Todos los chicos salían del salón de clases exhaustos. Cada uno entregaba su examen y se iba sin voltear atrás. Cris había sido de los primeros en salir, seguido por Stan. Dentro quedaban Jeff, Dante y Vincent. El pelirrojo parecía más distraído que nada. Dante intentaba resolver los últimos problemas pero no recordaba las fórmulas. En cambio Vincent parecía haber terminado hace rato, solo se quedaba para esperar a Dan.
-Se acabó el tiempo- dice de repente el profesor. –Entreguen sus exámenes o no los calificaré.
Dante tuvo que entregar su examen incompleto. Nunca le había ido tan mal, por lo menos no en esa escuela. Vincent en cambio parecía tranquilo. Entregó su examen y salió junto con Dante.
-Joven, le dije que es hora de entregar el examen- decía el profesor refiriéndose a Jeff pero el pelirrojo no le respondía. Dibujaba garabatos en las esquinas del examen. -¡Joven!
-¡Discúlpelo, por favor!- dijo Cris quien había entrado de nuevo al salón y le arrebató el examen a Jeff. – Aquí tiene- le entregó el examen al profesor y se llevó a Jeff consigo.
-Mami Cris al rescate- se burla Stan desde el marco de la puerta.
-No es gracioso, Stan- se queja Cris.
-Al menos ya se terminó- comenta Dante dando un largo suspiro.
-¿Te fue tan mal? Tardaste bastante en terminar- dice Vincent a la vez que rodea con el brazo a su ángel.
-No debería. Estudiamos mucho ayer- Stan parecía regañar a Vincent por su comentario.
-Me fue bien, solo que fue algo cansado y confuso al final- estaba mintiendo. Es solo que no quería hablar del tema.
-Como sea, yo digo que es hora de ir a celebrar- Vincent toma a Dante con intenciones de irse solos.
-¿Celebrar? Eso debería ser después de obtener la calificación del examen. ¿Y a dónde van ustedes? Aún no decidíamos si salir hoy o mañana- Stan miraba con autoridad a ambos chicos.
-¡Deja de ser tan mandón! Puedo salir con Dani si quiero. Somos pareja y tenemos derecho a salir cuando queramos- Vincent se pone frente a Stan y lo mira de forma desafiante.
Parecía que entre ambos chicos se armaría una guerra pero algo llamó la atención de todos cambiando las cosas.
-¡Lo logré, chicos!- Alexander llegaba corriendo con un ensayo en las manos. – ¡Saqué un 100 en mi tarea y el profesor me exentó del examen!- Alexander estaba tan contento que abrazó a Dante por la espalda.
-¡Oye, tarado, suelta a Dani!- Vincent le arrebata su amado ángel
a Alexander.
-Hehe, lo siento- Alexander seguía como si nada. –Es solo que en serio estoy feliz.
-Nos alegra por ti. Al menos te has salvado de un examen- dice Stan.
-Por lo mismo estaba pensando que sería bueno salir todos juntos hoy, como había dicho Dan- dijo de forma animada el rubio de ojos miel.
Ahora Vincent no estaba muy seguro de querer salir, no si el idiota de Alexander iba con ellos. En ese momento esperaba la respuesta de Stan para que rompiera con los planes.
-Bueno, bueno. Ustedes ganan, hay que salir hoy- dice Stan de repente.
-¿Qué?- Vincent se sorprende. Ahora resulta que el tarado de Stan cambiaba de opinión.
-¡Genial! Hace tiempo que no salimos. Será divertido- comenta Cris. Un segundo después se da cuenta de que Jeff había desaparecido. -¡Jeff! ¡Vuelve! ¿Dónde estás?- se va a buscarlo.
-¡Ni hablar! No saldremos con ustedes si va ese tarado- Vincent se aferra a Dante de forma posesiva.
-¿Quién te crees? ¿El dueño de Dan? Él puede venir solo si quiere- Stan miraba a Dan esperando una respuesta.
-Por favor, cálmense- les pide algo cansado. –Vamos, Vincent, no nos hará daño salir con ellos. En serio necesito despejarme un poco- Dan le sonríe de forma cariñosa a Vincent, algo a lo que no se podía negar el rubio.
-¡Carajo! Está bien… pero voy a vigilarlo- Dice señalando a Alexander.
-Entonces vayamos a dejar las mochilas y por el dinero. Los veré en el patio de la escuela- Alexander se va con una sonrisa. Parecía no afectarle lo que Vincent le dijo.
-Creo que Vincent debería quedarse a esperar a Cris y a Jeff ya que vive con ellos. Vamos, Dan, hay que adelantarnos- Stan tomó amistosamente al azabache y se lo llevó de allí.
-Maldito bastar…- Antes de terminar de maldecir, recibió un golpe en la cabeza con un libro. -¡Ah! ¿Pero qué…? ¿Profesor?
-No maldigas en los pasillos a menos a que quieras un castigo- el profesor Ben lo había escuchado.
