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Seres por Liyis

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Notas del capitulo:

Hola mazapanes!

Ja dije que iba a actualizar mas temprano y aqui esta. Espero les guste.

-No es algo que a ti te interese- contesto levantándose a abrir la puerta donde la cocinera le había traído algo para comer.

-Claro que me interesa, al parecer los “seres” van a pelear ahí y por si se te ha olvidado yo soy un “ser”- se sentó y comenzó a cortar la carne, la comida que les daban a ellos era  mejor que la nuestra.

-Limítate a obedecer y a conformarte con lo que sabes- respondió cortante.

Ya era suficiente. Ahora sí que no podía aguantarlo -Quiero que hagamos un trato- lo vi sonreír, como si fuera obvia mi perdida, pero era ahora o nunca –si yo completo tu examen, me vas a decir que es lo que pasa con los seres y los protectores. Me vas a explicar lo que vi en el laboratorio. Y si no lo completo, entonces seguiré todas tus órdenes y no hare más preguntas. Lo prometo-.

-Una propuesta tentadora- dejo los cubiertos en la mesa y se levantó. –¿Estás seguro de lo que vas a hacer?-.

-Más que seguro-.

 

En un segundo ya estábamos en el gimnasio. Encendió las y se fue hasta la zona segura del lugar. Respire profundo y camine hasta el centro del gimnasio. Lo observe, tenía una mirada de burla.

-Todavía puedes arrepentirte-.

-Te encantaría que hiciera eso ¿no?-.

-Luego no digas que no te di una oportunidad- sin decir nada más, los blancos aparecieron a mi alrededor, ahora eran más que antes y viajaban por diferentes direcciones. No fue difícil para mí deshacerme de todos, me sentía orgulloso de mi puntería.

-¡Siguiente prueba! Atrapa la bandera- su sonrisa había desaparecido.

El terreno se llenó de hologramas. No me distraje mucho en eso, apenas vi el destello de la bandera corrí con toda la velocidad que pude haciendo que los hologramas desaparecieran a mi paso, pero cuando estaba a punto de tomarla, desapareció. –No es tan fácil- lo escuche, pero no me detuve a observarlo y la busque una vez más, empezaron a atacarme justo en el momento que me quede quieto y decidí guardar mi energía ignorándolos para correr hasta la bandera, no deje que se escapara esta vez.

-¡Ultima prueba! Rescata el civil- su voz era cada vez más furiosa.

Los hologramas aparecieron a montones, todos a mi alrededor igual que la última vez, pero sentía que eran más, dio la señal, esto era para lo que había estado entrenando. Lo único que tenía que hacer era superar el miedo a las cuchillas. Cree un escudo en cuanto comenzaron a disiparme, ya lo tenía planeado, acumule la mayoría de mi energía, ya sabía cuál era su truco, no podía perder mucho tiempo, ya no podía vencerme ahora, no iba a dejar que lo hiciera esta vez.  Respire una vez que toda mi energía comenzaba a expandirse, que lograba visualizar que era lo que quería hacer. Deshice el escudo y antes de que el dolor de las balas llegara, había logrado lanzar las cuchillas desde mis brazos hasta el centro de mi pecho, miles de pequeñas y afiladas cuchillas que atravesaron los hologramas haciéndolos polvo. Todo había sido muy rápido, en menos de lo que pensé ya había desviado una de las cuchillas que se dirigía al civil antes de que llegara a tocarlo, pero en ese momento el civil desapareció por parte de Evan.

-¡Ja!- grite –¡Termine! Lo hice, lo cumplí, ¡cumplí mi parte del trato! Y te he probado que estabas en lo contrario sobre mí-.

-¡Esto no está probando nada! solo está probando lo patético que sigue siendo- comenzó a caminar hasta mí, con el ceño fruncido y el enojo en la mirada. Pero no iba a dejar que me intimidara.

-Ahora quiero que tú cumplas. ¿Porque quieren que peleemos contra los protectores? Te dije, ellos obtienen sus poderes de nuestra energía. No drenan- se escabullía y trataba de no escucharme -Deja de pasar de largo lo que vi en los laboratorios, y sé que tú sabes que quieren algo con los “seres” y también que ya han comenzado a hacer algo ¡Deja de fingir que hacen cosas que no tienen que ver con nosotros cuando es obvio que es así! ¡Quiero que me digas es lo que estas planeando!-.

