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No se niega lo evidente. por Vipampira20

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Notas del capitulo:

¡Hola, hola! ♥

Dije que iba a estar por acá más a menudo, y heme aquí.

Si, si, si, se que aun no entro a Twitter, lo hare, lo prometo. Darla me ha de haber mandado como 100 imbox, todas las notificaciones me llagan, no te me enojes Darlita, este fin de semana entraré a TL y repartire amor y explicaciones (¿) a todas. 

En fin, solo dormi unas dos horas, extrañamente no tenía sueño pero si me ardian los ojos, tengo alergia, les aviso esto por si tengo alguna falta ortografica o no se, es que luego llego un momento donde ya me molestaba mucho la luz de la Lap y no re leí lo que escribí.

Ya, ya, no doy mas lata. Espero les guste, trate de hacer este muy explicito y diferente, me espere en ello.

-Lanzando besos a todo lector/a.-

“Conoces a mil personas, pero solo una te marca.”

~

Pov JiYong.

¿A qué horas es que piensa llegar? Pfts. —Me cuestione mentalmente otra vez, tenía ya dos horas esperando en el aeropuerto a Taeyang.—


Tenía más de dos meses sin verle, y justo en ese tiempo me di cuenta que le extrañe mucho, demasiado diría yo. No es que se me haga tan extraño extrañarle, digo, es normal hacerlo ¿no? Cuando otro del grupo se va a giras o trabajos a parte igual los extraño, pero con Bae es diferente. Me soñaba con el casi todas las noches y la mayoría, para no decir todos, eran… ah, eran, extraños.

Y por culpa de esos mismos sueños tenía que cambiar y lavar mis sabanas casi diario. Hace un tiempo me vine cuestionando ¿Qué me pasa con Young Bae? Últimamente en todos los conciertos me la paso pegado a él y tras el escenario casi lo besaba, y no eran en broma, si no fuera por mi cordura ya lo había besado. Y es que joder, desde que se puso el cabello blanco me sentí como fuera de mí, estoy más que claro que siempre eh sentido algo por Bae, pero ahora lo veía jodiamente hermoso, más de lo normal y a veces las ganas de comérmelo donde fuera eran muy notorias. Cuando grabábamos a Ringa linga y ese cabello platinado me dio un no sé qué cosa y luego de grabar mi parte tuve que irme de allí… Pero no digo nada, y es que no creo que me valga decir algo. Bae tiene una extraña relación de amigos con esa modelo de una de las secciones, la odiaba, a ella se le nota en la cara como babea por él, pero el tan puro ese ni cuenta se da, y eso al menos es bueno. No sé qué tanto le agradaba, es más que yo tengo más cuerpo que ella. Pero bueno, para los gustos los colores. Creo que solo me queda seguir tratando de un día de verdad expresar que lo deseo, lo deseo como nadie seguramente lo ah deseado. Y hasta a veces llego a pensar que si una vez le gustara un chico seria Ri, pfts… No es justo. ¿Es por que Ri se mueve sensual, verdad, y por qué es pornoso? ¡Yo puedo ser sensual también! Seguro en la cama soy el mejor. De lo que te pierdes Dong Young Bae, so…

Y sin darme cuenta ando haciendo muecas mientras estoy fundido en mis pensares, y no tengo la necesidad de mirarme, la cara de Bae frente a mí me dice todo, me mira divertido, con esa sonrisa que amo, ay, el idiota anda vestido de azul, le queda hermosa esa camisa en cuadros, y esos jeans, viéndolo bien, creo que….


STOP… ¡¿Taeyang?!

Fin del pov.

- Valla Ji que caras traes. ¿Qué está pensando esa mente tuya? —Cuestiono el mayor entre risas dejando su maleta a un lado.—

- Llegas tarde. —Rodo los ojos Jiyong al momento de fingir que no escucho nada, demasiado avergonzado se sentía ante la situación que le encontró el moreno, trato de cambiar de tema. —En fin… Los chicos andan haciendo unas secciones de fotos en Singapur por separado, el jueves te toca a ti ir. Yo fui ayer…

- Lo siento, es que hubo turbulencias y así. Aish, acabo de llegar y ya andas poniéndome cosas que hacer. ¡Déjame llegar bien, eh!

- Ya, ya, ya. Estas aquí que es lo que importa. Ahora vámonos de aquí antes de que alguien nos reconozca.

Y ambos chicos rápidamente fueron a tomar un taxi y así dirigirse a la nueva casa de Ji. Si, el menor tenia nueva casa e iba hacia ella con el moreno, y es que el señor YG le había llamado y avisado que Bae tenía que quedarse con el puesto que la casa de los Bang’s estaba siendo remodelada en algunos lugares. La casa consta de varios cuartos por lo que no era problema en donde iba a dormir, el problema estaba en que Ji estaría a solas una noche completa con Young Bae y eso le ponía ansioso, en uno de sus muchos sueños era así que comenzaba todo, solos en la casa.

-Jiyong, tienes ese cara otra vez, solo que ahora da un poco más de miedo. —Rio el mayor mirando de reojo al menor para luego dirigir su vista nueva vez a la ventanilla. —

-Tarado. —Murmuro Ji desviando su mirar a la ventanilla de su lado, casi llegaban a su destino. Solo se escuchó la risa del moreno en el carro ante lo dicho por el pelirrojo.

~

Llegando al lugar después de unos minutos se detuvo el auto y ambos salieron, Ji se apresuró a pagar al taxi y luego se dispuso a abrir la puerta dejando a la vista del moreno su nueva casa, realmente era hermosa. El peli rubio entro rápidamente curioseado por el lugar como si analizara con la mirada cada detalle, digno del menor la casa era con glamour y mucha delicadeza. Jiyong amplio una sonrisa ante la cara del moreno al mirar la sala, parecía todo un niño. El silencio se hizo presente unos minutos pero Bae lo rompió diciendo de la nada.

-Te extrañe mucho Ji, de verdad mucho. —Young Bae se giró a ver al menor que estaba simplemente parado en el pasillo de la sala mirando atento al mayor. —

-Me hiciste mucha falta también, Bae. —Murmuro Ji soltando un suspiro un tanto triste, de repente se sentía incómodo. —

-Extrañe muchas cosas de ti…

Jiyong iba a responder algo pero se calló por un momento. Su corazón dio de golpe una fuerte latida en su pecho y desvió la mirada. El peli rubio por su parte seguía mirándolo atento. Unos minutos así pasaron en completo silencio cuando Ji se dijo mentalmente que debía romper esa tensión tan incómoda.

-Cállate y abrázame, eso es lo que hace falta para romper toda la tensión. —Se limitó a decir entornando la mirada al rubio con un semblante divertido, ampliando nueva vez la sonrisa, una cálida y dulce. Para luego ladear un poco la cabeza enarcando una ceja.—

En el rostro de Bae se dibujó una amplia sonrisa por lo que sin poder contenerse corrió a los brazos contrarios y envolvió los propios en el cuerpo ajeno. Entrecerró sus ojos con algo de fuerza; realmente había extrañado al menor.— Había extrañado abrazarte.

-Y ni tanto fue el tiempo que duraste sin verme. —Murmuro Jiyong al momento de rodear la anatomía ajena con sus brazos, estrechándolo a su pecho y deslizando la mano delicadamente desde su espalda media hasta la nuca. Aprovechando la altura ajena poso su barbilla en la coronilla de Bae, aunque se tuvo que empinar un poco para ello.

-No puedo evitarlo, te quiero mucho...— Emitió el pelirrubio un largo suspiro mientras abrazaba al ajeno con más fuerza; con una de sus manos acarició la delgada espalda contraria y con la otra peinó los rojizos cabellos , mientras respiró hondo deleitándose con el aroma contrario, necesitaba tenerlo así de cerca.

-¿Mucho mucho? —Cuestiono embozando una suave sonrisa, y removiendo un poco la cabeza dejo un beso en la mejilla ajena.— ¿Mucho mucho? —Volvió a cuestionar en el oído del moreno, inhalando un poco del aroma de su cabello. Se sentía muy cálido las caricias del impropio como para no aprovechar la cercanía.

-Mucho mucho Jiyong...— Después de unos instantes Bae apartó su rostro del hombro contrario para así poder mirarlo fijamente hacia los ojos, dibujando una amplia sonrisa en su rostro al sentir aquel beso.— Eres una persona muy especial para este negro.

—Y al pelirrojo encontrar esa hermosa mirada sobre si la sostuvo fija, sin borrar la sonrisa al notar la deslumbrante sonrisa ajena, guió una de sus manos a la mejilla opuesta acunándola en su mano dio una suaves y cortas caricias con su pulgar.— ¿Por qué? —Y de sus labios salió esa interrogante como un suave susurro, quería escuchar más, tal vez algo que le diera una luz.

