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Mi propio milagro de Navidad por Kouichi_RedSun

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Notas del capitulo:

Bien, aquí esta la parte 3, debido a que para las ideas que tengo, deberé extender en u capítulo este especial, se voverá la parte 3/5, gracias por leer y hoy, Viernes 18 de Diciémbre ¡Me declaro libre de la escuela!

 

¡¡¡FELICES VACACIONES!!!

Esa misma mañana, donde aquel nuevo amor florecía, en un departamento estaba un joven de dieciséis años, cabello castaño chocolate, ojos de un azul sumamente profundo y hermoso y piel morena, yacía bajo la ducha, dejando que el agua recorriera su tonificado y desnudo cuerpo, el vapor del agua brotaba, gracias a la temperatura de esta misma, Ryo sostenía su mano contra el azulejo color verde jade con decorados florales blancos, este chico que yacía bajo la ducha, sollozaba silenciosamente, sus lágrimas confundiéndose con el agua que le recorría el cuerpo, se arrepentía, se arrepentí de haber lastimado a un muchacho que le entrego su noble y frágil corazón, con una fe ciega en él, más sin embargo, el mayor lo rompió de forma cruel e insensible que pudo, para colmo… Lo había dejado ir, no lo persiguió, ni peleó por él, por la persona que realmente amaba, prefiriendo quedarse con el individuo que destruyo su relación, la persona por la que él destruyo todo, esa persona, Hirokazu Shiota, había pasado al olvido para Ryo, habiendo terminado su relación con él ese mismo día, pues este se sentía devorado por la culpa y el remordimiento, ahora mismo, el morenazo tenía unas inmensas ganas de salir y buscar a su “Goggle Boy”, para pedirle perdón, ponerse de rodillas si era necesario, sentía la necesidad de besar nuevamente aquellos dulces, suaves y deliciosos labios, acariciar esa tersa y blanca piel, acariciar cada parte del delicado cuerpo del menor, olfatear su esencia hasta embriagarse, acariciar con ternura los castaños y suaves cabellos de Takato, quien ahora era su ex novio, deseaba con fulgor observar los ojos carmesís de su “Goggle Boy”, ansiaba nuevamente esos momentos de intimidad, donde lamentablemente, nunca pudo tomar la virginidad del jovencito de ojos carmesí, pero le encantaba acariciar sus muslos suaves y lindos, ese abdomen esbelto, delgado y hermoso y ese redondo y lindo trasero, pero lo que más le gustaba y a pesar de las pocas horas extrañaba ya del menor, eran los hermosos hoyuelos que se formaban en sus mejillas tan suaves cada que sonreía.

 

r  Takato… Yo… ¡Yo te recuperaré- exclamó Ryo con su voz un tanto temblorosa, pero con un semblante decidido, para posteriormente salir de la ducha, poniéndose unos jeans grises, con calcetines blancos, una camisa negra, un suéter blanco y un saco gris, junto a una bufanda y guantes negros, salió disparado a la puerta y se puso unos botines negros, para salir de su casa a toda velocidad en dirección a la casa del castaño, encontrándose con una pelea en el parque, entre Hirokazu y un chico un poco menos moreno que él, cabello azulado y ojos grises, dándose cuenta de que Hirokazu estaba recibiendo una golpiza brutal, teniendo múltiples heridas sangrantes en su rostro, pero lo que realmente llamó su atención, fue a la persona que trataba de detener la pelea, pues Hirokazu ya estaba casi vencido.

 

r  ¡Henry, para por favor!- se escuchaba el grito del castaño que finalmente logró detener a Henry cuando Hirokazu ya estaba en el piso, escupiendo sangre, con sus manos en su estómago, donde había aterrizado la última patada que Henry le había propinado, al ver eso, Ryo no perdió tiempo y se acercó a escuchar la conversación entre aquel desconocido y su Takato.

 

r  Perdóname, Takato, de verdad lo siento, pero cuando me dijiste que él es una de las causas por las que estas así, yo no pude controlarme y sentí la necesidad de golpearlo tan duro como pudiese- dijo Henry cabizbajo y notablemente avergonzado por su bruta actitud.

