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My Little coffe Prince por elis

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Notas del fanfic:

Esta historia está dedicada a todas aquellas personas que sienten que perdieron el rumbo, en cualquier sentido.

 

Sonrían y búsquenlo o simplemente no lo hagan...tal vez lo encuentren por simple casualidad.

Notas del capitulo:

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Navidad. Época del año que junta a la familia y amigos sin importar el lugar donde estés.


Logra provocar sonrisas y hace que los sueños vayan haciéndose realidad a su propia manera.


Llena a las personas de esperanza y paz.


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ChanYeol ve por la ventana tratando de encontrar un lugar donde posar su vista, un lugar que no tenga personas de por medio o que no tenga una pared con un color lúgubre o llena de luces de Navidad. El realmente no odia ni ama esa época del año, en la que las personas se vuelven amigas de sus enemigos de toda la vida y se regalan abrazos y besos llenos de "amor". Porque ChanYeol realmente no sabe que pensar sobre esta época del año, si es cierta o una completa hipocresía de las personas por no sentirse una basura y enmendar sus pecados de todo el año.

Y quizás si encontró una palabra para definir todo aquello pero la única vez que lo dijo recibió una buena reprimenda por parte de sus abuelos. Recuerda perfectamente aquella vez que paso por primera vez la Navidad en compañía de sus abuelos, dos personas que para ChanYeol se volvieron las únicas personas de su mundo. El, sus abuelos y su difunta hermana Yora.

Sus padres decidieron dejar a su hijo menor en manos de sus abuelos. Ellos no podían con la tristeza de la pérdida de su hija la mayor. Necesitaban superar su pérdida. Los padres de la señora Park decidieron tomar la custodia de su nieto y dejar que su hija y su esposo descansaran. Quizás los padres de ChanYeol no podían manejar las cosas o el trauma los venció. Pero un año después de dejar a su único hijo de lado ambos desaparecieron de la faz de la tierra. Fue un 24 de diciembre cuando la noticia llego hasta ChanYeol.

ChanYeol era un mal chico, mas por escuchar conversaciones que no le incumbían.

Lloro y mucho y se repetía una y otra vez que todo era su culpa. Odiaba a todas las demás personas que se encontraban a su alrededor, pensaba que le mentirían y lo abandonarían tal y como sus padres.

Lo dejarían solo.

Odiaba la Navidad, porque con ella llegaba el invierno y con este la época más sombría del año. La época en donde todos eran una bola de hipócritas sin escrúpulos. Y ChanYeol se sentía solo, incluso con sus veintitrés años se seguía sintiendo miserable.

Y sus abuelos habían comenzado a festejar la Navidad en esa cafetería en la que en ese momento se encontraba sentado. Como si fuera una tradición. Jamás se deseaban una feliz Navidad porque sabían que su nieto terminaría con todo el coraje atorado en la garganta y llorando durante toda la noche.

Un perro capto la atención de un serio ChanYeol. Estaba tomando la primera tasa de la noche. Siempre era café americano sin azúcar, porque el detestaba las cosas dulces, lo empalagaban. Conocía a la dueña de la cafetería, recuerda que durante las primeras navidades que paso en ese lugar, después de que sus abuelos fallecieran. Wendy lo acompañaba tomando un chocolate caliente en completo silencio; quizás solo intercambiaban un Buenas noches o te veo el próximo año. Porque era bien sabido por los empleados mas viejos que ChanYeol solo entraba a aquel lugar durante la Navidad.

ChanYeol era el único cliente que venia en la Navidad para pasar de Noche Buena a 25. Era una persona solitaria, o eso era lo que pensaban los empleados; incluyendo Wendy, pero ChanYeol siempre fue de las personas mas social en su círculo de amigos, el cual era pequeño pero muy fuerte.

Un poco de nieve cae del techo; la noche anterior había nevado y tal parecía que no habían limpiado el desorden, y ChanYeol se permite escapar una pequeña sonrisa porque le causa gracia aquello. Es extraño pero le gusta que Wendy sea así...tan ella.