-¡No te interesa!-.

-Cumplí con tus pruebas ¡sé que hay algo más en ese torneo y quiero saberlo!-.

-¡¿Y de verdad crees que vas a poder sobrellevarlo cuando lo sepas?! ¿Qué podrás combatir con todo eso cuando llegue el momento?- me observo aún más enojado –¿De verdad estás listo para saber qué es lo que está pasando y hacer algo al respecto?- no pude contestar, solo me aseguraba de no desviar la mirada –¡Responde!... ¿Sabes qué? Hagamos una última prueba, usa tu energía y crea hologramas y puntos de blanco. ¡Si lo haces, te diré todo lo que quieras saber!

-Ese no era el  trato-.

-¡¿Estás diciendo que no puedes hacerlo?! Entonces no puedes combatir nada de lo que viste en los laboratorios…-.

-¡No es justo! Primero querías que fuera a ayudarte y ahora quieres que olvide algo que me implica a mí y a mis compañeros, me hubieras llevado con los demás en ese momento y haber controlado a un “ser” que no hiciera tantas preguntas-.

-¡Tú no sabes nada! Y no debes saber nada. ¡¿Entiendes?!-.

-¡No, no entiendo!- Grite aún más fuerte, en menos de lo que espere Evan me golpeo hasta que termine en el piso, él se puso encima de mí, sujeto mis muñecas para inmovilizarme.

-¡Suéltame!- grite forcejeando, sentí como las luces comenzaron a parpadear y la luz de mi energía comenzaba a querer salir. Sabía que podía hacerlo, ya podía derivarlo y sacármelo de encima, pero por alguna razón no podía hacerlo.

Entonces pude sentirlo, sentir como toda mi energía iba siendo reducida lentamente hasta que ya casi no podía sentirla. Comenzaba  debilitarme y empezaba a sentir como las ganas de moverme se perdían. Me quede quieto, él estaba tan cerca de mí que podía detallar sus ojos. El enlace estaba presente en estos momentos, podía verlo, podía ver la manera en la que estaba conectado con él, era mi controlador, y a pesar de haber dicho que no lograba controlarme en un principio, eso no quería decir que no podía llegar a hacerlo. Sentía como había hecho que se redujera mi energía, me estaba controlando. Pero sabía de mi angustia con forme mi respiración aumentaba.

No podía moverme, no podía hablar, no podía hacer nada, no tenía nada de control sobre mis movimientos y él lo tenía todo. Hizo que la mitad de mis sentimientos desaparecieran, a este paso, podría eliminar de mi todo tipo de anhelo.

Me sentía horrible.

Seguía mirando como lentamente comenzaba a acercarse cada vez más. Pero ya ni siquiera sentía que era lo que estaba haciendo. Entonces pego sus labios con los míos, en un gesto que logre sentir tan frio, que llegaba a preguntarme si solo era eso. Después ya no estaba sintiendo nada.

 

 

De repente sentí como todo regresaba a mí. Grite, me senté, me había sentido atrapado en un universo perdido. Me dolía la cabeza y no podía ver bien, poco a poco las formas comenzaron a tener sentido. Evan estaba de pie a espaldas de mí unos metros alejado. Me asuste al verlo, nunca creí que pudiera llegar a controlarme de esa manera, si hubiera querido podría hacer que dejara de sentir.

-…lárgate- no necesite más. Me levante y salí corriendo de la habitación.


 

Los siguientes días lo evite por completo, estaba enojado y apenado por lo que acababa de pasar, también por lo me había hecho. Ya había visto antes la conexión de los enlaces, pero parece que los controladores no la usan con tanta presión. Estaba en cama pensando seriamente en ir al enteramiento con los demás, había faltado con Evan tres días y sabía que iba a ir a buscarme. Los demás, al parecer ya se habían acostumbrado a mi presencia y ya no me molestan. Observaba la lista inconclusa que seguía pegada en la litera de arriba. A pesar de que mis sesiones con el psicólogo se habían acabado y me habían quitado la pulsera no podía despegarla.

Era nuestro momento libre antes de que comenzara el entrenamiento y todos se mantenían jugando o conversando. Me acomode mejor observando a la nada y luego sentí como Ethan, mi compañero de sección B bajaba de su litera y me arrojaba una almohada en el proceso. Había aprendido que la actitud de él era sumamente aburrida y todo le daba pereza. La mayoría del tiempo se quedaba dormido, pero como yo tendía a moverme demasiado se molestaba.