-Existen cosas que no tienen explicación alguna, solo las sientes y aunque yo sea algo tímido y no diga las cosas, debo admitir que me agrada tu compañía... Mucho. — Ladeó Young Bae su rostro hacia un lado de tal forma que este se apegaba más a la mano ajena, disfrutando mucho de las caricias brindadas; sus ojos se entrecerraron con suavidad sin borrar la sonrisa de su rostro.

-Bae… —Murmuro Jiyong sin detener la caricia a la mejilla impropia, acercando sus labios a la mejilla libre dio otro beso, lento y delicado. Donde al separarse del contacto miro con total atención el rostro ajeno.— Si te vieras desde aquí, te ves hermoso. —Y sus palabras salieron sin pensarlas y ni cuenta se dio, fue un muy bajo murmuro pero totalmente audible para Bae gracia a la cercanía.

— Sonrió el moreno de medio lado al sentir un ligero consquilleo en la zona donde el mayor dió un corto beso por lo que abrió los ojos y los fijó en los contrarios, disfrutando a la vez de la cercanía de ambos. — No digas esas cosas, vas a sonrojarme... —Comentó con una ligera risa nerviosa al escuchar a la perfección aquellas palabras. Mordió su labial inferior con pena. — No me considero hermoso, todo lo contrario tu eres… hermoso.

-Tan humilde, ah. —Un murmuro un poco bajo fueron las palabras de Jiyong, pero luego soltando un suspiro al momento que el ajeno termino la siguiente frase para luego sonreír y sin poder evitarlo mirar el momento exacto donde este mordió su labio, pero subiendo la mirada a los orbes nuevamente negó ante lo último dicho por el opuesto.— No, no te pregunte si te consideras hermoso. Yo te creo hermoso y te callas. —Ladeo una sonrisa dejando la mano que reposaba en la mejilla ajena quieta.

-Me sale bien a veces serlo, eh. —Comentó el peli rubio en un murmullo apenas audible pero estaba seguro que el contrario pudo escucharlo. En todo momento mantuvo fija su vista en el rostro del delgado pelirrojo y su sonrisa ladina se amplió aún más. Llevó su diestra hacia la mejilla contrario he hizo lo mismo, acarició esta con su pulgar.— ¿Me callas? Y si no quiero callarme Ji...—Preguntó retándolo de alguna manera, ¿Por qué decía eso? no sabía, y sinceramente no quería ponerse a cuestionarse en estos momentos.

-Claro, como digas, cariño. —¿Cariño? ¿De dónde salió eso? Se cuestionó mentalmente por unos segundos, pero luego alejo la idea, y contagiado por la sonrisa landina ajena hizo la propia.— Mhn... Yo solo sé que las personas se callan si tienen la boca ocupada. —Y esa mano que tenía en la mejilla impropia la corrió a los labios ajenos, presionando muy leve el labio superior del moreno. Esas ganas de besarlo volvieron otra vez.

— Y la primera reacción de Bae fue de sorpresa, no esperaba ser llamado de esa forma tan cariñosa, a decir verdad le agradó en demasía por lo que su semblante se tornó risueño y algo juguetón. Ya con un poco más de confianza alejó la mano del rostro de Ji para así rodear el cuello de este con ambas manos, ladeando su rostro cuestionó; fingiendo inocencia.— ¿Ocupada? Pues deberías traerme algo de comer ¿A que si?..—Sentir los dígitos del mayor en sus labios hizo que sonriera aún más y la punta de su lengua se asomara entre estos. ¿Qué estaba pasando en este momento con el tímido Bae? Poco a poco se iba escondiendo dejando salir una faceta no conocida de este.

—Expectante a todas y cada unas de las acciones de Bae, sólo atino a aprisionar su propia lengua en sus labios ante la inocencia obviamente fingida de Young Bae. Y continuo aprisionando su propia lengua entre sus dientes al momento que el ajeno toco su dedo con su extensión húmeda; la mano que yacía libre fue en un recorrido de caricias a la cintura impropia, donde al estar allí la tomo firme pero delicadamente.— Tengo frutas... ¿Alguna en específico? —Interrogo juguetón enarcando una ceja, siguiendo su 'juego' de inocencia. —

— Young Bae se estaba sorprendiendo a sí mismo en lo que hacía, y es que nunca había hecho algo de esa magnitud, pero le estaba gustando y no iba a parar. Ji le daba a sentir muchas cosas… Por lo que al notar la reacción en Jiyong sonrió triunfante y apegó más su cuerpo a la anatomía ajena, a modo de provocación deslizó su lengua por su labial inferior rozando de vez en vez los dígitos impropios.— Uhm no sé.... Me gusta de todo un poco, fresas, bananas....¿Una manzana quizá?..

—Jiyong con esas palabras y esas acciones era casi imposible seguir fingiendo que cree en su inocencia. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 en su mente se hizo presente para tratar de seguir el juego un poco más, inconscientemente mordió su propio inferior un poco. Donde al soltarlo murmuro un poco más bajo pero más que audible para el ajeno.— Decídete y así sé que debo darte. —Apretó un poco más hacia su cuerpo el cuerpo impropio alejando muy despacio los dedos de los labios ajenos, a su vez dejando una muy suave caricia en la barbilla y cuello del mayor.—

— Al sentir como alejaba los dígitos de sus labios inconscientemente los abultó, el moreno sabía muy bien que estaba provocando mucho a su amigo, pero eso le gustaba, le fascinaba ver ese lado en el menor por lo que continuó. Se sorprendía cada vez más a sí mismo, Jiyong estaba pudiendo con él en demasía.— Manzana, me gusta el color rojo...así como el de tus sedosos cabellos o como...—Su mirada se posó en los labios impropios, a los cuáles se acercó poco a poco hasta el punto de sentir como las respiraciones de ambos se mezclaban.—....el rojo exquisito de tus labios.

—Y simplemente no pudo más, entreabrió los labios mientras el adverso hablaba, su conteo mental se fue a la mierda cuando sintió sus respiraciones chocar, y esa mano que llevaba un camino en el cuello ajeno paso a su nuca, y en fracciones de segundos atrapo los labios del peli rubio entre los propios y antes de moverlos sobre ellos atrapo el labio inferior ajeno y lo jalo un poco entre sus dientes.— Juegas sucio, ¿sabías? —Fue un susurro lo dicho sobre los labios del moreno al momento de soltar el agarre de su inferior.—

-Me gusta provocarte, siempre me ha gustado provocarte pero tu ni cuenta de dabas ¿Mhn?.— Comentó a voz entrecortada mientras sentía como su cuerpo empezaba a llenarse de infinitas sensaciones las cuales le descontrolaron un poco, el menor era conocido por ser cohibido y muy tranquilo pero es que ya no podía más, no con Jiyong accionando de esa forma, por lo que después de sentir como jalaba su labial inferior enseguida posó ambas manos en cada mejilla impropia para así agotar el espacio que les separaba, chocó sus labios con algo de necesidad sobre los contrarios y empezó a moverlos frenéticamente, buscando más. Jiyong iba a replicar algo pero los labios del moreno se lo impidieron donde sin pensarlo dos veces movió los labios al mismo ritmo del menor afirmando ambas manos en la cintura ajena, pegándolo a su cuerpo tanto que no había ningún tipo de espacio entre ellos, ladeó la cabeza aun moviendo sus labios con pasión sobre los impropios para tener mas profundidad. Y Bae en ese momento no pensaba claramente, se estaba dejando llevar por lo que sentía; ladeó su rostro en sentido contrario para que así sus labios encajaran muy bien, moviendo estos en perfecta sincronía con los impropios logró que el beso se tornara aún más demandante. Sus manos descendieron de las mejillas hasta posarlas en las estrechas caderas del menor; ligeros jadeos escapaban de sus labios.—

-Jadea más... Quiero escucharte más. —Susurro Jiyong o más bien exigió en el beso, coló ambas manos bajo la playera del mayor delineando como si esculpiera las silueta del este, ese bien formado cuerpo siempre le llamo la atención… Sin poder controlar nada, mordió ligeramente el inferior ajeno, amaba morder, dejar marcas, inconscientemente se restregó contra el cuerpo del ajeno en busca de más, era jodiamente exquisito como se comían literalmente los labios.—

Sentir como su piel era tocada por las habilidosas manos de Ji solo logró poner sus sentidos más sensibles y todo eso era provocado únicamente por él. No se contuvo, jadeó cada vez de forma más sonora, no era algo que pudiera controlar por lo que hizo que las manos que se encontraban en las caderas impropias descendieran hasta posarse en el torneado trasero que el contrario poseía.— J-Ji Yong...—Jadeó nuevamente en medio del beso, separándose un poco por la falta de aire en sus pulmones, si fuera por el moreno, seguiría besándolo eternamente, pero sabía que debía controlarse.—
-Dime Dong Young Bae… —Logro articular el delgado pelirrojo en el momento que el mayor se separó, al igual que este se sentía sin aire pero le era casi imposible separarse de esos labios, su respiración era agitada, sus manos fueron deslizadas por ahora el estómago de este hasta subir a su pecho.— Dime... —Volvió a decir rosando los labios ajenos con los propios.—

— Bae se encontraba hipnotizado por los movimientos y gestos que realizaba Ji, desde su posición podía observar los rojizos e hinchados labios del menor por lo que supuso que los suyos estaban igual o peor; relamió los propios respirando hondamente el aroma que emanaba el ajeno, era dulce y embriagante.— Debemos...Debemos parar Ji...—Habló torpemente ya que sentir como su pecho era recorrido por esas manos le llevaba al punto de locura. Se sintió tímido por un momento, esto era nuevo para él.