Un olor dulce invade el espacio de la cafetería, provocando al instante que el ceño fruncido de ChanYeol aparezca una milésima de segundo después. Apesta a fruta seca, levadura de cerveza y coco, lo cual provoca que los nervios de ChanYeol se crispen y quiera medio matar con la mirada al dueño del olor como medio matarlo de verdad. Le empalaga el olor dulce de aquella persona. Es dulce y cálido, como si fuera familiar y eso es lo que mas le molesta porque es todo lo contrario a el y ChanYeol no esta acostumbrado a tratar con ese tipo de personas felices. Su compañero de trabajo suele decirle que ese tipo de olores son sinónimo de problemas y LuHan, quien vive a lado del departamento de este. ChanYeol no entendía el significado de las palabras de Oh SeHun pero sabia que estaba apunto de descubrirlo.

Y tan rápido como el olor llego se instaló otra tasa de café frente a el. Un capuchino con chantillí en la parte de arriba, mucho para el gusto de cualquiera, chispas de chocolate de distintos colores y la tasa con la pequeña típica inscripción de aquellas épocas. Feliz Navidad leyó ChanYeol con los ojos abiertos de par en par. La furia se había instalado en cada célula de su cuerpo y sabia que sería difícil que se apaciguara. Era la primera vez que aquello le sucedía, a pesar de todos aquellos años pisando la cafetería en Noche Buena; ninguno de los empleados le había deseado Feliz Navidad.

Su respiración se atoro y el irritante olor de antes persistía en continuar en su nariz. Los sentidos de ChanYeol se habían nublado por las sensaciones que intentaba procesar. Su primer pensamiento fue Luhan, pero aquello sería muy vago y realmente fuera de lugar. Seria jodidamente extraño. Y tan rápido como la idea cruzo por su mente se evaporo. El siguiente en su lista fue Xiumin, su dulce Xiumin. Pero hacia dos años que MinSeok había emigrado a China. Y desechó la idea. Y sabia que ni SeHun ni Kris le dirían esas palabras. Y llego a la conclusión de que no conocía a aquella persona con aroma cálido.

Giro su rostro y quizás así aquel ser extraño se alegara para dejar a ChanYeol disfrutar su soledad en ese día de mierda.

Los brillos y constantes rayos de sol azotaron la visión de ChanYeol. Aquel ser esta inclinado muy cerca de su espacio vital. Le estaba robando el aliento, literalmente. El muchacho se veía a simple vista mucho más pequeño que ChanYeol, con rasgos finos y definidos, como si de una muñeca de porcelana se tratara, ojos delineados y finos, al igual que sus pequeños labios color rosa claro. ChanYeol pudo girar un poco el rostro para estudiar con atención las manos del muchacho; delicadas y finas pero a la vez se podía notar a simple vista el cansancio marcado en ellas.

ChanYeol de nuevo observó el perfecto rostro de su mesero y una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo, desde la parte baja de cabeza hasta la punta de sus pies. Su circulación de corto y todos sus sentidos se apagaron poco a poco, dejando de reaccionar. Sabiendo que si no hubiese estado sentado todas aquellas sensaciones lo harían estar sentado en el suelo con las piernas temblorosas. El olor que desprendía el muchacho logro adormilar a ChanYeol y cuando este se percató aquel muchacho le estaba regalando una sonrisa un tanto incomoda.

-D-disculpe...podría devolverme la mano?- y ChanYeol reaccionó, tenía atrapada la manga del uniforme de aquel mesero. Y quizás nadie lo noto o aquel perfecto muchacho prefirió guardar silencio pero sintió como todas las tonalidades de rojo pasaron por su rostro, desde el cuello hasta llegar a sus orejas.

ChanYeol estaba sonrojado por primera vez en muchos, muchos años.

-Disculpa...- soltó la manga y puso su mano para tratar de tapar un poco de rostro sonrojado y salvar la nula dignidad que le quedaba.