-Ya casi es hora del entrenamiento enano ¿Te has decidido en ir con nosotros esta vez?-. Se había dado cuenta que me había faltado con mi horario y era un milagro que no me haya reportado desde el primer día. Suspire pero accedí. El día me la había pasado pensando, y ya estaba harto de eso.

 

 

Después del entrenamiento fuimos al comedor. Fue cuando encontré algo que podía distraerme de mis pensamientos por un momento. Habían recibido la noticia de un grupo de terroristas que tenían como rehenes a un grupo de ejecutivos, los encargados en organizar la mayoría de los torneos. ¿Cómo fue que dieron con ellos? No hay la más mínima idea. Pero sucedió hace un par de horas y como la última vez los televisores se encendieron durante la hora del almuerzo. Todos veíamos asombrados a la pantalla, tenían una gran artillería pesada. Había un gran grupo de policías que estaban atrapados entre autos y balazos por todo el terreno. La gente estaba acumulada entre los edificios tratando de huir y varias patrullas iban en camino a ayudar.

Si llegábamos a este tipo de extremos en la capital no me imagino como estarían en resto de las secciones. Nos estamos destruyendo entre todos.

No pude evitar observar la pantalla sin ganas de. Todos estaban en la misma posición, los terroristas amenazaban con hacer explotar el edificio y no había trato negociable que los hiciera cambiar de opinión. En pocos minutos vendrían a escoger a algunos de nosotros para ayudad a salvar a todas esas personas, lo que incluye salvar a los ejecutivos, y estoy seguro que aparte de la capital no hay nadie más que no desee que eso suceda. Pero tampoco es como si pudiéramos quedadnos sentados solo a observar cómo se matan entre ellos.

Evan entro tan rápido como era previsto junto con los otros controladores. 

El controlador de la sección B escogió a tres de los suyos al igual que los demás y tras intercambiar algunas miradas Evan me señalo a mí y a Tobías. No me lo creía hasta que Tobías me empujo por la espalda para que ambos fuéramos a la salida.

 

Salimos de la base hasta que llegamos al hangar y sin detener nos metieron dentro de los deslizadores que usa el ejército para transportes especiales.

Después de unos minutos Evan se acercó a ambos -Escúchenme bien, ustedes dos van a entrar al edificio y protegerán a los civiles que hay adentro, esperen a los "seres" de Damián-.

-¿Qué?- seguía sin creérmelo.

-De acuerdo- contesto el moreno.

-¡Estamos sobre el objetivo!- escuche la voz de Érica desde la cabina del piloto.

-¡Abre la escotilla!- grito Evan mientras se colocaba un paracaídas. -Usa tu energía para retener la caída, ya lo ha hecho antes- me dijo en cuanto la escotilla comenzó a descender filtrando todo el aire que parecía querer picarte la piel.

-Entiendo- conteste sin más.

Tobías no perdió el tiempo. Apenas Evan dio la orden se lanzó del deslizador, era la primera vez que entraba en este tipo de situaciones o que me llevaban a una misión de este tipo. No tenía de otra más que acceder. Salte por la escotilla a paso decidido, estaba a un segundo de perder el control mientras caía pero trate de controlar mi cuerpo para enfocar el edificio donde todo se estaba llevando a cabo. Era incluso excitante la velocidad y la manera en la que me impulsaba desde tanta altura. Incluso llegaba a disfrutarlo.

Cuando sentí que estaba a una distancia segura comencé a crear el escudo con mis manos. Fui regulando la velocidad hasta que llegue a detenerme por completo a pocos metros de la pista para helicópteros que estaba en el edificio. Y en un segundo volví a caer al piso. Me levante con algo de esfuerzo cuando vi a Tobías dirigiéndose a la entrada del edificio. Fui tras él.

-Rápido, los rehenes están el piso 32-.

Entramos al elevador e indicamos el piso. Mi respiración estaba acelerada y en cuanto se cerró me calme levemente. -Es la primera vez que hago esto-.

-Yo igual...- respondió con cierta motivación y nerviosismo. Lo veía más expresivo de lo normal, ni siquiera me había insultado. 

-¿De verdad crees que hay que salvarlos?-.

