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Confession por Suzuki Sakamoto

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Notas del fanfic:

Como siempre terminé escribiendo un ToraxSaga, a decir verdad existieron muchos factores que me inspiraron, también tuve mucha ayuda, así que tanto a quienes me inspiraron, como a quienes me ayudaron les agradezco inmensamente; después de no escribir durante medio año nofue nada fácil, gracias <3

 

Geme, espero que sea de tu agrado. Sabes que lo hago con mucho amor para ti. Me siento algo oxídada, pero te dije que te haría algo para estas fechas y aquí está, bonita. Te amo <3

Notas del capitulo:

Primer capítulo, aún quedan dos más que iré subiendo de manera semanal.

Como siempre, lo mejor era cuando llegaba la noche; o al menos así era para el guitarrista ojiverde de Alice Nine. Y no precisamente por el descanso que tendría, sino, por la hermosa vista que le regalaba Takashi al dormir. No todos los días era así, solamente aquellos donde compartía la habitación con el castaño; después de todo tenía sus beneficios sobornar al vocalista durante los tours.

 

—     Si ponemos las cosas sobre la mesa, mi situación es un poco complicada. Sagashi hace unos días me dijo que prácticamente quiero comerlo. — Comentaba Amano  a su compañero de cuerdas, Hiroto.

 

 

—      Lo peor de todo es que tiene razón. — Respondía con gracia el rubio.

 

 

—     Quieres comer cada parte de su cuerpo, cada centímetro que lo conforma. — La mirada de Shinji se fijó al vocalista, este a quién no se le había pedido su opinión, pero quién más disfrutaba de la vida de su amigo ¿Y cómo no hacerlo cuando había bastante tela de donde cortar?

 

 

—     Ahg, no seas tan molesto que estás en las mismas. 

 

 

 

                Show enseguida mostró una mueca en descontento; Tora tenía razón: él se encontraba en una situación similar. No sabía exactamente qué hacer o cómo captar la atención del batero. Nao, por su parte no estaba enterado de la situación.

 

                La conversación continuó unos minutos entre bromas y risas, ya que no les quedaba otra que reírse de sus intentos fallidos para con sus compañeros de banda ¿Tan difícil era encararlos y confesar lo que sentían? Al parecer era así, ya que había pasado un tiempo considerable y ninguno de los dos se atrevía a hablar.

 

—     ¿Cuándo se lo dirás a Saga? — Tomó la palabra el guitarrista menor.

 

 

 

—     No lo sé, me gustaría hacerlo pronto, pero no tengo la menor idea de cómo lo vaya a tomar. — Respondió dudando Shinji.

 

 

 

—     No te va a creer, pensará que estás bromeando. Aparte, sabes a cuantos a rechazó en este último año. — Kohara comenzaba a dejar las cosas claras. Lo dicho era tan cierto que asustaba, y aunque Saga era bastante sutil cuando se le confesaban, eso no dejaba de lado que cada una de sus respuestas fuera una negativa. Sin importar si trataba de hombres o mujeres; él simplemente se disculpaba al no poder corresponderles.

 

 

—     Como a la chica del staff. — Agregó Hiroto.

 

 

 

 

—     ¡No ayudas mucho, Ogata!

 

 

 

 

—     ¿Y si te dice que sí? — Preguntó el vocalista; después de todo, tal respuesta también cabía dentro de las probabilidades.

 

 

—     Si te dice que sí, tendrás que repetírselo muchas veces. Takashi es tan complicado cuando se lo propone.  — Hiroto admitía resignado. Luego de tener años conociendo al bajista, era fácil saber sus posibles reacciones.

 

 

—     No me la va a dejar fácil. — Aseguró Tora con pesadez.

 

 

—     ¡Lo bueno es que eres perseverante! — Nuevamente estaba ahí el castaño vocalista con sus bromas tontas, estas que tenían mucho de verdad: si Tora era constante lograría captar la atención de su bajista y probablemente los llevaría a  tener algo más.

 

 

 

 

 

 

 

Los días transcurrieron y el concierto en Osaka estaba en puerta, así como el cumpleaños de Shinji. «Sal conmigo; eso quiero de regalo de cumpleaños» aquello era demasiado; el guitarrista simplemente no podía abordar a Saga de esa manera. Los consejos de Show eran tan malos como su faceta de “Rey Demonio”.

 

 

—     Te dejaré el camino libre, mejor dicho, te ayudaré. Tendrás que compartir la habitación con Saga.  — Anunciaba el vocalista una vez que su amigo rechazó su primera propuesta.

 

 

 Tora sonreía internamente. Tal vez esa sería una buena oportunidad.

 

 

—     Sé que quieres algo a cambio. Te conozco, puedo verlo en esa sonrisa tonta que tienes. — El guitarrista se echó a reír. No hacía falta que Kohara corrobora sus palabras, ello era bastante evidente.

 

 

                Después de aquella corta charla se despidieron. Cada uno tenía que dirigirse a su habitación correspondiente. Tora fue a la habitación que le habían prometido segundos atrás. El hotel en el que se hospedarían era cómodo y en una zona cercana al evento.

