Dante corrió hasta llegar al salón de clases. Se asomó y vio que el profesor aún no llegaba. De pronto sintió una mano sobre su hombro.
-Buenos días, chicos. Lamento la tardanza- era el profesor de ética.
Dante se alejó de él, pero luego vio a Vincent detrás de él.
-A sus lugares, la clase ya va a comenzar- dijo esto y se dirigió al escritorio.
Dante y Vincent se fueron a sus lugares. El azabache no esperó y en voz baja llamó al rubio.
-Vincent, ¿por qué estabas con el profesor?
-Me descubrió espiándolo cuando regañaban a Cris y Jeff- dijo Vincent en voz baja. ¿Y tú? ¿Qué hacías fuera del salón? Llegaste corriendo como si te persiguieran.
-Sobre eso…- intentó decir Dante.
-Silencio, chicos- dijo el profesor.
-Más tarde te cuento- dijo Dante.
La clase de ética terminó después de un par de horas. Solo faltaba matemáticas y serían libres.
-¿Creen que el profesor ya haya revisado los exámenes?- pregunta Stan.
-Espero que no- respondió Dante.
-Da igual cuándo los revise, el resultado es el mismo- dice Vincent. –Lo mejor sería que los entregue hoy y diga si dará un examen de recuperación.
A Stan ese le pareció un argumento razonable, pero no se lo dijo.
-Como sea, solo espero nos haya ido bien- respondió Stan.
Dante no estaba muy seguro de ello.
-¿Qué hay de ti, Cris? Seguro sacarás un 10 perfecto- le dice Stan.
-No me preocupa el examen. Ahora solo quiero avanzar este ensayo- Cris seguía serio.
-Al parecer Jeff no tiene idea de todo el trabajo que tiene que hacer- comenta Vincent.
-Cris no le dirá. Está muy molesto- dice Stan.
Vincent entendía que estuviera molesto pero no le parecía justo que no le dijera que tenía algo tan importante por hacer. Sacó su libreta y le escribió una nota.
-Dale esto a Jeff- le dijo Vincent a Dante, ya que lo tenía a un lado.
-Está bien- Dan toca ligeramente el hombro de Jeff y le entrega la nota.
Jeff estaba feliz de la vida, devorando ositos de gomita y jugando con lombrices agridulces cuando sintió la mano de Dante. Vio la nota y la tomó pensando que era una carta de amor. Luego se asustó al leer lo que decía.
-¡Jeff, tranquilo!- le decía Dante.
Jeff se levantó y dio saltitos de desesperación. Buscó su libro de historia en la mochila pero no estaba. Seguramente lo había olvidado. Luego vio a Cris, su salvación, con quien haría su ensayo y pasarían juntos. Se acercó señalando el libro pero Cris lo apartó de él.
-Busca el tuyo, no voy a ayudarte con esto- le dijo Cris, pero obviamente el pelirrojo no lo escuchó.
Jeff insistía con el libro pero Cris no lo dejaba tocarlo.
-¡Aléjate! No voy a ayudarte- le gritaba Cris.
-Cris, deja de exagerar- le decía Stan.
Jeff logró tomar el libro de Cris. Daba saltos de alegría cuando el chico de gafas fue y le arrebató los audífonos. Jeff reaccionó asustado intentando tapar sus oídos y dejando caer el libro al suelo.
-¡Ya basta, Jeff!, ¡No voy a ayudarte! ¿Me oíste? ¡Estoy cansado de ti y de tu estúpida actitud de niño de cinco años!- le decía alzando la voz.
Todos alrededor se sorprendían de que regañaran al pelirrojo. Jeff intentaba no escuchar a Cris pero su voz era muy fuerte.
-¡Hazte responsable de tus actos y deja de fastidiarme!- Cris seguía regañándolo pero no pudo más cuando Dan, Vincent y Stan lo detuvieron.
-Ya basta, Cris, lo estás asustando- le dijo Stan poniéndose en medio de ambos.
Dante le quitó los audífonos a Cris y se los puso de inmediato a Jeff.
-Tranquilo, Jeff, todo está bien- le decía Dan para calmarlo.
Jeff se aferró a sus audífonos y se sentó de vuelta en su pupitre. Cris sintió pena por todo lo que había dicho y por cómo le afectó al pelirrojo, pero no dijo nada más. Levantó su libro y se sentó en su lugar en silencio.
Vincent sacó su libro de historia y fue a prestárselo a Jeff.
-Ten. Avanza con tu ensayo por ahora- le dijo el rubio pero sabía que Jeff ya no estaba escuchándolos.
En eso llegó el profesor de matemáticas. Todos se callaron al verlo y corrieron a sus lugares.
-Buenos días, jóvenes ¿Tuvieron un lindo fin de semana?- preguntó el profesor en un tono serio, pero por la situación parecía que lo hacía con sarcasmo. –Yo estuve revisando sus exámenes.
-Oh, no- Dice Dante en voz baja.
-Tenemos buenas y malas noticias- el profesor se sienta. –La buena es que hay varios dieces esta vez.
Se escucha un suspiro de alegría en el salón.
-La mala es que más de la mitad deberán repetir el examen.
Ahora se escucha un suspiro de desesperanza.
-Cuando los llame pasen por su examen- dice y saca los exámenes de su maletín.
Poco a poco va llamando a todos para que pasen por sus exámenes. Primero pasaron Stan, Cris y Jeff, quienes sacaron 8, 10 y 9 respectivamente. Después llamaron a Dante. Éste paso con algo de miedo.
-Dante- el profesor le entrega el examen. –Bajaste bastante en comparación a tus trabajos anteriores. Prepárate mejor para la recuperación del viernes.
Dante tenía en sus manos su examen valorado con un 4. No solo estaba desilusionado, sentía vergüenza de su calificación. Dobló la hoja y fue a su lugar.
