Habían terminado con la sección B y D de una manera incluso fácil. Damián estuvo con el ceño fruncido todo el torneo, como si ya predijera que iban a perder, yo me mantuve optimista, esperando que sea Will el que logre terminar con esto. Nos habían llevado a una junta advirtiéndonos que algunos agentes se habían metido al edificio del BSC buscando algo en la parte central de los laboratorios. Pero aun no sabíamos que era lo que buscaban. Nos mantuvimos la mitad del tiempo tratando de investigar, y eso nos ponía más cansado.
Ya había comenzado a sospechar, pero aun así, no me parecía posible que gente como el concejo comenzaran a ser tan cobardes como para meter sus redes. Aun así nada estaba confirmado y por ahora Giselle nos pidió que siguiéramos participando en los torneos como si aún no sospecháramos. Luego vino la pelea para pasar a la segunda mitad del torneo.
Tenía que estar con Will para que saliera a la arena, donde aún se mantenía nervioso, pero se veía curioso por la situación en la que yo estaba y sabía que podía sentir mi cansancio. Lo acompañe hasta el área de preparación para que subiera por el ducto. Después tendría que reunirme con el resto en el área de asientos para controladores, pero justo cuando iba para haya a intentarlo Érica y Damián aparecieron de la nada. Se suponía que ellos ya debían estar ahí así que reaccione con la primera señal de alarma.
-¿Qué pasa?-.
-Ya sabemos quiénes son- respondió Érica sosteniendo su ordenador –Esto es lo que buscaron en el laboratorio, la fórmula del químico que usábamos para sedar a los “seres”. Creemos que quieren interceptarlos-.
Observe el papel donde venía la información, al hacerles los estudios aplicábamos un sedante lo suficiente fuerte para dormirlos ya que era diferente a con un humano normal. Luego quedaban resentidos por algunos días.
-¿Cómo lo consiguieron?-.
-Chloe Briand, era uno de los científicos en cubierto del gobierno de los que sospechábamos, cuando creímos que había muerto en el ataque en realidad había estado enterada desde un principio. Creemos que es parte del concejo. Si la encontramos podremos saber más-.
-Tenemos que estar haya arriba- me frote los ojos con tanta información.
-No podemos…- respondió Damián –Ellos han sido los primeros en romper el trato. Norman esta con Giselle, uno de nosotros tienen que ir por esa perra y otro debe ir por esos niños, tenemos que hacer el plan de emergencia ahora.
Aunque lo observe de manera pesada no podía debatir, tenía toda la razón.
-¿Y qué hay de Will y Bryan?- pregunto Érica con algo de nerviosismo en su voz. Era verdad, si habían ido a este paso él estaba en peligro, y no podía dejar que nada le sucediera.
-Están a la mitad de un torneo, tendría que esperar a que el torneo terminara para poder sacarlos-.
-No tú iras por los demás- ¿desde cuándo ese imbécil se creía para decirme que hacer?
-Yo los sacare al final de su ronda, no te preocupes- se ofreció Érica. Bueno, a ella si le creía.
-Yo iré por esta maldita.
Deje el auto a la distancia, podía ver un camión de carga justo en la entrada del hotel, no había una sola alma por aquí, todos deberían estar en el estadio, había guardias alrededor de ella y se podían checar más adentro. No veía más movimiento pero luego fueron acertadas todas las conclusiones, llevaban a todos los “chicos” inconscientes y sedados, los cargaban y los metían dentro del camión, a cada uno de nuestras secciones. Ya estaba comprobado. Tenía que hacer algo, no podía dejar que se los llevaran.
Accione el comunicador y trate de conectar la señal con Érica.
-Los encontré, tenían razón, ya rompieron el trato. Tenemos que enviar la señal de alerta- susurre. Espere por una respuesta pero la señal parecía averiada. Lo intente de nuevo, pero sin ningún resultado diferente. Eso era aún más angustiante.
Escribí un mensaje para Damián, dando la autorización para la señal. Luego volví a analizar el lugar, los metían a todos en el mismo camión, tenía que buscar un modo de distraerlos y de que pudiera tomar el control de él, solo llevaba un arma con ya algo de falta de energía.