 

Takato dio un suspiro y levantó la mirada de su novio desde el mentón, mirándolo fijamente a los ojos –Henry… Sé que te preocupas por mí y te lo agradezco bastante, de verdad, pero no quiero que te pase nada- dijo el pequeño castaño, para posteriormente ser besado en la frente por el mayor, mientras el “Goggle boy” le abrazaba por el cuello.

 

r  No te preocupes, tanto, Takato, ese sujeto no era más que un chiste, ve, no pudo hacerme nada- dijo Henry con su usual y encantadora sonrisa –No dejaré que nadie te haga daño, mi dulce angelito y te cuidaré siempre- dijo Henry besando los labios del jovencito oji carmesí, encendiendo la mecha que detonaría el mal temperamento de Ryo, quien no dudó en salir de su escondite.

 

r  ¡¿Tan pronto me encontraste un reemplazo?!- gritó el morenazo oji azul, claramente enfadado y dolido, con lágrimas de rabia y tristeza desbordando sus profundos ojos azules –Yo planeaba venir a arreglar las cosas contigo, Takato- dijo el tamer legendario entre dientes y clavando su mirada en el “Goggle Boy”, algo usual cuando estaba furioso.

 

r  ¿Y tú quién te crees?- dijo Henry interponiéndose entre el tamer legendario y el “Goggle Boy”, para proteger al segundo.

 

r  Soy Ryo Akiyama y vengo a recuperar lo que es mío- dijo Ryo mirando de forma furtiva a Henry, quien con suma gentileza, fue apartado por Takato.

 

r  Déjame arreglar esto, Henry- dijo Takato con una voz firme y más segura de lo normal, más firme de lo habitual en él –Ryo… Yo te di todo… ¡Te entregué mi corazón y mi vida! ¡¡Te lo di todo y tú me fallaste Akiyama!!- dijo el jovencito de ojos carmesí mientras su voz se quebraba lentamente a cada palabra que decía y sus ojos se humedecían a la par que su voz fallaba –Yo te lo di todo… Y me traicionaste… Sin motivo… Sin razón aparente- dijo Takato mientras las gruesas y cristalinas lágrimas resbalaban por sus mejillas –Pero… Este chico, Henry… Ayudó a un desconocido, ¡Me salvó de ser violado!- gritó Takato tratando de parecer fuerte –Henry me dio su corazón… Me escuchó y me consoló… Incluso me propuso una relación… Y tu actitud de ahora, solo me dice que hice lo correcto al aceptar una relación con él- dijo Takato empuñando sus manos –Puede que sea apresurado… Pero… Él ha demostrado en unas horas, lo que tú no demostraste en 2 años 9 meses de relación- dijo Takato con la mirada baja –Es por eso… ¡Que Henry me gusta! ¡¡Y mucho!!- gritó Takato fuertemente y mirando fijamente a su ex novio, quien no dudó en abalanzarse contra él, dispuesto a propinar un puñetazo a la mejilla del “Goggle boy”, golpe que hubiera derribado y herido bastante al menor, de no ser por cierto peli azul que se interpuso, recibiendo el duro golpe de Ryo en su mejilla, haciendo que brotaran unas gotitas de sangre de la boca del oji azul, gotas que cayeron manchando la blanca nieve, la sangre escurría por el labio del oji gris, enfureciéndolo -¡Eres un salvaje!- gritó Takato preocupado y arrodillándose junto a Henry, quien lentamente se iba levantando del suelo.

 

r  Así que esas tenemos- dijo Henry incorporándose lentamente, solo para girarse velozmente y propinar un codazo a Ryo, directo en la boca del estómago, golpe que dejó al oji azul arrodillado y babeando un poco – ¡Ni se te ocurra volver a tocarle un cabello en tu miserable vida!- gritó Henry completamente furioso, meintras Takato se abrazaba al peli azul.

 

r  Henry, por favor, vámonos- dijo Takato en tono de súplica al mayor –Te lo ruego, vámonos por favor, tu mejilla se está hinchando- dijo Takato para persuadir a su novio y que se fueran, para su suerte, el mayor asintió y cargó a Takato al estilo princesa, siguiendo las instrucciones del “Goggle boy” para que fueran a su casa, donde se vivía un ambiente de total equilibrio, pues su padres, enterados de las preferencias sexuales de su hijo, lo aceptaban tal y como era, pero el castaño decidiría esperar para decirles a sus padres sobre su nueva relación con Henry, pero tarde o temprano, tendrían que enterarse.

