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¿El encanto de un Francesco? por elfasilveriana

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Notas del capitulo:

¡Feliz año nuevo! o algo asi xD Espero y les guste este capitulo y sigan leyendo mi fanfic ahora que estamos en un nuevo año :D Les deseo lo mejor mis pequeño y deliciosos panquesitos <3 Este sera mi regalo para ustedes :3

McQueen

 

No podía creer que esto me estuviera pasando, mi situación era realmente desagradable, claro que todo comenzó al escuchar su molestosa voz y sabiendo que estaba demasiado apegado a mí, lo empuje con rapidez y me encerré en el baño. Él estaba en la misma habitación que yo y aun así me parecía bastante incierto.

Parecía que la mala suerte existía de verdad.

Luego había tomado la decisión de tomar un baño para relajarme, abrí la llave de la tina para dejar que el agua tibia la llenara, me desvestí y arroje la ropa sin ser consiente de donde hubiera caído, para finalizar me sumergí en la tina que logro relajar cada uno de mis músculos, y cuando por fin quede en un momento de paz, solo podía pensar en que, la única compañía agradable que tenía ahora, era el agua. Tome mi tiempo para relajarme dentro de la tina, realmente no me emocionaba la idea de salir y encontrarme con él, además recién estaba anocheciendo.

Y como había dicho antes, todo estaba estupendo claro que si, después de tomar unas toallas que estaban perfectamente dobladas en un pequeño armario, me coloque una en la cabeza y seguido caí en al cuenta que no tenía mi maleta, puesto que, Mate había ofrecido en llevármela,  y resulto que el había viajado en un distinto avión al mío. No le halle problema puesto que podía haberme vestido con la ropa que recién me había quitado, ahora, me encontraba maldiciendo entre dientes, había arrojado la ropa dentro del excusado.

-“Muy inteligente McQueen”- me dije a mi mismo nuevamente, la camisa y los pantalones estaban empapados. –“Como puedes ser tan idiota”- Me enrolle una toalla a la cintura, necesitaba encontrar a Mate, no podía esperar todo el tiempo en el baño y tampoco estar semi-desnudo frente a Francesco. Abrí la puerta del baño para encontrarme con que Francesco estaba entretenido viendo el móvil recostado en la cama, pareció no darle importancia el que yo me encontrara en esta situación, cosa que agradecí bastante, estaba a punto de girar la perilla para salir al pasillo y comenzar por buscar a Mate, yo mismo le había dicho que en este mismo hotel se registrara y estaba seguro que lo encontraría aquí.

-¿Realmente piensas salir así?- me pregunto aquel Italiano con un tono de burla.

-¿Tienes algún problema acaso?- le respondí con otra pregunta en un tono en el que él pudiera notar mi irritación. No me gire para mirarlo. 

-Ninguno por supuesto,  pero creo que no fuiste muy listo, ¿Por qué no te vistes primero y sales después?- volvió a hablar. Yo me gire bastante avergonzado, me encontré con que su mirada ya no estaba en el móvil si no puesta en mí, ahora sentado al borde de la cama.

-Ese es el problema- le asegure –No tengo con que vestirme, ahora si me disculpas tengo que buscar a mi amigo para que pueda darme mi maleta- dije para darme la vuelta dispuesto a salir.

-Sei un idiota McQueen, ¿Acaso tienes alguna idea de donde está tu amigo? Además piénsalo, ¿Qué pensaría si alguien te viera de esa forma? Causarías una mala impresión a los nuevos corredores- Y a esta situación me refiero como vergonzosa, él tenía bastante razón aunque era extraño que él estuviera advirtiéndome antes que dejarme en ridículo, solté el agarre de la perilla y volví a girarme, pero antes de que pudiera ver a Francesco, una prenda aterrizo en mi cara.

