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Mi propio milagro de Navidad por Kouichi_RedSun

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Notas del capitulo:

Aquí esta la parte 4/5, espero les guste, me siento deliz, el espíritu navideño empieza a olfatearse en el aire, espero lo disfruten y que estén pasando unas felices Vacaciones.

 

Sin más que decir, los dejo para que lean el capítulo.

­Tras lo acontecido frente a la casa de Takato, Ryo se fue corriendo al parque, a una zona poco transitada a llorar por la definitiva pérdida de su “Goggle Boy”, sollozaba cual niño pequeño que había perdido a su madre en el centro comercial, ocultando su rostro en sus rodillas, pasó un largo rato hasta que escuchó una voz, de un muchacho –Disculpa… ¿Estas bien?- preguntó aquel muchachito, que llamó la atención de Ryo con su voz.

 

–A-ah… Si… No es nada- dijo Ryo observando detenidamente al chico que le había hablado, de cabellos negros, piel caucásica, un poco alto y de complexión esbelta, con unos ojos marrón oscuro, casi negros, ocultos tras unos anteojos –No te… Preocupes-  dijo Ryo con una forzada sonrisa, a lo que el otro sujeto torció su boca un poco.

 

–Pues… No pareces estar bien- dijo el chico de cabello azabache mirando al oji azul, extendiéndole un pañuelo –No creo que estés llorando por nada- dijo el chico de anteojos, que vestía unas botas negras, un par de jeans azules, una cazadora de mezclilla con relleno de borrega café y una bufanda roja, con unos guantes sin dedos negros, mirándolo fijamente, en el momento que Ryo tomó el pañuelo, aquel joven volvió a hablar –Sé que soy un completo desconocido pero… Si te hace sentir mejor, puedes contarme que te pasa- dijo el oji marrón sentándose junto al moreno, quien le miró algo extrañado –Es bueno para el corazón desahogarse- dijo nuevamente el chico de cabellos negros.

 

–S-Supongo que tienes razón…- Dijo Ryo con la mirada baja –Pues… Verás yo… Terminé con mi pareja, todo fue una estupidez… Estupidez que yo cometí- dijo  empuñando las manos, mientras aquel desconocido le ponía su mano en el hombro, palmeando lentamente el mismo –Y… Bueno yo… Lo engañé con su mejor amigo… Realmente fue estúpido, no sé en qué pensaba…- dijo el moreno relajando sus manos y cabizbajo.

 

– ¿Intentaste recuperarlo?- preguntó el chico de anteojos con su mirada clavada en el rostro de Ryo, acariciando la mejilla de este.

 

Ryo asintió con la cabeza –Si… Lo intenté… Pero ya tiene a alguien… Alguien que… Quizá es mucho mejor que yo- dijo Ryo con sus ojos llorosos y secándose las lágrimas que se le escapaban con aquel pañuelo de tela con colores militares –Creo que estará mejor con él… Más feliz de lo que nunca estuvo conmigo…- dijo Ryo de forma triste y apagada.

 

–Entonces… ¿Por qué te lamentas? Él estará feliz, es lo que quieres ¿No?- preguntó el jovencito desconocido a Ryo, quien lo miro directo a los ojos.

 

–Si… Pero… ¿Y yo?- preguntó Ryo cabizbajo, mientras aquel otro chico le tomaba del mentón, elevando la mirada del moreno.

 

– ¿Por qué no te despides de él con una canción?- preguntó el chico de ojos marrones con una sonrisa dibujada en su rostro –Creo que conozco una que te permitirá decirle lo que sientes, más aún, acorde a la temporada en que estamos.- dijo aquel muchachito sonriendo.

 

–Oye… No sé tu nombre… Esto… Yo soy Ryo Akiyama- dijo Ryo mirando fijamente al contrario, que sonrió dulcemente.

 

–Me llamó Iván, Iván Vitella- dijo el chico de anteojos conservando su sonrisa en sus labios y buscando la canción que mencionaba –Ah… La encontré, escucha- dijo poniéndole su celular a Ryo en el oído.

 

–Es linda… Si… ¡Me gusta!- dijo Ryo ya más animado –Pero… Yo no sé cantar- se sinceró el oji azul.