 

Una vez llegaron, entraron a la humilde y sencilla panadería, que a pesar de humilde y sencilla, tenía ese aire hogareño y familiar, amueblado con bonitas estanterías de madera, que eran decoradas con panes de todo tipo, una de estas estanterías, era portadora de los panes favoritos de Takato, pues estaban inspirados en un dibujo que hizo cuando tenía diez años, bautizando a ese bonito dinosaurio rojo con el nombre de Guilmon, tal y como el nombre de los panes, “Pan de Guilmon”. –Hola mamá, papá- dijo Takato con un claro mejor humor que el día anterior -¡Hola Takato!- dijeron sus dos progenitores al unísono y esbozando una sonrisa –Hey, vengan, les quiero presentar a alguien- dijo el castaño sonriendo dulcemente, los dos mayores se acercaron y Takato le dio paso a Henry.

 

r  Un gusto conocerlos, señores Matsuda, mi nombre es Henry Wong- dijo de forma muy cortes el oji gris y haciendo una leve referencia con una educada sonrisa, recibiendo un saludo de regreso y posteriormente a la madre del “Goggle Boy” con un deje de esa preocupación estilo maternal, al ver la hinchada mejilla del chico de cabellos azulados.

 

r  Oh, por Dios, mira tú mejilla, sígueme, tengo algo de hielo en una bolsa, en la nevera- dijo la madre del lindo “Goggle Boy”, técnicamente arrastrando al mayor de los dos jovencitos en dirección a la cocina y poniéndole de forma cuidadosa la bolsa de hielo en la mejilla.

 

r  Oh… N-No es necesario que se preocupe tanto, señora- dijo Henry sosteniendo la bolsa con su diestra y en demasía apenado.

 

r  Claro que sí, solo mira tú mejilla, pareciera que te dieron un golpe muy fuerte- dijo la señora Matsuda mirando fijamente a Henry, cuando Takato apareció,  parado en el marco de la puerta y con la mirada baja.

 

r  Uhm… Mamá… Bueno… Si es por un golpe… Que Henry esta así- dijo el “Goggle boy” con sus manos en su espalda –El… Me protegió de Ryo- dijo Takato con su mirada baja y humedecida, claramente a nada de llorar.

 

r  ¿Protegerte de Ryo? ¿Por qué?- preguntó la madre del jovencito de cabellos castaños desconcertada.

 

r  Si… Yo… Terminé con Ryo ayer y… Hoy… Hoy él intentó golpearme… De no haber sido por Henry… El que tendría la mejilla así sería yo… O quizá peor…- dijo el muchacho de ojos carmesí tratando de no llorar nuevamente por Ryo –No quiero que entre… No quiero que intente buscarme… No quiero verlo- dijo Takato con su voz quebradiza.

 

r  Takato… Yo hablaré con tu padre… No volverá a venir aquí- dijo la mamá del “Goggle Boy” acariciando la cabeza de su hijo y luego volteó su mirada hacia Henry –Gracias, jovencito, no sabe lo agradecida que estoy de que hayas protegido a mi pequeño- dijo aquella mujer sonriendo, a lo que Henry asintió con una leve sonrisa.

 

r  Jamás dejaría que lastimen a un angelito como Takato, es tan lindo- dijo Henry con una sonrisa amplia –De hecho, se parece mucho a usted, señora Matsuda- dijo sonriendo y provocando un sonrojo a la mujer, idéntico al de su hijo.

 

r  Ah… M-Mamá, Henry y yo iremos a mi habitación- dijo el castaño aún con ese claro rubor en sus mejillas, tomó al otro chico del brazo y se lo llevó, entre avergonzado y un poco molesto por sonrojarlo en frente de su madre, el “Goggle Boy” golpeó a su novio en la cabeza con su puño, aún sonrojado, pero Henry no hizo más que abrazarlo y besarlo, así pasaron la tarde, hablando de trivialidades, entre besos, también y risas.