 

—     Sólo abre la puerta. Todo irá bien. — Se animaba el nervioso guitarrista. Abrió la puerta intentando hacerlo con naturalidad, cosa que no fue así porque tropezó al primer paso; por suerte suya, no pasó de un tropezón, sino su compañero de banda terminaría riendo.

 

 

—     Uhm, ¿qué tanto hacías Torashi? ¿no piensas dormir? — No era demasiado tarde, pero el viaje había agotado a Saga, quien ya se encontraba a punto de conciliar el sueño.

 

 

 

—     No hacía nada, solamente estaba con Show consultado algunas cosas.  — Respondió el pelinegro con tranquilidad, aunque sólo aparentaba la misma, por dentro seguía nervioso.

 

 

                Posiblemente no era demasiado lo que podían decir en aquel instante, pero con el simple hecho de que Saga le buscara conversación, con eso era suficiente para el ojiverde.

 

 

—     Como siempre.

 

 

—     ¿Cómo que “como siempre”?

 

 

                  Amano no entendía a lo que se referían las palabras del menor, incluso en cuestión de segundos ya se había inventado que este se encontraba celoso. Eso era esperanzarse, pero era inevitable no hacerlo cuando aquel bajista no salía de sus pensamientos  ningún día de la semana. Siempre invadiendo a Shinji en los momentos menos esperados.

 

 

Él estaba enamorado de aquél despistado, pero a la vez metódico hombre.

 

 

—     Es porque es así. ¿Quién otro podría resolverte dudas sino es él? No por nada es el líder.

 

 

                  Saga le había hecho bajar de su nube en cuestión de segundos, y aterrizar de manera forzada sobre el asfalto con su tono de hablar en el que no se podía percibir nada; era tan neutro. Lo peor es que aseguraba que había tratado temas del concierto próximo, no era así, para nada era así. Habían hablado de él y de lo mucho Tora que se esforzaría para confesarse.

 

 

                  Sin mencionar nada el ojiverde fue a la ducha: debía tomar un baño, sólo ello le permitiría descansar aquella noche; también le reconfortaría y quizás le haría pensar de manera clara.

 

 

                  Aún le hacía falta conocerle mejor, y dejar de intentar leer entre líneas cuando jamás había expuesto sus sentimientos. Hasta que Saga no tuviese el conocimiento de ellos, él debía ser prudente.

 

 

                  Takashi se limitó a observar como su compañero se retiraba sin haber mencionado algo más. De cierta manera entendía la situación, puesto que el guitarrista era igual o más extraño que él. Los minutos transcurrieron y el sueño de nuevo comenzó a invadir su cuerpo. Cerró los ojos y hundió su rostro entre una de las almohadas; durmió una vez que hubo apagado las luces de aquella habitación, exceptuando la lámpara que se encontraba en medio de ambas camas.

 

 

 

 

 

—     … Mierda — Shinji no podía creer lo que veían sus ojos. Agradecía haber salido de bajo de la regadera en el tiempo indicado. No era la primera vez que veía a Saga desnudo, no obstante, se quedó prácticamente con la boca abierta, las sábanas apenas cubrían un poco sus caderas. La vista era magnifica y de ser posible se le hubiese caído la mandíbula al piso.

 

 

—     Tú no deberías estar durmiendo así… Idiota, eres tan hermoso. —Lentamente el guitarrista se sentó en una de las orillas de su cama, quedando frente al castaño a quien observaba sin perder ningún detalle de su cuerpo expuesto.

 

 

                Viese por donde se le viese al bajista, todo en él era perfección a los ojos del pelinegro. Tora sonrió para sí, inclusive se imaginó acariciando aquellas delgadas y blancas piernas; aquellos brazos donde se encontraba hundido el rostro del bajista; su espalda… todo. Mientras se deleitaba con la figura del castaño también terminaba de cercar sus cabellos y las gotas que resbalaban por su cuello, pero antes de poder animarse a cubrir a Takashi alguien llamó a la puerta.  La hora no era la indicada “para visitas” ¿Atender o no hacerlo?

 

 

Nuevamente llamaron a la puerta. Ni siquiera podía tomarse el tiempo necesario para observar a Saga como le hubiese gustado.

 

 

—     ¡No planees hacerle nada a Sagashi, Tigre sucio! — ¿Hace cuánto había hablado con Show? No excedía de una hora, y ahora estaba molestando detrás de la puerta.

 

 

                Tora prefirió guardar silencio para no despertar a Takashi: no quería que escuchara los disparates del vocal. Lentamente se puso de pie para dejar la toalla de baño en el cesto; lo hacía de manera cautelosa para que ni sus pasos se escucharan, en el camino apagó la tenue luz de la lámpara y, una vez bajo las mantas se dispuso a dormir o al menos lo intentaría, ya que un bulto entre sus piernas también era un impedimento aquella noche.

 

 

El vocalista al no obtener una respuesta se retiró, no sin antes advertir una vez más al pelinegro. Al día siguiente tendrían que salir temprano, lo quería listo antes de las 9:00 de la mañana.

Notas finales:

Gracias a los que llegaron hasta aquí, como siempre saben que sus comentarios son bien recibidos.

No tuve Beta, por lo cual habrá más de un dedazo.



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