Las píldoras del intercambio emocional
Parte 1:
Rachel alucard era dueña de los más raros objetos que se han creado en la historia, estos se albergaban en el sótano de su gigantesco castillo en “halloween” ¿Por qué los tenia? Simplemente porque a ella era una aristócrata y como muchos sabemos ellos nunca tienen buenas razones detrás de sus acciones, simplemente era un capricho de esa princesa.
Esto una vez se le comento a Noel vermillon la cual interesada por el tema, bajo hasta dicho lugar evadiendo la seguridad del castillo. No era un habito muy concurrido en ella, a decir verdad se podría decir que era extraño. Al ver la puerta abierta de dicho misterioso lugar le llamo la atención y aunque sabía que estaba mal urguear en las cosas ajenas, la curiosidad pudo más que con lo correcto. Así que bajo muy tranquilamente por las escaleras circulares de cemento, después de todo iba a echar un vistazo, a parte podría ser que un ladrón haya entrado o algo así.
Al traspasar una gran puerta de madera pudo encontrar un gran sitio con muchos estantes del mismo material que la puerta, en estos habían muchos frascos algunos con simples pastilla otros con cosas que era mejor dejar en el anonimato. Un poco asustada ante tal panorama se dispuso a echar un vistazo rápido para ver si no había nadie sospechoso e irse rápidamente de ese lugar, pero unas pastillas de colores le llamaron la atención tenían un rosa muy bonito y al lado habían unas moradas, no era un secreto para nadie que a Noel le gustaban las cosas tiernas, pensó en ese momento que esas pastillas podrían ser seguramente dulces.
-noel ¿pero qué haces aquí? –se hizo escuchar una voz.
La chica pelirrubia que observaba tranquilamente los frascos se asustó y se dio bruscamente la vuelta sin medir la posición de sus pies así fue como estos se enredaron y cayo precipitosamente de trasero al piso, aprovechando en el acto, su cabeza quiso fusionarse con la madera del estante, así que se dio un fuerte golpe contra está haciendo que varios frascos se dieran vuelta, soltaran mágicamente su tapa y cayeran arriba de Noel unas cuantas píldoras, algunas rebotaron contra el piso dando grandes botes como canicas otras quedaron sobre la ropa de la joven.
Por otro lado Ragna aquel que la había dado el susto sin querer, fue a ayudarla rápidamente agachándose a la altura de la contraria, pero al hacer esto, la última canica lanzada al suelo cayo justo en el espacio sobrante que dejaban ambos cuerpos, y por azares del destino terminando su recorrido en la boca del chico albino.
“Ragna debes mantener la boca cerrada” escucho Ragna las palabras que siempre le decía la “coneja” (Rachel) en sus pensamientos, y ahora debía darle la razón, porque esa maldita píldora la ingirió de la impresión, tosió un poco pero era inútil ya se la había tragado.
Noel un poco aturdida por el golpe observo al contrario y vio que estaba tosiendo. Algo malo sucedía.
-ragna ¿Qué pasa?...-pregunto la chica al ver al aludido en ese estado.
-¡rayos! Se me metió una de esas píldoras raras a la boca-exclamo aun tosiendo, pero era inútil ya no podía devolverla ¿y si se auto ingería el vómito? Tenía que ir a un baño lo antes posible.
-¿la tragaste ya?...-pregunto Noel preocupada. Ragna le observo con disgusto ante tal tonta pregunta. La chica al ver esa mirada se sintió apenada-lo ciento…
Ragna dio un suspiro. Vomitar era asqueroso así que dejaría las cosas como estaban.
-como sea… ¿Qué haces en este lugar? Si Rachel se entera podría enojarse, tu sabes cómo es-decidió preguntar al final.
-bueno, es que encontré la puerta abierta, cosa que me pareció muy extraña sabiendo la historia de este lugar y la importancia que tiene para la señorita Rachel-explico la chica.
-está bien lo entiendo, yo también entre porque encontré ese hecho algo extraño-contesto el albino, aunque en parte también estaba curioso de saber que había en este lugar-pero viendo alrededor al parecer no tenía nada de impresionante- no hay nadie así que podemos irnos antes de que Rachel nos descubra-concluyo.
-¿pero y el desorden?...-pregunto Noel observando el piso con las píldoras esparcidas en este.
-olvídate de eso…si nos encuentra esa vampira aquí, estamos acabados-contesto Ragna agarrándole de la mano a la chica y llevándola hacia la salida.
