~Solo amigos~
– Y la respuesta es… Jaeseop
– Veinticuatro – respondió el nombrado.
– Veintitrés coma ochenta y seis – corrigió alguien más.
– ¿Lee?
– ¿Eh? – apartó la mirada del celular e intentó simular que había olvidado su calculadora y por eso se veía en la obligación de sacarlo en plena clase de cálculo. Pero su accionar parecía ser creíble solo ante sus ojos…
– La respuesta al ejercicio H, – el docente caminó de su escritorio hasta dos carpetas delante a la de Kiseop y sosteniendo entre sus manos el registro de alumnos (en modo de advertencia), continuó – sea usted tan amable de compartirla con sus compañeros, Señor Lee – leyó el registro. – Lee Kiseop.
– Si, bueno…
– Veinticuatro – susurró Kevin tras él. Sus carpetas estaban un poco separadas pero alcanzó a oír la bendita respuesta.
– ¡Veinticuatro! – exclamó apenas la voz de Kevin llego a sus oídos.
– Señor Lee más interés en el curso por favor o tendré que bajarle puntos a su examen.
– Lo siento – se disculpó y bajó la cabeza apenado. Este año se había propuesto ser excelente en sus estudios y este tipo de distracciones con posterior llamada de atención no incluía en ello y todo, todo era culpa de JooHyeon. Tonto Joohyeon que se había enfermado y no asistiría a clases hasta entre dos días ¿Quién le mandaba a salir en polo y short a las nueve de la noche?
– ¡Y entonces Eli dijo que le gustaba mucho una del último año! No sabía que decirle, me moría de vergüenza por lo que estaba pensando acerca de él y sus gustos… ¿Kiseop? ¡Oye, deja el celular!
– Lo siento – su acompañante le miró desconfiado y Kiseop se reprendió mentalmente. – Es enserio… – esta vez lo sentía más que con el profesor de cálculo pues Kevin era su mejor amigo y lo joderia el resto de su vida con tontos comentarios de enojo si es que volvía a hacerle un desplante como el de ahora. Salió del chat y bloqueo la pantalla para que este no viera sus conversaciones.
– ¿Qué sucede contigo? Estás raro desde el lunes.
– No es nada – sonrió apenado.
– ¿Es una chica, no?
– No. – esta vez Kevin fue quien sonrió y movió tan rápido las manos que Kiseop no pudo evitar que cogiera su celular. – bueno, algo así como una chica.
– Habeeer dos, dos, cuatro y siete… – ¡cierto, Kevin conocía perfectamente su contraseña! – aquí dice que tu última conversación fue hace uhmm... menos de un minuto y es con un tal “JooHyeon” ¿Quién demonios es JooHyeon? – interrogó.
– Un amigo de Psicología – respondió nervioso – está en mi clase – finalizó modulando su voz para que esta sonara tranquila, al menos un poquito.
– A mí no me mandas emoticones con corazoncitos y a él sí ¿seguro que solo es un amigo? si Soohyun viera esto diría que es muy gay, y de gay Soo sabe mucho.
– Kevin, él y yo solo somos amigos. No hay más. Que juguemos así es solo por lo cercanos que nos hemos vuelto este año, nada más.
Tomó los apuntes de Kevin, los propios y los guardó en su mochila. De su pantalón sacó unas cuantas monedas y las dejó en la mesa para pagar lo consumido. Levantándose de su asiento, dijo:
– Ya me voy, tengo clases en la otra facultad.
Y saliendo de la cafetería, Kiseop solo pudo maldecirse en voz baja. Se sentía jodidamente mal por lo idiota que era.
Joohyeon no se merecía esto. No después de todo lo que había hecho por él.