Ain't nobody
-Seungkwan, por favor, son las 11:00 PM, ¡todos los McDonald’s están cerrados! ¿No quieres otra cosa? – preguntó Vernon.
-No, quiero una hamburguesa.
-Demonios, ¿por qué ahora? Estoy cansado, sólo quiero llegar a dormir.
-No regreses al departamento hasta que hayas conseguido mi comida – amenazó Seungkwan cortando la llamada.
-Seung– shit! – exclamó Vernon; sin cuidado, dio la media vuelta chocando con alguien -Lo siento.
-No hay problema.
Vernon reconoció aquella voz.
-¿D-Dino? – preguntó sumamente sorprendido.
-Hola – sonrió el mencionado.
-Wow, no te había visto desde hace… un año.
-Lo sé. Acabo de llegar a Seúl por las vacaciones decembrinas.
-Vaya…
La plática se detuvo ahí; sólo se escuchaba el soplar del helado viento invernal que azotaba con fuerza sus cuerpos.
-¿Problemas con Seungkwan? – preguntó el menor, intentando romper la tensión.
Vernon, quien andaba algo ensimismado, levantó la cabeza rápidamente.
-S-sí – respondió -Quiere una hamburguesa de McDonald’s.
-¿A esta hora?
Vernon asintió.
-Hey, ¿por qué no tomamos un café? Este frío me está matando y estoy que me duermo – sugirió, aprovechando que estaban frente de un Starbucks.
-P-pero–
-Vamos – suplicó.
-Es que–
-Si es por Seungkwan no hay problema; me dijo que no puedo regresar a casa hasta que haya conseguido la hamburguesa.
Dino sonrió algo melancólico.
-Así que viven juntos… - murmuró.
-Sí. Entremos, me estoy congelando – dijo intentando cortar el tema de una buena vez.
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-Entonces entre Seungkwan y tú pagan la renta del departamento, ¿no? – preguntó Dino.
-Así es.
-¿Y de dónde sacan el dinero?
-Nuestros papás nos ayudan; Seungkwan da asesorías en la universidad y yo estoy en una banda–
-¡¿De rock?!
-No, hip-hop.
-Ya veo, con los mismos de la prepa, ¿cierto?
-Sí. Wonwoo, Mingyu y Seungcheol. Por cierto, Wonwoo y Mingyu son novios.
-Wow, sí que han pasado muchas cosas en tan sólo un año. Sabes, a veces extraño mucho Corea - suspiró.
-Pero estás realizando tu sueño, no deberías rendirte.
-Lo sé, es sólo que… a veces es tan cansado.
-Dímelo a mí, tengo a Seungkwan como novio – bufó y giró los ojos.
-¿Todo está bien entre ustedes? Es decir, hablas como si te molestara o no sé.
-Estamos bien, pero tú sabes cómo es, a veces se pasa de diva.
-En realidad no llegué a conocerlo bien, recuerda que él estaba un año adelantado.
-Es verdad. Bueno, me tengo que ir. Trataré de encontrar una hamburguesa para “su Majestad”.
-¿Por qué no le llevas un sándwich de aquí?
-Me asesinaría.
-¿No le gustan?
-Sí, pero creéme, sino no cumplo su capricho, soy hombre muerto. Pásame tu número para que podamos vernos otro día.
-¿En serio? – los ojos de Chan de iluminaron con aquellas palabras.
-¡Claro! – exclamó Vernon.
Una vez que el mayor salió de la cafetería, Dino recostó la cabeza en la mesa.
-No solamente extraño Corea… también a ti, idiota – susurró sintiendo sus mejillas humedecerse.
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[1:00 AM]
Vernon tecleó rápidamente el código para abrir la puerta del departamento. Tal como se lo imaginaba, Seungkwan le estaba esperando en la sala.
-Dos horas, ¿te llevó dos malditas horas comprar una hamburguesa? – reclamó el mayor levantándose del sillón.
