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Seres por Liyis

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Notas del capitulo:

Hola chicos!!!

Aqui esta el capitulo. Es mas largo y con mas accion claro. Ya ven, vamos para el final.

Disfruten.

Todos estaban callados, sujetando los cinturones de seguridad de los deslizadores, cinturones que no pude evitar compararlos con los que habían en los parques de atracciones, en los juegos donde quedabas de cabeza. Eran realmente grandes y apretados. Todo era oscuro y no se veía hacia donde era que no dirigíamos. No todos iban a participar en el torneo, pero aun así todos tenían que estar presentes.

Hasta cierto punto me daban nervios.

 

En cuanto llegamos caminamos por un increíblemente grande hangar, donde también vi algunos otros chicos con el uniforme. Los cuales suponía que eran las otras secciones. Nos instalamos en algún tipo de hotel. Al menos tenía más color que el BSC o la base.

Nuestro piso fue el cinco, donde había una habitación para cada uno. Eran grandes con servicio a la habitación y muchas personas dispuestas a atender tus caprichos. Pero ninguno de nosotros pediría nada. Lo siguiente que debíamos hacer era descansar. En unas horas seria la ceremonia de iniciación del torneo y se organizarían los combates.

Descubrí que podíamos encender la televisión de la habitación. No era gran cosa pero ya hace mucho que no podía hacer eso. Así que me emocione un poco. Comencé a pasar los canales, pero todos parecían tratar de lo mismo. La noticia del inicio del torneo. Había entrevistas con los organizadores donde ellos comentaban que iba a ser un gran espectáculo y seria transmitido por todo el país. El brillo que tenían todas esas personas era increíble. Seguía tratando de distraerme cuando escuche a Evan entrar por la puerta y no dudar mucho en hablar.

-Ya está decidido, Eriel, Jacob, y tu entraran al torneo-.

-¿Que pasara con Connor y el resto?-.

-Ellos serán de repuesto. Solo seis de cada sección van a participar. Los otros tres son de Érica. Esta noche es la ceremonia de iniciación, te darán otro uniforme y tendrás la opción de escoger un arma. Recuerda...

-Nada de armas -lo interrumpí, siempre me lo repetía.

-Exacto-.

Apague el televisor y me levante de la cama para comenzar a caminar hacia el balcón que estaba del lado de mi cama.

-Es el primer combate en el que participas, lee las reglas- observe como dejaba un libreto sobre la cama -no sabemos cómo trabajan los protectores, pero todas las secciones estamos unidas para esto. Nunca nos habíamos puesto tanto en contacto, así que trata de llegar hasta la final-.

-¿Ahora si va a haber un finalista de la sección A?-.

-Les estoy dando permiso de incluso ganar- dijo mientras se acercaba. Yo estaba recargado sobre el barandal observando a las personas de abajo. No era muy alto pero aun así todo se veía pequeño. El clima era cálido y no localizaba las montañas, pero la barrera estaba cerca.

-¿Dónde estamos?-.

-En alguna parte de las zonas más alejadas de la capital. Ese de haya es el estadio.- me señalo, no estaba muy lejos y se veía grande -Cuando estés en combate no vayas a dar el primer golpe. No sabes la capacidad de tu contrincante, primero evalúa su fuerza y aprovéchalo. Eres inteligente, sabes cómo hacer que ellos se derroten a sí mismos. Es tu mejor manera de pelear. No necesitas crear blancos para poder ganar. Te estaré ayudando-.

-De acuerdo- pronuncie bajo. Me estaba dando varios consejos. -...Gracias- me sentía nervioso.

-Bien...- palmeo el barandal y se dio la vuelta -vendré por ti, mientras descansa y lee esas reglas -iba hacia la puerta, cuando yo lo detuve y se giró para mirarme.

No sé porque de repente tenía tantas sensaciones al estar junto a él, y tampoco sabía porque me iba acercando pero era algo que no podía evitar. Con algo de esfuerzo por la altura enrede mis brazos en su cuello y me fui acercando hasta que nuestros labios se tocaron. Fue solo un toque, algo que no pareció durar nada. En cuanto me separe Evan solo desvió la mirada y salió de la habitación sin decir una palabra. No sabía porque mis piernas temblaban pero había sido algo que sentí de repente como una necesidad.

 

 

Después comencé a pasear por la habitación tratando de distraerme o dormir un poco. Y explorando me encontré con que tenía un baño propio. Era perfecto. En los últimos meses habíamos estado compartiendo vestidores y regaderas abiertas al público. Te acostumbrabas. Pero eso no quería decir que no las extrañaba.