-Tal vez debemos... —Murmuro negando un poco, muy suave, solo con la intensión de rosar más los labios del mayor.— Tal vez debemos parar, pero... ¿quieres que pare? Young Bae. —Su voz salió un tanto ronca y seductora, deslizando las manos nueva vez hacia el estómago ajeno, tan despacio que pareciera una 'tortura'. No podía evitar reaccionar así, sus deseos le estaban dominando.

-Yo...—Sentir aquellas tortuosas caricias lograron arrancarle un ligero gemido, relamió sus labios reiteradas veces con nerviosismo, la situación se tornó muy caliente para poder resistirse a ello, más algo de cordura iluminaba al moreno aun. — Quiero seguir...solo un poco más... poquito.—Susurró contra los labios ajenos a los cuáles dejaba cortos besos. —

-Te diré algo muy vergonzoso ahora… pero es que no lo puedo evitar. —Susurro Jiyong sobre los labios del moreno ante su accionar de besos, beso luego la comisura de sus labios, paso a su mejilla y llegando a su oído se acercó a susurrar sobre el.— Gimes hermoso… ¿Cómo se escucharía mi nombre en un gemido de esos exquisitos labios? ¿Mhn? —Paro ambas manos sobre el estómago ajeno, justo en el medio, mas guió una mano justo al borde el pantalón del mayor, delineando todo el contorno con sus dedos.— ¿lo harías Young Bae? —Era placentero para sí mismo llamarlo así en un momento así, era coma dar un toque de respeto más bien como un juego caliente. Mordisqueo la punta de ese oído al que le expresaba sus deseos y bajo un poco hasta el cuello del mismo, justo bajo la oreja, donde pasó muy despacio la lengua por una pequeña extensión de su piel.

.— Conforme escuchaba las palabras que el menor pronunciaba no pudo evitar que un color rojo intenso se posara en sus mejillas. ¿Gemir su nombre? La idea le parecía tentadora pero eso no quitaba el hecho de sentirse algo avergonzado. “Bae… ¿Qué te está pasando?” en su mente resonó. Colocó ambas manos sobre el pecho contrario palpando dicha zona mientras que sentía como los besos repartidos por Ji y su toque lograban descontrolarlo.— Depende...Depende si tu logras hacer que gima para ti Ji Yong....—Comentó al momento de dejar de lado su nerviosismo, después de todo estar tan cerca del menor logró calentar la situación y él no se contendría, por lo menos no ahora. Ladeó su rostro dejando expuesto su cuello para él— Mhn...—Una corriente eléctrica fue enviada por su cuerpo al sentir como era mordido en esas zonas, el delgado peli rojo estaba jugando con fuego y él no iba a contenerse del todo.

-Yo podría hacerlo... el detalle está en que tú me dejes. —Susurro Jiyong contra su cuello haciendo un camino de besos suaves, húmedos y lentos en toda la extensión a su alcance. Las manos del mayor sobre su pecho solo logro incitarlo más, se sentía tremendamente acalorado y a estas alturas su corazón iba a mil por hora. La mano que yacía sobre el estómago del moreno hizo una leve presión haciendo que el mismo diera un paso hacia atrás, pero ni sin separarse mucho, aun besaba su cuello; repitió la acción varias veces hasta dar a chocar la espalda del mayor con algo, pero en el momento no dio a saber que esta exactamente. Estaba disgustando a besos el cuello del peli rubio, era exquisito, tan suave, levemente bronceado, era como si llamara a grito una marca. Pero se contuvo, aun le quedaba un poco de cordura. La mano que se encontraba por el borde del pantalón ajeno tomo firme el borde del dicho pantalón, y para ello introdujo los 4 dedos de su mano, dejando solo el pulgar afuera, no adentro más la mano, solo se aferró a ese borde y tironeo un poco de el para unir más su cuerpo contra lo que justo se llegó a dar cuenta que era una pared.— Young Bae… eres tan caliente, tan deseable. —Susurro subiendo el camino de besos alrededor de los labios del mayor, y ya sobre ellos anexó.— Te deseo.

En ese momento Bae sintió como su respiración empezaba a acelerarse y el alocado palpitar de su corazón retumbaba contra su pecho, millones de emociones se aglomeraban en su interior y lo único que optó por hacer fue dejarse llevar, disfrutar el momento al máximo. Conforme sentía los besos contrarios recorrer aquellas zonas en su cuerpo su pulso iba a lo loco. No supo como pero su espalda chocó contra una pared, poco le importó ya que en ese instante su atención estaba enfocada en lo que tenía tan cerca suyo y que prácticamente estaba devorando su cuello, cosa que logró excitarlo de sobremanera ya que esa era una de sus zonas erógenas. Sus labios se encontraban entreabiertos debido a los jadeos que emitía y a la curiosa mano que Ji tenía en el borde de sus pantalones.

-Ji Yong...eres tan sexy...que joder me descontrolas por completo...—Susurró contras los labios impropios a la vez sacó su lengua para así rozar las carnosidades del mayor.— También te deseo... Siéntelo... ¿Mhn?...—Dijo a tono ronco al momento de llevar ambas manos hasta las caderas contrarias, una vez allí una sonrisa maliciosa se posó en su rostro para luego con dichas manos jalarlo hacia adelante, de tal forma que su entrepierna chocara contra la ajena.—

-Ah.

Un gemido salió de sus labios contra los labios del mayor, 1 2 3 4 5 6... En su mente trataba de contener las ganas inmensas de estampar contra el piso al moreno y subirse sobre el para hacer unos cuantos movimientos sobre este que su mente iba maquinando, sin previo aviso se apodero de los labios del mayor en un beso pasional, necesitado y demandante. Tomando así a su vez con fuerza pero no brusco la nuca del moreno y acercar más sus rostros a tal modo que se pudieran fundir uno con el otro, el mayor por su parte tenía mucho tiempo sin sentirse así, sin tener ningún tipo de actividad íntima ni desear a nadie, y joder que sí que sintió la erección del menor, casi o más dura que la que ocultaba en sus pantalones. La mano de Ji que sostenía firme sus pantalones en un determinado momento antes de que el mayor hiciera el accionar de hacerse sentir, esa mano fue corrida aun por el contorno del pantalón pero ahora por la espalda baja impropia, y esta vez sí se adentró más hasta rosar la piel bajo su bóxer, parte de su trasero, y al momento de pedir permiso para ingresar su lengua en la cavidad ajena estrujó en su mano uno de sus glúteos.

-Mhn...

Más y más calor, y sus temperaturas lo emanaban, de su cuerpo se podía sentir el calor que sentían, iba poco a poco descartando más y más la idea de ser un poco cohibido; los deseos de quererse devorar el completividad iban más fuertes que esos milímetros de cordura que le quedaban.

Bae se estaba dejando llevar, hace mucho que no se sentía de esa forma, su cuerpo estaba caliente, podía sentirlo ya que estaba seguro que su temperatura corporal era elevada, y todo esto era causado por el menor que tenía frente suyo. Para estas alturas la poca cordura que había estado presente se fue al momento de sentir como Ji apretó uno de sus glúteos, el tacto de la mano contraria contra su trasero logró excitarlo un poco más, ese toque íntimo dio como respuesta un gemido muy sonoro que le hizo abrir los labios; en ese mismo instante sintió la lengua impropia profanar su cavidad bucal la que gustoso aceptó y enseguida dio encuentro con su lengua propia la cual rozó constantemente con la del pelirrojo, haciendo así que el beso se tornara más hambriento e intenso. Sus manos las sentía inquietas, deseaba tocar más, explorar con ganas el cuerpo que tenía delante suyo por lo que sus traviesas manos se colaron bajo la camisa contraria palpando con estas el abdomen firme no muy formado pero perfecto ante sus manos, sin poder evitar que sonoros jadeos salieran de entre sus labios.

