Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sorpresas inesperadas *Especial Navidad* por DixDemon

[Reviews - 33]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este fic lo tenía planeado desde la navidad del año pasado, pero no lo hice porque sabía que no alcanzaría a terminarlo para esa fecha :c Así que me juré hacerlo lo más hermoso posible para este año <3

PD: Habrá tambien un poquín de 3min(?) xDD

PD2: En las advertencias puse sadomasoquismo pero no se si se consideraría así (por ahí en el fic habrá esposas, pinzas (ya saben para que êwê) y cosillas pervetidas)

Para las que no lo conocen visiten mi lindis blog donde pueden encontrar mas fics jongkey <3

Notas del capitulo:

Aquí el primer capítulo de este especial de navidad <3

Este fic no será muy largo ni nada (ya que al principio quería que fuera solo un oneshot o twoshot), solo unos pocos capítulos nada más, que ya tengo terminados y los estaré subiendo todos los días hasta más o menos Año nuevo c: (que pereza contar saghsljkhsfdhjs xD)

Espero les guste y les interese~~ porque realmente me gustó escribirlo <3

Besotes a todas mis lindas <3 *3*

 

-Sé que te encantará mi regalo. Será el mejor.- presumió Minho dejando su vaso a un lado para comenzar a acariciar el cabello de Taemin, quien, complacido, se restregaba en el cuerpo de su amo. Pero una celosa Minhye no tardó en ponerse en medio, quitándole espacio a Taemin.

Pronto comenzarían a pelear, como siempre, por quien ganaba más atención por parte de Minho.

-¿El mejor? ¿Estás seguro?- pregunté alzando una ceja para hacerlo enojar.

-¡Claro que sí!- afirmó con el ceño fruncido pero pronto se relajó- Dime, ¿quién te conoce mejor que yo?- me preguntó confiado.

-Roo.

-¡Jonghyun! Por Dios, no me compares con tu perra.- reclamó- Y claro que no te conoce mejor que yo.- rodé los ojos divertido.

-Ya, okey. Nadie me conoce mejor que tú.- reí.

-Y por eso sé que él regalo que te tengo te va a encantar.- me miró con una mueca un tanto rara, que gracias al cielo cambió de inmediato al recibir un suave manotazo por parte de Taemin, que había fallado el golpe que le iba a dar a una escurridiza Minhye que logró esquivarlo.

Taemin cubrió su boca con ambas manos y susurró suavemente un “Lo siento mucho, amo”.

Taemin y Minhye eran algo así como las mascotas de Minho, pero más parecían ser sus novios. Ambos eran algo que se conocía como “gatos”, que eran, básicamente, una especie de mezcla entre humanos y, obviamente, gatos. Tenían orejitas y una cola al igual que ellos, y por supuesto, también sus comportamientos eran parecidos a los gatos, como la forma de moverse.

Minhye era una chica, de cabello corto y negro, muy linda y tierna, pero que siempre terminaba peleando por Minho con Taemin, un gato de cabello rubio, un poco largo para ser un chico, quien, a pesar de su tierna apariencia, yo ya sabía perfectamente que no era un santo. Más bien, creo que es algo así como un lobo con piel de oveja, y Minhye era su víctima. La pobre tenía que soportar siempre las bromas y travesuras del gato rubio.

Minho, desde siempre le habían encantado los gatos y en cuanto pudo, se compró al rubio y luego de un par de meses, a la de cabello negro. No sobra decir que gastó muchísimo dinero en ellos.

Yo, en cambio, no estaba de acuerdo con eso de comprar gatos para cosas un tanto raras y pervertidas. Porque está más que claro que uno de los principales objetivos de los gatos es satisfacer las necesidades sexuales de sus dueños, y lo mío definitivamente no eran esa clase de cosas perversas. ¡Prácticamente eran como esclavos sexuales!

Además que yo no tendría paciencia para cuidar de uno. Ya viendo cómo se comportan los gatos de Minho siento que se me agota la paciencia, no sabría qué hacer con uno que fuera mío.

Claro que Minho jamás los ha tratado de una mala manera, él realmente era preocupado y cariñoso con sus gatos, a pesar de que a veces pueden sacar de quicio a cualquiera. Aunque sé que los ha ocupado para “desahogarse”, también sé que no los ha obligado a nada. Cabe decir que se nota muchísimo cuanto lo quieren ese par de hiperactivos.

Yo por mi parte… Jamás compraría un gato.

