Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Seres por Liyis

[Reviews - 15]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola mazapanes!!
¿Se dieron cuenta de los nuevos anuncios que han comenzado aparecer o solo es mi maquina? En fin, aqui esta el capitulo. Se que les habia dicho que la mayoria de la historia iba a ser narrada por Will, pero podia haber algunas excepciones, y esta es una de esas excepciones. Asi que este capitulo va a estar narrado por Evan. Asi que tiene mucha informacion valiosa. Espero les guste!!

Disfruten.

Habían estado tantos siglos peleando, centrar a todo el mundo a una guerra eterna, que fue muy tarde cuando pudieron crear su imperio, cuando creyeron que había llegado el momento de la paz. Para ese momento, ya se les había olvidado que significaba ese concepto.

 

Después de varios años disimulando su sociedad perfecta, fue cuando ese disfraz se cayó y los más grandes rangos comenzaron a dividirse, ahora estaban los liberales, o conocidos en la sociedad como “terroristas” que simplemente estaban cansados de estar encerrados a través de la barrera, los que ya habían hecho conexiones con otros países, mucho mejores al que estábamos encerrados, y luego estaban el concejo, la máxima autoridad que se aferraba al imperio perdido.

Los grandes problemas empezaron cuando el gobierno se dividió. Cuando los que tenían ese ideal liberal empezaron a tomar su camino, y dividieron la BSC como una empresa externa, y luego, agentes del gobierno conservador empezaron entrar en ella y utilizarla a su favor a base de juegos y tretas, la captura de los “seres” en los torneos y su abuso con ellos, el inicio de las revueltas por el mal gobierno y después la llegada de su propios “seres” con un título diferente, “protectores”. Era una clara indicación de que algo malo se estaba acercando.

Hicimos una junta. Después de que atacaron a nuestra base a la que ellos dijeron al público que fue de terroristas y mataron a uno de nuestros controladores, luego fue el ataque de un monstruo que había atravesado la muralla y la destrucción completa de nuestro principal centro de laboratorio y orden, que tuvimos que hacer algo.

El concejo estaba buscando la manera de destruirnos. Todo lo estaban organizando para mantener el control total del país y eso era algo que no podíamos permitir.

No podíamos pedir ayuda del extranjero todavía. No podíamos iniciar una guerra en ese momento porque ciertamente todavía no estábamos listos. Así que solo podíamos pelear a su manera pero con nuestras mejores armas los “seres”.

 

Deje que el mocoso hiciera su trabajo confiando ciegamente en que lo haría bien. Una vez entre a la oficina del presidente con todo el sigilo que pude me olvide por completo de él. Derribe a dos hombres que cuidaban la entrada y tome las armas de ambos escuchando los movimientos de más personas dentro de la oficina aparte de esos dos. Trate de verlos entre la oscuridad hasta que las luces volvieron a encenderse. Entonces les pude disparar a los otros dos guardias sin problemas. El presidente apenas y había intentado ponerse de pie cuando se dio cuenta que no podía hacer nada, más que obedecer a lo que yo le dijera sin problemas.

Se sentó de nuevo en la silla de su escritorio con su figura corpulenta. -¿Qué es lo que quieres? Se quién eres, y espero que sepas que matarme no te dará nada-.

Baje el arma y me acerque hasta el escritorio.  –Por ahora mantenerlo vivo me sirve más-.

-¿Qué es lo que buscas?- pregunto de nuevo. Ese anciano era una perfecta marioneta del concejo. Nadie sabe quiénes son los integrantes, donde están o que hacen, sus identidades son completamente secretas y ponen a un presidente como distracción para guardar las apariencias.

-Usted envió una tropa esta mañana a invadir la base de mis “seres”. Ha autorizado una proclamación que no tiene ni pies ni cabeza-.

-Yo no puedo hacer nada. Ya se lo he dicho, el concejo es el que manda-.

-Pues busque la manera de que el concejo cancele esa orden. No sabe lo que están haciendo, están adelantando una guerra de la que no van a poder escapar-.

-Mentira, ustedes son los que se están metiendo en ese hoyo. Nosotros estamos preparados para ello- su estúpida sonrisa de prepotencia me hacía querer darle un tiro en la cabeza. Pero lo que decía era cierto. Somos nosotros los que no estamos aún preparados para la guerra por eso era una estupidez mandar a matar a este imbécil como una advertencia. Todavía necesitábamos más tiempo, estaba seguro de que aún había una manera de evitarlo.