 

–Tú no te preocupes por eso, lo harás bien, te daré un curso intensivo para que le puedas cantar mañana- dijo Iván guiñándole un ojo a Ryo

 

–Oye… ¿Por qué ayudas a un desconocido como yo?- preguntó Ryo mirando a su acompañante.

 

–Porque sé lo que se siente una herida por amor- dijo Iván sonriendo de forma algo melancólica-

 

–Ya veo…- fue lo único que musitó Ryo al escuchar la respuesta del chico de anteojos

 

Iván sonrió y se levantó –Vale, pues ven, mi casa queda cerca y ahí te daré consejos- dijo Iván sonriendo y Ryo le siguió, llegaron a la casa del chico de anteojos, la cual, si bien no era muy pequeña, no era tampoco gigante, constaba de 4 habitaciones, incluida la de invitados, 2 baños, cocina y comedor, de 3 pisos, en la cochera, para dos carros, yacían estacionados un Honda Accord 2007 blanco y una Honda Pilot 2009, así subieron a la recamara de Iván, que estaba en el tercer piso y pasaron la tarde juntos, entre canciones, pláticas  bromas.

 

La tarde se escurrió y llegó la hora en que Ryo se fue a su casa, habían quedado de verse en el parque a las 9:00 y así fue, para las 9:05 ya iban camino a casa de Takato –Iván… ¿Estás seguro de esto?- preguntó Ryo nervioso.

 

–Es muy tarde para retractarte- dijo Iván jalando a Ryo de la muñeca, para que se parara en frente de la fachada de la panadería, Iván tomó una piedrita y la arrojó a la ventana que suponía era de Takato, haciendo que este saliera.

 

–Ryo… ¿Qué quieres?- preguntó Takato de mala gana

 

–Espera yo… Tengo una canción para ti- dijo Ryo algo nervioso e Iván empezó a correr la pista con unas pequeñas bocinas.

 

Otro año ya se ha ido 
Cuantas cosas han pasado, 
Algo hemos aprendido y 
Algo hemos olvidado. 

Pero dentro aquí en mi alma 
Nada, nada ha cambiado 
Siempre te tengo conmigo 
Sigo tan enamorado. 

Las lucecitas de mi árbol 
Parecen que hablan de ti 
Y entre piñatas y sonrisas 
Siento que no estés aquí 

En el espejo veo mi rostro 
Va acabándose mi piel 
Y la agonía de este año 
Siento que muero con él. 

Llega Navidad 
Y yo sin ti, 
En esta soledad 
Recuerdo el día que te perdí. 

No sé donde estés, 
Pero en verdad 
Por tu felicidad 
Hoy brindo en esta Navidad. 

(Siempre, Siempre me pasa lo mismo cuando llegan estos días 
Ahora tengo el regalo que tanto me pedías 
Luego veo aquella foto donde estoy junto a ti 
Tomándola contra mí pecho digo, otra, otra navidad sin ti) 

Las lucecitas de mi árbol 
Parecen que hablan de ti 
Y entre piñatas y sonrisas 
Siento que no estés aquí 

En el espejo veo mi rostro 
Va acabándose mi piel 
Y la agonía de este año 
Siento que muero con él. 

Llega Navidad 
Y yo sin ti, 
En esta soledad 
Recuerdo el día que te perdí. 

No sé donde estés, 
Pero en verdad 
Por tu felicidad 
Hoy brindo en esta Navidad. 

Llega Navidad 
Y yo sin ti, 
En esta soledad 
Recuerdo el día que te perdí. 

No sé donde estés, 
Pero en verdad 
Por tu felicidad 
Hoy brindo en esta Navidad. 

Feliz Navidad

Navidad sin ti – Marco Antonio Solís.

 

Takato enmudeció y miró a Ryo entre sorprendido e incrédulo, claramente esa canción le decía que lo dejaba ir, pero era raro, sentía algo raro en su pecho, los padres del “Goggle Boy” estaban parados en la puerta de la panadería, observando fijamente a Ryo, quien suspiró y dio media vuelta, seguido por Iván, quien sonrió un poco, siguiendo al moreno.

 

–Gracias Iván…- dijo Ryo con una pequeña sonrisa en sus labios, mientras el oji marrón le sonreía.

 

–No tienes nada que agradecer, Ryo, me alegra que lo hayas hecho, espero pronto puedas superarlo- dijo Iván con una sonrisa en sus labios y mirando fijamente al piso.