-No se preocupe. Pero la próxima vez que me mire tanto...recuerde me puedo llegar a desgastar por su mirada pervertida.- ChanYeol no esta seguro si escucho bien pero esta seguro que no podrá ver el rostro del mesero en lo que queda de la velada. Tan solo asiente y recibe una pequeña palmada en la espalda y sabe que el olor del mesero quedara impregnado en su ropa.

El mesero resopla un poco.

-Un gracias seria lindo sabe?- ChanYeol siente la respiración del mesero y siente como su caja torácica es golpeada porque su corazón late con mucha fuerza.

-G...gracias.- susurra ChanYeol y es la primera vez que dice aquella palabra en un restaurante, Wendy lo nota y quiere gritar de la felicidad, porque a pesar de que nunca pueda platicar con aquel hombre de cosas personales le había tomado un cariño que ella misma no podía explicar y simplemente quería ayudarlo. Se siente celosa por su empleado pero esta feliz por aquel hombre de las navidades.

-Mi nombre es Byun BaekHyun y desde hoy seré su mesero cada vez que venga al restaurante.- ChanYeol sabe que el nombre le suena a miel y toda las cosas dulces que conoce y aunque piense que las odia, aquel nombre le suena como el manjar que jamás podrá probar en su vida.

-Park ChanYeol.- contesta y voltea de nuevo a ver aquel rostro de chantillí que tanto le gusta. Y puede ver al muchacho sonriendo con sus labios formando un lindo cuadrado, sus ojos un poco cerrados y sus mejillas levemente coloreadas. Y a ChanYeol le gusta ese rostro dulce, porque no le sabe amargo como todas las navidades, le sabe dulce y eso no le molesta en lo más mínimo.

-Un gusto señor Park.- y ChanYeol siente como si una tonelada con Años lo azotara. Se siente viejo y mucho.

-Señor...-susurra. BaekHyun y deja su charola entre sus manos.

-Cuantos años tiene?- y el tono de usted es mucho mas de lo que puede soportar ChanYeol.

-Veintitrés.- y a ChanYeol le pesa la edad.

-Oh...y cuando los cumple?- sonríe BaekHyun.

-Noviembre.- y BaekHyun abre los ojos sorprendido.

-Mayo.- el tono divertido de BaekHyun contagia un poco a ChanYeol.

-Que?- y ChanYeol en todo lo que lleva de la velada sonríe. Y es una sonrisa sincera. A BaekHyun le gusta su sonrisa pero no piensa decírselo. Aun no.

-Tengo veintitrés y los cumplo en mayo.- ChanYeol habré los ojos sorprendido.

-Podrías hablarme de tu?- BaekHyun asiente.

-Baek mesa cuatro!- uno de los cocineros, KyungSoo grita el nombre de su amigo.

-Disculpa...Yeol.- es la primera vez que alguien se refiere a el por un apodo y su corazón se siente cálido. Es agradable estar con BaekHyun.

-Que sucede Soo? No hay nadie en la mesa cuatro.- BaekHyun entra en la cocina y forma un puchero con sus labios. Quería estar mas tiempo con Yeol.

-Por que le hablas al señor navidades?!- KyungSoo tiene los ojos mas abiertos de lo que siempre los tiene y culpa silenciosamente a su amigo de un crimen que no lo es.

-Es el?!- y BaekHyun se pone por completo pálido. El realmente no sabia. Acaba de entrar ese año al restaurante y solo había escuchado rumores del apodado señor navidades. Y era bien sabido por todos los empleados que la dueña suspiraba por el. BaekHyun tenía el pequeño presentimiento de que pronto seria despedido.

-Byun BaekHyun a mi oficina.- Wendy entro y BaekHyun comenzó a caminar a paso mecánico. Giro su rostro hacia KyungSoo tratando de pedir ayuda pero este simplemente negaba con la cabeza.

Al llegar hasta la oficina BaekHyun ya no sentía sus piernas. Al menos fue lindo hablarle...es agradable. Pensó BaekHyun.