Ya en el exterior del castillo, es decir en los jardines de rosas, donde siempre la luna roja estaba en lo alto y la fresca noche se hacía presente. Pero olvidando el paisaje Noel estaba preocupada por la salud de Ragna se preguntaba ¿Qué eran esas pastillas de color rosas? pensó que eran dulces en un momento, pero ahora que le daba más vueltas al asunto esto no podía ser.
-¿estás bien ragna? ¿No te sientes de una forma extraña?-pregunto al final.
-pues no…solo un amargo sabor abunda en mi boca, es asqueroso-expreso el albino con disgusto.
-¿enserio? Me pregunto cuál será el efecto secundario…
-yo también me pregunto lo mismo y al mismo tiempo tengo miedo, espero no morir-exclamo Ragna muy preocupado.
-¿morir? ¿Por qué vas a morir nii-san?...-
Apareció un nuevo personaje en el escenario, como de seguro muchos intuyen, era jin kisaragi el hermano menor de Ragna, el cual como siempre venía a buscar pleitos.
-¿Qué es eso de que morirás?...sabes perfectamente que la única persona que puede quedarse con tu vida soy yo-avanzo el chico hasta quedar escasos centímetros de el contrario, típico gesto que hacia cuando buscaba pelear.
Noel suspiro ante tal espectáculo, en verdad no podía entender por qué dos hermanos tenían que odiarse hasta la muerte ¿debería interrumpir? Después de todo no creía que Rachel los haya llamado para pelear. Aunque no pensó que también iba a traer a jin hasta aquí ¿Qué es lo que pretendía Rachel? Pero ninguna pelea surgió, es más, Ragna quedo observando a su hermano con un leve sonrojo y desvió los ojos, cosa que a jin tanto a Noel le extrañaron.
-¿nii-san?...-pregunto jin un tanto molesto-¿Qué pasa? ¿No vas a enojarte conmigo?
-claro que no lo haría, jin ¿nunca te han dicho que tienes un hermoso rostro?-contesto sin más el albino, cosa que dejo helados a ambos rubios.
-¿pero qué rayos dices nii-san?-pregunto jin entre la duda y la felicidad, esas palabras de cualquier otra persona les darían mínima importancia, pero viniendo de SU nii-san era totalmente…
-solo digo la verdad…-volvió a decir Ragna, tomándolo el rostro al contrario suavemente,
El acercamiento en que un principio se había formado por hostilidad termino siendo en pasión, estaban próximos a besarse. O al menos eso creía Noel. El pobre corazón de la chica no podía más con la escena que se presentaba ante sus ojos, era tan extraña y sobre todo jodidamente prohibida. Sentimientos contrariados entre la razón y el deseo comenzaron a inundar su mente, lo que estaba observando era malo, sí, porque eran hombres y sobre todo hermanos, debería detenerlos. Pero nada, allí estaba simplemente observando con sus mejillas completamente sonrojadas. Debía admitirlo le gustaba verlos de esa manera ¿acaso era una pervertida?
-nooo…-se hizo escuchar la voz de jin mientras empujaba al contrario el cual cayó inevitablemente al suelo. Jin Totalmente sonrojado decidió huir del lugar.
Noel nunca pensó que su mayor también tenía un lado tímido. Era bastante lindo en el fondo. Aunque con ella era un borde.
-jin…-grito ragna pero nada el aludido ya se había marchado.
Noel al ver al contrario triste le preocupo-ragna ¿estás bien?
-jaja…soy un idiota, era obvio que el reaccionara de ese modo…después de todo somos hermanos ¿Cómo pude demostrar mis sentimientos de ese modo?
Noel no supo que decir estaba muy impactada con esa declaración ¿entonces de verdad ragna todo este tiempo había estado enamorado de jin? Ahora que se acordaba había leído varias veces una frase muy conocida “del odio al amor hay un solo paso” y al parecer esa frase era verdad.
-Noel lo siento, debe ser ahora muy incómodo hablar conmigo…-comento ragna al ver a la chica como una estatua.
-¿eh?...-fue lo único que pudo articular la aludida.
-sí, porque soy un raro que le gusta su hermano menor, entiendo perfectamente tu desagrado-respondió el albino algo triste.
-eso no es verdad…-contesto la chica, no quería que el albino se sintiera mal-puedes gustarte tu hermano hasta pueden gustarte las “lolis” pero no te preocupes, nunca te discriminaría porque Ragna, tu eres una buena persona.