Una guerra húmeda se hizo presente al momento de que el moreno diera libre acceso a su cavidad por el gemido, algo que termino descontrolando inmensamente al Jiyong, fue un sonido tan hermoso, placentero, que hizo que un deseo caníbal se apoderara de él y ya oficialmente no controlara sus ganas; apretó un poco más el glúteo ajeno entre su mano un tanto fuerte, su respiración cortada hacia que el aire que pudiera retener en el beso se acabara más rápido, por lo que contra su voluntad se vio obligado a romper el beso pasional que sostenían. Justo al momento de separarse tomo el labio inferior ajeno entre sus dientes mordiéndolo y jalándolo un poco, no muy fuerte pero tampoco muy sutil, susurro muy cerca de los labios impropios.— ¿Gusta pasar a mi habitación, Young Bae? —Su voz sonaba un tanto ronca y seductora.—

Pareciese como si el tiempo transcurriera al favor de ambos, el mayor se encontraba demasiado agitado y extasiado como para ponerse a pensar con claridad, su cuerpo reaccionaba satisfactoriamente a los estímulos y caricias que el menor daba, por lo que al momento de romper aquel delicioso beso una sonrisa ladina se dibujó en su rostro. Como acto reflejo delineó su labial inferior seductoramente con la punta de su lengua mientras disfrutaba aún más de la cercanía ajena.— Claro, sería un placer conocer e ingresar a su habitación Mr Dragon...—Susurró a tono bajo pero audible para el contrario, enseguida con su diestra tomó una de las manos del menor estrechándola un poco.— Tengo curiosidad...

Ji miro expectante cada accionar ajeno y fue entonces donde se preguntó ¿podría ser más sexy? El moreno tenía esa especialidad de ponerlo a mil, solo él.

-Te daré un tours...

Se limitó a decir luego de escuchar el susurro ajeno, sus manos encajaron y llevo la ajena a sus labios dejando un beso muy lento en el dorso de ella. Le miro en todo momento, no quería bajarle la mirada, los orbes ajenos parecían hipnotizarlo. Así que sin previo aviso dio dos pasos atrás alejándose un poco del mayor, donde luego le jalo un poco para que emprendiera el camino hacia su cuarto con él, le dedicó una sonrisa media, traviesa.

-Y que sea un tours completo eh...

Hizo una ligera presión en las manos de ambos que se encontraban unidas, al principio se sentía algo nervioso por ser observado tan constantemente ¿Era real lo que estaba pasando? Mordió con algo de fuerza su labial inferior y al momento de sentir un leve dolor en este supo que era cierto, estaba allí, con Jiyong. Se dejó llevar nuevamente hasta la habitación contraria, seguro y algo ansioso, todo ello manteniendo fija la vista en los acaramelados orbes contrarios, aquellos que parecían haberlo atrapado por completo. Caminaron uno al lado del otro hasta llegar a la puerta de la pieza del peli rojo.

Una sonrisa de dibujo en lo labios de Jiyong, no dijo nada. Un silencio se apodero de ambos, pero nada incómodo. Soltó un leve suspiro sin dejar de sonreír, una sonrisa entre traviesa pero cálida. Paro justo frente a la puerta de su cuarto, y con la mano libre la llevo a la cerradura para abrir despacio, dejando a vista de ambos el esplendor de la gran habitación. Entonces allí, aun sin entrar, una sonrisa landina se apodero de sus labios ahora, una cargada de deseo.

-Hay algo que te quiero mostrar... —Murmuro, sin dejar la sonrisa que poseía.—

-¿Que deseas mostrarme?..—Preguntó curiosamente.—

-Lo suave que es la cama…

Fueron las palabras del más alto instantes antes que tomara con ambas manos el rostro ajeno y atrapara sus labios en un beso demandante, haciendo a su vez que el moreno caminara hacia atrás adentrándose en la habitación. Young Bae por su parte no tuvo tiempo de replicar o responder siquiera ya que sus labios se vieron atrapados por aquellos deliciosos labios a los cuales se estaba haciendo adicto, movió sus carnosidades contra las impropias en un ritmo deseoso, demandante y cargada de deseo, enseguida llevó ambas manos hasta la cintura contraria y los enrolló allí, dando pasos hacia atrás. Siendo la habitación tan grande Ji hizo que el moreno aun diera más pasos hacia atrás. Sus manos aun sostenían las mejillas ajenas siguiendo el beso que llevaban, al mismo ritmo y la par que este. Joder que era exquisito el sabor de la boca impropia. Algo hizo que se detuvieran, el moreno choco contra la cama y al darse cuenta de ello empujo al ajeno un tanto brusco, pero no fuerte. Donde al momento del mayor caer rompiendo así el beso que sostenían se subió sobre este, justo sobre su pelvis; una sonrisa landina se hizo aparecer en sus labios, la poca luz que se colaba por la ventana iluminaba lo suficiente. Había dado justo dos palmas para así apagar las luces de la habitación. Poso ambas manos en el abdomen ajeno y coló sus dígitos bajo su playera.

-¿Que tienes, Bae? ¿Por qué me haces desearte así? —Cuestiono y hizo un leve movimiento hacia atrás rosando a su vez su trasero con la entre pierna impropia. — Dime... Dime Young Bae... ¿Qué me has hecho? —Hizo el mismo movimiento pero hacia adelante.—

Bae no supo cuando paso, solo fue consiente del momento en que su espalda chocó contra el suave colchón que era parte de la gran y espaciosa cama del menor. El ambiente era por así decirlo erótico como si ambos estuvieran haciendo algo prohibido, lo cual solo lograba aumentar el lívido del menor, sumándole la oscuridad del lugar todo se tornaba perfecto. Ya en la cama extendió los brazos hacia los costados palpando el lugar todo esto sin apartar la mirada de la delgada figura sobre si mismo, más en cuanto se disponía a responder aquellas interrogantes, un gutural gemido fue emitido desde su garganta debido a la exquisita sensación que le embargó, su ya erecto miembro el cual se encontraba aprisionado en su bóxer pareció saltar de felicidad al sentir la presión que el trasero ajeno le proporcionó.

-Joder Ji Yong...—Fueron sus únicas palabras a lo que llevó sus manos hasta la estrecha cintura de Ji para así hacer una fricción mayor entre su miembro y el trasero de este, movió sus manos hacia adelante y hacia atrás.— Me descontrolas, estás a punto de alejar toda la cordura en mi...Mierda...—Dijo entre jadeos disfrutando de aquella deliciosa fricción.—

-Ahg, ah... —Detuvo sus manos firme en el pecho ajeno y su cabeza dio a dejarse caer hacia atrás, abriendo sus labios dejando salir sus incesantes jadeos.— Young Bae... —Ayudo con los movimientos esta vez haciendo un poco más de presión, adelante, atrás, adelante, atrás eran sus constantes, se sentía muy caliente, y en un determinado momento mordió su propio inferior para controlar sus ya muy sonoros gemidos; como pudo trató de mirar al moreno, su rostro era indescriptible. Lleno de lujuria, el ambiente estaba cargado de calor, deseo. Deslizo ambas manos al borde de la playera ajena y la tomo entre sus manos subiéndola despacio.— Taeynag. Tengo calor... mucho calor. —Anexo jadeante mordiendo su labio nueva vez, pero esta vez en modo de provocación, aprisiono su labio soltándolo despacio.—


Young Bae se incorporó de tal forma que podía estar más cerca del menor. Irguió su espalda y llevó ambas manos hasta la playera del menor, coló ambas manos bajo esta y recorrió toda la extensión de esta.

-Uhm....¿Debería solucionar y apagar ese calor?...—Comentó con el mismo tono seductor que el menor había usado con él, ver esos gestos y reacciones en el contrario solo lograban excitarlo más, por lo que de un simple movimiento sacó la playera del pelirrojo dejándolo con el torso descubierto. Enseguida sus orbes se clavaron en el blanquecido y hermoso pecho contrario, relamió sus labios con hambre "devorándolo con la mirada" De inmediato dirigió sus manos hasta posarlas en el pecho contrario, acarició este hasta posar cada palma de su mano sobre sus pectorales, específicamente sobre los pezones del mayor, y con ayuda de sus dígitos índice y pulgar apretó estos con algo de fuerza pero no tanta como para dañarlo, solo buscaba provocarlo más y más.— Mhn..