-Byun BaekHyun...gracias.- BaekHyun alzó su rostro completamente pálido y un signo de interrogación se formó en su rostro.

-Eh?!- BaekHyun veía a su jefa como un bicho raro.

-ChanYeol...pudo hablar contigo!- gritó alegre Wendy.

-No estas enojada?- atino a preguntar.

-Para nada...veras. Supongo que has escuchado la historia de que siempre viene en Navidad cierto?- BaekHyun solo asintió.- Un par de años antes de que sus abuelos fallecieran me hicieron prometerles que jamás dejara solo en Navidad a su nieto...y lo cumplí. Pero tu mi querido BaekHyun has logrado lo que yo y sus abuelos no pudimos en años. Que el sonriera de corazón.- Wendy soltó una lagrima y BaekHyun no sabia si era de alegría o de tristeza.

-Pero tu...no...enamorada?- Wendy lo observo un momento y estalló en carcajadas.

-No...así que...porque mejor no vas y pasas mas tiempo con tu Romeo? Se ve que le gustaste. Y mira! Se esta tomando el café que te equivocaste de mesa.- BaekHyun abrió los ojos como plato. Wendy estaba viendo por la ventana hacia las mesas.

-Ese...no era su orden?- BaekHyun sentía la vergüenza invadir su cuerpo. Y estaba que su rostro estaría sonrojado como un lindo jitomate.

-Por supuesto que no. ChanYeol odia lo dulce.- y BaekHyun se golpeo mentalmente. Necesitaba aprender mas de aquel hombre.

-Entonces...con tu permiso.- BaekHyun salió de la habitación y sin siquiera pensarlo se dirigió hasta ChanYeol.

-BaekHyun...- la voz profunda de aquel hombre logro que el pulso de BaekHyun se acelerase a un ritmo anti humano.

-Me equivoque con su orden...-BaekHyun no podía ver a aquel hombre tan perfecto. Se sentía muy avergonzado como para hacerlo.

-No te preocupes...es muy dulce como tu.- y BaekHyun podía jugar que su cerebro hizo corto circuito y un humo salía de su cabeza.

-Y-yo.-

-Eres lindo.- y ChanYeol sonrió. Byun BaekHyun le gustaba y mucho. Quizás más de lo que era natural y muy rápido para su gusto pero no podía detener su corazón.

-No soy lindo! Soy un hombre!- y ChanYeol soltó otra carcajada. Y a BaekHyun le pareció perfecta como todo en el.

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ChanYeol paso todo el 24 en el café, hasta las doce de la noche. El turno de BaekHyun terminaba a las seis de la tarde pero no se había dado cuenta del pasar de las horas y seguía trabajando solo para ChanYeol.

-Feliz Navidad BaekHyun.- le susurro en el oído ChanYeol antes de darle un beso en la mejilla.

-Feliz Navidad Yeol...- le devolvió las palabras BaekHyun y se paro de puntas para alcanzar a juntar por un segundo sus labios con los del alto.

La respiración de ambos se corto y sus corazones salieron disparados.

Sus rostros parecían noche buenas.

Desde aquella Navidad ChanYeol fue prácticamente todos los días a aquel café para poder ver las sonrisas de cuadro y los accidentes que su presencia provocaba en su mesero favorito.

Y BaekHyun quería medio matar a ChanYeol o ahogarlo en besos.

BaekHyun gustaba de ChanYeol y ChanYeol de BaekHyun.

A BaekHyun comenzaron a gustarle las cosas amargas y a ChanYeol las cosas dulces.

Y las navidades siempre estaban llenas de besos robados y sonrisas cómplices. Y te amos que se repetían una y otra vez sin que sonaran hipócritas en los labios ajenos.

FIN

Notas finales:

Espero que les guste....no se si lo lean porque....bueno lo publique en Navidad (o ese es el plan xD) y pues mucha gente está en familia en estas fechas. Pero...

Feliz Navidad
&
Próspero año nuevo.

Nos leemos hasta 2016.


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