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Ancient Egipt por desire nemesis

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Notas del capitulo:

Atencion

cap con fuerte contenido sexual

osea lemon

personas no adictas a esta parte del yaoi por favor no lean

personas pervers enfermas que les gusta un seto dominante y un Joey sumiso aun en contra de su voluntad

pasen y lean

El faraón después de un momento volvió a cerrar los ojos y de improviso ordenó—Déjenme a solas con el esclavo nuevo—lo que sorprendió sobremanera a este.

 

Todos sumisamente obedecieron mientras el rubio se quedaba tieso de la sorpresa esperando una explicación.

 

Seth Kaiba estaba de perfil sentado en su piscina baño particular, en el agua flotaban los esenciales pétalos y en su mano permanecía la reluciente copa. Tomó un sorbo y sin mirarlo ordenó--¡Quiero que te toques!—

 

El otro se quedó pensando a que se estaba refiriendo por un momento antes de caer en la cuenta de lo que le estaba pidiendo--¿Ah? ¿Eh? Ni en…--

 

Fue interrumpido por el faraón—Puedo hacer que vengan los otros esclavos y que te fuercen. ¿Sabes?—le preguntó el ojos azules lo más calmado antes de fijar su vista en el colorado rostro del otro que sufría un colapso entre la sorpresa y la furia que sentía.

 

De sobra sabía que había veinte mil sujetos dispuestos a hacerle caso a ese idiota.

 

Pueden agarrarte de manos y pies y hacerlo por ti si prefieres—añadió el monarca.

 

Perdido por perdido Joey debió ceder y es por eso que levantó con mucha vergüenza la cintura de su falda corta para meter por debajo su mano.

 

¿Qué crees que haces?—preguntó el castaño con un ojo en él—Así no puedo ver nada—Siéntate de frente a mí y levanta tu falderín.

 

¿Ah? Eres un pervertido, hijo de Ra—le dijo el melado todo tieso por la furia y la vergüenza.

 

El otro lo miró a los ojos con letargo en la mirada como si estuviera mirando a un estúpido niño hacer un berrinche.

 

No te hagas el santo que he visto como me mirabas al desnudarme—dijo sin miramientos dejando colorado al rubio que nunca se imaginó que el se había dado cuenta de sus miradas que de alguna manera se tornaron lascivas.

 

Tensamente se sentó en el suelo con la espalda en una de las paredes y entonces subió su falderín y comenzó a acariciarse.

 

Cerró los ojos para hacerlo pero un poco después de haber iniciado abrió un poco estos para ver que hacía el faraón y entonces atisbó sus zafiros completamente compenetrados en verlo. Se había movido hacia la orilla sobre la que él estaba y con sus brazos cruzados sobre esta apoyaba el mentón en ellos mientras lo observaba sin asomo de duda o sorpresa en sus ojos. Esa visión le recordó a los castaños gatos que vagaban por el palacio con sus ojos azules, siempre muy quietos observando atentos, que de pronto aparecían y observaban silenciosos en los lugares más insospechados y en momentos imprevistos.

 

Ni él supo porque esa visión produjo un efecto muy directo en su cuerpo, gemidos leves empezaron a escapar de sus entrecerrados labios mientras su pelvis empezaba a dispararse hacia adelante buscando el frenesí de sus manos.

 

Sus piernas se habían abierto pero entonces se abrieron más, al esclavo lo turbaba que ahora no podía disimular o evitar que el otro viera lo que estaba pasando con su cuerpo.

 

¡Más! ¡Entrégate más!—le dijo Kaiba mientras él trajinaba más y el calor de los baños, un sopor húmedo que ya bañaba su piel de sudor competía con el calor de su propio cuerpo que ascendía abruptamente.

 

¡Usa tus dedos!—ordenó Seth.

 

Ya… los estoy usando—contestó molesto el rubio.

 

En tu ano—le dijo el ojos azules y el otro abrió los ojos sorprendido—Si no lo haces puedo llamar a los otros para que te ayuden—le advirtió el castaño que ahora tenía una expresión más tensa y un mirar mas oscuro.

 

El melado uso su otra mano y colocó un dedo frente a su entrada. Estaba sorprendido de si mismo hasta cierto punto pero ya era inútil echarse atrás, de a poco se fue acostumbrando a la sensación de esos dedos que de a poco se fueron convirtiendo en tres. Sus jadeos y gemidos se agolpaban en su garganta y aunque hubiera querido sellarlos ahí dentro escapaban en manada mientras su cuerpo temblaba sin control y su mente desvariaba de placer.

 

Entonces el castaño le ordenó--¡Acércate a la orilla!—y el tambaleante se arrastró pues sus piernas aun temblaban, Seth se alejó a un costado mientras el otro bajaba las piernas en la orilla quedando sentado. Suponía que el otro deseaba verlo más de cerca aunque dudaba si quería tocarlo cuando se sintió halado hacia al agua y de pronto su cuerpo estaba atrapado entre el lado de la piscina y el cuerpo del faraón.

 

De pronto esos ojos azules estaban sobre los suyos, con un tinte mas oscuro y su cuerpo colapsó y se encendió cuando algo duro penetró este donde poco antes habían estado sus dedos.

 

Las embestidas fueron duras y brutales. Sus manos buscaban alejar su torso aunque eso hacía que su parte baja empujara la pelvis de el y se hundiera más el falo del hijo de Ra en su interior. Una mano envolvió su miembro y una voz gruesa y vibrante le dijo a la cara—Niega ahora que me deseas. ¿Te gusta estar abajo mío, no es así?—preguntó el supremo monarca del bajo y alto Egipto antes de venirse en su interior mientras la agonía del otro evitaba que respondiera y un momento antes de que esta terminara en una blanca explosión que se mezcló con el agua pura del baño.

 

Desde ahora tú me acompañarás en mi baño, cada día—le dijo el faraón al oído.

Notas finales:

bueno

es lo que se me ocurrio hace rato

espero les guste

ja ne

n.n


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