Necesitaba una distracción urgente. Trataba de idear algo en mi mente hasta que note como todos empezaban a alterarse y comenzaron a entrar al edificio, dejando solo a dos personas al cuidado del vehículo. Baje del auto con el mayor sigilo posible aprovechando de inmediato esa oportunidad y comencé a acercarme hasta ellos.
Logre acecharlos sin que me detectaran y con rapidez les dispare a ambos. Ahora tenía que darme prisa antes de que el sonido de los disparos atrajera a los demás. Apenas y lo tenía pensado cuando escuche los pasos de todos comenzar a acercarse y no tuve de otra más que regresar al callejón a ocultarme. Alcanzaba a escucharlos hablar.
-Se ha escapado, ya casi lo teníamos-.
-No debe estar muy lejos, los quieren a todos así que vayan a rodear el área-.
-Entendido.
Sabía que iban a pasar por este lugar como primer objetivo de búsqueda, así que trate de moverme y adentrarme un poco más en él. Encontré una puerta iba entrar cuando esta se abrió del otro lado. Me sorprendí al encontrar a Eriel que iba con cierta velocidad. Lo empuje para que volviera a entrar.
-¡¿Qué haces aquí?! -pregunto incrédulo Eriel al verme.
-Vengo a salvarlos ¿Cómo paso esto?-.
-Creí que ya lo sabias. Llegaron con la excusa de una muestra de sangre, yo logre escapar antes de que me tocaran pero todos los demás estaban inconscientes. De repente nos invadieron. ¿No dijiste que esto terminaría con el torneo?-.
-Son esos malditos del concejo, rompieron el trato-.
-¿Y qué es lo que haremos ahora?- pregunto. Yo guarde silencio un momento
-Tenemos que salvar a tus hermanos y para eso te necesito conmigo-.
Ambos comenzamos a caminar hacia el camión, todos los guardias seguían buscando, necesitábamos una distracción y ellos estaban entretenidos buscándolo a él, así que Eriel sería mi distracción. En lo que entretenía a los guardias yo arrancaría el camión para salir.
El chico se adelantó unos pasos más para posarse en frente de todos esos guardias.
Cheque que todos comenzaran a rodearlo y entonces revise el camión. El conductor no estaba pero me faltaban las llaves, me metí entre el volante y el asiento para comenzar a sacar algunos cables que me ayudaran a obligar a encender el vehículo. Entonces hubo un estruendo. Volví a mover los cables hasta que pude hacer que se encendiera, comencé a conducir y pite la bocina, abrí la puerta del copiloto y arranque en reversa observando por los espejos el círculo que había comenzado a rodearlo. No estoy muy seguro de que fue lo que hizo, pero logro empujarlos a todos y subir a la camioneta a tiempo.
-¡Retrocede! ¡Retrocede!- grito.
-¿Qué?- pregunte -la carretera está al frente, tenemos que salir ya-.
-¡Haz lo que digo!- Abrió la ventana y acciono los disparos. Hice lo que me pidió y pude ver los vehículos a los que habían comenzado a subir. Eriel disparo a todos para que no funcionaran. Había tenido una idea increíble. Una vez que termino con todos volví a cambiar las velocidades hacia el frente, derrapando un poco y ahí escuchamos los primeros gritos del público desde el estadios. Alguien ya había ganado.
Por no tener el cinturón Eriel se fue al frente del asiento y choco con la guantera. Le costó reponerse, yo continúe conduciendo hasta que nos integramos con el resto de los autos.
-¿Todavía están los torneos? -me pregunto confundido.
-Si-.
-¿Y qué pasa con Will? ¿Aun esta ahí? Y Bryan? ¡Están en peligro si siguen ahí!-.
-Érica se hará cargo, he tratado de comunicarme con ella pero por desgracia no me contesta-.
-Detén esto. Voy a ir a buscarlos- observe como estaba dispuesto a abrir la puerta y yo pare el camión metiéndome en la tierra de lo desiertas que son estas partes de la carretera.
-Detente- me incline para cerrar su puerta. -No creas que aun puedes hacer lo que quieras-.