-Te prestare ropa, aunque puede que no se te vea tan bien en ti como se ve en Francesco- dijo para lanzarme una segunda prenda en el rostro, no agradecí, enseguida me dirigí al baño, tenía que encontrar a Mate si no quería estar usando la ropa de Francesco. Su gran esencia invadió todo mi olfato al colocarme una de sus camisas blancas y luego colocarme un pantalón marrón, el cual no llenaba lo suficiente. Salí del baño para ser recibido con grandes carcajadas por parte de Francesco.

La camisa realmente me quedaba grande, las mangas era demasiado largas, al igual que el pantalón que llegaba hasta el suelo, cuando Francesco logro controlarse, se acercó a mí.

-Déjame arreglarlo- me dijo, para tomar una de las largas mangas y comenzar a doblarlas hasta la altura de mi codo. Lo mismo hizo con la otra e incluso con el pantalón, hasta que quedo de alguna manera a mi medida.  –Terminado, solo procura no arrugar mi ropa en la búsqueda de tu amigo- fue lo que me dijo antes de que el sonido de la puerta nos interrumpieran, al abrir, frente a mi estaba Carla Veloso acompañada del corredor Raoul CaRoule.

-¡McQueen y Francesco!- exclamo la corredora –No sabía que estaban en la misma habitación, bueno, hemos venido para invitarlos a una pequeña reunión que han hecho todos los corredores, ya sabes, para darles la bienvenida a los nuevos- fue lo que dijo Carla, estaba a punto de rechazar su oferta, tenía otra cosa que atender primero, si no fuera porque Francesco había vuelto hacer de las suyas.

-¡Claro que aceptamos!- dijo Francesco, para enseguida empujarme fuera de la habitación, Carla solamente hizo un cumplido para enseguida empezar a caminar junto a Raoul, seguramente debíamos seguirlos. Quería replicar, no toleraría saber que estaba vestido con las ropas de mi mayor rival y tener que aguantar su estúpido perfume que no dejaba respirar en paz, pero ya no podía hacer nada.

¿Quién no llamaría a esto, mala suerte?

 

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

 

Francesco

 

Era un poco extraño ver a alguien vistiendo mi ropa sin haber tenido sexo, vaya que cualquiera estuviera desenado y matando por usar una prenda que perteneciera a Francesco Bernoulli, miraba de reojo a McQueen y parecía ver que estaba enfadado, pero con lo adorable y a la vez ridículo que se veía usando mi ropa, no podía tomarme en serio que él estaba enojado. Caminamos hasta el pequeño bar que acostumbran tener en los hoteles como este, y exactamente allí estaba reunidos todos los corredores, incluyendo al nuevo corredor canadiense y uno japonés que ahora reemplazaba el lugar de Shu Todoroki.

-¡Pero miren quien está aquí, Francesco Bernoulli y el Rayo McQueen!- exclamo el corredor alemán Max Schnell.

-Ciao a tutti- salude tomando asiento frente a la barra donde todos ya estaban sentados, McQueen pareció sentarse al otro lado de la barra apropósito para no estar cerca de mí, me pareció de gracia su repentina actitud infantil.

No fue más que una simple reunión, donde hubo más bebida y platicas que pronto dejaron de tomar sentido, unos ya habían quedado dormidos sobre la barra, otros empezaron a cantar de repente o si no, seguían tomando. McQueen parecía no tener ya conocimiento de lo que pasaba a su alrededor, puesto que solo se llevaba tragos a la boca de una botella que no sabía de donde había sacado mientras tenía la mirada perdida. Ni yo mismo me di cuenta, en que momento Raoul se había quedado dormido recargado en mi hombro, ni tampoco cuanto tiempo llevaba observando a McQueen hasta que un piquete en la espalda me hizo volver.

-¡Francesco!- dijo Carla, ella tampoco parecía estar bastante sobria. -¿Es muy raro no? McQueen olía demasiado a ti demasiado, demasiado, demasiado, que envidia, olía demasiado, demasiado…..- y es cuando deje de prestarle atención, aparte a Raoul de mi hombro,  y me levante del banco, parecía que ninguno había aguantado unas simples copas, camine hasta McQueen y le arrebate la botella que sostenía con ambas manos.

