Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Mocoso y la Navidad. por Gaib

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Segunda parte de tres.

Camine indignado por aquel corredor, en pocos pasos ya estaba en la zona comúnmente transitable.

-¡Oye! ¡Espérame! –Grito desde atrás un niño del que no quería saber nada –

-¿Por qué haría eso? –Respondí con sarcasmo –Tú tienes todo calculado y eres muy responsable con tus cosas –Solté aquel comentario con un poco de ira comprimida – Yo me tomare la molestia de comerme una hamburguesa. Nos vemos – Justo cuando alzaba la mano y empezaba a caminar escuche un ruido bastante extraño que me detuvo por completo. Me gire para observa a Iory con las manos sobre el estómago y un ligero sonrojo en su rostro.

-¿Qué?... ¡No me veas así! –Se alteró intentando esconder su rostro –Es que tengo hambre… ¿Ya? –El color rojo en su rostro aumento mientras intentaba parece más duro.

-Entonces vamos… -Sonreí con los ojos fijos en aquel chico. Su sorpresa me hizo sentirme más vivo y emocionado. Después de todo es navidad, tal vez las razones metafísicas se fusionaron para dar este encuentro –…Te invito a comer – Termine la frase para empezar a caminar hacia la zona de comidas. Sentí también los pasos del pequeño Iory, que demostraba una faceta tímida ante mí.

 ______________________________________________________

 

-¡¿En serio me la puedo comer toda?! –Grito cuando le puse en la mesa las dos hamburguesas dobles que había comprado.

-Así es, te la puedes comer –Respondí mientras le pegaba un gran mordisco a la mía –y antes de que se te enfri… jaja – Reí cuando note que no sabía cómo cogerla la hamburguesa, hacia muchas caras y muecas pues no sabía por dónde empezar –jajaja ¿Necesitas ayuda?-

-¡No!- Respondió Enojado –Yo puedo solo – Refunfuño antes empezar a morder aquella pieza de comida chatarra.

-Bueno jaja… Al menos recuerda usar la servilleta –Advertí antes de concentrarme completamente en mi comida.

Después de unos minutos, mi bandeja ya estaba vacía. Solo quedaba la gaseosa, que aun disfrutaba. Por el otro lado… Iory todavía tenía la tercera parte de la hamburguesa. Además de tener la cara sucia de las salsas y la ensalada, y de tener un macha de carne en su camisa.

-¿Te ayu…? –

-¡No! Ya estoy lleno-Respondió cruzándose de brazos, haciendo un puchero – Gracias por invitarme –Menciono sin mirarme de frente, un ligero rubor se veía en su mejilla expuesta.

-De nada-Sonreí ante su indiferencia –Por cierto… ¿Qué hace alguien tan…maduro como tu hoy en el centro comercial? – Pregunte curioso. Si era verdad que estaba ya grandecito con 13 años, pero ¿Salir de compras hoy?

-Es que quería darle la sorpresa a mi madre de tener nueva ropa para que me viera hoy – Respondió rápido, sin cuestionamientos, ni indirectas ni nada… la verdad me sorprendió –Por eso estoy aquí. Pero siempre es muy difícil pues siempre preguntan: “¿Si un niño como yo, tiene el dinero para comprar’” o “¿Tu si puedes comprar cosas solo?”… Son unos tontos- Término diciendo molesto. Jaja parecía tierno.

-Ya veo, ¿Entonces por eso te molestaste en aquella tienda? – Indague, aunque ya sabía la respuesta.

-Asi es, ya tenía todo listo pero ese tonto no me creyó cuando le dije que yo le iba a pagar –Respondió empuñando las manos sobre la mesa – Luego me dijo que era un “bebe” todavía para comprar, y luego lo golpee.

-No debiste hacerlo –Le reprimí –Es malo recurrir a la violencia por esas tonterías, no vale la pena rebajarte al nivel de las personas violentas – Regañe a aquel chico, no porque lo que hubiera hecho fuera muy grave… sino que por algún lado, me interesaba de alguna forma.

-Lo sé –Menciono decaído. Mi sermón lo había afectado – Pero algún día tenía que librarme de esta furia –Su mirada estaba baja –Siempre ha sido así, uno es el pequeño: Al que más quieren los profesores y al que más molestan. El que siempre es más débil y más inocente –Su voz se sentía apagada. Su tristeza se notaba a metros de distancia -¡Pero hoy se acabó! ¡Y se sintió muy bien! –Alzo la voz emocionado.