-¿Cómo te fue, Dan?- le pregunta Stan.
-Mal. Tendré que repetir el examen- dice guardando ese feo 4 donde nadie lo viera (en el fondo de su mochila).
Stan no insiste en verlo, sabía que debía ser realmente malo si Dan no les mostraba. Vincent tampoco insistió. Pronto llamarón al rubio.
-Como siempre tienes una buena nota. Es una lástima que te metas en tantos problemas y faltes con tareas. Podrías estar en el cuadro de honor- le dice el profesor.
-Esas cosas no me interesan- dice Vincent como si no le importara. Va a su lugar y nota que Stan no dejaba de verlo.
-Déjame ver- decía con cierta autoridad.
-¿Para qué?- dijo Vincent tratando de ocultarlo pero Stan le arrebató el examen.
-¿Un 10? - decía sorprendido el chico castaño.
-¡Oye, dame eso!- decía Vincent.
-Y eso que no estudiaste nada con nosotros el otro día- se queja Stan.
-No me hace falta. Yo entiendo las cosas bien a la primera- Vincent le quita el examen a Stan.
-Qué bueno, tal vez puedas ayudar a Dan a estudiar para su examen de recuperación- dice Stan.
Vincent mira a Dante. Era verdad, necesitaría ayuda para pasar el examen.
-Felicidades, Vincent- le dice Dante con una sonrisa angelical.
-Sí, como sea. Creo que el bobo de Stan tiene razón. Deberíamos estudiar juntos para tu examen- le dice Vincent.
-Creo que no puedo negarme a eso- ríe Dante de forma nerviosa. - ¿Esta tarde estaría bien?
-Está bien- dice Vincent. –Pero sin distractores- dice refiriéndose a los chicos.
-Tranquilo, creo que nosotros estaremos por nuestra cuenta con los ensayos de historia de estos dos. Aunque “alguien” esté muy enojado- dice mandándole la indirecta a Cris.
-Ya oí. Está bien si quieres acompañarme a la biblioteca más tarde, pero no pienso ayudar a Jeff- dice Cris.
-Intentaré encargarme de eso- respondió Stan.
Y así quedaron las cosas. No de muy buena gana, Cris y Jeff fueron junto a Stan a la biblioteca para avanzar con sus ensayos. Mientras, Vincent convenció a Dante que la biblioteca no era el mejor lugar para estudiar y lo arrastró consigo al patio de la escuela.
-Créeme, los árboles y el aire fresco te ayudarán para relajarte y concentrarte mejor- decía Vincent mientras llevaba a Dante de la mano hasta un lugar apartado en el patio.
-Eso creo- Dante se sentó en el pasto junto a Vincent, bajo un árbol grande que daba mucha sombra.
-Bueno, muéstrame ese examen- dice Vincent extendiendo su mano.
-Preferiría que no…
-¿Cómo te ayudaré si no sé en qué te estás equivocando?- insistió Vincent.
Dante no tuvo más remedio que entregarle su examen. Vincent se sorprendió de la calificación, más porque Dante siempre había sido muy aplicado.
-Bien, veo que tienes problemas con las ecuaciones y con los signos- dijo sin darle mucha importancia a su calificación.
-Soy un desastre- dice Dante de repente.
-No lo eres. Solo reprobaste un examen, eso es normal. Más con todo lo que ha pasado.
-Sí pero esto no me pasaba hace mucho tiempo. Me siento decepcionado de mí mismo- dijo de forma sincera.
Vincent sabía que tenía que animarlo. Vio que nadie los estuviese viendo y se acercó para besarlo. Lo tomó despacio del hombro y le dio un beso suave en sus labios.
Cuando se separaron, Dante le sonrió. Pero luego le vino el recuerdo de Alexander e hizo que le cambiara el semblante.
-¿Qué ocurre? ¿Sigues molesto por lo que pasó en la plaza?- le pregunta Vincent.
-No… bueno, sigo esperando que me expliques lo que pasó entre tú y ese chico en el pasado, pero no es solo eso.
-¿Entonces?- insiste Vincent.
-Es sobre Alexander- Dante sabía que el rubio se enojaría mucho, pero era su pareja y debía saberlo. –Él vino a verme hace rato, insistiendo en que debía dejarte por mi seguridad. Le dije que no y…
-¿Y qué? ¿Qué te dijo?
-Alexander me…besó a la fuerza- confesó Dante.
-¡Qué! ¡Ese bastardo!- Vincent se levantó con intenciones de ir a matar al maldito galancete de cuarta. No le perdonaría lo que hizo.
-Pero le dejé en claro que no te dejaría y que se alejara de nosotros- Dante se levanta y detiene a Vincent.
-Eso no lo detendrá. No entiende por las buenas- dice Vincent furioso.
-Créeme, lo hará. Yo lo golpee por besarme y le dije muy seriamente que no te dejaría y que se alejara- insistió Dante.
-… ¿En serio?- Pregunta Vincent intentando calmarse.
-Sí- Dante hace que Vincent se siente de nuevo con él.
-Te creo, no desconfío de ti pero por favor, no vuelvas a verlo a solas- Vincent gruñía mientras arrancaba el pasto con sus manos para calmarse.
-Lo prometo- le dice Dante.
Vincent se fue calmando de a poco. Ya sabía que Alexander no se alejaría tan fácilmente de su ángel. No debió confiarse, tendría que ser más precavido, debía tenerlo vigilado.
-Gracias por decirme- Vincent se recarga en el hombro de Dante.
Dante toma su mano y recarga su cabeza sobre la de Vincent.
-Dani- comienza a decir Vincent.
-¿Sí?- pregunta Dante.
-Voy a hablarte sobre el Diablo.