-¿Está seguro de que a ellos le importa usted?- borro su sonrisa. –No crea que usted sirve en esto, para ellos es un inútil, en cuanto inicie la guerra lo asesinaran-.

-No pueden hacer eso, habría revueltas por todas partes-.

Una de las principales prioridades del concejo era mantener la calma por toda la ciudad. Si había una guerra la gente no debía darse cuenta de ello. Su principal punto a favor es la población, para que los siga amando y puedan hacer como ellos lo dicen “lo que la gente mande”.

-Sabe lo sucio que juegan- comencé a acercarme -Solo sería cuestión de anunciar que el asesinato del presidente Roth Lehner fue debido a un “ser”. Perdemos tanto usted como yo. Pero al menos yo seguiré con vida-.

-Aun que les diga que cedan a esa orden no hay manera de que me vayan a tomar en cuenta- se rindió.

-Oblíguelos. –di la vuelta por su escritorio y encendí su ordenador. Un aparato de alta tecnología simulado a una computadora pero sin base ni una forma fija, solo la información de miles de carpetas que se expanden por la red. Coloque mi huella digital sobre la base de la mesa para que el aparato la leyera, se abrieron todos los datos pertenecientes a mi ordenador. Este tipo de tecnología la poseían las personas de gobierno y alto rango. No había manera de hackear la información más importante de estas personas a menos que las maten, cada persona tiene su propio ordenador. Accedí al archivo del “plan –xv”, tome la mano del anciano y lo obligue a marcar su huella. Luego simplemente le envié el archivo. –Hágales una propuesta-.

-¿Qué es esto?-.

-Su siguiente gran espectáculo para mantenerlos a todos tranquilos y ponerlos en sus anuncios los próximos cuatro meses. Y también como una manera de resolver esto sin que el público se dé cuenta. Si el concejo gana, podrán llevar a cabo todo lo que quieran sin que nos pongamos en su camino. Si nosotros ganamos ustedes abrirán las puertas- volví a alejarme.

-Y qué pasa si simplemente ordenamos que comience la guerra-.

-Esto no es entre países. Y atrapados en este hoyo solo nos mataremos entre todos, dígale adiós a su gobierno y a su intento de estructura social-.

-Con esto no harán nada más que comenzar una pelea peor-.

-Estamos preparados para eso ¿Ustedes no?- mantuvo silencio –Es una oferta que no van a poder rechazar, así que solo dile que es de nuestra parte- me di la vuelta y comencé a caminar hacia la puerta.

-Malditos terroristas- lanzo un gruñido y se dejó caer en el respaldo de la silla.

-Maldito imbécil…- susurre, pero apenas iba a abrir la puerta, las alarmas comenzaron a sonar por toda la habitación. Lo observe -¿Qué está pasando?-.

En eso más guardias irrumpieron en la oficina. –Señor, tenemos un infiltrado, es un “ser”, en la sala de laboratorios. Tenemos que sacarlo de aquí- hablo el que parecía ser el sargento en ese escuadrón. El primero que paso por mi mente fue Will, inmediatamente lo sentí, por día sentir mi conexión del enlace con la de él.

-¡¿Qué hace un ser aquí?!- casi grito el presidente mientras era obligado a salir de la oficina.

Pensé rápido y levante de nuevo el arma que nunca había soltado, sujete al presidente del cuello del saco y puse el cañón en su garganta. -¡Ahora escucha!- sentí todas las armas apuntarme y al anciano temblar. –Vas a decirle a tus guardias que no ataquen al “ser”, vas a darnos un helicóptero y vas a decirles a todos que esto no  fue más que un mal entendido y una falla en el laboratorio. ¡¿Te quedo claro?!-

-Trasparente…- su voz tembló y no pude evitar sentir tanto asco por una persona.

-Llévenme con el “ser”- baje el arma, aun sosteniendo al presidente y él les hizo señales a todos para que hicieran lo mismo.

Lo primero que pasaba por mi  mente la recorrer los pasillos hacia la sala de seguridad con un enorme escuadrón de soldados detrás de mí, era en lo mucho que iba a castigar a ese mocoso, empezaría por recordarle que mis órdenes se deben cumplir al pie de la letra, enseñarle que debe dejar su maldita curiosidad a un lado.