-Si es necesario defenderse –Afirme mirando su cara emocionada –Pero si te hubieran golpeado o lastimado ¿Qué? ¿Qué hubiera pensado tu madre? –Le pregunte con firmeza – Si te dejan un ojo morado o un moretón ¿Qué harías? – Lo mire serio. Estaba claro que no pensaba responder. –Ya ves… También debes pensar en las otras consecuencias – Me coloque de pie y le puse la mano sobre el hombro – Un chico listo como tú lo debería tener todo presente – Me miro. Por primera vez note que tenía unos ojos verde claro, como si fueran color esmeralda que se estaban cristalizando.

-Si… iisshh –Con una de sus manos intento ocultar las pequeñas lagrimas que se resbalaban por sus ojos –Gracias por… iisshh… eso-

-Vamos –Le palmee la espalda y lo jale de la mano – Tenemos que ir a comprarte ropa –Sonreí ante el chico que aun sollozaba- Espero no te moleste que te acompañe-Dije con emoción mientras empezaba a caminar.

-¿Por qué lo haces? Ya me ayudaste mucho hoy –Menciono Iory con voz temblorosa –Solo soy un desconocido que te cause problemas hoy ¿Por qué te interesa acompañarme? –

-Porque pues… yo sé cómo te sientes; Me gusta ayudar a mis amigos y… ¡Es navidad! Así que será una gran aventura – Respondí sonriendo ante la mirada atónita de aquel pequeño.

-Tu sí que eres raro –Iory todavía se le resbalaban lágrimas, pero ya sonreía - ¡Vamos! – Alzo la voz mientras me halaba por el camino –

_______________________________________________________ 

-Esa se te ve bien –Afirme con pereza después de ver como Iory modelaba para mí la décima camisa de esa tienda –

-¿En serio? –Hablo mientras se miraba al espejo –Es que este verde no me gusta mucho –

Ya habíamos comprado el pantalón, las medias y los zapatos. Según Iory, solo faltaba la camisa, una camisilla blanca y la ropa interior. Al menos para comprar el pantalón y los zapatos, él ya sabía que quería… pero para la camisa sí que estaba indeciso.

-Esta roja me gusta, pero este botón no se ve bien – Decía mientras yo sostenía las bolsas con sus compras, y aun traía mi mochila.

-Esta te quedaría a ti –Me mostro una roja oscura del todo – Combina con el pelo raro que tienes jaja –

-Gracias por decirlo –Respondí con ironía. “Ni que tu peinado fuera muy sofisticado, honguito”.

-Vamos, pruébatela –Hablo ansioso tirándome aquella camisa – Es de tu talla –

-¿Qué me la pruebe? Pero… mmm ¿Cómo sabes que es mi talla? –La duda me invadía, aunque he sido así desde siempre por tanto no deberían sorprenderse.

-Cómo eres delgado y no muy alto, no tienes la necesidad de usar una talla X –Afirmo mientras buscaba otra camisa entre las 1000 que habían colgadas – Por tu forma de vestir, veo que no te gustan las camisas apretadas… además como no tienes músculos que mostrar tampoco te la recomendaría –Saco un gancho con otra camisa roja si le ha hecho al hombro – Por tanto deduzco que la talla L seria la indicada para ti, pues te gusta coserle el borde a las cosas – Coser… ¿Qué?

-¿Y tú como sabes eso? – Volví a cuestionarle, mas emocionado que antes.

-Porque tu morral tiene una “K” y una “I” algo chuecas, por tanto deduzco que las hicisteis tú –Respondió sin emoción mientras tomaba otra camisa roja y la ponía sobre su hombro.

-Ya veo, tienes muy buena deducción –Sonreí para mí mismo. Este niño era brillante, tenía un gran pareció con él hace algunos años –Y sí. Mi talla es L jajaja –Rei satisfecho por la demostración de intelecto que me acaban de hacer –Deberías probarte una S, así la camisa no te quedara tan larga y te hará ver bien –Le aconseje. ¿En serio yo… Koushiro estaba dando consejos de moda? ¡Nunca lo espere! –

-¿En serio lo crees? –Se giró para verme tímidamente. Por alguna razón, atraje su atención con el último comentario.

-Claro. Por ejemplo… con lo que traes puesto… -Hice una pausa incomoda, pues no sabía el nombre de lo que traía puesto.