Ji yong solo a tino a estarse tranquilo en el accionar del moreno, ayudándolo en lo que pudiera, esa mirada lanzada por este era penetrante y más que expresiva, se había cautivado con el deseo que emanaba su mirada cuando una voz le hizo salir de su transe, la voz de Youn Bae. Por lo que al terminar de de escuchar lo que interrogo, respondió.— Apagarlo no es lo que qui... ah, mierda. —Aferro sus manos a los hombros ajenos al momento que este apretó sus sensibles botones rosas interrumpiendo lo que iba a decir. Y sin dar tregua a más término de sacar la playera a medias del mayor que había dejado cuando este se incorporó, la lanzo por algún lugar que poco le importaba en el momento. Y como si la piel tan perfecta que tenía el este le llamará, acerco sus labios a su cuello marcando un viaje de besos húmedos y pasionales allí. Bae continuó descubriendo aún más el pecho del mayor haciendo que sus manos viajaran desde los costados hasta situarlas en su cintura baja, específicamente en su torneado trasero el cuál apretó con algo de fuerza y a la vez atrajo hacia delante para que así ambos miembros chocaran levemente; la sensación que se presentó era simplemente exquisita por lo que repitió aquella acción mientras ladeaba su rostro hacia un lado dándole mayor espacio para que así pudiera acceder a la piel de su cuello con mayor facilidad.—

-Creo que en ves de apagarlo, subiremos más la temperatura...

Jiyong aferro sus manos aún más a los hombros impropios y subiendo un camino de besos llego a su oído para susurrar jadeante.— Me estas volviendo loco... Young Bae me estas enloqueciendo. —Y dicho esto guió una de sus manos al borde del pantalón ajeno, hasta llevarla al borde de su pantalón y a tientas buscar el botón de este. —Poder Bae escuchar a Ji hablarle en ese tono y sumándole sus gemidos estaban quitándole la cordura, dando paso a sus instintos pasionales.

-Uhm Ji Yong...eres delicioso...—Jadeó roncamente al momento de imitar las acciones contrarias, con movimientos algo topes llevó una de sus manos hasta el borde de los pantalones contrarios, tomó con uno de sus dígitos uno de sus botones logró desabrocharlo para luego deslizar el zipper de su pantalón, se encontraba ansioso.—

-¿Ansioso? —Cuestiono el menor ronroneando al momento de detener sus manos y sus movimientos, llevo una de sus manos a la mano traviesa del moreno en sus pantalones, y la detuvo. —Si calmas un poco tu ansiedad, tal vez me desnude yo mismo frente a ti... —Susurro corriendo su rostro a los labios del moreno, rozándolos con los propios, una sonrisa totalmente lasciva se dibujó en sus labios.—

-Me pones así Ji Yong...

Susurró el mayor a tono ronco mientras observaba fijamente las orbes ajenos, sonriendo ladinamente llevó su diestra hasta posarla en el mentón del pelirrojo el cuál elevo un poco. La idea de verle desnudarse el solo, logró ponerlo más duro por lo que susurró a tono bajo pero audible.

-Hazlo Ji, desnúdate para mí....Quiero verte...—Dijo mientras seguía rozando ambos labios.—

Jiyong luego de escuchar las palabras contrarias dejo un beso en sus labios y jalando levemente el inferior de este. Gateo hacia atrás alejándose del mayor, pero bajando su cabeza justo en su entre pierna se acercó a dejar un beso por sobre su pantalón. Sonrió landino alejándose luego para pararse frente al peli rubio en la cama y ladear un poco la cabeza.

-¿..listo? —Cuestiona seductor acomodándose el cabello hacia atrás, estaba un tanto sudado. Una muy fina capa de sudor cubría su frente.—

Young Bae al sentir aquel accionar del mayor solo hizo que su miembro palpitara de puro gusto por lo que por inercia dirigió la palma de su diestra sobre este, se acomodó lo mejor que pudo dispuesto a observar detenidamente a su menor. Por qué sí, ahora iba a ser solo suyo.
Jiyong deslizo su propia mano por su torso delineando su silueta, llevo esa misma mano al borde de su pantalón y abrió un poco el cierre que el moreno había abierto minutos antes, bajo muy suave sus pantalones, hasta dejarlo a la altura de sus rodillas, donde allí los dejo caer y subiendo un pie y luego el otro se lo término de sacar; su erección era más que notoria por su bóxer, comenzó a mover sus caderas despacio como si bailara una música, lenta, pero sensual. Dejo caer solo un poco la cabeza hacia atrás metiendo una de sus manos bajo el bóxer, auto acariciándose el miembro.—

-Ah.. Young Bae. —Dijo jadeante.—

Young Bae en ningún momento apartó la mirada de su menor, siguió todos y cada uno de sus movimientos desde que se sacó los pantalones hasta cuando empezó a autoacariciarce, el contrario se veía realmente exquisito y delicioso a la vista, cada movimiento sensual realizado por este lograba elevar su libido a niveles insospechados, por lo que con movimientos algo torpes desabrochó su pantalón y bajó el zipper de este para así poder colocar la palma de su mano sobre su erecto miembro, al cual apretó reiteradas veces. La vista que Ji le ofrecía lograba excitarlo de sobremanera.—

-Uhmm...Sácate el bóxer Ji Yong.

Jiyong por su parte incorporo un poco su cabeza para ver atento las acciones del ajeno, una corriente paso todo su cuerpo al momento de que el mayor se bajó el zipper, mordió un poco fuerte su propio labial inferior y no se tardó en obedecer la orden del impropio. Llevo sus ambas manos al borde elástico de su bóxer y jugo un momento con el ladeando una sonrisa traviesa ante la vista atenta del peli rubio; comenzó a bajar muy lento la única pieza que le quedaba, dejando ver de a poco su muy dura erección.—

-Ah. —Un jadeo de puro calor salió de sus labios, aunque estaba casi desnudo en calor enorme envolvía su cuerpo. —

Un suspiro abandono los carnosos labios del moreno cuando este empezó a bajar sus bóxer enseguida sus orbes se posaron en esa zona en especial, no podía quitar la vista de ese endurecido miembro que se dejaba ver deliciosamente tras el bóxer, moría de ganas porque se lo sacara por completo. Sintió con su garganta se secó al momento de relamer sus labios y devorar su delgado travieso con la mirada, enseguida se sacó los pantalones torpemente y empezó a acariciarse más por sobre la tela del bóxer.—

- Sácatelo ya Ji Yong...—Ordenó en medio de un jadeo ahogado.—

Ji bajando un poco más su bóxer dejo ver por completo su miembro, totalmente erecto y con las venas levemente marcadas. Dejo caer la prenda hasta sus rodillas, donde levantó uno a uno los pies sacándose por completo el bóxer. Totalmente desnudo frente al moreno, aunque la luz era tenue se podía visualizar por completo la silueta del mayor, una sonrisa lujuriosa se dibujó en sus labios al momento de con sus propias manos delinear su propia silueta, y llegando a la entrepierna la acaricio muy despacio por toda su extensión soltando un jadeo un tanto agudo ante la sensación.

-Ven por mí... Soy todo tuyo. —Murmuro bajo pero seguramente audible para el mayor quien le mirada sin perder un detalle.— Tómame ahora Young Bae... —Pidió con una voz seductora mordiendo con ganas su propio labial. — Te necesito.

Escuchar Bae aquel llamado seductor solo logro elevar todo en él, no necesitaba que se lo repitieran dos veces, pasó saliva tratando de alisar su reseca garganta al momento de ponerse en pie y con una mirada depredadora poder acercarse al menor. Ya frente a él, sonrió perversamente; llevó una de sus manos hasta la cintura baja de él y la otra la posó en su abdomen, rozando de vez en vez con sus dígitos el erecto miembro de su ajeno.

- Ji Yong...—Jadeó a tono ronco al roderarle por la cintura y apegarlo por completo a sí mismo, de tal forma que ambos miembros chocara.—Mhnn.

-Ah. —Jiyong trato de reprimir un jadeo, su piel se erizo por completo a tan solo su presencia cuando aún se acercaba y aun ni le tocaba , sus labios se entreabrieron en busca tal vez de más aire, sentía que poco a poco le faltaba, pero solo eran las reacciones de su cuerpo y la temperatura subiendo. Esas manos, esas malditas manos le tocaron y sintió sus piernas flaquear de tan solo el tacto en su cintura baja, otra mano traviesa roso su erección y mordió su labio con fuerza reprimiendo el gemido ante las sensaciones al momento de que una pequeña fricción se hizo presente. Poso ambas manos en el pecho ajeno, tocándolo despacio y acercándose peligrosamente a las carnosidades del moreno, muy cerca susurro sobre ellos.

