El gato de la suerte por Meownprr

Minho dormía plácidamente en el sofá, le extrañaba que su ‘’amo’’ aún no hubiese llegado, eran las once de la noche y ni una señal del chico.
¿Sí le había pasado algo?. La idea fue descartada cuando escuchó un par de risas, un ruido contra la puerta, el sonido de balbuceos y la lleve intentando ser introducida torpemente.

Finalmente la puerta se abrió y dejó ver la dulce figura de Taemin…y alguien más. Alguien a quien Minho odiaba, y por supuesto, aquella persona también odiaba a Minho. Era odio mutuo.
Minho saltó del sofá y se acercó hasta los pies de Taemin, el cual en seguida a pesar de su estado etílico, le alzó en brazos y comenzó a besarle la cabeza y orejas. Minho se mostró más que contento y siendo más cariñoso que de costumbre, ronroneó y le dio un par de lamidas a manera de besos.

El invitado no deseado casi azotó la puerta y se ganó una reprimenda por parte de Taemin, el cual se dirigió a la cocina con su mascota en brazos para poder alimentarlo.

—           Lo…lo siento, Minho, mi amor. —Minho pensó que el alcohol no era tan malo después de todo, ponía a Taemin más dulce de lo normal con él. El chico de cabellos claros se apresuro a entibiar la leche y servirla en el tazón correspondiente y después colocar un poco de pollo en otro tazón. Minho no comía comida para gatos, su estómago era sensible y a Taemin le gustaba cuidarlo.

Y aunque el felino estaba enojado y le hubiera rasguñado, en vez de eso se enredó entre las piernas de su amo mientras un chico moreno miraba asqueado la escena.

—           ¿En serio tienes que hablarle así a tu bola de pelos? —Intervino Kai, sosteniendo una lata de cerveza la cual bebió hasta la mitad. Taemin se giró hacia él y le miró furioso a pesar de estar bebido.

—           Se llama Minho y sí, tengo que hablarle así a Minho. Tu no lo entenderías, te gustan los perros y… ugh —Taemin no terminó la frase pues Kai se había acercado hasta él y ahora le apretaba contra su cuerpo. Minho, quien hasta ese momento se encontraba tranquilo comiendo, se erizó y mostró una mirada furiosa, mirada que Kai ignoró y arrastró a Taemin consigo hacía la habitación.

No importaba si tenía hambre, la comida podía esperar, pero esa situación, no. Para cuando Minho llegó a la habitación Taemin yacía sobre la cama, nunca había sido buen bebedor, ahora estaba medio dormido. Kai, por su parte, parecía tener bastante buena conciencia de sus actos. ¡Y se estaba aprovechando de la situación!. El moreno se había colocado sobre la fina figura de Taemin y ahora le besaba el cuello, entre sueño y sueño Taemin se removía intentando alejarlo.
Si bien, Taemin y Kai eran buenos amigos, Kai siempre había tenido sentimientos hacía su compañero, muchas veces le había insistido, pero Taemin simplemente se mantenía indiferente y terminaba disculpándose por no poder corresponder a sus sentimientos.

Ahora el maldito Kai se aprovechaba de la situación. No podía quedarse simplemente viendo como se jodían a su Taemin, así que de un salto llegó hasta la cama, una luz brillante dejó cegado por un momento a Kai, el cual intentaba deshacerse de los pantalones de un Taemin dormido.

Lo que a continuación vio el moreno, fue a un enorme león, el cual le amenazaba mostrando su afilada dentadura, un gruñido lo suficientemente poderoso se hizo escuchar y Kai cayó de la cama de culo. Sus ojos eran dos platos, ¡No podía creer lo que estaba viendo!, un león se había metido a la casa y quería tragárselo. Sin siquiera mirar atrás, el chico salió corriendo como alma que lleva el diablo y Minho se sintió satisfecho. De nuevo la luz brillante iluminó la habitación, pero eso siquiera despertaba al pequeño Taemin, estaba tan ebrio, era un tonto y Minho estaba enfadado, ¡Era un irresponsable y distraído!.

Lo peor…Minho estaba tan celoso, tan furioso. Ya no estaba en su forma de gato de bolsillo, ni de león espanta idiotas, ahora era un humano y estaba sobre el caliente cuerpo de Taemin. No había escapatoria alguna, lo tenía aprisionado entre su cuerpo y el colchón, lucía tan hermoso como de costumbre, ese par de labios apetecibles estaban entre abiertos y un hilito de saliva resbalaba. El olor a alcohol se mezclaba con la dulce fragancia que Taemin solía usar, y debido a la borrachera sus mejillas estaban teñidas de rosado.

Taemin era demasiado sensual, nadie era como él y Minho lo sabía. Sintiéndose arder por la furia, celos y excitación, comenzó a besarle el cuello, justo dónde había visto que Kai momentos antes lo había hecho, necesitaba borrar su rastro, su intento de marcar lo que le pertenecía. Una de sus manos viajó bajo la camisa de Taemin, acariciando el vientre plano, su carne tan suave y tierna se sentía demasiado bien, la mano le quemaba por tocarlo todo.
Después de unos instantes de acariciar, descendió la mano hasta los pantalones del chico, desabrochó estos y los bajó un poco junto al bóxer. Taemin no estaba siquiera excitado por los besos o toqueteos de Kai, pero reaccionó ante la cálida mano que envolvió su miembro. Minho comenzó a bombear suavemente y sintió a su pequeño estremecerse. Pequeños jadeos brotaban de la boca de Taemin, su respiración comenzaba a acelerarse, la boca de Minho encontró su camino hasta los labios de Taemin y los capturó en un beso demandante. Taemin reaccionó ante el beso y llevó sus manos hasta el sedoso cabello, sus dedos jugueteaban entre las hebras negras mientras entre abría los labios para recibir la húmeda lengua de Minho.

Ambos tenían una lucha de lenguas, buscando saborearse, marcarse. La habitación estaba inundada de deliciosos sonidos: Los gemiditos de Taemin, los gruñidos de Minho, el bombeo que iba en aumento y que ahora estaba facilitado gracias al presemen que brotaba y le hacía deslizar la mano con facilidad. Minho sentía su propio miembro doler horrores, pero no podía poseer a Taemin, no en ese estado, no en esas circunstancias. Lo que hacía era para marcarlo y barrer fuera el olor horrible de Kai, impregnar el propio para marcarlo y mantener a raya cualquiera que quisiera acercarse a su Taemin.

Su mano aceleró el movimiento y Taemin se tensó, elevó sus caderas y finalmente se corrió soltando un agudo gemido que le erizó la piel a Minho.

—           ¡Minho..Mmm..Minho! —Su nombre fluyendo de los labios de Taemin fue suficiente para hacerlo correrse. Era increíble lo que el humano le causaba.


Borbotones de semen llenaban la mano de Minho, el cual poco a poco se alejó de Taemin, el orgasmo logró dejarlo dormido en definitiva. Aprovechó que el muchacho ahora dormía para llevarse la mano llena de leche a la boca, lamió toda la semilla de Taemin, saboreándola hasta que su mano quedó limpia. Se levantó de la cama y tomó un par de pañuelos para limpiar al propio Taemin y luego le colocó la pijama.
Lo arropó bajo las mantas y dio un beso en la frente del chico y se alejó para ir a la ducha y después de relajarse volver a su forma ‘’original’’.

Nadie iba a tocar a Taemin, era suyo, ¿No era él ‘’Minho mi amor’’?, eso le daba derecho de sobra.