-Tu no estar dispuesto a hacer nada. Esto ya no tiene sentido, está destruido, a este paso vendrán por nosotros y nos chuparan la energía-.
-Revisemos que los demás estén bien- baje del auto y el me siguió por detrás. Abrimos la compuerta, todos estaban bien, completamente dormidos.
-No van a despertar hasta mañana probablemente- le anuncie.
-Tengo que ir a buscarlos- lo escuche de nuevo.
-Muy bien. Escucha, te llevaras el camión, tienen que correr hacia la muralla, los quiero lo más cerca que puedas de ella.
-¡¿Y Will?!
-Iré por él, estará bien. Pero te necesito con ellos. Pasa, mañana en la mañana por la puerta trasera de la lateral del estadio. Ahí van a estar tanto Will como Bryan, los ayudaras a escapar-.
-¿Y tú? -se escuchó resignado.
Eriel seguía mirándome entre extrañado y nervioso.
-Yo no iré con ustedes, aún tengo que resolver eso, si algo me sucede tienen que salir de la muralla-.
Suspiro y observo dentro del camión, donde el resto dormía. -De acuerdo- se puso la capucha de la sudadera y termino de cerrar el camión.
-Hay otra cosa- lo detuve antes de que siguiera caminando para subir al vehículo.
-¿Qué?-.
-Es un pacto en el que todos los controladores concordamos en cuanto esto sucediera, en caso de que no saliera como lo teníamos planeado- me miro extrañado.
-¿De qué hablas?-.
Hice que se revelara el enlace que nos unía, y sin más lo rompí.
Él se encogió y bajo la mirada como si le hubiera dado un golpe directo en la boca del estómago.
-¿Que acabas de hacer?- me pregunto con dificultad.
-Ya está hecho, tienen lo que tanto querían, esa oportunidad de escapar. Si no están atados a nosotros será más fácil que puedan salir de aquí. Es importante que estén a salvo-.
-¿Qué? Pero y... ¿Porque?-.
-No todos los controladores son tan malos-.
-¿Y las demás secciones?-.
-También. Ahora vete-.
Asintió y note una pequeña sonrisa en su rostro, corrió hacia el frente subiendo al camión, lo encendió he hizo lo posible por tratar de tener el control de esa máquina. Dolía romper un enlace, más que el dolor físico estaba el dolor emocional. Y ahora que lo notaba Eriel siempre había sido el mejor y con quien mejor iba a poder pelear, casi como un equipo. Era el tiempo suficiente para que pudieran llegar lejos.
Busque entre los autos que pasaban cuando escuche los grandes gritos de la multitud, alguien más había ganado. Tenía que llegar rápido para asegurarme de que Érica haya logrado el objetivo. Llegue a una gasolinera que habíamos pasado y tome una de las motocicletas deliberadamente. Arranque lo más rápido que pude hacia el estadio. Pase por el hotel, la mayoría de los guardias se habían ido y los demás habían muerto. Esculque uno de los cuerpos y tome una de las armas de sus armas. Rodee todo el edifico hasta que vi a uno de ellos con una bala en la pierna, quejándose por el dolor. Me acerque a él con el arma apuntándole.
-Tienes una gran suerte de estar vivo- le puse el arma en la cabeza- pero esa suerte puede estar a punto de acabar- el hombre comenzó a revolverse y a suplicar que no lo matara.
-No, por favor no, hare lo que sea-.
-¡¿Quién los envió aquí?! ¿A donde iban a llevar ese camión con todos esos niños?-.
-No tengo idea de quien dio la orden, solo teníamos que cumplirla-.
-¡¿A dónde tenía que llegar ese vehículo?!- insistí ahora haciendo que escuchara el sonido del seguro ser retirado.
-Lo llevábamos a la base de la central eléctrica de la muralla, cerca de las agencias del gobierno. Muy cerca- lo noquee con el arma, ya tenía mi respuesta, de nuevo en la motocicleta me dirigí hacia el estadio.
Cuando llegue ya hacia comenzado a anochecer, pero lo que me hizo sentirme alterado y angustiado fueron los gritos de las personas aun celebrando. Los torneos aun seguían, lo que significaba que Érica no había podido sacar a Bryan y al chico de la sección C, suponía que era lo mismo con los demás. Revise el ordenador, no habían ningún mensaje.