-Es tradicional. Mi abuela lo hizo para mí –Aclaro mirándome algo incómodo.

-Ya veo, y está muy lindo. Pero como la camisa te llega a los muslos –Señale aquel lugar en su cuerpo – Te hace ver como un “niño”… y discúlpame la palabra –Unos 30 segundos de pausa me hicieron pensar que hable mucho más de la cuenta – Creo que deberías intentar con una camisa más pequeña porque así, ayudaría a tu imagen y opacarías un poco la imagen de niño dulce que tienes –Termine sonriéndole.

-Eemm gracias, tienes razón –Reflexiono Iory mostrándose muy serio; Luego se sonrojo y me miro – eemm ¿Crees que tengo cara de niño dulce? – Pregunto moviendo los ojos inquieto.

-¡Claro que sí! –Respondí animado – Tienes algo que muchos desearían, por más que crezcas siempre tendrás esa expresión inocente que te será muy útil con las mujeres – Mencione con ánimo de darle ánimos. Una pequeña sonrisa se mostró en su rostro. “Lo había conseguido” Había dado un gran consejo y ahora este niño no seguirá pensando mal de sí mismo.

-EEmmm ¿Y eso te parece lindo? – Volvió a preguntar el chico, que escondía su rubor detrás de las camisas que llevaba consigo.

-¡¿A mí?! Eemm Pues… Creo que si… Pero dependiendo de lo que… -Divagaba tontamente. No me esperaba esa pregunta; No quería pensar que todas las preguntas estuvieran encaminadas a esta situación. Me siento incomodo… La forma en que me mira, me intimida… ¿Qué me sucede? ¿Lindo? –

-JAJAJa Te sonrojaste –Iory me señalo a mi riéndose –

-¡Claro que no! – Lo negué inmediatamente.

-Si ves, te sonrojaste más jajaja –Se echó a reír aquel niño mientras yo me avergonzaba tanto por mi como por el – Parece que no dices lo que piensas realmente jaja –

-Oye… me estas avergonzando –Mencione bajando un poco la voz, notando las miradas de los demás clientes de la tienda.

-Está bien, hagamos un trato –Se puso de pie y me miró fijamente –Tú te mides esa camisa y yo me mido la misma en talla M. Si ambos tenemos razón, compraremos las dos y saldremos de la tienda –Señalo la salida - ¿De acuerdo? –

-Pero yo no vine a comprar nada – Me queje.

-¿Y qué importa? Yo la comprare por ti –Respondió de inmediato –Haz de cuenta que te pagara la hamburguesa que me invitaste – Sonrió satisfecho.

-No lo hare, la camisa vale mucho más… además no necesito esta camisa – Dije cruzándome de brazos; Poniendo mi postura seria.

-Entonces si no quieres la camisa, tendrás que acompañarme a comprar lo que falta – Dijo el niño con rabia -¡Promételo! –Alzo la voz llamando de nuevo la atención de todos –

-Bien, bien. Prometo que te acompañare a comprar lo que falta –Hable con voz muy baja, esperando que no nos fueran a causar problemas pero…

-Disculpen ¿Les puedo ayudar en algo? – Menciono una empleada de la tienda con vos muy seria. ¡Rayos! Otra vez nos van a meter en problemas. Este mocoso.

-Si, por favor queremos que nos envuelva esta camisa para llevar –Dijo Iory sonriendo tiernamente –Y por favor podría quitarle todas las marquillas –Su voz tierna y melodiosa hizo que la señora cambiara su expresión. Esas mejillas rosadas pondrían de esclavo a cualquiera… ¿EEEEHHH? ¿Qué acaba de pasar por mi mente?

-Claro que si angelito, acompáñenme a la caja por favor –Confirmo lo señora mientras sonreía.

-Tenías razón, soy muy genial ¿No crees? –Menciono por lo bajo Iory con Ego de aquí al infinito –

-Si tú lo dices, ¿Al menos es la Talla M? –Cuestione suspirando.

-Si lo es- confirmó mirando hacia al frente – Y si no me queda bien, me deberás una camisa –Agrego mientras sonreía de nuevo a la señora que nos atendió –

Notas finales:

Dentro de 5 dias se publicara el final de este relato poco agraciado, con personajes no muy usados y de una forma no muy natural.

Cuidense, gracias a los que leen.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).