-Sí – Vernon no tenía ganas de discutir; había tenido un día muy cansado en la escuela, además que tuvo que quedarse a practicar con sus amigos pues pronto participarían en un concurso, el cual S.Coups les había inscrito sin antes consultarles.
-Un momento – habló Seungkwan.
Vernon, quien se quitaba el saco, sabía que algo malo de avecinaba.
-Hueles a café.
-Seungkwan, hay un frío de la mierda ahí afuera, además me estaba muriendo de sueño y no encontraba tu maldita hamburguesa.
-Espero que no hayas usado la promoción de la bebida gratis que teníamos.
-N-no… - giró los ojos, evadiendo la mirada de su novio.
[Flashback]
-Aquí están – Vernon depositó ambos vasos de café sobre la mesa.
-¿Cuánto te debo? – preguntó Chan.
-No te preocupes, el tuyo fue gratis. Usé una promoción que tenía en la tarjeta. Le había prometido a Seungkwan ese café, pero no importa, le puedo comprar otro.
[Fin del flashback]
-Dime la verdad – Seungkwan comenzaba a perder la paciencia.
-¿Sobre qué? No usé la promoción.
-Hansol…
El aludido tomó aire.
-Me topé con Chan y–
-¿Chan? ¿Dino? ¿Lee Chan? – preguntó Seungkwan. Vernon asintió -¿No se suponía que se había ido a Estados Unidos a estudiar danza y no sé qué más?
-Sí, pero vino de vacaciones.
-Y “mágicamente” se topó contigo, ¿no?
-Sí, así fue. No tengo ganas de discutir – lanzó un largo suspiro; la cafeína no pudo contra su cansancio.
-Le invitaste a un café y utilizaste la promoción.
-Seungkwan–
-¡No, ni me hables! – se dio la media vuelta y entró a la habitación de ambos; dio un portazo y cerró con seguro.
Vernon se sobó las sienes, intentando relajarse. Precisamente esa noche en la que el frío calaba los huesos, dormiría en el incómodo sillón de la sala.
Noches así le hacían odiar el invierno.
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Los días pasaron; Seungkwan no le dirigía la palabra; parecían dos extraños viviendo en la misma casa.
Pronto, los exámenes de final de semestre llegaron, Boo estaba muy estresado y ocupado. Vernon ya estaba de vacaciones, por lo que algunas veces salía con sus amigos y otras se quedaba en casa a ver películas. Sólo un par de veces había quedado en verse con Chan en una plaza solamente para pasar el rato como buenos amigos.
Su relación con Seungkwan estaba mal. Había intentado hacerle plática en algunas ocasiones, pero el chico simplemente le ignoraba. Estaba harto de aquella actitud, así que, por más que le doliera, tenía que ponerle un alto.
-Seungkwan – le llamó.
-Ahora no, Vernon, estoy haciendo tarea – dijo el chico mientras tecleaba algunas cosas en su laptop a la vez que comía. La vida de un universitario es muy estresante.
-Creo que deberíamos darnos un tiempo.
Seungkwan dejó de teclear y regresó su pedazo de sándwich al plato.
-¿Qué?
-Ya ni se puede decir que somos novios. No hablamos, no salimos, ni siquiera me dejas dormir en la habitación; prácticamente he hecho del sillón mi cama.
Seungkwan suspiró.
-Si eso es lo que quieres…
-¿Es enserio? – Vernon quedó sumamente sorprendido.
-Sí. Escucha, si tanto te molesta dormir en el sillón, ahí está el otro cuarto. No sé por qué no te has instalado ahí.
-¡Eres increíble, Boo Seungkwan! – exclamó Chwe. Tomó su suéter y salió del departamento. Estaba triste, molesto, furioso.
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Las horas pasaron; el poco sol que se asomaba en esa época del año, ya se había ocultado y Vernon no había regresado. Seungkwan prometió no derrumbarse tras aquel “darse un tiempo”, pero no pudo. Lloró inconsolablemente durante buena parte de la tarde, pero, por desgracia tenía un examen muy importante al otro día, así que tuvo que tragarse toda esa tristeza y estudiar.