 

–Sabes… Eres una persona sumamente interesante- dijo Ryo sonriendo y mirando a Iván, quien lo volteó a ver un poco sorprendido por las palabras que acababa de pronunciar el mayor.

 

–Ah… ¿Qué cosas dices?- musitó Iván con una pequeña sonrisa.

 

–Jeje, es que es la verdad, eres muy lindo, noble y amable- dijo Ryo haciendo que las mejillas de Iván se colorearan de un leve tono rojizo.

 

–N-No digas e-esas cosas- dijo Iván desviando la mirada un poco sonrojado y subiendo su bufanda a su boca.

 

–Es que…Bueno, eso me parece a mí- dijo con un deje de timidez en su voz –Pero… Me gusta esa forma de ser que tienes, apenas nos conocimos ayer pero… Sentí que nos conocemos desde hace mucho… No sé si tú también lo sentiste- dijo Ryo mirando a Iván y sujetándole de las manos.

 

–Si… Lo sentí, Ryo… Pero… Tengo miedo- dijo el menor cabizbajo y retirando sus manos de las de Ryo.

 

– ¿Miedo? ¿A qué?- preguntó Ryo extrañado al escuchar la respuesta del contrario, pero sin dejar de mirar esos oscuros ojos que se empezaban a humedecer.

 

–Tengo miedo de arruinar todo como antes ¡De cometer las estupideces que una vez ya me alejaron de la persona que más he amado en mi vida!... Tengo miedo de… De ilusionarme con alguien- dijo Iván mientras gruesas lágrimas se salían de sus ojos, aquel jovencito tenía miedo de actuar como lo había hecho antes, arruinándolo todo.

 

–Mira… Me encantaría que fueras mi novio, pero… No pienso forzarte, te daré tiempo para pensar, si quieres… pasado mañana es 24 y… Me gustaría tener tu respuesta mañana, espero poder pasar navidad contigo… Siendo más que amigos, te dejo mi número de celular- dijo Ryo dándole un papel a Iván, donde había escrito con un bolígrafo negro, su número telefónico, Iván lo tomó y tras asentir levemente, se fue a su casa, a pensar.

 

Las horas transcurrían, la noche ya iba cayendo e Iván estaba recostado en su cama, con la mirada perdida en el blanco techo, meditando si debía o no debía aceptar la proposición de Ryo, su cabeza lo llevó a pensar por horas, para cuando se dio cuenta, ya eran las 2:06 am, teniendo ya una decisión en su cabeza.

 

La noche transcurrió tranquila, Iván pudo conciliar el sueño y a la mañana siguiente, la víspera de navidad, a las 8:15, ya se había bañado, vestido y desayunado, le conjunto de ese día consistía en una chamarra de piel negra con interior de borrega gris, unos jeans azul claro, un suéter negro con franjas azules y sus botas negras, se recargó en la trompa del leal Accord blanco, tomó su celular y llamó a Ryo –Ryo… ¿Podemos vernos ahora?- preguntó Iván inmediatamente que el moreno contesto.

 

–Claro, en el parque, en 10 minutos ¿Te parece?- preguntó Ryo, recibiendo una afirmativa de Iván, para las 8:25, ambos chicos ya estaban en el parque, viéndose frente a frente.

 

–Ryo… Ya tomé una decisión a tu propuesta de ayer- dijo Iván con sus mano en sus bolsillos y mirando a Ryo con un leve sonrojo en sus mejillas

 

Ryo lo miró expectante –Bueno y… ¿Cuál es?- preguntó el moreno con su mirada fija en la mirada del peli negro.

 

–Yo… Creo que puedo darme otra oportunidad de amar- dijo Iván para proceder los labios de Ryo, quien al inicio no reaccionó, pero a los pocos segundos, recibió gustoso aquel beso –Pasaremos esta Navidad como pareja- dijo Iván rodeando el cuello de Ryo.

 

–Lo sé… Y espero que sea la primera navidad de muchas- dijo Ryo, quien rodeaba la cadera del jovencito de anteojos.

Notas finales:

Bien, este es el penúltimo capítulo de este especial, espero les haya agradado y tengo la esperanza de poder subir la parte 5, este 24 de Diciembre, nuevamente, felices fiestas y disfruten de la compañía de su familia.

 

Matta ne


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