-gracias Noel tus palabras me han hecho sentirme mejor ¿aunque lolis? Como sea…-contesto el albino dando una sonrisa.
-aunque ¿de verdad te gusta tu hermano?...-pregunto Noel por si las dudas tal vez estaba confundiendo las cosas.
-no lo sé, simplemente sé que no quiero separarme de él. He sido un idiota al no darme cuenta antes. Y formar esas ridículas peleas ¿y todo para qué? ¿Por venganza? Ahora se perfectamente que yo y jin solo somos víctimas de un injusto destino y la única manera de romperlo es de esta manera-contesto honestamente Ragna.
-¿enamorándote?...-pregunto Noel un tanto extrañada. En esas palabras había mucha verdad, pero aun así era ¿amor? Bueno había muchos grados de amor, pero ella creía ahora que Ragna y jin tenían una relación más que hermanos.
-quien sabe…bueno en fin voy a entrar a enjuagarme la boca, esa pastilla es muy amarga-contesto el albino como si nada mientras partía hacia el castillo.
Noel se quedó unos momentos en el jardín recapitulando todo lo que había pasado…todo llego a una conclusión:
-¡la pastilla! Esa menta…fue la que cambio el pensamiento de ragna, tal vez…-no pudo aguantar el grito Noel al haber llegado a la respuesta de todo.
-obvio que es esa píldora, Noel vermillion-se hizo escuchar una voz y de la nada apareció la dueña del gran castillo de “halloween” Rachel alucard.
-¡señorita Rachel! ¿Usted lo sabía?...-pregunto Noel con su voz temblorosa, Rachel sabía que se habían metido en su cuarto secreto sin permiso.
-claro que lo sabía…no soy ninguna estúpida para no saber algo tan trivial, lo que tomo Ragna seguramente fueron mis misteriosas píldoras de “intercambio emocional” el que las tome cambiara el odio por amor-expreso la vampira.
-¿Qué quiere decir señorita Rachel?-pregunto Noel muy perdida.
Rachel solo suspiro para mantener la calma, le cargaba explicar a seres inferiores algo tan sencillo para ella-¡valkenhayn!...-fue simplemente lo que dijo y un nuevo portal se abrió dejando ver esta vez a su mayordomo.
-¿si madame Rachel?...-pregunto el hombre de edad avanzada mientras hacia una reverencia.
-explicarle por favor de manera sencilla que efecto hace las píldoras de “intercambio emocional”-ordeno la princesa de la noche.
-como guste…las píldoras del “intercambio emocional” afectan principalmente a los sentimientos del odio, si el sujeto a tomarlas, en este caso esa incompetente “bestia” cambiara su condición de odio al amor, más claramente dicho. Si ragna odia una persona, el efecto de las pastillas hará que lo ame. Esto dependerá de cuanto odio le tenga. Mientras más odio le tenga más la amara…eso es todo lo que puedo explicar mi señora.
-estuvo perfecto valkenhayn puedes volver a tus tareas, por favor al limpiar el desorden que dejaron estos y dos dame la cuenta de las pastillas que se perdieron-expreso Rachel.
-entendido mi señora…-contesto el hombre mayor mientras caminaba tranquilamente hacia el castillo.
Noel y Rachel se mantuvieron en su posición, la primera se lamentaba por haber dado más trabajo a un hombre de avanzada edad como Valkenhayn.
-¿y bien? ¿Tu pequeña cabeza pudo comprenderlo?-pregunto la vampiresa.
-claro…he entendido todo, pero ¿podremos volver a Ragna a la normalidad?-contesto Noel.
-bueno la duración del efecto dura según el organismo del sujeto, así que no te puedo asegurar cuanto se quitara-contesto Rachel jugando con gii a los estiramientos.
-¡duele! Princesa… ¿Por qué me castiga? no he hecho nada-expreso la pobre criatura que estaba siendo torturada.
-al menos no es permanente…-dijo Noel suspirando de tranquilidad, aunque también el fondo se sentía un tanto decepcionada.
-bueno, por mientras solo disfrutemos del espectáculo, nunca había visto al señor héroe tan cohibido antes… ¿Quién sabe? Tal vez esto sea divertido-comento Rachel con una siniestra sonrisa en sus labios cosa que a Noel le hizo poner los pelos de punta.
Continuara…