de fallecer por una enfermedad inexplicable. Lloraba a mares, adoraba a su hermana, la amaba más que a su propia vida, por lo que perderla fue un golpe directo al corazón.
Krystal veía como el ataúd bajaba lentamente en aquél agujero en el que su hermana estaba destinada a descansar para siempre. Sus lágrimas caían constantes, sus mejillas estaban rojas, su cabello normalmente perfecto se encontraba enredado y le costaba respirar.
Sus amigas, Victoria, Amber y Luna se encontraban a su lado, apoyándola en esos difíciles momentos. Eran muy unidas y mantenían una fuerte amistad al perder hace dos años a su quinta integrante, Choi Sulli quién fue asesinada misteriosamente. Desde aquel día que Sulli murió, las cuatro amigas decidieron no separarse jamás y apoyarse unas a otras sin importar lo que sucediera.
Jessica era una buena persona, sin embargo siempre fue algo diferente a los demás: Ella podía ver y comunicarse con fantasmas. Tal poder lo heredó de su abuela, quién le confesó algunos secretos para que los fantasmas no se volvieran agresivos con el resto de la gente.
Jessica se volvió amiga de los doce fantasmas extraterrestres provenientes del planeta EXO, éstos eran los fantasmas más fuertes entre todos los existentes. Estos doce fantasmas poseían poderes, lo que los hacía muy peligrosos si decidían utilizarlos para el mal.
Lo último que pudo hacer Jessica cuando podía levantarse fue sellar a los fantasmas en un árbol sagrado, el árbol de la vida. Esto porque hubo un conflicto entre ella y uno de los fantasmas, lo que provocó que Jessica predijera que si ella no se encontraba con vida los fantasmas atentarían contra personas inocentes.
Porque a esos fantasmas les gustaba matar gente. Lo único que los detenía era el fuerte lazo que mantenían con Jessica. Por esto, la joven optó por sellar a sus queridos amigos fantasmales en un árbol, para que no mataran a la humanidad.
Sólo una persona que poseyera poderes mágicos podía sellar a los fantasmas, y este tipo de personas eran escasas, por lo que Jessica decidió tener una segunda opción en caso de que el sello del árbol de la vida se rompiera.
Una opción que rogó mil veces porque no se cumpliera.
Cuando Krystal dormía, dibujó un tatuaje mágico en la espalda de ésta. Un tatuaje que poseía tal poder que podía almacenar a los fantasmas en él.
Sin embargo, había un problema. El tatuaje mataría a la persona que lo portaba una vez que todos los fantasmas fueran sellados en el árbol de la vida nuevamente. Lo que significaba que si el sello se rompía, su hermana Krystal sería la encargada de enfrentarse a los fantasmas.
Teniendo esa opción en mente, Jessica escribió un diario a escondidas: Un diario sobre los doces fantasmas y como detenerlos.
Y aquel diario ahora se encontraba ante la perpleja mirada de Krystal y sus amigas.
-¿Para qué diablos es esto?- Preguntó Krystal a sus amigas. Ellas se miraron entre ellas sin saber que responder.
-Es un diario, obviamente- Dijo Victoria –Pero no entiendo lo que tiene escrito-
Victoria era china, por lo que aún le costaba leer los símbolos coreanos. Y más le costaba con la letra escrita a la rápida por Jessica
-Habla sobre fantasmas- Dijo Luna leyendo la primera página.
-Mi hermana siempre me dijo que podía ver las almas de la gente muerta- Murmuró Krystal –Pero ¿Por qué me lo dio? ¿Tendrá algún secreto de su muerte?-
-Deberíamos leerlo para comprobarlo- Dijo Amber. Krystal asintió.
-Ocho de Diciembre de 2014- Leyó Krystal en voz alta- Hoy comenzaré a dejar un registro sobre mis doce amigos fantasmales. Ellos no son fantasmas normales, poseen poderes que podrían llegar a ser mortales para cualquiera. Quién sea que tenga este diario debe entregárselo inmediatamente a Krystal Jung-
-¿Por qué tendría que pasártelo específicamente a ti?- Preguntó Luna. Krystal se encogió de hombros.
-Kris: Es un fantasma con la capacidad de volar. Su aspecto es el de un hombre alto y con mirada fría. La manera de atraparlo es quitándole las plumas. Advertencia: No toques las plumas- Leyó Krystal –Kai: Es uno de los fantasmas más traviesos por haber muerto joven (18000 años terrestres, 18 años extraterrestres), tiene la habilidad de teletransportarse a donde quiera en menos de un segundo. La única manera en que se queda quieto es cuando está junto a Kyungsoo. Advertencia: Tiene una manía por la ropa interior femenina-
-¿Qué rayos?- Dijo Amber –Sabía que tu hermana era rara, pero nunca creí que tanto.
-¡Oye!- Se quejó Krystal.
-Es la verdad- Dijeron las otras tres.
-Como sea, no creo que este diario me vaya a ser de mucha importancia- Dijo Krystal.
Cuanto se equivocaba.