Los guardias empezaron a buscar la forma de forzar la puerta. No entiendo en que pensaba con eso. Esperaba que pudiera sentir mis ganas de golpearlo, pero tenía que retener mis deseos hasta que llegáramos a la base. Terminaron derritiendo los extremos de la puerta para luego simplemente tirarla.

Una vez la puerta cayo, pude entrar después del escuadrón que había preparado al máximo sus armas. El humo que había dejado la puerta no me dejaba observar muy bien, hasta que lo divise. Todos mis deseos se desvanecieron e incluso me pregunte porque los guardias aun no bajaban los cañones.

Will estaba en el piso, con las piernas encogidas y sus brazos protegiendo su cabeza. Era una escena conmovedora e incluso tierna, alguien como él no parecía ser capaz de hacer algún daño. Eso fue exactamente lo mismo que pensé la primera vez que lo vi, nunca espere que hiciera estallar una bomba de energía con tal magnitud, hubiera destruido el edificio entero si seguía reteniendo sus poderes más tiempo.

Parecía que esperaba el tiroteo, una vez se dio cuenta que nada pasaba levanto la mirada, su rostro con expresión de duda, miedo e inocencia casi hacia que titubeara a  mi pose seria y enfadada. Note manchas de sangre en sus mejillas y su sudadera y no me imaginaba lo que debía hacer. Podía sentir su miedo, podemos sentir los sentimientos de nuestros “seres” ayuda a saber cómo manejarnos con ellos.

Me agache, como quien se acerca a un animal salvaje.  Con toda la presión que estaba sintiendo podía mandarnos a volar sin que se diera cuanta en un solo segundo. Observe sus ojos, sus pupilas eran negras y en su ojo derecho tenía una marca morada. Podía sentir el dolor también.

-Nos vamos- dije sin más rodeos. Me levante y comencé a caminar hacia la salida, sabía que eso había sido suficiente para tranquilizarlo y que me siguiera. Seguí al presidente hasta su hangar y al helicóptero, no sin antes observar al anciano una vez más para que no dudara en mostrarle la propuesta a los del concejo.

El helicóptero comenzó a subir y solo entonces pude respirar tranquilo, antes de saber del mar de preguntas que venían en seguida por parte del mocoso que tenía a mi lado. Espere y no escuche su voz entonar una sola palabra, mire solo para encontrarlo encorvado y temblando. Lo detalle con la mirada, su cabello cubría su rostro, pero sentía ese temblor, sostenía su pantalón con un puño y entonces pude verlo. La cuchilla que salía de su brazo. No podía haber pasado ahora.

Con cuidado tome su mano, él se alteró un poco y me miro con su cara de preocupación. –Tranquilo- acaricie el filo de la navaja y me lleve un corte en el dedo. Will se alteró cuando lo no y trate de no ponerle mucha atención a eso. –Escucha, quiero que te relajes. Cierra los ojos y piensa que no quieres que siga ahí. Hazla desaparecer-.

Me hizo caso sin rechistar. Sentí como su respiración se acompasaba y su corazón iba latiendo más despacio.

-Bien- le anime cuando vi que la cuchilla comenzaba a adherirse de nuevo a la piel.

Se relajó notablemente en cuanto vio que ya no estaba. Incluso pude ver una pequeña sonrisita.

Pero rápido volvió a abrazarse. Observe las botellas de agua que había en una hielera. Tome una y un trapo para humedecerlo y poder limpiar todas esas manchas de sangre en su rostro. Se alejó en cuanto me vio acercarme.

-Tienes sangre en el rostro- ya no se movió. Pude limpiar la sangre seca que lo hacía ver como una persona peligrosa, o quizá solo alguien que se había manchado con pintura. -¿Qué hiciste?- le pregunte. Hizo un gesto, no se iba a salvar de mi castigo.

-Lo siento…- susurro.

Termine de limpiarle, pero aun seguí sujetándolo para que no apartara la mirada. –Te dije que debía entrar y salir- esta vez le hable con más dureza.

-No podía, había algo que me estaba llamando, sentí que algo me llamaba en uno de sus laboratorios. ¡Esas personas están locas! ¡¿Sabes lo que hacen ahí?! Tienen un detector para encontrar a más personas como yo, así es como me descubrieron no fue mi intensión, ¡¿y sabes que más?!- había tomado vuelo y ahora no tenía manera de detenerlo -Hay… en su… experimento, sus “protectores” los hacen quitando la energía a los “seres” ¡así es como los hacen! Por eso hay unos que son más fuertes que otros. Si esto sigue así, van a terminar matando a todos los “seres” pero no entiendo porque, ¡no hay razón!- su voz había salido acelerada, contestándose el mismo, ya tenía mucha información, pero todavía no podía dejar que supiera la verdad, por ahora era mejor que no supieran nada.