-Ya controla a tus gatos, Minho. ¿O no puedes?- me burlé. Me miró entrecerrando los ojos y luego se dirigió esos dos que estaban a punto de saltarse encima.

-¡Taemin! ¡Minhye! ¡Bájense ahora mismo del sofá!- les ordenó- Están castigados los dos.- sentenció una vez estuvieron sentados en los cojines que estaban en el suelo, donde habían estado al principio, pero que no tardaron mucho en abandonar para estar sobre mi mejor amigo- Realmente me enojaré si siguen peleando.- los miró con el ceño fruncido. Ellos solo bajaron la cabeza, pero pude fácilmente divisar una pequeña sonrisa en el rostro de Taemin- Y no habrá nada de mimos hasta que se comporten.- no pude evitar soltar una carcajada al verlo así, se veía realmente gracioso enfadado, “intentando” verse amenazador – Tú no te rías…- me reclamó.

-Ya, lo siento…- dije sin parar de reír del todo- Bueno,- suspiré- Minho, mejor me voy ya a casa. Mamá y Sodam cenarán conmigo esta noche, así que debo encargarme de que todo esté perfecto.

-Dales miles de abrazos de mi parte.- me sonrió- Hace tanto que no las veo. Ni siquiera me han hecho una llamada.- se quejó.

-¿Y por qué no las llamas tú?

-Porque… siempre lo olvido.- rió. Rodé los ojos- Ya vete. Tienes una rica cena navideña que preparar… o comprar.- soltó una carcajada.

-¡Ya lo hice!- reí con él- Solo que quiero tener todo ordenado y limpio para cuando lleguen.

-Hey, tu regalo llegará mañana por la tarde a la puerta de tu casa, así que debes prestar atención, porque no pueden dejarlo simplemente afuera como si fuera un paquete cualquiera.- dijo con una gran sonrisa.

-Okey.- hice una seña con la mano- Adiós Minnie. Adiós Minhye.

-¿Y a mí no me dices adiós?- se quejó Minho al ver que yo ya me iba.

-Bien…- resoplé- Adiós Minhonnie.- dije moviendo ambas manos. Soltó una escandalosa risa y de una manera muy cómica, casi ridícula, copió mi gesto.

-Adiós Jonghyunnie.

Salí de la casa de mi mejor amigo y me subí a mi auto, poniéndolo en marcha en dirección a mi departamento.

Una vez allí me puse como loco a ordenar todo, la mesa, la sala de estar, las habitaciones que utilizarían. Todo.

Hace unos seis de meses que no las veía, ya que ellas se habían mudado a una ciudad más tranquila y pequeña que Seúl, y como mamá aún trabaja y Sodam está terminando su carrera en la universidad, se me hace bastante difícil verlas. Sobre todo porque yo también trabajo.

Estaba ansioso porque llegaran. Ellas son mi todo.

El timbre sonó mientras yo estaba calentando la cena y yo no pude hacer nada más que salir corriendo a abrir.

Todo estaba perfecto en casa, nada fuera de lugar. Incluso yo estaba bien vestido y arreglado.

-¡Jonghyun!- gritó mi hermana al verme, colgándose de mi cuello repartiendo besos por toda mi cara- Te he extrañado tanto.- murmuró aún abrazándome. Susurré un suave “Y yo a ti”correspondiendo.

-Ya… Sodam, déjame algo de tu hermano a mí también.- reclamó mamá desde la puerta.

Tomé a Sodam de la cintura y la levanté, acercándome un poco más a la puerta y con uno de mis brazos atraje a mamá.

Allí estuvimos durante varios minutos, abrazados, sin decir nada más, hasta que recordé que había dejado la cena calentándose.

Un poco más y se quema…

Entre los tres pasamos una maravillosa noche buena, entre largas pláticas y muchas risas. Entre esas conversaciones me enteré de que Sodam se consiguió novio, un chico llamado Jinki, que según mamá y mi hermana es un chico muy bueno y cariñoso, y también un poco torpe, pero que siempre trataba de cuidarla. Aunque al principio me sentí un poco enfadado, con el pasar de los minutos se me pasó, sobretodo luego de todo lo bueno que decían de él.

Si era un buen chico no había nada que temer.

A la media noche, abrimos nuestros regalos, nos tomamos fotos y con mi hermana aprovechamos de tomar un par de copas de más. Ninguno estaba muy acostumbrado a beber, pero lo hicimos de todos modos, a pesar de que mamá nos regañaba diciendo “Ya dejen de beber. Les hará mal y yo no cuidaré de ustedes si enferman”. No le hicimos caso sabiendo que todas esas amenazas eran mentira.