-¿Eso le da derecho de golpearme?- se queja Vincent.
-Suenas a un llorón. No me lo esperaba del “Arlequín del Diablo”- el profesor miró alrededor notando que no había nadie cerca. –No le has dicho nada ¿verdad?
-¿Cree que él estaría tan contento si supiera? Creo que ni siquiera le interesa. - Vincent recordó la plática que tuvieron en su oficina. -¿Cuándo le dirá?
-Eso no me toca a mí, pero creo que debo hacer algo para que ocurra- el profesor miraba perdido por la ventana. –Ese día necesitaré tu ayuda…y Dante también.
Vincent miró también por la ventana. No había nada especial afuera, pero tal vez quiso imaginar lo que el profesor miraba en la nada.
Dante y Stan dejaron sus mochilas y tomaron sus teléfonos y sus carteras. No planeaban tardar mucho en la habitación pero Dante lo detuvo.
-Stan ¿Podrías dejar de molestarlo un poco?- pide de repente.
-¿Yo? Él es quien actúa de forma agresiva. Solo mira como trata a Alexander- Se defiende el castaño.
-Lo sé, voy a hablar con él sobre eso. Pero debes admitir que le complicas las cosas siendo tan duro. Parece que quieres a toda costa que se enoje- Dante suspira. –Solo quiero que hoy sea un día divertido para todos.
-Está bien- dice Stan casi en una queja. –Trataré de no ser tan duro pero dile que se comporte.
Dante acepta y ambos chicos bajan al patio. Era claro que serían de los primeros en llegar ya que Cris y Jeff se habían perdido. Al principio solo eran Stan y Dante pero no tardó en llegar Alexander.
-Hola de nuevo ¿eh? ¿Aún no están todos?- pregunta el rubio de ojos miel.
-Cris y Jeff desaparecieron y Vincent se quedó a esperarlos- dice Dante. De repente sintió la mirada de Alexander sobre él.
-Ya veo. Entonces hay que esperarlos- Alexander estaba algo cerca de Dante. – ¿Sabes? Ahora que lo pienso, es la primera vez que salimos juntos.
-Bu…bueno, después de lo que pasó- Refiriéndose a la pelea en el festival de verano.
-Hahaha, no, no. Yo me refiero a “todos”. Nunca había salido con todos ustedes- Alexander seguía viéndose tan tranquilo que daba miedo.
-Esperemos que ninguno cause problemas- dice Stan, claramente refiriéndose a Vincent.
Y como si lo hubiese invocado, el rubio de mechas teñidas llegó junto a Cris y Jeff. Lo primero que hizo fue acercarse a Dan y separarlo de Alexander.
-Mi dulce Dani, ¿me esperaste mucho?- pregunta Vincent con la obvia intención de incomodar a Alexander.
-No tanto en verdad- Dante solo sonrío, aliviado de que Vincent llegase.
-Lo sentimos. Fue difícil encontrar a Jeff, pero cuando entendió que saldríamos se apresuró- Cris señalaba a un alegre Jeff que saltaba de emoción.
-Pues vamos entonces. Debemos aprovechar el día porque nos meteremos en problemas si llegamos tarde a la escuela- Dijo Stan para que todos se apresuraran.
Tomaron un camión para ir a la plaza. Todos se sentaron de dos en dos: Alexander y Stan al frente, Cris y Jeff en el medio y Vincent y Dante atrás. El día era soleado pero fresco, perfecto para salir.
Dante estaba mirando por la ventana, pensando en el examen. Le preocupaba pero quería intentar olvidarse de él mientras pudiese. Volteó a ver a Vincent y vio que estaba serio.
-¿Sucede algo?- Dante toma su mano.
-¿Eh? Oh…nada- Vincent parecía sospechoso. –Pensaba en que tendré que soportar a todos. Al pelirrojo y su madre, al idiota de Stan y al tarado de Alexander.
-No tiene que ser así- Dante parecía regañar a Vincent. –Por favor, intenta tratarlos bien. Ya sabes que Stan es un poco mandón pero no lo hace por molestar. Cris solo cuida de Jeff, y él solo tiene una enérgica personalidad. Y Alexander no ha intentado nada conmigo desde lo que ocurrió en el festival.
-¡Ya lo sé! Pero no puedo evitar ponerme a la defensiva cuando todos me han señalado y criticado, con más razón cuando han intentado separarnos.
Dante entendió entonces por qué se portaba así con ellos. Sabía que debía haber una razón, pues Vincent no era de los que odian sin más.
-Solo piensa en pasar un buen rato. Algo me dice que nos divertiremos hoy- Dante le sonríe cariñosamente.
Esa sonrisa era su debilidad. No, no solo su sonrisa, había muchas cosas de Dante que le encantaban.
-Bien, voy a tratar por ti- Vincent recarga su cabeza en el hombro de Dante. Pronto llegarían a la plaza y debía esforzarse por que su ángel se divirtiera mucho.