-Suficiente por hoy- fue lo que dije para ver como el volteo la mirada y sus ojos azules se plantaron en los míos.

-Oh eres tú de nuevo Francesco- dijo soltando un hipido -¿Vienes a arruinarme la vida como siempre? ¿No te vasta con verme vestido con tu ropa? Por cierto huele mucho a ti, ahora tengo que soportar estar oliéndote todo el tiempo….- y siguió hablando aun después de que ya habíamos salido del lugar y ahora nos encaminábamos a la habitación. Mientras abría la puerta, McQueen solo se quedaba de pie tarareando una canción mientras se balanceaba a los lados, al entrar a la habitación él no se molestó en alzar los pies y termino por tropezarse, claro que yo estuve ahí para amortiguar su caída, el alzo su mirada y provoco que nuestras narices se rozaran y que su aliento debido al alcohol me golpeara el rostro.

Estaba peligrosamente cerca, y vaya que me había estado conteniendo demasiado, que era hora de obtener lo que quería.

 Antes de que McQueen lograra darse cuenta de la situación, ya había callado sus labios con los míos de una manera frenética, como si todo el tiempo hubiera necesitado de sus labios, y de hecho por una lado aquello tenia algo de verdad, el no correspondio al principio, de hecho podia sentir sus manos sobre mi pecho intentando apartarme, pero aun así lo empuje sobre la cama sin romper el beso, apoyandome sobre ambas manos a los lados de la cabeza de McQueen, que poco a poco parecía dejar de tener resistencia, y así fue, ahora los besos eran correspondidos de manera insegura, pero aun así sentía la tensión en el cuerpo de McQueen, no estaba del todo ido.

-Francesco….- escuche mi nombre de sus labios –¿Qué crees que haces?- No le preste atención, cuando había abandonado sus labios para empezar a besar su cuello, tenía un sabor único que no había probado nunca, sentí la mano de McQueen aferrándose a mi camisa y dando débiles tirones, es como si quisiera apartarme pero las fuerzas le fallaban en ese instante. No abandone aquel espacio sin antes dejar pequeñas mordidas que estaba seguro que dejaría gran marca, deslice una mano para empezar a desabrochar lo botones de mi camisa que traía puesta el, una vez abierta, deje expuesta su piel y no tarde en dirigir mis labios allí, besando desde el torso hasta su vientre, estaba dispuesto a seguir avanzando. Ahora quería ver la expresión de McQueen, quería conocerlo todo de él y no estaría mal comenzar de esta manera. Sus dedos se hundieron en mi pelo mientras yo seguía besando su vientre, mientras que de un tirón baje los pantalones junto con el bóxer de McQueen. Me separe de su vientre para mirarlo, su tamaño era comprometedor, tome en mi mano su miembro y en guiada soltó un jadeo que logro cubrir con la mano. Mire su rostro, no sabía si los efectos del alcohol habían desaparecido por la excitación, aun así, no estaba decidido a parar en ese momento.  Comencé por mover mi mano de arriba abajo sobre su miembro, mientras me deleitaba con los sonidos que trataba de acallar con su mano cubriendo su boca, estaba seguro que no podría callarlos todo el tiempo.

Baje el rostro y sin ninguna vergüenza metí su miembro en mi boca, no era la primera vez que hacia esto así que no era nada nuevo ni raro para mí, observe como se retorció debajo mientras su mano se separó de su boca y dejo salir un fuerte gemido, sus manos se aferraron a las sabanas y observe como arqueaba la espalda. Eso me decía que iba por buen camino, los movimientos eran simples o para mí, lo eran, puesto que solo se trataba de lamer, inicie un vaivén subiendo y bajando mi boca sobre su miembro acompañado de los deleitosos gemidos que dejaba escapar, fue hasta que sentí que McQueen se aferró a mi cabello de manera desesperada. Separe mi rostro justo en el momento en que él se dejó venir con un gemido demasiado agudo, no hubo más después.

Puesto que el pareció haberse desmayado. 

Notas finales:

Gracias por leer :D 


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