Entre por la parte de atrás, logrando que nadie me viera y trate de avanzar disimulando mis pasos con las personas que se encontraban por los pasillos. Busque por los vestidores a Will, pero no estaban. En el tablero ya estaba su fotografía para pasar a la siguiente ronda.
Me cole entre los asientos del público, donde pude ver la pelea que tenia Bryan, busque entre los asientos de los controladores, vacíos. Ni siquiera de la sección C o D. El chico era listo Érica ni siquiera llego a advertirle, si lo hubiera hecho por su propia voluntad no estaría peleando. Así que solo podía tener dos opciones sobre ella, o estaría inconsciente y la habrían raptado como para no darle advertencia que pudiera sentir o ya debió haber roto el enlace con sus "seres" o podrían ser las dos.
Tenía que esperar a que su torneo terminara
El chico había ganado de milagro, aunque aún se veía afectado por los golpes de ese "protector", sabía que Érica le tenía un aprecio y confianza especial a él. Por eso procuraba no elegirlo para los torneos.
Apenas iban a comenzar a vaciar el estadio, trate de encontrarme con Bryan en los vestidores, pero apenas entro a ellos dos de los guardias entraron a custodiarlo. Debió ser lo mismo que con Will, solo que con el no había llegado a tiempo.
No tenían planeado dejarlo solo, lo tenían acorralado. Los intercepte en los vestidores a tiempo para poder dejarlo libre. Golpeando hasta dejarlos inconscientes y robando de paso otra arma.
-Tienes que salir de aquí. Hay que ir a la zona de la enfermería-.
-¿Dónde están los demás? ¿Y Érica?-.
-¿Puedes sentirla?- me detuve.
-No... Pero es como si estuviera ausente- lo notaba preocupado.
Ya todo se estaba desmoronando así que ya no importaba. -Escucha, vas a salir, al resto de tus hermanos intentaron acorralarlos en el hotel, pero logramos evadirlos, sin embargo tú, Will y los otros "seres" de la sección C siguen aquí. Eriel vendrá por ustedes mañana, temprano. Necesito que te lleves a la sección C-.
-¿Qué? ¿Por qué? ¿Y Will? ¿Y el resto de los controladores?-.
-Luego te termino de explicar, ellos te alcanzaran pronto. Pero de verdad te necesito en esto-.
Me observo fijamente y luego solo asintió.
Nos metimos a la enfermería donde prácticamente nos robamos las camillas donde estaban los chicos de la sección C. Jalamos de ellas hasta sacarlos de la habitación y los fuimos jalando por los pasillos vestidos de doctores, con mascarillas en la cara y el traje verde. Salimos sin ningún inconveniente, con todas las personas saliendo del estadio y llevando a los guardias de aquí para haya ni siquiera nos notaron. Caminamos hasta llegar a una parte de grandes bodegas, para ese momento empezó a llover entre la oscuridad. Forzamos la entrada de una de ellas y metimos las camillas con los chicos inconscientes.
-Cuídalos y quédate aquí, no dejes que nadie te vea. Mañana temprano pasa por esa parte del estadio -señale desde la salida- es ahí donde te encontraras con Eriel, Will y Érica ¿está bien?-.
-Si- contesto y asintió.
-Me voy- anuncie tomando mi arma y dándole una a él por precaución.
-Suerte...- lo escuche y solo le agradecí con la mirada.
Lo siguiente era ir a la bodega eléctrica. Parecía un lugar razonable para que se ocultaran de alguna forma, así fui por camino recto. Esperaba que Will estuviera ahí. Pare la motocicleta cuando estuve a pocos metros, la lluvia hacia que el lugar tan desierto se inundara un poco. La bodega eléctrica no era tan grande pero a lado suyo estaban los grandes edificios del gobierno que manejaban esta zona del país.
Estaba preparando para adentrarme cuando me llego por primera vez un mensaje.
-¿Dónde has estado?- era Damián.
-Trabajando, ¿tú que crees? Ya tengo a Briand. ¿Qué paso con los niños?-.