-Te voy a comer... —Y dio unos leves empujones haciendo que el mayor diera unos pasos hacia atrás.— Tú vas a gemir mi nombre..—Anexo en un tono cargado de lujuria y deslizo una de sus manos por todo el abdomen ajeno hasta meterla bajo la tela del bóxer ajeno.— Tu completo vas a ser mío... —Roso muy leve la yema de sus dedos en la extensión muy recta del miembro ajeno, aun no le tocaba firme, solo buscaba torturarle y provocarle más.— Te quiero comer completo... —Y con la mano que yacía posada en su pecho dio un último empujón haciendo que el mayor cayera en la cama. Y justo al instante de caer se subió sobre él, sus rodillas a cada costado de las piernas ajenas.— Quiero disgustarte, cada rincón. —Fueron sus palabras más bien un susurro al pegar sus labios en el ombligo impropio, sacando la lengua solo un poco roso el orificio y luego se dispuso a marcar un camino de besos hasta su abdomen bajo, donde al llegar allí tomo entre sus dientes el elástico de su bóxer y comenzar a bajarlo; entornando la mirada a los orbes ajenos, lanzándole una clara mirada cargada de deseo.—

Taeyang por la intensidad del momento era tal que sus ojos se encontraban cegados por puro placer, su corazón palpitaba a un ritmo veloz y pudo sentir como su cuerpo estaba cubierto por una fina capa de sudor, el ambiente era de por si caliente y la temperatura era muy elevada. Entreabrió sus labios dejando escapar jadeos de puro gusto, ver al menor así en ese estado de descontrol le excitaba tanto que no podía tener sus manos quietas, claro que no, él deseaba recorrer ese hermoso cuerpo por todos los rincones posibles.

-Oh joder...— Exclamó en tono ronco y necesitado al notar como Ji Yong estaba fuera de sí, en sus ojos solo podía ver lujuria y eso le encantaba. Gustoso se dejó empujar dando pasos torpes hacia atrás, en cuanto sintió su espalda tocar la mullida cama extendió ambos brazos de tal manera que fueran su soporte.— ¿Estás seguro de que lo haré Ji Yong?....— Susurró completamente excitado al observar atento las acciones que este realizaba, si era sincero aquellas palabras dominantes y seguras que el menor decía estaban poniéndolo a mil, le fascinaba esa seguridad al hablar. Al sentir aquellos besos descender desde su abdomen, contrajo este al gemir de puro gusto, el muy provocador había tocado su necesitado miembro lo cual le volvió loco, anexo mientras llevó su diestra hasta los rojizos cabellos de él, haciendo una ligera pero firme presión.— Hazlo...ahora Ji.

Jiyong ladeo una sonrisa perversa, oscura, no dijo nada, y sin más llevo sus labios a la punta del miembro del moreno y dejo un beso allí, sus orbes estaban atentos a las expresiones ajenas y se dispuso a luego sacar un poco su extensión húmeda bucal rozando el mismo lugar donde había dejado el beso. Bajo la mirada unos segundos a su frente, al majestuoso miembro, verlo tan cerca le daban más ganas de devorarlo, era grande, apetecible. Paso ahora la lengua por toda la extensión mientras tomaba con su diestra la base de su entre pierna, haciendo un sube y baja muy lento, cubriendo como podía el gran miembro. Subió la mirada un momento al moreno para disfrutar de sus reacciones y verle así solo le ponía más, ya dejando los preámbulos bajo su cabeza introduciendo todo lo que podía de la extensión del miembro impropio en su boca, envolviendo con su musculo bucal como podía, contrajo sus mejillas para hacer más ajustada su boca y así hacer un poco más de presión y estreches sobre dicho miembro. Bae para mayor comodidad se apoyó en sus codos para así tener una mejor vista del accionar contrario, la mirada hambrienta que este le dedicaba encendía su cuerpo he hizo que inconscientemente moviera sus caderas hacia arriba en busca de más contacto. Y allí arqueó su espalda ligeramente, al sentir como el menor envolvía la punta de su miembro con su cavidad bucal, si con solo ese pequeño accionar su cuerpo se llenó de un gran placer como sería cuando se lo probara entero. Jiyong sonrió victorioso ante su reacción en sus adentros, hizo un poco su cabeza hacia atrás haciendo una succión y apretando muy leve y suave sus dientes contra la extensión del exquisito miembro en su boca, rasguñando placenteramente su glande sacando luego la extensión de su boca, y pasando la lengua nueva vez justo en la punta murmuro luego.

-Eres delicioso Bae... —Su voz era algo ronca, seductora y tanto agitada a la vez. Y sin darle tregua a replicar volvió a meter todo en su boca, era adictivo probar más y más de él. Comenzó un vaivén un tanto pausando pero mientras sentía más su calor subir iba aumentando la velocidad, esos gemidos eran la más hermosa melodía que había escuchado.—

Taeyang no podía articular palabra alguna, no en ese estado. Sus labios se encontraban hinchados de tanto morderlos intentando en vano acallar aquellos gemidos traicioneros que salía de su interior. Tener al mayor en medio de sus piernas, haciéndole la mejor felación de su vida era la jodida gloria. En medio de la bruma lujuriosa que era su mente un deseo perverso de grabar a su querido pelirrojo haciendo eso pasó por su mente, más luego apartó ese pensamiento, quizá después. Llevó nuevamente su diestra hasta los cabellos del mayor, enredó sus falanges allí y le impuso un ritmo marcado, un tanto más rápido, a la vez que movía sus caderas hacia arriba. No podía controlarse, estaba fuera de sí y es que el momento le sobrepasaba, su menor se veía tan hermoso y perverso allí, la vista era tan erótica que estaba muy duro. Jiyong por su parte aumento el ritmo ya que fue impuesto por el moreno, tenía en mente torturarlo tal vez un poco más con un ritmo no tan rápido, pero el mismo tampoco podía aguantarse. Los gemidos del mayor le descontrolaban en demasía. Si bien siempre quiso escucharlo gemir y ya lo tenía, un sentimiento cálido hizo que su corazón corriera a mil, su respiración era agitada pero eso no impedía que siguiera con su deliciosa labor. Un vaivén más y más rápido era testigo del momento. Llevó su mano libre a su propia hombría, una corriente iba recorriendo toda su espina dorsal, todo producto del deseo y placer que sentía con tan solo saber y ser presente de lo que lograba hacer sentir en el impropio. Esa mano que yacía sosteniendo la base del miembro en su boca fue alejada pero solo para guiarse a los testículos del peli rubio, para jugar un poco con ellos. Hizo una leve presión hacia abajo, así haciendo que la erección en su boca llegada más adentro hasta el punto de chocar la punta con su garganta y así estrecharlo un poco más con sus amígdalas.

-¡Arg Ji Yong!

Gimió roncamente Young Bae el nombre contrario al entrecerrar sus ojos con fuerza, relamió sus labios ansiosamente, la mezcla de sensaciones que el chico lograba provocar en su interior era infinita. Su pulso lo sentía frenético, su corazón latía desbocado como si quisiera salirse de su pecho, se sentía en la gloria misma al recibir aquellas atenciones en su necesitado y erecto miembro. Echó su cabeza hacia un lado sintiendo como unas corrientes de placer se hacía presente en el largo de su cuerpo, y todas estas se dirigían hacia el sur, posándose en su abdomen, no iba a durar mucho más la habilidosa boca del menor lo estaba llevando a su límite por lo que al momento de sentir como su falo era apretado exquisitamente por la garganta ajena dio un espasmo de puro gusto; con la respiración más que agitada mencionó con dificultad.

-Mierda.....Ji...Aléjate, no tardaré en correrme.

Jiyong hizo una última felación y al ir sacando el exquisito miembro de su boca dio una muy suave mordida a la punta, nada que le llegara a doler, todo era en plan de placer. Coloco ambas manos en los costados del mayor posicionándose en cuatro sobre este; ladeando la cabeza tal cual león mirando su presa y relamió sus labios disgustando el sabor de la hombría ajena, aunque no se corriera dentro su sabor se había quedado en sus labios. Una mirada cargada de deseo era la que visualizaba con fijeza al menor, y Ji con el cabello un tanto despeinado daba una impresión de locura, que era justo eso lo que se sentía al tener al moreno así.