Pase los últimos cuarenta minutos bajo el agua. En cuanto salí ya había comenzado a atardecer. Me senté a esperar hasta que tocaron la puerta. Lo primero que vino a mi mente es que no era Evan, porque él nunca toca la puerta.

-Pase...- pronuncie poniéndome de pie.

-Ya es hora- era Tobías. Solo se había asomado un poco y luego cerró la puerta. Yo corrí tras de él sobando mis manos de los nervios. En el pasillo ya estaba toda mi sección, y quienes iban a participar de parte de Érica eran Bryan, Gale y Adam. Aun se veía el cielo del atardecer, pero teníamos que llegar con cierto tiempo de anticipación. Seria en el estadio.

En cuanto llegamos comenzaron a formarnos y a llevarnos a unos, tipo, camerinos. Nos dieron los uniformes, los cuales era extraños, de telas de licra que se veían realmente pegados, con líneas verticales plateadas y un par de botas. Al cambiarme el traje se ajustó a mi cuerpo, como si fuera automático o algún tipo de máquina. Al salir, los mismos asistentes que nos formaron, los cuales tenían  los rostros cubiertos, nos pusieron parte de la armadura que usaríamos. Como en los hombros y en las pantorrillas.

Después volvieron a formarnos para guiarnos por un túnel donde cada que avanzábamos escuchábamos los gritos de las personas cada vez aumentando el sonido. Ya iba a ser la hora de la ceremonia oficial.

Nos ocultaron en una parte de las gradas, y los gritos aumentaron en cuanto las luces comenzaron a encenderse en el centro de la arena. Todo era de un tono dorado y había fuego en varias urnas, parecía un campo de la antigua roma. Observaba los drones, insectos que volaban al rededor del campo con las cámaras grabando cada punto y ángulo del estadio. Entonces apareció Jules Regnault, haciendo que los gritos estallaran aún más fuertes. Comenzó a hablar, haciendo algunas bromas y chistes para hacer reír al público. Pero yo deje de ponerle atención.

Baje la mirada hasta mis pies y observe mi traje, me sorprendí, con las oscuridad las líneas plateadas de este se coloreaban de azul. Antes de que pudiera tocarlas hicieron la señal y los asistentes comenzaron a explicarnos que siguiéramos la ruta marcada hasta el centro del estadio.

Obedecimos, caminaba detrás de mis compañeros hasta la parte donde la luz de una linterna me intento cegar y baje la mirada. Escuchaba el gran incremento de gritos y cuando levante la mirada, ya evitando que la luz de la linterna me cegara, lo único que escuchaba eran los latidos de mi corazón y lo pesada que se hacia mi respiración al haber tanta gente.

Los nervios comenzaron a aumentar, al llegar al centro del estadio pude ver como las demás secciones ya estaban formadas, gire mi cabeza y me encontré con que los protectores estaban del lado contrario, con los mismos uniformes y saludando a la gente, no se veían tan tiesos como estábamos nosotros. Así que solo esperamos a que siguieran con su discurso.

Después de otras palabras, Jules mostro una pantalla donde venían los esquemas del combate. Habían hecho lo posible para que se redujeran a solo una semana. Por lo que mañana a primera hora comenzarían a eliminar contrincantes para ir subiendo hasta llegar a las semifinales y de ahí a la final. Eran dieciséis participantes de “seres” y dieciséis de “protectores”. Solo habían participado las primeras cinco secciones.

Mi primer contrincante era un chico de cuyo nombre no me dijeron. Solo mencionaron números. Me tocaría pelear con el mañana a medio día.

 

Nos regresaron al hotel cuando termino. Todavía iba a haber una fiesta en alguna de las casas del presidente por lo que los controladores tuvieron que asistir. En cuanto llegue me tire sobre la cama para dormir. El sueño era mucho, y no quería pensar en lo que sucedería si perdía el combate. Iba a quedarme dormido cuando Eriel entro a mi cuarto.

-Hola- dijo mientras se acercaba a sentarse a mi lado. Yo me levante a duras penas y lo mire un momento. ¿Qué era lo que sentía por Eriel realmente? Siempre ha sido una buena persona conmigo y es con quien me encantaría quedarme a conversar de cualquier cosa. ¿Pero entonces porque sentía la necesidad de besar a Evan?

-Mañana me tocara pelear antes que a ti-.

-Oh, podre verte entonces-.