-Están bien, están en un camión hacia la muralla en la parte norte. Ya no tienen enlace-.
-Los míos tampoco, pero Érica no me contesta-.
-Es en lo que estoy. Temí por ella así que fue a buscarla y al parecer nunca pudo acercarse a Will o a Bryan. Querían llevar a los “seres” a la bodega eléctrica de la zona, así que supongo que ella debe estar ahí- iba caminando con rapidez y sigilo, me plante en una de las puertas, no había vigilancia alguna y eso era sospechoso.
-Espera ¿estás ahí solo?-.
-Sí, será rápido ahora que tienes a Chloe.
-Para eso te llamaba de hecho, la maldita fue rápida al delatar, ya me dijo quién es la cabeza de todo esto-.
-Querrás decir quienes-.
-De hecho, al parecer todo esto ha sido dirigido por una sola persona-.
Me confundió un poco. -¡Ya dime quien es!-.
La señal comenzó a fallar. Trate de llamarlo para ver si me escuchaba pero ni siquiera eso pude porque en menos de lo que pude reaccionar ya tenía una bolsa en la cabeza y estaba completamente inmovilizado.
Comenzaron a jalarme y deje que me llevara ya que no había un solo sentido para intentar resistirme. Supe que estaba dentro de la bodega cuando deje de sentir el agua caer. Después fue borroso tratar de adivinar el camino.
Me ataron a una silla y luego me quitaron la bolsa de encima, aunque aún así, no era capaz de ver algo entre tanta densidad. Luego encendieron las luces de la habitación, en frente de mi estaba el ser más patético de quien me podría encontrar
-Pero que certera llegada. Que... puntualidad de su parte controlador Vans. -su voz torcida y burlona era irritante.
-Jules Regnault - pronuncie. No, era imposible. –Es usted, usted es el que planeo todo esto-.
-¿Se notó el éxito de mi trabajo?- seguía observándolo sin poder creérmelo –Siempre fui un firme creyente del poder y la sabiduría. Los “seres” son un tipo de magia creada por el hombre pero controlada por la naturaleza. No podían seguir aquí, no podíamos simplemente dejar que ellos anduvieran tan libres. Pero tienen una estructura tan encantadora, que no pude detenerme de querer saber más sobre ellos y fue así como descubrí que si podíamos hacer que volviéramos a controlar lo que nosotros creamos-.
-¿Qué paso con el concejo? ¿Qué es lo que quiere con esto?-.
-El consejo ya no existe, es más nunca existió y en cuanto mis protectores vayan por el resto de sus seres, tendré mi ejército y lo lamentaran. Mi primer ideal será deshacerme de todos ustedes que han sido una verdadera roca en mi zapato.
-¿Cómo es que usted?-.
-Sé que está sorprendido. Deseaba tener a un grupo de personas amargadas y conservadoras a quienes matar. ¡Oh! No, no, no, usted no encontrara lo que busca de esa manera. No para nada. Lo que usted busca esta aquí -toco insistente su cabeza.
-Usted es igual un conservador-.
-No, yo soy el más liberal de todos, liberal para creer que hay una manera de crear una revolución en esta ciudad. Lo que quiero… lo que quiero es poder tener el poder en la palma de mi mano- exageraba cada uno de sus movimientos.
-Mataras ciento de personas-.
-¿Personas? Personas, no me importan las personas son tan... nerviosas y llenas de pánico, también las considero una piedra en el zapato, no, no, no, yo disfruto más a los “seres”, disfruto... experimentando con ellos- sonrió y eso hizo que se me estrujara el pecho -Y hablando de eso, controlador Vans, tengo un nuevo experimento esta vez- saco de su bolsillo un tubo de laboratorio con sangre -es de su mejor arma-.
Fruncí el ceño al escucharle -Maldito ¡¿qué le hiciste?!- grite, si no me estuvieran sosteniendo ya lo estaría amenazando con golpes.
-Oh, nada, nada, solo es una prueba para revisar cual es el potencial de tu mejor arma. ¿O no era eso para lo que querías?- imbécil –Sera solo un pequeño intermedio antes de que recupere a el resto de los suyos. Este torneo aún no se acaba-.