-Te necesito... —Fue una súplica articulada por Jiyong, un tanto ronca, baja pero audible, acompañada de esa sonrisa perversa y oscura que solo decía una pequeña parte de su deseo.— Te necesito Young Bae... —Repitió agregando el nombre ajeno esta vez, adoraba acariciar con sus labios dicho nombre.—

Oh joder estaba en el mísmisimo cielo y estaría loco Bae si no lo tomaba, claro que lo haría. Con algo de dificultad se sentó y enseguida colocando ambas manos en la estrecha cadera de menor hizo que los cuerpos de ambos giraran para un cambio de posición de tal manera que el pelirrojo quedara bajo su anatomía. Una sonrisa perversa se dibujó en sus labios al momento de delinear la figura ajena con los ojos, le miraba con deseo, con hambre. Se acomodó mejor sobre él, con ayuda de sus manos hizo que su adverso abriera sus piernas hacia los lados para que así Bae se acomodara en medio de estas; con una mano acarició el pecho adverso deteniéndose en aquellos botones rosados los cuáles no dudó en besar y atrapar con sus dientes, hacía esto a modo de distracción mientras que hizo que su mano libre viajara un poco más por la anatomía adversa hasta llegar en medio de las piernas del impropio, específicamente en su esfínter anal, el cuál empezó a tantear con su índice, debía prepararlo antes.

-Ji Yong...Mnnh...

-Ah.. ah..

Gimió aferrando sus manos a las sabanas haciendo así que estas se arrugaran un poco. Se retorció un poco ante lo que sentía. La entrada del menor era muy estrecha lo pudo notar al instante por lo que continuó con su labor de distraerlo mientras dilataba dicha zona. Besó cada uno de sus pezones demorándose en ello, tratando de transmitirle sensaciones placenteras. Luego de unos instantes ascendió hasta la comisura de los labios de este repartiendo pequeños besos en el trayecto mientras que con mucho cuidado introdujo su índice en la entrada ajena. ¡Joder!, el menor estaba muy estrecho por lo que tuvo mucha paciencia en ello, conteniendo sus ganas de hacerlo suyo de una vez, le tenía demasiado cariño como para lastimarlo.

-¿Estás bien mi Ji?

-Ah..

Un quejido entre placer y algo de incomodidad se hizo presente por la intromisión. El placer de la boca ajena era jodiamente exquisito y lo pudo requeté comprobar cuando este ponía atención a sus pezones, su mente comenzaba a nublarse ante el placer; sentir sus labios tan cerca de sus labios le desespero a tal punto que subió su diestra a la nuca ajena para apegar sus labios a los del mayor donde inmediatamente devoraba. Sus labios eran la jodia gloria, era como si sintiera que le habían cerrado la puerta del cielo por mucho tiempo. Gustoso Bae correspondió el necesitado y hambriento, ladeó el rostro para que mayor comodidad, sus labios se movían frenético y necesitados sobre los ajenos. Alternó aquel beso con ligeras mordidas que no eran dolorosas, todo lo contrario. Todo esto a la vez que empezó a mover su dígito haciendo un movimiento de meter y sacar tratando que la incomodidad del mayor se fuera. Luego de un tiempo prudente, coló un segundo dedo, el cuál ingresó con mucha dificultar. Joder, estaba demasiado estrecho, saber eso solo le excitaba más de tan solo imaginar lo apretado que estaría su falo en su entrada le ponía ansioso.

-Ah, amhg..

Un gemido abogado fue emitido de parte de Ji por sus labios entre el beso, no podía negar que se sentía un poco más incómodo pero el meter y sacar iba haciendo esa incomodidad en placer. Aprisiono el labio inferior ajeno entre sus dientes mordiendo un tanto fuerte gracias al placer, las mordidas del ajeno le excitaban en demasía, le gusta las mordidas, tal vez si no estuviera tan sumido en el placer y las sensaciones que el mayor le propiciaba hubiera mordido un tanto más fuerte. Su corazón a este punto era una bomba, cada vez más rápido, el calor cubría más y más su piel, algunas gotas se aproximaban en su frente. Taeyang con su lengua delineaba los labios superiores e inferiores del menor, colando de vez en cuando aquel músculo al interior de la cavidad bucal del mismo. Con ya dos dedos dentro empezó a moverlos en forma de tijeras, abriendo y cerrando sus dígitos buscando dilatarlo aún más y que estuviera preparado para el momento de mayor placer para ambos, de tan solo sentir la estreches de este, imaginaba todo el maldito y delicioso placer que vendría luego.

-Ji...Yong...

-Ah, B-bae.. ah, agh.. ah.

¿Y cómo poder contener los gemidos? Se iba sintiendo cada vez mejor y el dolor iba disminuyendo mediante la dilatación, y no era que se dilataba mucho en realidad, por que naturalmente siempre era estrecho. Su diestra aún sostenía la nuca del moreno y su surda ahora iba en su espalda baja enterrando los dedos en esta y separándose un poco del beso por falta de aire, un hilo de saliva les unió al separarse. Bae por último introdujo un tercer dígito en su esfínter anal, con ya tres de estos en el interior del chico esperaba que fuera suficiente para que pudiera soportarlo. Al mismo instante para tratar de distraerlo empezó a restregar su erecto miembro, del cual brotaba líquido pre-seminal por la excitante situación sobre el del mayor, a esto paso no duraría más, tener al chico bajo de él hacía que su vena dominante saliera a la luz y quisiera tomarlo de una vez.

- ¿Listo Ji?

-Te quiero dentro...ah, ya.

Trato Jiyong de articular claro, pero salió jadeante. Se auto mordió muy fuerte su labio para tratar de aguantar, casi de inmediato dejo de sentir incomodidad. El placer le invadido aún más cuando sintió la deliciosa fricción; Bae al momento de tomar con firmeza su falo y dirigirlo hacia la entrada del mayor, empezó a tantear dicha zona rozándola con su glande y a la vez dejando que sus fluidos facilitaran algo el trabajo. Al fin había llegado ese momento, ahora solo esperaba tener el suficiente autocontrol para llevar a su menor a placeres máximos. Con la respiración entrecortada y los labios resecos, empujó con lentitud de tal manera que solo la punta de su falo ingresó en la entrada del mayor, solo fue eso para que el moreno sintiera una exquisita sensación recorrerle; de inmediato sus ojos se clavaron en los del contrario.

-Ah joder, eres tan estrecho...Mhn..

-¡Ah, ah, ahh!—Los labios del menor se abrieron en una perfecta o y dejo salir un agudo gemido, se sentía grande y eso que aún no estaba completo en su interior, trataba de abrir los ojos pero le era casi imposible.— ah, Bae.. —Gimió un poco agudo y ya la desesperación le iba calcomiendo, trataba de quedarse quieto, abrió las piernas más, descaradamente. —

Ahora que Taeyang lo observaba a detalle notaba como las mejillas ajenas estaban teñidas de un carmín intenso, sus cabellos revueltos le daban un toque inocente pero a la vez pervertido y obsceno; en su rostro se dibujó una sonrisa perversa por lo que hizo su cuerpo hacia adelante y acercó su rostro al ajeno, rozó sus labios con los impropios y los atrapó en un beso demandante a la vez que de un solo impulso por parte de su cadera se introdujo por completo en el interior del chico, esperaba no haberlo lastimado, pero sentirlo de golpe sería mejor.

-¡Arg! —La sensación era indescriptible, sentía su falo estrujado por las paredes interiores del menor, estaba a punto de enloquecer.— Joder…

-¡AH-AH! —Un grito más bien un gemido se hizo presente ahogado en los labios del moreno, su espalda se hizo un perfecto arco por lo que al momento se impulsó un poco hacia arriba e hizo que entrara más si se podía, una mano fue llevaba a la espalda alta y bien formada del mayor enterrando bruscamente la mano allí, tal vez dejaría una marca. El placer fue tan grande que su cuerpo tirito, tanto tiempo sin sentirte tan lleno, tan...en el cielo. —Muevete... ah. —Suplico jadeante y entre cortado. —

A Bae su respiración se detuvo por completo y es que, joder...las estrechas paredes internas de su menor estrujaban deliciosamente su erecto miembro que ahora yacía más en el fondo por sus movimientos. Esto era el mismo cielo, no...mejor sería decir que era el infierno, delicioso y caliente, Ji Yong se veía tan apetecible que no se pudo controlar más y sumándole la petición de este, no se hizo de rogar, hizo un movimiento pausado de sus caderas, hacia adelante y hacia atrás, era un suave vaivén, esperaba que el menor se acostumbrara; sus manos se posaron en las estrechas caderas del chico y ahí se quedaron, poco a poco las embestidas aumentaría de velocidad. Ji enterró aún más su mano en la espalda ajena, las acciones ajenas sumado del delicioso placer que me embarga en este momento llega a nublar su mente, sin retener nada dejó los labios entre abiertos para dejar salir las infinidades de sus gemidos, algunos agudos, algunos algo roncos, su respiración muy agitada y entre cortada, su corazón a mil por minuto y esa capa de sudor que le envolvía más mientras pasaba el momento, ese vaivén le enloqueció, se retorcía un poco de puro placer, maldición que se sentía explotar, sus piernas las sentía flaquear; un deseo iba creciendo más y más en su ser. Trataba de articular logrando sólo jadear mas.