 

r  Oh… Takato- dijo Henry al mirarle sonreír, a lo que el menor lo miro aun sonriendo –Te ves adorable, tienes una linda sonrisa, y esos hoyuelos tan tiernos- dijo picando los hoyuelos en las mejillas de Takato, cuando un ruido de forcejeos y gritos sacaron a los dos chicos de su momento.

 

r  ¡Takato! ¡Ven a darme la cara!- exigía un furioso Ryo siendo sacado a punta de golpes por el padre del jovencito de orbes carmesí, quien dio un largo suspiro y se asomó por la ventana.

 

r  ¡¿Quieres que te lo diga de forma simple?!- exclamó Takato con seriedad y una voz firme – ¡Pues te lo dejaré en una canción!- dijo el menor mientras miraba a Ryo y empezaba a cantar.

 

¿De qué me ha servido quererte?

¿De qué? Si ya todo acabó

Te di, lo que nadie te dio.

Te amé, como nadie te amo

¿De qué me ha valido quererte?

¿De qué? Si no puedo ya verte

Porque, sin razón me has dejado

Porque, de mi amor te has cansado.

 

Estoy arrepentido

Del tiempo que he perdido

Creyendo en tu amor

Estoy arrepentido

Del tiempo que he perdido

Creyendo en tu amor

 

¿De qué me ha servido quererte?

¿De qué? Si ya todo acabó

Te di, lo que nadie te dio.

Te amé, como nadie te amo

¿De qué me ha valido quererte?

¿De qué? Si no puedo ya verte

Porque, sin razón me has dejado

Porque, de mi amor te has cansado.

 

Estoy arrepentido

Del tiempo que he perdido

Creyendo en tu amor

Estoy arrepentido

Del tiempo que he perdido

Creyendo en tu amor 

Estoy Arrepentido – Enrique Guzmán.

 

 

Tras aquella canción, que expresaba en su totalidad los sentimientos de Takato, dejando en claro cómo se sentía, realmente dolido, pero consciente de su pérdida de tiempo, dejando a Ryo destrozado y en claro el hecho de que ya no había oportunidad de recuperar algo con él, Ryo miraba al “Goggle Boy” con lágrimas en sus ojos y una mirada de dolor, bajo su mirada y susurro más para él que para cualquiera –Lo siento… Takato- tras esas palabras, Ryo se fue corriendo.

 

De un momento a otro, había comitiva en la habitación del castaño, sus padres, Henry y él, abrazándolo y consolándolo, había encarado a Ryo de una forma original y que no tuviera que ser tan dura para su frágil carácter, afortunadamente, pero eso no evitó las lágrimas en el castaño, siendo abrazado por los otros tres presentes en su habitación –Takato, mi angelito, no llores- decía Henry abrazando al pequeño y procediendo a besar sus labios, acción que sorprendió a sus padres.

 

r  Henry… -Takato lo abrazó fuertemente y miró a sus padres secándose sus lágrimas –Mamá… Papá… Bueno… No sé cómo lo tomen pero… H-Henry es mí… Nuevo novio- dijo Takato sonrojado y esperando la respuesta de sus padres.

 

r  Takato, sólo contéstame una cosa, ¿Es Henry la causa de tu ruptura con Ryo?- preguntó el señor Matsuda mirándo fijamente a su hijo, quien negó efusivamente.

 

r  ¡Para nada! Fue… Ryo quien me engañó… Con Hirokazu… ¡Henry me salvó de un hombre que no sé qué me hubiera hecho!- exclamó Takato defendiendo a Henry.

 

-Ya veo… Bueno, bueno, siendo ese el caso… Me alegra que tengas a alguien que realmente te proteja- dijo el señor Matsuda abrazando a su hijo y a su yerno –Bienvenido a la familia, Henry- dijo el señor Matsuda dirigiéndose al peli azul.

Notas finales:

Bien, espero haya sido de su total agrado, es un poco más largo que los anteriores capítulos, pero creo que es principalmente por la canción, la cual es una de mis favoritas y la vi perfecta para expresar ñps sentimiéntos de Takato, nuevamente, gracias por leer.


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