-¿Porque desobedeciste mis órdenes?- pregunte de nuevo, esta vez más serio y más con un tono de voz enfadado.

Will se quedó en silencio un momento, mirándome sorprendido -¡¿Estas escuchándome?!-.

-No tenía por qué entrar a ningún otro lugar. Estarás confinado, tus horarios de entre miento serán más largos, vas a limpiar las literas, lavaras la ropa de tus compañeros y trabajaras en la cocina dos meses-.

-¡¿Qué?!-.

-Como escuchaste-.

Ya no hablo, se tragó sus palabras y se hundió con furia en su lugar. No podía confirmarle ni negarle nada de lo que había dicho, incluso me había dado más información de utilidad. Así que solo opte por cambiar el tema con su castigo.

 

 

Llegamos a la base, aun no parecía haber nadie hasta que llegaron los camiones con todos los “seres”. Cuando descubrimos que Will se había quedado casi me daba un paro. Sabía que él era capaz de arruinarlo todo así como podía ser de gran utilidad para los científicos del concejo si lo encontraban. Por eso corrí a buscarlo en cuanto me informaron. Todos los chicos llegaron atiborrarlo de preguntas, lo encerraron en una cueva y yo termine retrocediendo. Érica bajo de la camioneta antes de que se detuviera, de la única manera tan artística en la que ella puede hacerlo.

-¡¿Qué paso?!- procuro susurrar a la siguiente interrogación – ¿Entregaste el archivo…?-.

-Ya está hecho-.

-¡No vuelvas a irte así sin avisar!- me apunto con el dedo.

-Sabía que tu sabrías a donde y que haría-.

-Tienes surte de que haya sido así, si no lo hubiera pensado ya habría ido a buscarte-.

-Seguro-.

-Cuando nos avisaron que podíamos volver no lo creía, ¿lo hiciste tú solo?-.

-No- conteste –me ayudaron- sin que tuviera que preguntar Érica giro para mirar a Will quien se veía algo nervioso por seguir rodeado por todos.

-Te encariñaste con ese niñato ¿no?- me pregunto con una sonrisa.

-¿De qué hablas?-.

-No te hagas el desentendido, pero ya sabes, no hagas que su enlace crezca más-.

Iba a volver a preguntarle cuando fuimos interrumpidos por Damián y Norman.

-Parece que hiciste tu trabajo con éxito- Damián tenía las manos en los bolsillos y venía con su molesta sonrisa de satisfacción, había llegado a darle buenos puñetazos solo para intentar borrarla.

-Cumplí con el objetivo- lo encare -no como ese estúpido de la sección D que se le ocurrió mandar a asesinar a ese títere que sale de presidente. Aproveche la oportunidad. ¿Qué habrías hecho tú?- si había alguien que consideraba mi rival era él.

-Basta de estupideces- Érica nos separó. Yo llegaba a ser más alto que el por unos centímetros –Ya está hecho, ahora solo tenemos que esperar resultados-.

 

 

Después de eso llevamos a los chicos de regreso a sus habitaciones, hubo una cena y luego todos cayeron completamente dormidos. No hable con Will después de eso, pero esperaba que le quedara claro no hablar sobre nada de lo que vio con los demás.

Cumplí con el castigo que le impuse. Con lo que se avecinaba, él era mi mejor arma hasta el momento y tenía que prepáralo. Con cada entrenamiento podía sentir su esfuerzo y su cansancio y eso solo  me hacía ponerle más trabajos.

Dos semanas después de eso, nos llamaron a otra junta entre los sub miembros del concejo y los liberales, todos los controladores y la dirigente de nuestro movimiento Giselle Pez, la junta fue rápida, y hablaron sobre la propuesta del archivo. Luego nos mostraron el anuncio que transmitirían para la próxima semana, con la odiosa voz de Jules Regnault y menos de lo que nos dimos cuenta, ya teníamos su respuesta. En dos meses “seres y protectores” se enfrentaría en un torneo.

Notas finales:

Ojala les haya gustado.

Nos leemos.

Liby.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).