-En estas etapas siempre son cinco combates al mismo tiempo en el estadio. Así que habrán varias parejas más peleando en tu turno.

-Genial...- mencione, sin saber que decir ahora.

Tuvimos una pequeña conversación de miradas, hasta que Eriel comenzó a acercarse a mí y sosteniendo mí nunca se aproximó a besarme. Pero no lo deje. Lo detuve apenas separándonos por un centímetro. El me miro confundido.

-¿Que sucede?

-Yo... yo no sé- baje la mirada, con mis manos en su pecho para alejarlo. -Todavía no sé-.

Sentí como Eriel se decepcionaba un poco. -De acuerdo. Solo una cosa, aun tienes que pagarme un favor. ¿Recuerdas?- dijo en susurros mientras acariciaba mi cabello, me había olvidado de eso. Solo fruncí el labio y asiento, no sabía que era lo que quería con eso.

 

 

Al siguiente día Érica fue la que me recogió para llevarme al estadio. Una vez ahí observe a todo el público. No creía que se fueran a quedar ahí todo el día. Eriel había estado en lo cierto. Los que parecían los jueces estaban sentados en lo alto del estadio observando a todos pelear. La arena era grande, por lo que nada impedía el espacio.

-Evan vendrá en unos minutos. Comienza a calentar-.

-Si- respondí.

-Y Will... no te preocupes, lo harás bien. Demuéstrales a esos "protectores" de lo que son capaces los "seres". Dependemos de ti- trato de darme ánimos. Yo asentí y le sonreí. Aunque sabía lo literal que me lo estaba diciendo. Seguía sin saber porque era yo su principal arma. Y si era sobre ganar el torneo aun dudo que pueda llegar muy lejos.

 

Pasaron los minutos y Evan no apareció. Después de haber entrenado un poco observe como finalizaba la ronda de Eriel. Como ya me lo esperaba el había ganado. Observe como pasaban a la siguiente ronda cuando Evan apareció a mi lado.

–Acompáñame- Se dio la vuelta a paso acelerado.

-¿Porque llegaste tan tarde?-.

-Tuve un problema. ¿Leíste las reglas?-.

Me quede callado, rayos, lo había olvidado por completo. -Eh...-.

Evan me observo un segundo para luego rodar los ojos. -Es la primera fase, así que solo puedes usar combate, y si realmente se requiere puedes disparar. La pelea es hasta que derribes a tu contrincante o lo dejes inconsciente. Habrá drones alrededor de ti, son cámaras y distracciones, ignóralos. -mientras hablaba fuimos caminando hasta la zona de salida para el combate. -Tienen su área, no vayas a salir del círculo de combate. No puedes usar escudos y no vayas a hablar con tu contrincante.

-De acuerdo- asentí mientras me ponía en la línea de salida.

-Camina hasta el círculo cuando den tu señal. Haz una presentación y acepta a las reglas que diga el árbitro-.

Volví a asentir y el desaparición. No sabía si el estaría observando la pelea. Esperaba que no.

Después de unas palabras del presentador dieron la señal y salí a escena con todas las aclamaciones del público. Según lo que llegue a ver en el turno de Eriel era más tiempo llegar a formarse que lo que tardabas en vencer a tu oponente. Ya en el punto, ignore por completo las palabras del presentador y las del árbitro mientras repetía las reglas.

Me quede observando a la persona con la que iba a pelear. Si, era más alto que yo y se veía más fuerte. A parte de que el no parecía ser controlado como me esperaba que fueran todos, por la manera en las que todos sonreían y saludaban a las personas en la ceremonia.

-Den dos pasos al frente- ordeno el árbitro y así lo hicimos. -¿Listos?- él fue el primero en ponerse en posición de combate. Yo tarde un poco más en reaccionar y formarla. Pero no podía concentrarme muy bien.

Entonces el sonido del pitido del arranque fue lo que me hizo reaccionar. Mas el puño que se acercaba a mi rostro y atino sin ninguna duda. Me empujo, estaba a pocos centímetros de salir del círculo. Sostuve un poco mi mandíbula sintiendo el dolor del golpe. Era fuerte.

Eriel había tenido razón. Era rápido para el público, pero para mí fue como verlo casi en cámara lenta. No podía pensar en mis movimientos, ni podía crear escudos como acostumbraba en momentos como estos. Pero trate de disfrazarlo como un entrenamiento normal y concentrándome, logre encontrar la debilidad perfecta de mi oponente. Se movía mucho, de un lado a otro y daba muchos giros.

