Desperté y me pregunté ¿ Hasta ahora he sido como una manzana verde?Porque no me he arriesgado lo suficiente en todas las oportunidades que he tenido, solamente acepto las cuales yo sé que podré ganar sin ninguna dificultad.
Y en el amor pff!! Para qué decir he durado lo máximo 2 años y luego anduve por aquí y por allá, ¿Por qué? Fácil eran chicas y para qué vamos andar con rodeos las relaciones son muy complicadas.
Aún así me gustaría madurar ser menos cítrica en mi vida y transformarme en alguien más dulce, como la rica manzana que se encontraba sobre mi escritorio. Solté un leve sonrisa que duró menos de un segundo al ver que de repente ingresa mi madre a la pieza.
- ¿Qué quieres mamá? -Le dije
-Disculpa, por entrar sin tocar la puerta solamente quería decirte que tu tía acaba de llegar. -Respondió cariñosamente.
- Entiendo sólo descansaba un poco , voy enseguida.
Al escuchar esto mi madre me observo más tranquila y se marchó, yo en cambio me puse en pie di unos pasos para acercarme al espejo, me observe y vi por última vez que no me había equivocado con el conjunto de ropa; una polera negra sin mangas con un estampado y arriba de eso una blusa escosesa verde la cual en ella descansaba mi corto cabello negro, que con suerte tocaba los hombros y con unos jeans rojos y unos lonas negras. Luego de ver mi look agarre mi maleta junto con mi morral y salí de la habitación.
Me despedí de besos y abrazo con mis padres, ahora ya tenía que asimilar que si necesitaba algo de ellos les costaría ir a visitarme a los dormitorios de la universidad.
- Mi amor ¡cuidate! Si necesitas dinero pídelo con anticipación nosotros te ayudaremos en todo lo que podamos. -Añadió mi padre.
- Sí, ustedes igual portense bien .
Al escuchar esto mi tía me indico que nos fuéramos al auto para marcharnos. Ella no quería llegar tarde para dejarme en la dirección entregada por mis padres. Nos fuimos y al ver que ellos quedaban atrás me puse llorar, me costaba mucho demostrar mis sentimientos y a la vez decirlos por eso quise demostrarme firme delante de mi papá y mamá en la despedida, pero mi tía me consoló con palabras de aliento que esto era lo mejor para mí y además no era una adios sino un hasta luego. Y así fue que alrededor de 1 hora de viaje cruzamos unas rejas muy grandes y habían dos edificios enormes separados por una distancia ni tan larga ni tan cerca.
Pero no había tiempo para ponerse blanda, asi que me seque los rastros de lágrimas que quedaban en mi rostro, y me fijé que tipo de lugar habíamos llegado, debía ser mi morral para mañana asistir a mis clases , ver mi nueva habitación si sería para mi sola o compartida y lo más importante ver cómo funcionaba todo. Me despedí de mi tia baje mis cosas y se marchó.
Vivir con mis padres por el momento quedó atrás y ahora debo mentalizar en lo que tenía frente a mis ojos.