-Sean o no sean lo que hayan dicho, solo hay que tener la idea de que hemos salvado a una persona. De que no somos lo que ellos creen- lo observe de reojo. Iba a decir algo más cuando el elevador se detuvo de impacto -Saldremos por aquí- dijo, golpeando la compuerta de emergencia del techo. Salimos de elevador a pocos metros del piso 43, formamos dos cuchillas y comenzamos a escalar el concreto con ellas. Las puertas estaban abiertas. -Por las escaleras- bajamos lo más rápido que pudimos. Poco a poco comenzaba a escuchar los disparos y los gritos.

 

Nos detuvimos justo en la puerta de las escaleras de emergencia. Entramos precaviendo no ser vistos. Observe a varias personas con uniformes militares y máscaras oscuras caminando alrededor de todas las personas que estaban arrinconadas y sollozando, tanto a los ejecutivos como el demás personal de ese lugar.

Tobías me toco levemente el hombro y me hizo una señal indicándome que iría al otro lado de la sala, donde estaban las personas retenidas. Tenían atadas al cuerpo lo que podía definir como explosivos. Había que desactivar las bombas antes que nada y entendía que Tobías lo haría. Los hombres estaban más concentrados observando por las ventanas de los edificios.

-¡Esos del gobierno ya mandaron un grupo de “seres” y nos están acabando haya abajo!- grito el que parecía el líder de ese ataque -si llegan hasta aquí matamos a todos- advirtió a el resto de sus secuaces y ellos asintieron.

Por otro lado observe varias bolsas con armas y dinero, seguramente sus reservas. Con toda la delicadeza que pude, me escabullí para tomar la bolsa y arrastrarla lentamente hasta que estuviera fuera de su alcance. Iba lo más silencioso que podía. Observando cómo le prestaban atención ahora a unas computadoras. Seguramente de las cámaras de seguridad del piso de abajo. 

Pero justo cuando lo tenía de mi lado, una de las pistolas cayó al piso llamando la atención de todos. Sin previo aviso comenzaron a disparar y cree un escudo en lo que me protegía detrás de uno de los escritorios.

Los escuchaba gritar y disparando al azar. Respire y volviendo a reponerme me levante del piso con el escudo y las mis manos listas para disparar.

-¡Malditos! Aléjense a los matare a todos ellos- amenazo el mismo hombre con la mano en el interruptor de los explosivos, eso sin dudarlo me provoco arcadas al recodar las manos mutiladas.

-¡Solo inténtalo!- Tobías empezó a dispararles son que lo tuviera previsto y cuando el hombre trato de accionarlo las bombas no estallaron. Corrí a ayudar a las personas a levantarse del piso para que salieran por las escaleras de emergencia. Usando el escudo para evitar las balas. Eran doce y unos comenzaban a retroceder al quedarse sin balas.

No sabía si debíamos matarlos, ya que Evan nos había indicado que protegiéramos y que sacáramos a las personas en los que los esperábamos. Pero ya se estaban tardando a mi parecer. Tobías trataba de retenerlos. El hombre de la capucha negra encontró la bolsa y se lanzó por ella detrás del escritorio. Yo lo seguí para evitarlo pero fue más rápido y mientras Tobías estaba distraído le disparo por detrás con un de las armas de láser.

Me alerte, cree un escudo para el evitando que las otras balas lo dañaran y golpee a uno de los secuaces que termino cayendo por la ventana. Deje de dudar y comencé a dispararles buscando matarlos. Llenando mis manos de sangre de nuevo.

Justo en ese momento Evan entro por las escaleras junto a Érica y los “seres” de la sección B. Ellos se encargaron de matar a él resto de los terroristas y cuando sorprendieron al líder me lance por detrás colgándome en su cuello. Saque una cuchilla para clavársela en el cuello pero cuando estaba dispuesto a enterrarla cuando otro de los secuaces me enterró una de las varillas de metal que usaban como espadas en los entrenamientos. Sentí como atravesaba mi carne y la sangre comenzaba a hervir.

No sentí el dolor en el momento, solo escuchaba la manera en la que mi piel era desgarrada y mi cuerpo dejo de obedecerme. Caí al piso con el sabor metálico de la sangre en mi boca. Todo lo que estaba a mí alrededor comenzaba a ponerse borroso y entonces el dolor apareció.

 

Notas finales:

Bueno espero les haya gustado. :D

Nos leemos.

Liby.


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