-Mas, mas... ah, mas. Young ah, Ba-Bae. —Pidió Ji, ya no sentía ni una gota de incomodidad, y aunque el miembro ajeno fuera tan grande le era exquisito. Una corriente iba desde todo su cuerpo culminando en su miembro que ya necesitaba atención, estaba ya más marcado y sumamente erecto.—

Bae tenía su vista se encontraba fija en el chico que tenía debajo, se veía jodidamente hermoso, escucharlo gemir su nombre solo elevaba más su ego y le hacían dar ganas de querer darle más. Con una de sus manos tomó la pierna derecha de Ji Yong para luego subirla de tal manera que esta quedara enrollada en su cintura. Con esta posición se permitió penetrarlo aún más a fondo, las estocadas las hizo más profundas e intensas, se sentía sumamente placentero poder profanar aquel delicioso cuerpo, por lo que empezó a gemir roncamente. Jiyong estaba perdido en placer ahora… Ser llenado de esa manera tan malditamente exquisita era la gloria, a estas alturas su cuerpo estaba más que caliente, era fuego puro; producto del trabajo físico al moverse al ritmo ajeno para hacer las estocadas más certeras tanto como por la temperatura del lugar, se sentía en olor inigualable de pasión en el ambiente. Sus labios no podían cerrarlos, no podía ni quería evitar seguir gimiendo, cada vez era más agudo, su cabello pegado a la frente daba una visión más clara de lo sudado que estaba. Gemía y gemía sin control, rogaba por más, suplicando más duro, se retorcía de a poco y dejo esta vez un claro arañazo en la espalda del impropio, subió un poco su cabeza en busca de los labios de este, necesitaba besarle. Todo era nuevo para Young Bae, pero dejándose guiar por la pasión y por sus instintos básicos, hizo que sus estocadas aumentaran mucho más, todo a un ritmo frenético y descontrolado, en el ambiente podían escucharse solo el choque de piel contra piel, algo exquisito. Al tener cerca los labios de su menor de inmediato los atrapó en un beso algo torpe y necesitado mientras que a la vez posó su diestra en el pecho ajeno, acarició un tanto este lugar para luego descender dicha mano hasta colocarla sobre el duro eje que era el miembro del impropio, envolvió el tronco de su falo entre su mano y empezó a masturbarlo de arriba hacia abajo, estaban en su máximo punto de placer y jadeos roncos era todo lo que sus labios pronunciaban. Ji estaba oficialmente en el punto clave del clímax. Ser penetrado de esa forma tan rápida, certera y exquisita le tenía al borde de explotar, y a esto se sumó los labios del moreno, y esa mano experta que le cubría su erección. Su vista era nublada, tanto por el éxtasis como por el sudor que salía a gota gorda de su frente; El aire le comenzaba a faltar pero por nada quería separarse de ese beso, fogoso, tan embriagante. Millones de espasmos pasaban su cuerpo ante las infinitas sensaciones que sentía y de a poco el líquido pre-seminal de su entre pierna comenzó a salir. Su estrecha, ahora un poco más hacha entrada se contraía por mero placer aprisionado la hombría ajena en su interior, sin poder evitarlo entre medio de un gemido y los labios del menor le mordió algo fuerte, seguramente dejaría una gran hinchazón en ellos pero en el momento no pensó eso. Gemidos ahogados se sumaban ahora al sonido del placer que experimentaban ambas anatomías en la exquisitez de su encuentro carnal. Young Bae como último acto puesto que ya se encontraba en su máximo limite, terminó por elevar la otra pierna del mayor, de tal manera que estas envolvieran su cintura, se elevó un poco con estas haciendo que la cadera del mayor se elevara un poco y así poder penetrarlo con mayor fuerza he intensidad. Sintió un cosquilleo placentero en su abdomen, el momento de máximo placer iba a llegar y sus roncos y fuertes gemidos eran prueba de eso.

-Ji...¡Ah! Ya...no aguantaré...

- Yo tampoco creo, ah, ah ¡Ah! A-aguantar m-mas, yo, ah.

Logro articular poco entendible entre gemidos, esa posición era más profunda más de en lleno, por lo que ya estaba fuera de sí, se desasía en gemidos y su cuerpo se retorcía de una forma no muy natural. Y ya eran más bien gritos, gritos de placer, su cabeza se fue hacia atrás y sus ojos cerraron fuertemente, ya oficialmente no distinguía nada, su visión completamente borrosa y su entrada anal contrayéndose frecuentemente.

Young Bae bajó ambas manos hasta colocarlas sobre los glúteos del menor, los apretó con algo de fuerza al momento de embestir con toda la velocidad que le fue posible. A cada que escuchaba los gritos placenteros de este y la forma en como este reaccionaba, sentía algo en su interior crecer, el placer ya era insoportablemente excitante, con movimientos torpes llevó una mano hasta el erecto falo del pelirrojo empezando a masturbarlo lo más rápido que pudo. Pasaron unos instantes; hizo de las estocadas más intensas para luego de sentir un cosquilleo en su abdomen y así un líquido blanquecino empezó a emerger de su duro falo llenando el interior del menor. Todo esto acompañado de un gemido alto, casi un grito ronco que resonó en toda la habitación, arqueó su espalda presa del placer viendo "estrellas" después de correrse.
-¡Mhg! ¡Ji Yong!

En unas de esas subidas exquisitas que el menor hacía con su mano en el miembro su miembro no pudo soportar nada y su esencia salió disparada de su hombría arrancándole un grito más alto de los que ya emitía.

-¡AH-AH BAE! —Todo al instante de ir formando nueva vez un perfecto arco con su espalda y luego dejándose caer en la cama exhausto su respiración era agitada y le faltaba el aliento, su corazón podía prácticamente escucharse de lo rápido que bombeaba en su pecho, sus ojos permanecían tranquilamente cerrados y sus labios entre abiertos en la búsqueda del oxígeno que poco a poco iba normalizando en su cuerpo.—

Terminó Taeyang por recostarse al lado del menor saliendo despacio, colocando la mano en su pecho buscando normalizar su respiración entrecerró sus ojos con suavidad a la vez que relamía sus labios los cuales estaban resecos.—

-Ji...—Ladeó su rostro y fijo su vista en el menor; posó su mano sobre la mejilla de este.—

Sin Jiyong abrir los ojos una sonrisa se dibujó en sus labios, se quedó estático en el mismo lugar pero susurro muy audible para el ajeno.—

-Necesito que me veces ahora o moriré.. —Y la sonrisa siguió en sus labios.—

-Y como no deseo que mueras...—Sonrió ladinamente y se acercó al contrario, sus labios tocaron los ajenos en un casto beso mientras que con su diestra peinaba los desordenados cabellos del chico. Ji abrió los ojos solo un poco cuando escucho las palabras ajeas, lo primero que vio fueron los orbes impropios tan cerca y sus labios tocándose, llevo su mano al cuello del menor enredando sus dedos en la parte baja de su cabello.—

Se separó Bae su rostro solo un poco para poder obervarle mejor, el menor tenia los cabellos ya menos alborotados y las mejillas aun sonrojadas, llevó su pulgar hasta los hinchados labios del mayor y los acarició con suavidad.

-¿Te encuentras bien verdad?..—Comentó al verle con cariño.—

-Hoy sí.. —Susurro embobado ante sus acciones, aún tenía su diestra en la nuca ajena dando las suaves caricias.— ¿Y tú? —Cuestiono con suavidad.—

-Desde que te conocí, a tu lado siempre he estado bien. —Afirmó mientras sonreía y disfrutaba de aquellas caricias.—

Suspiro Jiyong con anhelo ante lo que escucho y con su otro brazo se aventuró a abrazarse al cuerpo ajeno con fuerza.— Me gustas mucho… —Susurra de en lleno en su oído.—

— Se dejó Bae abrazar y gustoso correspondió aquel gesto.— Tú me encantas.

Susurró al igual sintiendo una extraña calidez en su pecho. Una que hace tiempo sentía y ya no iba a disimular ni ocultar más, por si de algo estaba seguro era de que no quería jamás estar lejos de Jiyong.

No más.

~

“Te conocí como a cualquiera pero te quiero como a nadie. Por qué te quiero. Te escalas, sin medidas, sin desconciertos, tanto que estoy aprendiendo como se miden los besos y cuanto duran los abrazos. Por qué a tu lado, tengo mil sueños por cumplir, y una sola sonrisa siempre por ver.”
Notas finales:

¿Y, que les pareció? 

Gracias por leer. ♥


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