No salió de su habitación hasta la mañana siguiente.
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[Al otro día: 3:00 PM]
Seungkwan acababa de llegar a casa; Seokmin le había acompañado pues estudiarían juntos.
Rápidamente repasó con los ojos el lugar; Vernon sí había llegado a dormir, pues había un traste de ramen instantáneo en la mesa; la única cosa que el chico sabía cocinar. No pudo evitar sonreír.
-¿Todo bien? – preguntó DK.
-Sí, sólo–
-Aún le quieres, se nota a leguas – intervino su amigo.
-Claro que sí, pero desde que llegó Chan, las cosas se han estado muy mal.
-¿Chan? ¿Su ex?
-Sí – Seungkwan tomó aire -Es el karma que me está devolvieron el haberle quitado a Vernon.
-No le quitaste nada a nadie.
-Claro que sí; Hoshi y tú saben muy bien que Chan y Vernon eran novios cuando yo… yo me entrometí.
-No, Vernon y Chan estaban en crisis cuando–
-Me entrometí. Ugh, a veces pienso que no debía haber terminado con Mingyu y mucho menos haberme fijado en Vernon – suspiró.
-Lo tuyo con Mingyu fue intenso – le codeó.
-Lo sé. Besaba taaaan bien. Me alegro que ahora esté con Wonwoo; ambos se ven muy lindos juntos.
En ese momento, la puerta de la otra habitación se abrió, dejando ver a un somnoliento Vernon.
-¡Vernon! Pensé que estabas con Seungcheol – exclamó Seungkwan.
-No – dijo cortante.
-¿V-vas a salir?
-Sí – se limitó a decir.
Apenas se fue, Seungkwan dio un largo suspiro.
-¿Crees que haya escuchado algo? – le preguntó a Seokmin.
-Yo creo que no, estaba dormido.
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[6:00 PM]
Vernon había regresado al departamento; estaba que se lo llevaba el diablo. Habían perdido el concurso por su culpa, pues olvidó la letra de la canción que interpretarían por estar pensando en el idiota de Seungkwan.
Dio unos pasos y tropezó con un cable.
-¿Qué demonios…? – recorrió con la vista hacia donde llevaba el cable: la laptop de Seungkwan, la cual estaba encendida sobre la mesa del comedor. La desenchufó y cerró con fuerza -Se va y no la apaga – bufó.
-Vernon, ¡qué bueno que llegaste! ¿Has visto mi– ¿Quién desenchufó mi laptop? – preguntó saliendo de la habitación.
-Yo.
-¡¿Por qué?! ¡Ya casi terminaba mi ensayo! ¡Vernon, demonios, mi tarea! – Seungkwan estaba al borde del llanto. Vernon sólo le observaba con el ceño fruncido.
-Obviamente se guardó, no exageres – bufó mientras se dirigía a la cocina en busca de algo para comer.
-Nonononononono – exclamó el chico presionando “enter” una y otra vez -No se guardó - no pudo aguantarlo más y rompió en llanto -¡Mingyu! ¡Él sabe de estas cosas! - tomó su celular y comenzó a buscar entre sus contactos.
Vernon caminó rápidamente hacia él y le arrebató el aparato.
-¿Qué rayos te pasa? – cuestionó el mayor.
-¿Por qué no me dijiste que fueron novios?
-¿D-de dónde sacas eso?
-¡No mientas! – gritó sumamente molesto -“Besaba taaaaan bien”, ¿eh? – imitó la voz de Boo.
-Es que–
-¡No tienes idea de cuánto sufrió! ¡Jamás quiso decir el nombre del idiota que había roto su corazón!
-P-pero lo tomó tranquilamente…
-¡O eso fue lo que tú pensaste! Demonios, Seungkwan, te la pasas como mariposa de flor en flor.