Nos fuimos a acostar bastante tarde, solo porque mamá seguía insistiendo, preocupada.

En la mañana, bueno, no tan de mañana, más bien como a las tres de la tarde, me levanté con una resaca increíble, pero gracias a mamá y sus sopitas mágicas pude sobrevivir. Y Sodam también. No sé cuál de los dos estaba peor.

-Les dije que les haría mal beber tanto. Tu hermana anoche vomitó.- dijo enfadada pero con su típica voz suave.

-¿Vomitaste?- le pregunté.

-Si… Unos minutos después de que fuimos a dormir…- dijo con voz adormilada aún.

-¿Ahora te sientes mejor?- dije preocupado. Ella asintió con una sonrisa. Yo también sonreí.

-Con tu hermana ahora iremos a visitar a tu tía y también pasaremos a ver cómo está Minhonnie, para que no siga reclamando que no lo vamos a visitar nunca.- dijo mamá tomando su cartera- Apresúrate Sodam.- se dirigió a mi hermana, que se encontraba atando sus zapatillas.

-Ya.- dijo levantándose- Vamos, mamá.- tomó su brazo- Adiós, dinosaurio.

Antes de que pudiera responderle, ella había escapado de allí. Sabía que odiaba que me dijera de ese modo pero de todas formas lo hacía.

Suspiré y me senté en el sofá a ver una película, la típica película navideña que repiten todos los malditos años. Era totalmente infaltable.

A mitad de la película, me recosté para estar más cómodo, lo que no me sirvió de mucho porque apenas lo hice, el sonido del timbre me obligó a levantarme.

-Ashhh…- me quejé mientras caminaba a la puerta. ¿Quién podría ser? Mamá y Sodam no llegarían hasta la noche.

De pronto recordé lo que Minho me dijo.

“Tu regalo llegará mañana por la tarde a la puerta de tu casa”.

Abrí ansiando ver que era ese maravilloso regalo que Minho había mandado, porque si él estaba tan seguro de que me iba a encantar, era porque en serio era algo genial.

Pero cuando pude ver lo que había tras la puerta, el pensamiento sobre un regalo perfecto se fue a la mierda.

YO LO MATABA.

Muchos de mis vecinos estaban mirando curiosos hacía mi puerta, muchos sorprendidos, otros con miradas de desaprobación y algunos otros, sobre todo jóvenes, miraban entretenidos. Muchos murmullos se escuchaban en el pasillo fuera de mi departamento.

Y no es para menos. No cuando en tu puerta hay un chico sosteniendo a través de una especie de correa a un gato. Y no un jodido gatito peludito y chiquito, si no que uno de esos mitad humano.

El gato era de un lindo color castaño, estaba vestido con un pequeño short de cuero rojo, apretadísimo, una camiseta ajustada transparente, también roja pero más oscura, y medias negras a mitad de sus muslos. Y no solo eso, sino que además venía vendado, con las mano atadas y con una mordaza de cascabel en su boca. Y una gran cinta verde de regalo en su cuello.

MINHO ERA HOMBRE MUERTO.

-¿Kim Jonghyun?- asentí sonrojado, no solo por la vergüenza, sino también por la ira- Por favor firme aquí.- me acercó una hoja con un lápiz. Firmé rápidamente, desesperado por entrar y suicidarme en el baño. Se lo entregué- Bien, tome esto venía con el gato.- sonrió entregándome una tarjeta con motivos navideños- Que tenga un buen día.- hizo una reverencia y se fue.

Tomé rápidamente al gato de la atadura que unía sus manos y tratando de no dañarlo lo conduje dentro. Apenas cerré la puerta la comencé a golpear.

-¡Ahhh! ¡Maldito Minho!- grité entre dientes. Me volteé a ver al gato.

¿Qué demonios iba a hacer con él? Mamá y Sodam llegarían en unas horas. ¿Qué diablos les iba a decir cuando vieran esto?

Me acerqué a él con cuidado. Sus orejas se movieron de una manera adorable al escuchar mis pasos. Cuando estuve frente a él me quedé quieto. ¿Le debo quitar la venda cierto? Se veía realmente incómodo con todo eso puesto.

Pero no me atrevía a tocarlo.

¡Ni siquiera era un gato hembra!

Si Minho sabía que ni siquiera iba a querer aceptarlo si fuera una chica… ¡¿En qué demonios pensó al mandarme un chico?!

Notas finales:

Espero les haya gustado y sigan leyendolo <3 *3*

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).