Servía para intentar confundirme de donde podría llegar el siguiente ataque. Había logrado darme un codazo en mi muslo, haciéndome doblegar y casi caer. Fue entonces que me quede quieto solo para poder leer sus movimientos, como los hologramas de las cabinas de entrenamiento, estas personas si estaban siendo controladas desde el gobierno, bien controladas para que parecieran personas normales ante el público. Me adelante a sus movimientos y antes de que pudiera volver a golpearme ya le había atinado un golpe en su nariz con el costado de mi brazo, deteniendo su velocidad y obligándolo a caer al piso sin más remedio y con la nariz reventada.

Entonces regrese a la realidad y escuche los gritos del público celebrando, creí que había ganado hasta que el árbitro comenzó a sacudir su mano y a gritarme. Al parecer en la primera fase no podía ocasionar golpes que hicieran sangrar. Fruncí el ceño y comencé a discutir también. Hasta que Evan intervino y logro sacarme de ahí. Debí haber leído el reglamento o haber puesto atención a las últimas cosas que dijo el árbitro. Pero es que cuando peleaba con los demás nunca sangraban, seguíamos siendo más resistentes a los golpes.

-No me dijiste que no podíamos hacerlos sangrar- debatí antes de que Evan comenzara a retarme.

-Debiste haber leído las reglas. No importa, no creí que llegaras a hacerlo-.

-No medí bien mi fuerza, pero tampoco creí que fuera para tanto. No parecen muy resistentes, de todas formas- una vez dentro del vestidor pude ver la marca roja que tenía en la mejilla.

-Ahora solo queda esperar a lo que digan los jueces-.

-¿Cuándo anunciaran al ganador?-.

-Cuando termine la ronda-.

La ronda de la primera fase fue el día entero. Termino como a las once de la noche y si habían cambiado al público. Para el final solo pusieron en la pantalla el esquema de los ganadores con sus próximos contrincantes. Agradecí de que mi fotografía estuviera ahí, junto con mi número, para esta etapa ya solo quedaban dieciséis participantes.

 

Para la siguiente ronda debía pelear con un chico que era prácticamente de mi tamaño. Pensaba que todos los “protectores” serian en promedio adulto jóvenes. Pero este, se veía igual de adolescente que yo. Me toco pelear en la tarde, a la hora en la que el público desalojaba y entraba el siguiente. Así que esta vez no había tanta gente gritando a mí alrededor.

Ya podíamos usar armas y escudo. Pero yo me limite a únicamente lo mío. Fue una pelea más difícil, era hábil con esa cosa, y yo ya tenía malas experiencias con las hachas. Llegamos al punto en el que tuve que usar una cuchilla para apoyarme de su golpe y fue tanto el impacto que el mismo impulso nos alejó. Apenas había tenido tiempo de reaccionar cuando ya  me había arrojado el hacha, salte al ataque, logrando esquivarlo y apunte en el aire. Localizando inmediatamente el hombro de su armadura. Tan peculiares. Dispare y como siempre era de esperarse lo golpee, lo que ocasionó que cayera al piso con su armadura destrozada y cuando el hacha regreso hacia él se siguió de largo hasta clavarse en el concreto.

Lo había visto tan rápido que ni siquiera me di cuenta de cuando llegue al piso. Pero de un momento a otro, ya tenía la respiración agitada y el árbitro me estaba nombrando ganador.

Sonreí, era algo que ninguno de nosotros había hecho desde que llegamos a este lugar. Pero lo reprimí lo más que pude y cuando termino pude regresar a los vestidores, me quite la pesada armadura y espere a que el día terminara.

Corrí a ver la pantalla ya que todos comenzaban a desalojar el estadio, pero fue entonces que no me alegre tanto de ver mi nombre en la pantalla, o más que mi nombre fue la persona con la que me iba a tocar pelear para la siguiente ronda, incluso creo que palidecí y deje de respirar. Esta era una chica que ya reconocía, era la misma que estaba de guardia cuando entramos al laboratorio. La que había estado presente cuando asesine a uno de mis compañero. Ya había peleado con ella y para ser sincero era algo que no quería volver a repetir.

Su fotografía era más seria que nada de lo que había observado, con cabello castaño y una mirada más aniñada. Sabía que en los protectores había mujeres, pero no me esperaba que me fuera a tocar con una, y menos con una tan peligrosa. Pero debía ganarle para pasar a los cuartos.

Notas finales:

Puede que me haya confundido en algunas cosas. No lo se. Pero bueno.

Nos leemos n.n


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