-Así como lo dices suena lindo.
Vernon lo acorraló con fuerza contra la pared.
-¡¿Alguna vez me quisiste?! ¿Alguna vez te importé? – preguntó. No tenía ni idea de porqué estaba diciendo esas cosas; sólo sabía que venía del fondo de su lastimado corazón.
-Claro que sí, lo sabes.
-No, no lo sé. Es más, ni estoy seguro. Pensé que con pedirte un tiempo cambiarías, pero veo que no.
-Vernon–
-Ya no puedo Seungkwan, ya–
-Te amo– le interrumpió -Por favor, no dejes de quererme…
Vernon jamás le había visto así. Jamás le había escuchado decir aquello.
-Sé que soy muy mandón y no me gusta expresar mis sentimientos, pero cuando te vi con Chan en aquella plaza, la manera en la que le mirabas–
-Le tengo cariño, eso es todo. Él fue mi primer novio, pero al final te escogí a ti, Seungkwan, A TI.
El chico comenzó a llorar.
-No te merezco – cubrió su rostro.
-Claro que sí – Vernon le quitó ambas manos del rostro -Tú eres la única persona capaz de estresarme y robarme el aliento al mismo tiempo.
Seungkwan le besó abrupta y profundamente; enredó ambas piernas en la cintura de Vernon, quien se sorprendió ante la acción.
Hansol se dirigió al sillón de la sala.
-Eres hermoso, Boo Seungkwan – exclamó viéndolo fijamente a los ojos.
El chico se sonrojó.
-Lo sé – ni en un momento así podía hacer a un lado su diva interior.
Vernon volvió a besarlo; esta vez con más ferocidad. Ya habían tenido ocasiones así por lo que pensó que no pasarían a más, hasta que Seungkwan comenzó a querer quitarle el suéter.
-No te asustes, todo saldrá bien – dijo el mayor.
-No estoy asustado – bufó Vernon.
Seungkwan se acercó a su oído.
-Entonces, demuéstramelo – le susurró y mordió la oreja.
Por supuesto que se lo demostraría; cuantas veces fuera necesario.
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[A la mañana siguiente]
Ambos habían terminado en la habitación de Seungkwan.
-Para haber sido mi primera vez, resultó mejor de lo que esperaba – habló Vernon.
Seungkwan quiso atravesarlo con la mirada.
-También fue mi primera vez, idiota.
-Lo sé – le besó la frente -No puedo creer que, luego de un año de relación, apenas haya dado el siguiente paso.
-No había urgencia. Era suficiente con los besos, pero ahora– - Seungkwan dejó de hablar y desvió la mirada.
-Ahora, ¿qué?
-Nada.
-Dilo.
-Ahora ya no lo es – murmuró.
Vernon comenzó a reírse ruidosamente.
-Entonces, ¿se acabó el “darse un tiempo”? – preguntó Seungkwan.
-Nunca hubo uno. Sólo lo dije para ver si reaccionabas.
-Hijo de–
Vernon se puso sobre él.
-¡Ah! – gimió el mayor -¡Eres un salvaje!
-Lo sé, y bien que te gustó anoche – le guiñó un ojo.
-Te amo, Vernon.
El menor sintió que su pulso se aceleró con tan sólo esas palabras.
-Yo más, mucho más.
Ambos se besaron.
-Tengo que irme – dijo Seungkwan cortando el beso -Necesito entregar ese maldito ensayo.
-¿Y ya eres libre? – preguntó Vernon.
-Sí, libre para lo que sea – dijo mientras salía de la cama.
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-¡Vernon! – gritó Seungkwan, el aludido, que estaba a medio ducha, salió rápidamente del baño para ver qué pesaba.
-¿Qué? ¿Estás bien? – preguntó.
-¡Sí se guardó!
-¿Qué cosa?
-¡El ensayo! – sonrió felizmente.
El menor rodó los ojos y regresó al baño. Cómo amaba a ese chico.
F I N